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No solo el anime termina en un happy end. por yuzuriha95

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Notas del fanfic:

bien...adoro a gakupo...y tambien a kaito, y adoro aun mas la pareja que hacen, me parece tierna, en este fanfic veran la "tragica" historia de amor de gaku-chan ^^. aqui se vera una parte de mi propia personalidad, y es la que le gustan las cituaciones absurdas pero ¿coherentes? ñe~ no importa solo espero que  este bien y les guste.

Notas del capitulo:

los personajes no me pertenecen mi loca y estrambótica  mente los tomo prestados para escribir esto ^^ 

 

bien...no se si les guste, pero disfrute bastante escribiendolo espero ustedes tambien lo disfruten.

Y una vez mas estoy aquí con el, en mi casa y viendo… anime… es que no le puede poner atención a otra cosa, esta tarde quería confesarle mis sentimientos pero su tan amada maratón de anime con sus amigos era mas importante que lo que yo tuviera que decir, me pregunto si le dieran a escoger entre yo y el anime ¿a quien elegiría?... no me lo respondan que estoy casi seguro que su respuesta no me gustaría para nada, me siento un entupido compitiendo con las series de anime, siempre tengo que estar llamando su atención, no hay forma de que me ponga atención a mi, si empieza lo que quiere ver, no importa si le estoy diciendo lo mas importante del mundo el simplemente me ignora como a una pared.

 

Como es que me llegue a enamorar de este completo tonto, ya ni lo recuerdo, probablemente estaba teniendo visiones y sin querer algo le paso a mi cerebro, pero no lo puedo evitar, cada vez que le veo sonreír mi cerebro se atrofia a tal grado que parezco un bobo viéndole ver esos programas de niños, cada vez que lo recuerdo me da mas y mas coraje, tantas veces le e intentado decir mis sentimientos y el no me deja por que esta ocupado, si claro ver todo el día anime, es estar muy ocupado, no digo que a mi no me guste pero no estoy obsesionado, hasta creo que quiere mas a su colección de series que a mi.

 

Pero que diablos estoy diciendo ya parezco vieja celosa que espera a un marido que se fue de farra con los amigos, yo no compito con nadie, soy lo suficientemente guapo como para tener a cualquier mujer o hombre junto a mi suplicándome por ser mi pareja, puedo tener a quien yo desee, varios se me han insinuado a aquello, pero no…tengo que estar enamorado de este cerebro de helado

 

Estoy furioso ese idiota cabeza de helado lo único que piensa es en comer, dormir, comer de nuevo, ver anime y volver a comer, ¡ah! Y sin mencionar el dichoso helado, puede comer cubos enteros mientras esta pegado al televisor, realmente mi vida apesta.

 

Y Aunque Me queje y me queje no hay nada que haga al respecto, para mi desgracia me enamore de este “espécimen” y para mi aun mayor desgracia es mi mejor amigo y por ende me incluye en sus “fantásticas maratones de fantasías”  junto a sus demás amigos… y ustedes se preguntaran ¿Por qué aceptas ver anime con el si tanto te desagrada?... ¡JA! Sencilla respuesta, cuando ríe y sonríe para mi desgracia se me va todo el enojo y me quedo viéndole hasta que se percata de que lo observo. A es patético.

 

Como empezó mi pesadilla por el anime, eso lo recuerdo perfectamente, y fue en el momento en que lo conocí.

 

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La primavera, la estación del amor, las flores florecen coloridas y llenas de vida, sin importar que suceda la primavera era su estación favorita.

 

Recientemente se había cambiado de ciudad y se había ido a vivir junto a sus padres y su hermana pequeña a Tokio, la reluciente y bulliciosa ciudad de Tokio, las clases comenzarían dentro de unos días y el a sus 16 años ya tenia una vida tranquila y placentera, era un joven inteligente y de buena personalidad, además su apariencia también era buena, largo cabello violeta brillante y sedoso, piel blanca, ojos de un azul claro encantador, su cuerpo de adolescente estaba en desarrollo pero en claros signos de ser el de un hombre esbelto y de una musculatura marcada pero no exagerada, era bueno en deportes, su hermana pequeña era encantadora, su padre tenia un buen empleo su madre era una mujer hermosa, su nueva casa era una visión maravillosa de una antigua casa tradicional japonesa en un barrio bueno y seguro. Si  su vida no podría ser mejor. 

 

Lamentablemente en este paraíso de chico andante no todo era color de rosa, trabajo la estaba costando adaptarse a una ciudad tan ruidosa y estridente como lo era Tokio y para remates la escuela en la que iría si bien era una excelente academia no tenia certeza de si seria bien aceptado por que a pesar de todas las buenas cualidades que poseía tenia una suerte de los mil demonio, además de que realmente muy en el fondo su personalidad….dejaba bastante que desear. Gruñón, mandón y con complejo de superioridad, si bien la mayor parte del tiempo era amable cuando se enfadaba o se molestaba aparecía otra persona, grosero, arrogante, gruñón, mandón, y violento dejaba bastante que desear.

 

En su antiguo hogar todos lo sabían por ende no tenia que fingir nada, y es que todo el mundo evitaba su ira.

 

Las cosas eran diferentes ahora, no había nadie que le conociera, y si en algún momento esa horrible personalidad suya afloraba podría estar seguro de que estaría solo hasta entrar en la universidad.

 

No quería que comenzaran las clases pero lo que evitamos siempre se nos estrella en la cara como mosca en parabrisas y hoy era el día que tanto temía, el primer día de clases, maldecía una y otra vez su mala suerte.

 

Iba camino a la escuela, el uniforme escolar consistía en un pantalón a cuadrille azul marino y negro, camisa blanca, corbata azul, y una chaqueta negra con líneas azules en los bordes de las solapas y las mangas además de tener unos pequeños broches en forma de “V” en solapas y  puños, dependiendo de cuantas “V” habían en tu chaqueta era el grado en que ibas, el tenia dos iba en segundo año.

 

Los alumnos iban junto a el, escuchaba los murmullos de los demás tales como “lo viste lo viste” o “wow es guapo”, pero eso a el no le importaba, solo quería saber que tan asqueroso resultaría este día.

 

La entrada del la escuela era amplia, un mar de azul y negro se extendía y el camina tranquilamente, se dirigía al tablero de información, para saber en que salón le tocaba, y cuando se acerco a este como por arte de magia todos se le quedaron viendo, ante este acto reflejo de todos sintió una venita crecer en su cabeza, y es que fastidiarlo era sencillo calmarlo era lo complicado, intento calmarse respiro pausadamente y contó hasta diez, luego sonrío y se acerco al tablero, muchos alumnos dejaron de observarlos y otros le seguían analizando.

 

Con paciencia busco en la lista, “KAMUI GAKUPO CLASE 2-A”, así que el salón 2-a, una vez sabida la información se dirigió tranquilamente al edificio escolar, pero el lugar era enorme y distraído con todo sintió un golpe en su espalda, cuando se giro se dio cuenta de que era una chica o eso aparentaba, ya que si bien sus facciones eran sutiles llevaba el uniforme masculino.

 

-¡ah! Lo siento, estaba distrito, con su permiso- se disculpo con una pequeña inclinación y rápidamente partió.

 

El chico que con el que había chocado era bastante mas bajito que el, ojos azules y cabello rubio, a su parecer era un chiquillo mas, no aparentaba mas de trece o catorce, pero era un alumno de la academia, llevaba el uniforme, tenia la impresión de que esta escuela seria algo rara.

 

Finalmente y con algo de trabajo pudo dar con el salón 2-a, al entrar una vez mas todos le quedaron mirando, y esa venita que hae poco había desaparecido reapareció y un poco mas grande, camino hasta el ultimo asiento junto a la ventana, dejo sus cosas en el pupitre y se sentó mirando la ventana, el salón de clases estaba en un tercer piso por ende la vista era extensa.

 

Podía sentir los murmurar de sus compañeros de clase, y realmente se estaba hartando, es que no se podían morir o algo por el estilo…

 

Vamos gakupo eres nuevo...es obvio que están intrigados.

En vano intentaba calmarse, los murmullos eran mas fuertes y ahora prácticamente hablaban en tono normal, sus ideas sin sentido llegaban a el y claramente escuchaba.

 

-¡¡waa!! El chico de hay es guapo.

-si pero da algo de miedo.

-que importa es guapo.

-me pregunto como se llama.

-solo ve y pregúntale.

-que estas loco no que miedo.

 

Que entupida era para el esa conversación, se estaba comenzando a impacientar, siguió mirando por la ventana, y luego de algunos minutos se escucho el timbre, las clases comenzaban y el mas feliz no podría estas hasta que entro el profesor y se puso a hablar.

 

-bien, espero que hallan tenido una felices vacaciones que ahora les voy a sacar el jugo haciéndolos estudiar- a todos les caía una gotita por la cabeza que era ese vocabulario en un profesor-bien como sabrán esta escuela va desde primaria a preparatoria por ende no hay muchos cambios, pero increíblemente tenemos un nuevo alumno, ven aquí y preséntate para que todos te conozcan.

 

El ya estaba mas que fastidiado, primero todos le ven como a un bicho, luego hablan de el a sus “espaldas” y ahora un profesor infantil le hace presentarse frente a todos.

 

Con pesar se levanto de su asiento y camino hacia el frente del salón al lado del profesor, y cambiando su cara de fastidio por una encantadora sonrisa, se presento.

 

-mi nombre es kamui gakupo, es un gusto conocerlos- una vez mas una encantadora sonrisa y listo la presentación perfecta por lo menos estaba seguro deque no se quedaría solo desde el primer día de clases.

 

Se reitera el hecho de que el era un persona amable tranquila y buena, pero…se enojaba o fastidiaba fácilmente y cuando eso sucedía no había quien le aguantara.

 

La clase trascurrió normal, algunos anuncios, conversaciones sobre las vacaciones, casi nada de materias, la entrega de los horarios, nada fuera de lo común, pronto tocaron el timbre que indicaba el descanso, y varias chicas se acercaron a el.

 

-¡hola! Es un gusto me llamo shizu, espero nos llevemos bien- era una chica bajita y menuda, no le tomo importancia.

 

-claro.

 

-oye oye, wow ¿quieres salir conmigo?-eso fue dicho por una chica de ojos oscuros y pelo chocolatazo.

 

-¿eh?...-la cara de gakupo era todo un poema.

 

-risa-chan no estés preguntando esas cosas- la chica llamada shizu se puso algo roja.

 

-¡ah! Verdad…primero hay que conocernos, me llamo risa kurotsuki, tengo dieciséis, mido 1.68, medidas 75, 63, 80, me encanta el chocolate odio las verduras y amo el rojo…bien ahora si ¿quieres salir conmigo?- la chica sonreía de forma triunfal como si fuera lo mas normal del mundo.

 

-no….yo…- no alcanzo a terminar cuando alguien le jalo el cabello.

 

-¡waa! El cabello de kamui-kun es muy largo y suave- alcanzo a distinguir una cabellera castaña clara.

 

La paciencia se le estaba acabando si algo le molestaba era que le jalaran el cabello, y esa chica se estaba tomando muchas libertades, sin mencionar a la “niña” y la “coqueta”.

 

El flequillo le estaba cubriendo el rostro y es que cada vez se esforzaba mas para que su “otro yo” no saliera a la luz.

 

-ya chicas no lo molesten, no ven que el pobre esta cohibido- en eso escucho una voz femenina un poco mas potente que las otras casi burlona.

 

Levanto la vista y se encontró con una chica de pelo castaño rojizo  de ojos marrones, el cabello era una melena, el uniforme idéntico a los de los chicos solo que con la falda a cuadrille corta, y en vez de moño usaba la corbata masculina, de proporciones considerables, una chica hermosa peo aparecer con una actitud de perros, y junto a ella un chico bastante lindo a su parecer, piel blanca lisa perfecta, pestañas largas y ojos azul profundo, cabello liso hasta la nuca de un brillante azul igual al de sus ojos, unos dos o tres centímetros mas alto que las chica, cuerpo delgado para ser un chico, y una tenue sonrisa, llevaba el uniforme masculino impecable y en sus manos había un pequeño posillo de helado y una cucharita plástica con la que comía.

 

-vamos vamos chicas no sean malas con el, es su primer día no lo acosen, pobre Gaku-chan, debe estar cansado de ello- la sonrisa en el rostro del chico no desaparecía y hasta era reconfortante.

 

Una venita creció en su cien, ¿Gaku-chan?  Le había llamado por un mote tan entupido, eso era todo la fiera interna se desato, si algo odiaba era que le llamaran por motes entupidos o que le trataran como a una muñeca y esa chicas se habían encargado de fastidiarlo, y ahora el mote, esta vez arderá Troya.

 

-tsk…valla si son molestos, ¿es que no tienen nada que hacer mas que fastidiarme?, ¿tan desesperada estas que te le insinúas al  primer chico que se te cruza?, odio que toquen mi cabello, y menos con esas garras de bruja que tienes, la inocencia fingida es patética- su voz se oía grave y cabreada, además un aura oscura le cubría y sus ojos despedía un brillo gélido- ¡ja! ¿Yo? cohibido sigue soñando gallina híper desarrollada, y dile al idiota del helado que no me vuelva a llamar tan familiarmente- su tétrica mirada se poso en el peli-azul.

 

Las chicas se veían aterradas y salieron corriendo una llorando y las otras enfadadas y asustadas, en cuanto a las castaña y su amigo se quedaron viéndole un buen rato.

 

Perfecto, esa había sido su sentencia de muerte, ahora si podía asegurar que estaría solo por el resto de la preparatoria, y es que con la escenita de hace poco había sacado lo peor de el, pero eso ya que importa fue culpa de las mocosas por meterse con el. La mirada gélida seguía en sus ojos azules, y el ambiente estaba curiosamente helado.

 

-¿Cómo me dijiste? ¿Berenjena andante?- se notaba que la castaña estaba furiosa.

 

-¡arara~! Parece que las hormonas para el crecimiento también dejan sordos y tontos- la burla era clara en su voz.

 

-maldito idiota con cara de afeminado-la castaña sacaba llamas de lo enojada que estaba.

 

-         ¡ja! Si yo tengo cara femenina tu eres un gorila- dijo con superioridad y arrogancia.

 

 

 

Ambos se quedaron viendo por un buen rato, el ambiente estaba realmente pesado y se podía  ver un fondo oscuro, de sus ojos salían chispas y rapos que chocaban constantemente, ambos estaban parados imponentes con los brazos cruzados sobre el pecho, y cierto peli-azul estaba realmente incomodo y nervioso.

 

-ya chicos cálmense, no hay por que pelear-sus manos estaban a la altura del pecho mostrando las palmas en un claro signo de que se detuvieran, su sonrisa era algo nerviosa.

-¡tu no te metas!-dijeron ambos al mismo tiempo.

 

Las miradas desafiantes seguían y el chico entre ambos se sentía nervioso, todos los alumnos a su alrededor se habían reunido a ver la discusión, y el peli-azul, en silencio rogaba por que algo les detuviera.

 

Pasado un rato, el enojo en el peli-violeta se estaba disipando, y estaba volviendo a ser su “yo normal”, luego de meditar un rato, se dio cuenta de que lo había arruinado, y todos estaban murmurando alrededor de ellos, miro la incomoda sonrisa del chico junto a el, y rápidamente cambio su expresión, se dio una bofetada mental, y respiro pausadamente.

 

-¡ah~!-suspiro en una pose mas relajada- lo ciento la verdad no era mi intención molestarme de esa forma-dijo viendo al chico del helado.

 

-¡ah! N-no se preocupe, yo no debí llamarle de esa forma tan familiar kamui-san- dijo sonriendo tranquilamente.

 

-esta bien, puedes llamarme por mi nombre- dijo sonriendo cortésmente.

 

El chico se sonrojo un tanto, y las manos le temblaban, no sabia por que pero esa expresión “inocente” le era extremadamente tierna.

 

-¿me podrías decir tu nombre?

 

 

-S-Shion…Shion kaito.

 

-un gusto… ¿puedo decirte kaito-kun?- la sonrisa era cada vez más grande.

 

-¡ah! Claro… g-gakupo-san- el leve carmín daba a entender que la situación lo ponía nervioso.

-bien…gracias por  ignorarme par de sanguijuelas- al parecer la castaña aun estaba enfadada.

 

-lo siento...etto- se detuvo al no darse cuenta de que no sabia el nombre de la chica.

 

-sakine meiko- dijo la castaña de mal humor en la misma pose de brazos cruzados pero desviando el rostro y con los ojos cerrados.

 

Ese día lo paso junto a esas dos personas, la “chica irritante” y el “chico inocente”, por alguna extraña razón era divertido estar junto a ellos dos, las discusiones con meiko era frecuentes pero siempre terminaban en risas, kaito era todo lo opuesto, tranquilo callado y extremadamente amable e inocente, casi le daban ganas de abrazarlo y protegerlo, y al parecer era el único que detenía las riñas entre él y la castaña, las cuales fueran bastantes en el día.

 

Iba camino a casa, el día no había resultado ser tan asqueroso incluso se podría decir que un buen día, discutir con la castaña era divertido y al parecer no les molestaba su horrenda personalidad ya que la castaña era igual de irritante, sin embargo lo que mas le había agradado era la sonrisa tranquila del chico del cabello azul, esa sonrisa que le calmaba, era realmente hermosa y relajante. Ese seria el comienzo de sus “problemas futuros”

 

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Y pensar que así fue como conocí a los que hoy serian mi mejor amiga y el chico que adoro, PERO ESO NO JUSTIFICA QUE ME  DEJE DE LADO POR VER SUS SERIES, ¡AH~! Mis problemas empezaron ese día, quien diría que terminaría enamorado de esta cosa, realmente mi suerte apesta. Debí hacer algo horrendo en mi otra vida para merecer esto.

Notas finales:

bien ese fue el capi....pobre gaku-tan... yo no soportaria eso u.u peeeero...kaito-chan quedo kawaicachilupilalala~! *-* (aunque no alla participado mucho) bueno eso va a cambiar en los proximos capitulos. 

 

bien para que nadie se confunda....adoro el anime, pero pense, que pasaria si una persona que no ve anime se enamora de una que si....eso en este capi no se ve mucho pero claramente lo llevare a limites insospechados, y are sufrira gaku-tan muuaaaajajaja~!!! ÔwÖ


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