Ya se encontraban en el segundo año de Shohoku, las clases ya habían comenzado y Miyagi Ryota ya se presentó como el actual capitán.
Hanamichi ha estado en terapia por cerca de 3 meses, han sido meses duros, pero como el tensai que es no se dará por vencido y espera con ansias poder volver y demostrarle al zorro que si es capaz de seguir. Cuando llevaba unas semanas de rehabilitación había decidido ir a la playa a leer la nueva correspondencia de Haruko, fue ahí cuando lo volvió a ver Rukawa Kaede venía trotando con un grupo de jóvenes representantes de Japón, no pudo evitar por una fracción de segundos admirarlo, pero cuando se puso frente a él y le mostró la polera, le hirvió la sangre, ahora que lo piensa sabe que Rukawa es el único que sabe como animarlo a su manera claro está, ya que desde ese día decidió hacer con más energía la terapia, su misión era alcanzar y superar a Rukawa y el año recién está comenzando.
Ya llevaban un mes en clases, para variar Rukawa llegaba dormido después de que se le atravesara un gato, un auto y finalmente un poste, irremediablemente extrañó chocar con cierto pelirrojo, para su sorpresa le alegraba en parte su presencia, ya había pasado mucho desde que no lo veía y se preguntaba igual que todo el equipo cuando volvería, además las prácticas sin él eran aburridas y monótonas, pero no quedaba otra que esperar, además no eran los únicos que esperaban ahora ya habían muchos más seguidores del equipo y al contrario de antes habían seguidoras de hanamichi, cosas que extraño a todos menos a cierta persona que ya había descubierto los atributos del pelirrojo.
Ya habían terminado las clases en las que el zorro estuvo toda la mañana dormido y ahora se venía lo que más le gustaba en su corta vida, los entrenamientos, como estuvo castigado pensó en llegar antes, se dirigió a los camarines se cambió de ropa y al acercarse a la puerta escucho como botaba un balón, se sorprendió, generalmente él era el primero en llegar, se acercó para ver quién era y casi se da contra la puerta al ver a cierto pelirrojo tirando y encestando todos sus lanzamientos, pero eso en realidad no era eso lo que le llamo su atención del todo, Rukawa sabía que él era un prodigio que solo tenía que seguir trabajando, lo que le quito el aliento fue ver a Hanamichi mucho más atractivo de lo que el recordaba, llevaba el cabello un poco más largo que la última vez que lo vio, su cara notaba felicidad y su cuerpo levemente sudado lo hacía ver mayor, más seguro de sí y por qué no decir más maduro, Rukawa se quedó pensando en ello, hasta ahora a él nunca le había atraído alguna chica ni menos un chico, pero este pelirrojo le hacía sentir extraño, por un lado no podía negar que admiraba su persistencia y constancia en lo que hacía, pero por otro lado era de las pocas personas que la hacían actuar de forma distinta para con los demás, como cuando Hana se quedo congelado en su primer partido y lo ánimo a su manera (patiandolo xD) o cuando se culpo por haber perdido contra Ryonan lo hizo para que Hanamichi no se sintiera mal, pese a que terminaron a los golpes Rukawa sabía que esa era la forma que Hanamichi se sentiría mejor y lo hacía, a veces le daba consejos o simplemente lo hacía enojar para que se relajara, para los demás es como si Rukawa solo lo molestara, pero para él no era así y eso era lo que más le extrañaba, Por qué solo con él sentía esa necesidad de tratar de ayudarlo? Pero a la vez esas ganas de insultarlo y pelear, es una situación realmente extraña no podía negarlo, pero por ahora prefería no ahondar más en ello y sin más entró al gimnasio justo cuando Hanamichi saltaba desde la línea de tiro y clavaba un perfecto slum dunk, lo dejo impresionado, él no podía saltar de esa forma y menos desde aquel lugar le recordó a Michael Jordan, pero lo más insólito es que con lo despistado y torpe que era Hanamichi lo más probable es que no conocía a ese jugador y por lo tanto el salto solo se le había ocurrido, era impresionante, realmente era un diamante en bruto, pero no pensaba decirlo, prefería ver como seguía esforzándose para mejorar.
Al fin hanamichi se soltó del aro cayendo al piso, haciendo que el sonido retumbara en todo el gimnasio, se notaba que estaba más alto y más pesado, su cuerpo ya se estaba formando como el de un hombre, su espalda ancha y sus piernas musculosas lo hacían ver mucho más atractivo de lo que pensaba, al fin se dio vuelta y se encontró con la mirada zorruna de Kaede, eh zorro viste eso? Le pregunto con un leve tono de arrogancia, Kaede solo afirmo con la cabeza, Hanamichi se acercó y Kaede pudo comprobar que estaba más alto, Hanamichi lo miró y le dijo ya no quiero ser como tu Rukawa quiero ser mejor y creo que voy por buen camino no lo crees? Se dio vuelta y le dijo sabes por qué lo lograré? A lo que Rukawa sin pensarlo contesto, porque eres un tensai… Hanamichi rápidamente se dio vuelta con sorpresa pero al ver el semblante serio de Kaede una hermosa sonrisa se dibujo en su rostro, no una de esas bobas una real y se acercó nuevamente a él, veo que lo entendiste le dijo apoyando su mano en su hombro a lo que Kaede lo tomo desprevenido y se sonrojo, Hanamichi lo quedo mirando y escucho como se acercaban los demás a las puertas del gimnasio y se acercó al oído del zorro y le dijo gracias… en un susurro, alejándose de el para recibir a sus compañeros, Kaede no sabía que pensar, jamás pensó que ese torpe se le acercaría a hablar y menos aún a agradecerle, y de hecho ni siquiera sabía el porqué de su acción, sintió su cara roja y sin saber porque llevo su mano a su oído donde Hanamichi le había hablado, que estaba pasando con él? Esto no es normal, menos aún sonrojarse…
Los muchachos se acercaron a la puerta y antes de poder tocarla Hana abrió de par en par sorprendiendo a todos y con gran alegría les dice acaso no saludaran a este genio? Todos se acercaron a abrazarlo, preguntando cómo se sentía, cuando llegó, por qué no aviso, etc. Hanamichi muy feliz les contesto a todos y les dijo que él venía a entrenar así que entraran para comenzar, todos quedaron sorprendidos, pero felices de al fin tener al pelirrojo de nuevo en sus filas, al cabo de un rato comenzó el entrenamiento, el pelirrojo practico lo básico y tiros y pases simples para no forzar su espalda, al fin se sentía en casa y si bien había madurado no había perdido su sentido de humor por lo que saco carcajadas en todos, incluso Rukawa sonrió de manera imperceptible para el resto cuando al fin lo llamo zorro.
Para los demás el entrenamiento fue duro, después de dos largas horas Ryota los dejo ir, todos avanzaron a los camarines a excepción de Hana y Kaede, cada uno por su lado quisieron seguir entrenando, pero Kaede no podía evitar mirar de reojo a Hanamichi, después de 30 minutos Kaede se fue a las duchas, una vez vestido salió, pensó en despedirse de Hana pero le pareció ridículo, pues nunca lo había hecho, pero para su sorpresa fue él quien se le adelanto.
Hasta mañana Zorro le dijo mirándolo a lo que Kaede respondió Hasta mañana torpe, con un hermoso sonrojo en su cara, salió deprisa y sin detenerse en busca de su bicicleta, al fin la tomo y ya cuando estaba por salir de la preparatoria se dio cuenta que había olvidado su walkman.
Mmmmm Hanamichi aún estaba en los camarines, que hacer? Pensó Kaede, se devolvió y con cuidado se asomo por la puerta al no verlo pensó que estaría en las duchas, así que con mucho cuidado y sigilo entro dirigiéndose a su casillero, ya había llegado y sintió el agua correr, saco su walkman lentamente y lo guardo en su bolso, ya estaba en la puerta de los camarines cuando un pequeño pero audible quejido se escucho, se devolvió sobre sus pasos y de reojo miro en dirección hacia Hanamichi, mayor fue su sorpresa cuando lo vio apoyado en una de las paredes del cubículo que conformaba una de las duchas individuales masturbándose de una manera tan sensual que Kaede quedo de piedra, Hana tocaba su miembro de arriba abajo con un movimiento lento pero firme, por su cuerpo corrían innumerables gotas de agua y el vapor de ella hacía ver la escena sacada de una película, Kaede quedo embobado por unos momentos, su mente le decía que se fuera, pero su entrepierna le decía que se quedara y esta fue la que gano, casi como hipnotizado por los movimientos ascendentes y descendientes de Hana llevo su mano a su pantalón, metiendo su mano y comenzando a tocar su miembro que pedía a gritos su atención, se apoyo en los casilleros mientras veía a Hana aumentar el ritmo y pasar su otra mano por su abdomen plano y marcado por el ejercicio, Kaede logró llevar el mismo ritmo de Hana el cual empezó a aumentar progresivamente, al hacerlo Hana comenzó a quejarse de una forma varonil y ronca cosa que dejo impactado a Kaede solo de escucharlo su pulso aumentaba más si fuera posible, para acallar sus propios quejidos llevo su mano a su boca mientras miraba el enorme miembro de Hana en todo su esplendor, realmente se veía tentador, su tamaño era el perfecto para ese espectacular cuerpo, era blanco y con una cabecita rosada que hacía que a Kaede le cayera un hilillo de saliva por su barbilla, ya a esas alturas había soltado a su miembro de su pantalón y empezó a sentir la proximidad de su orgasmo, carajo ya me voy a venir pensaba mientras sentía una sensación maravillosa recorrerlo, solo pensaba en que quería ver a Hana terminar, volvió a mirarlo en el momento preciso en que Hana aumentaba el ritmo y con ello sus quejidos se iba a venir, podía verlo en su hermosa cara sonrojada y con gotas que corrían desde su cabello hasta su abdomen, entonces lo escucho…
Ahhh ahhh ahhhh y vio como Hana se venía a lo que no pudo resistirse y el también acabo, logró ver como el semen de Hana chocaba con las paredes del cubículo y el suyo a su vez con los casilleros, ohh Dios era el mejor orgasmo que había tenido hasta ahora, por unos segundos una hermosa sonrisa reposaba en su cara sonrojada y con pequeñas gotas de sudor, solo cuando escucho a Hana moverse es que sus sentidos se pusieron en alerta, tomo su miembro semi erecto y lo volvió a meter en sus pantalones, luego saco una toalla de mano con la que limpio los casilleros y salió huyendo lo más rápido y silencioso que pudo.
Ya había llegado a su casa y se metió rápidamente en su cuarto, no choco con nada ni nadie en el trayecto ni siquiera alcanzo a escuchar música, solo pensaba en lo ocurrido y en que jamás pensó que se masturbaría viendo a un hombre y menos aun a Hana, por Kami que estaba pensado o mejor dicho que estaba haciendo, pero al recordar el hermoso y tonificado cuerpo de Hana nuevamente una sonrisa se dibujo en su rostro se recostó pensando en ello y en los hermosos labios del pelirrojo, a que sabrán? Se pregunto, hundió la cara en la almohada, era primera vez que pensaba en alguien de esa forma y se sentía totalmente extraño y feliz, con ese sentimiento que lo hacía sentirse lleno y con Hana como ultimo pensamiento se durmió.
Hana salió del gimnasio y se dirigió a su casa, no sabía exactamente porque su cuerpo estaba ardiendo, pero si sabía que empezó a sentirse de esa forma desde que empezó la practica trato que esta durara lo más posible para que su cuerpo se cansara, pero no funciono, de hecho cuando se quedo a solas con el zorro ya sentía como su entrepierna se aprisionaba en sus short y rogaba porque el zorro no se diera cuenta, agradeció cuando al fin se fue y pudo ir a las duchas para solucionar su problema, estaba en ello cuando un flash de Kaede sacándose la sudada polera en uno de los tantos entrenamientos paso por su mente, esto solo hizo que aumentara el ritmo de su autosatisfacción, ahora que lo pensaba tranquilamente no era primera vez que eso pasaba, recordaba que había tenido sueños extraños donde salía Kaede y el besándose, había despertado sudado y nervioso por ello pero pensó que se debía a los encuentros con el zorro desde que estaba en rehabilitación, pues era al que más veces vio durante ese período, pero y ¿los besos? Mmm además esos eran sueños pero lo de hoy fue real, que le pasaba con él, sabía que desde el principio lo admiraba, e incluso cuando entrenaba por su parte se sonrojaba pensando en las jugadas de él, pero eso era admiración ¿no? Pero lo de hoy, nunca se había sentido así, era tan irreal e inquietante pero a la vez tan excitante y ¿agradable? No sabía con exactitud cuál era la palabra adecuada, pero si sabía que con el solo pensamiento de Kaede tuvo un orgasmo increíble, recordando aquello solo pudo sonrojarse y enrollarse en la cama para no pensar más en aquello, a los pocos minutos se durmió teniendo como último pensamiento un atractivo zorro de hermosos ojos azules.