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[SeTao-KaiLu] ¡Devuélveme mi cuerpo! por Ire-Rei

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Notas del fanfic:

Se me fue la olla un poco. Espero que os guste <3

 

P.D: No pongo lemon como advertencia porque la verdad no sé todavía si meteré algo XD si me da por ahí lo cambiaré en su momento ^^

Notas del capitulo:

Este capítulo es un poco de introducción :) prometo no tardar en actualizar y, como ya sabréis muchos de los habéis leido mis otros fics, cumplo con las historias hasta el final XD...

Darte cuenta de que te gusta un amigo y no poder decirle nada.

¿Existe un sentimiento peor?

Pues eso le ocurría a Sehun. Había intentado convencerse de que no era así, que simplemente eran “demasiado” amigos y por eso se sentía de esa manera. Pero ya no podía negarlo más: cada palabra, cada gesto, cada sonrisa de esa persona le hacía latir el corazón como nunca lo había hecho.

Pasar tiempo junto a esa persona era lo que le daba a su vida un color especial, pero luego estaba la otra cara de esa verdad. La persona en cuestión no podía saberlo. No podía enterarse.

Por el bien de su amistad y por el bien del grupo.

-¡Sehun! – Le llamó Luhan acercándose y despertándole de sus ensoñaciones. Sehun, que estaba sentado en el sofá haciendo zapping en la televisión, se volvió hacia él feliz y con una gran sonrisa.

Luhan era su mejor amigo; el único que le entendía y el único que sabía todos sus secretos. Muchas veces pensaba qué sería de él si no le tuviera a su lado.

-¿Viendo la tele? – Preguntó con esa característica sonrisa que siempre llevaba colgada en el rostro a la vez que se sentaba junto a él y apoyaba su cabeza en el hombro.

-Bueno… Más o menos. – Respondió un poco desganado.

-¿Te pasa algo? – Luhan se incorporó y se sentó de medio lado para mirarle.

-Nada, lo de siempre…

El mayor le miró preocupado y le cogió de la mano, acariciándosela con cariño.

-No pienses más en eso, por favor. – Le pidió de todo corazón, ya que no le gustaba ver a su amigo de esa manera. – No me gusta verte así. Tienes que intentar obviar todo ese tema.

-No es tan fácil…

-Lo sé, pero mírate… - Le cogió del mentón, como siempre le gustaba hacer, y Sehun le sonrió tímidamente. – No puedes estar así. ¿Quieres que salgamos a cenar esta noche? Precisamente venía a decírtelo.

-¿Mañana no madrugamos?

-No, tenemos agenda por la tarde. – Sonrió de forma exagerada y juntó las palmas de sus manos, como si le estuviera rezando para que asintiera.

-Vaaale. – El menor aceptó resignado y miró su reloj. – Entonces debería ir a ducharme y prepararme.

-Claro, yo estoy listo así que te espero aquí.

Sehun se levantó pero justo antes de empezar a andar volvió a mirar a su amigo, que ya estaba inmerso en la pantalla que tenía enfrente, y no pudo evitar sonreír agradecido.

-Hyung… - El aludido le miró y se sonrieron. – Gracias.

 

Luhan ya no sabía qué hacer.

Habían pasado dos semanas desde que Sehun le había confesado aquello tan chocante.

Le gustaba alguien, un amigo que tenían en común.

Le gustaba Tao.

Cuando se lo dijo casi no podía creerlo. Siempre les había visto juntos y muy amigos, pero nunca pensó que el menor de los dos sintiera algo más allá de la amistad por su compatriota.

Por supuesto, en lo primero que pensó fue en la que se podía liar si alguien llegaba a enterarse.

Para empezar no imaginaba cuál sería la reacción de Tao. Nunca había hablado de esos temas con el chino así que no sabía cuáles eran sus gustos, aunque cuando hablaban de mujeres él parecía intervenir con ganas. Por tanto, un punto menos para Sehun. Y si Tao se lo tomaba demasiado mal, hasta podría dejar de hablarle o, con un poco de suerte, simplemente se enfriaría su relación.

Por otra parte, si la relación entre ellos dos se iba a la mierda de esa manera, todo eso repercutiría en el grupo y eso ya eran palabras mayores. Lo que más le preocupaba eran los sentimientos de su mejor amigo, pero no podía negar que algo negativo para el grupo podría llegar a ser catastrófico: fans, dinero, contratos. Eso, para el resto del mundo, era mucho más importante que los sentimientos de Sehun.

Por eso intentó hablar con él y animarle, decirle que intentara olvidar a Tao y que se centrara en ser únicamente su amigo. Sehun no era tonto y, a pesar de ser joven, era muy maduro en esos temas y sabía perfectamente que no llevaba las de ganar. Pero necesitaba compartirlo con alguien y esa fue la razón de contárselo a Luhan.

Él ya sabía lo que tenía que hacer; arrinconar aquellas sensaciones y pensar en el bien de aquello por lo que tanto habían luchado: el grupo.

 

-¿Dónde vais? – Preguntó Suho al ver a los dos amigos coger sus chaquetas.

-Hoy cenamos fuera. – Contestó el mayor.

-¿Solos? – Inquirió Kai acercándose, a simple vista, indiferente.

-Sí… No os importa, ¿no?

-No, para nada. – Sonrió el moreno. – Pasadlo bien.

Todos despidieron a los dos chicos y salieron por la puerta, aunque justo antes de cerrar Sehun echó un vistazo hacia el interior y vio a Tao mirándole.

-Me estaba mirando… - Suspiró el maknae nada más cerrar.

-Esta noche no quiero ni una palabra sobre el tema, ¿vale? – Le regañó el mayor llamando al ascensor. – Por favor…

-Vale, lo siento. – Se disculpó y Luhan le pasó un brazo por los hombros, haciéndole un gesto cariñoso y entrando los dos a la cabina del ascensor para perderse aquella noche en algún lugar donde pudieran disfrutar sin tener que pensar en todas sus preocupaciones.

Mientras tanto, dentro del apartamento:

-La verdad es que podrían haber dicho algo… - Dijo Kai mientras todos cenaban en la mesa. No dijo nombres pero todos sabían a quiénes se refería.

-No seas infantil, ya sabes cómo son. – Contestó Kyungsoo. – Sehun y Luhan son como uña y carne, muchas veces se van solos por ahí.

-Ya…

-Si tanto te molesta la próxima vez les dices que también quieres ir con ellos. – Intervino Chen. – No creo que te lo vayan a negar.

-No me molesta, joder. Es sólo que… - Kai se quedó callado un momento y todos esperaron para ver qué iba a decir. – Nada, gilipolleces.

-Eres de lo que no hay. – Rió Suho. – Espero que no vuelvan tarde, que aunque no tengamos que madrugar debemos estar descansados para ir a grabar mañana.

-¿Al final nos cortarán la canción o la haremos entera? – Preguntó Baekhyun interesado y siguieron charlando acerca del programa musical de televisión que iban a grabar al día siguiente y que se emitiría unos días después.

Esos meses serían duros pues estaban con las promociones del comeback y llevaban muchos días de grabaciones, entrevistas y apariciones en distintos programas televisivos. Además, pronto tendrían que volver a separarse en EXO-K y EXO-M, cosa que no les hacía gracia a ninguno de ellos, y seguirían promocionando por separado durante más tiempo. Una agenda apretadísima que les mantendría ocupados sin tiempo para ellos mismos.

 

-Lu…Luhan…Pfff… - Sehun empezó a reír fuertemente apoyándose con dificultad en el hombro de su amigo. Eran las dos de la mañana y volvían a casa después de una buena cena y unas cuantas copas. O quizás demasiadas. Parecía que ambos se habían pasado con la bebida.

-No hagas…eso. Que me caigo. – A Luhan también le entró la risa floja y se agarró bien a Sehun tomándole por la cintura.

-Te lo dije, otra botella no…Otra no…Y tú “no, no, está bien…” – Le imitaba moviendo su mano a modo de negación y con aquella voz de ebrio que a Luhan le pareció lo más gracioso del mundo.

-Pero si luego has bebido tú…más que yo… - El mayor tropezó sin querer con un trozo de acera que estaba levantado y el más pequeño estalló en carcajadas.

-Al final te la metes…

-Calla… - Refunfuñó Luhan.

A duras penas consiguieron llegar al apartamento. Por suerte era bastante tarde y no se habían cruzado con nadie por el camino, salvo algunos coches que iban y venían demasiado rápidos como para atender a ellos y darse cuenta del estado tan lamentable de los dos idols. Después de que Sehun intentara atinar un par de veces con la llave en la cerradura y de que Luhan se la arrebatara de las manos desesperado por la lentitud de su amigo, entraron al fin en el piso.

-Por fin en casa… - Resopló Sehun quitándose la chaqueta y tirándola de mala manera al sofá.

Abrió la terraza del salón y se dejó caer en uno de los sillones que tenían allí al fresco, observando a lo lejos la luna llena que lo iluminaba todo y parte de la ciudad. Además, el silencio era total y no se escuchaba ni un ruido. Tanta tranquilidad le relajaba demasiado y los párpados empezaban a pesarle, a punto de quedarse dormido. Luhan salió también a la terraza y se sentó en el sillón de la derecha.

-¿Por qué todo es tan complicado…? – Preguntó Sehun sin mirarle, con la vista perdida en el paisaje que se le presentaba enfrente. La brisa fresca parecía que le estaba espabilando poco a poco.

-Así es la vida, Sehunnie… - Frunció los labios, encogió sus piernas encima del sillón y enterró su rostro entre las rodillas.

-Me podrías haber gustado tú, habría sido más fácil… - Bromeó el menor.

-Apuesto a que si las fans te escucharan decir eso se volverían locas. – Contestó Luhan con una risita, pues ambos sabían perfectamente lo famoso que era el “HunHan” entre el fandom. Alzó el rostro y se apoyó en su rodilla izquierda. – Pero no, gracias. No me gustan los amanerados como tú.

-Estúpido… - Sehun le dio un pequeño tortazo en la espalda que ni mucho menos fue todo lo fuerte que le hubiera gustado, quedando al final como un golpecito de nena que no hizo más que corroborar la última frase de su amigo.

-Era broma.

-¿Nunca te has enamorado, Lulu?

-¿Tú estás enamorado? Eso ya son palabras mayores…

-No lo sé. – Sehun bajó la mirada. – Me gusta, pero no sé si tanto. Y no quiero saberlo. Pero contéstame…

-Nooo… - Contestó alargando la palabra en tono fastidiado.

-¿Por qué no te gusta que te pregunte? Siempre me preguntas tú y yo no puedo preguntarte nada.

-No es eso. – Sonrió Luhan. – Es sólo que no me veo saliendo con nadie. Sólo eso.

Sehun entrecerró sus ojos y le observó. Luhan seguía con la barbilla apoyada en una de sus rodillas y la luna iluminaba su rostro. El menor pensó que su hyung era demasiado bonito como para no terminar con nadie en toda su vida. Se merecía a una chica bonita y dulce, como él.

-Seguro que terminarás enamorado como un tonto de una persona que te corresponderá, os casaréis, tendréis siete hijos y celebraréis las bodas de plata y las de oro.

-¿Pero qué hablas? – Luhan empezó a reír y Sehun le chistó.

-Vas a despertar a los demás…

-Perdón.

-Lulu… - Le llamó Sehun innecesariamente pues sólo él estaba ahí para escucharle. Iba a decir algo pero de repente algo en el cielo captó toda su atención. - ¿Qué coño es eso? – Se incorporó de repente y señaló hacia la luna que parecía empezar a oscurecerse. - ¿No la ves rara?

-Es verdad… - Luhan bajó sus piernas y se puso en pie, fijando la vista en el satélite. - ¿Hoy no era el eclipse de luna?

-¡Hostia! ¡Es verdad! – Exclamó Sehun emocionado posicionándose a su lado con las manos apoyadas en la barandilla. – Ni me acordaba…

Ambos se quedaron mirando embobados cómo la claridad de la luna poco a poco se iba tapando. La vista era preciosa, mágica, y no pudieron evitar sonreír al sentirse afortunados de estar viendo aquello en ese momento de pura chiripa.

-Se lo han perdido los chicos… - Comentó Sehun sin apartar la vista del cielo.

-¿No vas a pedir un deseo?

-¿Hay que pedirlo?

-Se supone…¿no? – Dijo Luhan no muy seguro. – Como con las estrellas fugaces.

-Mmm… Deseo no separarme nunca de Tao.

-Los deseos no se piden en voz alta. – Contestó el mayor llevándose una mano a la frente por la metedura de pata de su amigo.

-¡Eso se dice antes, joder! – Se quejó pataleando como un niño pequeño.

-¡Perdón! – Rió Luhan. – Mira, para que estemos en paz yo también deseo algo en voz alta y ya está, ¿vale? Aunque desde ya te digo que así no se cumplen…

-Va, va… Desea… - Le alentó Sehun metiéndole prisa y palmeándole en los hombros.

-Deseo… Deseo enamorarme de una persona que me corresponda, que nos casemos, tengamos siete hijos y celebremos las bodas de plata y las de oro. – Dijo de carrerilla mirando a Sehun.

-¡No! – Rió su amigo. – Eres un estúpido, que lo sepas. Pide un deseo en serio…

-Pero que así no funciona…

-Hazlo. – Le ordenó en forma caprichosa. Luhan suspiró rendido y miró hacia el eclipse que empezaba a deshacerse, colándose la luz de la luna por un lateral y apareciendo cada vez más.

-Si existe una persona para mí en algún lugar del mundo, deseo encontrarla pronto y permanecer a su lado.

Sehun observó cómo Luhan, al decir esas palabras, sonreía triste y con un brillo nostálgico en los ojos, como si lo deseara de todo corazón pero no creyera en ello, como si no lo viera posible ni siquiera en un futuro lejano. El maknae decidió romper el silencio y dejar las niñadas para otro momento, ya era demasiado tarde.

-Deberíamos acostarnos ya.

Luhan asintió y volvieron a entrar en el piso, dirigiéndose a la habitación que compartían con Kyungsoo sin hacer mucho ruido. Tras cerrar la puerta, Sehun cogió de la mano al mayor y le atrajo hacia él abrazándole fuertemente. Agradecía de todo corazón que Luhan estuviera en su vida, era el mejor amigo que podía tener.

-Gracias, Lu.

-No me las des. – Susurró correspondiéndole el abrazo. – Para algo somos mejores amigos.

Sehun sonrió al escuchar esas palabras y, justo antes de separarse, sintió una especia de corriente eléctrica que le recorrió el cuerpo de pies a cabeza, como si Luhan le hubiera transmitido la electricidad. Rió nervioso al sentir el repelús y le dio las buenas noches a su hyung, yendo cada uno hacia su cama y sumiéndose en un profundo sueño.

 

La luz entraba por la ventana y se podía escuchar a algunos pajarillos cantando animados. Sehun se desperezó en la cama y miró hacia la de Kyungsoo para ver si seguía durmiendo. Pero no encontró la cama de Kyungsoo donde siempre solía estar.

“¿Qué coño…?”, pensó confundido cuando se dio cuenta de que estaba en la cama de Luhan. “¿Qué hago en esta cama…?”. Con los ojos semi-abiertos y con cierta dificultad estiró su brazo para ver si encontraba a su amigo tumbado junto a él, quizás se había levantado en sueños como le pasaba a veces, pero no estaba ahí.

Entonces miró hacia el lado y observó su mano. La observó. Frunció el ceño y volvió a fijarse. Y de repente pegó un bote en la cama, sentándose en una milésima de segundo sobre ella y tocándose las manos asustado, mientras su corazón latía a mil por hora.

-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAH!!! – Gritó horrorizado al mirarse las piernas y se volvió hacia la que debería ser su cama, viéndose allí reflejado e incorporándose adormilado.

-¿¡Qué coño pasa!? – Exclamó Luhan y enseguida abrió los ojos desmesuradamente llevándose una mano a la garganta.

Al mirar enfrente se vio a sí mismo con el rostro descompuesto como si fuera a darle un ataque al corazón, mirándole con los ojos casi fuera de sus órbitas y respirando agitadamente.

No estaba en su cuerpo.

Se miró a las manos y vio que no eran suyas. Sus dedos eran más largos y delgados, al igual que sus brazos. Eran los brazos de Sehun.

-¿S-S-S-Sehun? – Preguntó con miedo mirándose a sí mismo a los ojos.

Y aquel cuerpo que se encontraba en la otra cama, el suyo, asintió rápidamente al oír su nombre.

Luhan creyó que iba a desmayarse.

Notas finales:

¡En el próximo capítulo empezarán los líos! >.<

¿Os gustó? Espero que sí *-* gracias a las personas que me lean y a las que me dejen algún review que me animan a seguir publicando :D

¡¡¡GRACIAS!!!

 

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