El chico alto de cabellos plateados salió corriendo del taxi, prácticamente aventándole el dinero en la cara al conductor, estaba nervioso. ¿Y si había llegado tarde? ¿Como se les ocurría a sus amigos decirle hasta entonces? ¿y ellos? ¿Donde estaban? ¿En serio, no habían ido?.
Esos y muchos mas pensamientos se arremolinaban en su cabeza mientras recorría los pasillos de el aeropuerto buscando a esa persona. Caminaba con su mano sobre el baranda de metal, hasta que vio por el rabillo del ojo, en el piso inferior al suyo una puerta de aduana abrirse.
Al ver la cabellera rubia salir por la puerta lo siguió desde el primer piso sin importarle con quien tropezaba o golpeaba en ese momento. Lo único que pasaba por su mente era la persona que seguía, a la que había esperado desde hace mucho tiempo después de su abrupta partida por una pelea.
Al verse en las escaleras, corrió lo mas rápido que pudo pocisionándose frente al de cabellera rubia antes de que pudiera salir por la puerta de vidrio. Pero el de cabellera rubia intento evadirlo a lo que el otro tomo su muñeca.
-¿Quien eres?
¿Quien eres?! ¿Como se atrevía a preguntar eso?!
-No juegues conmigo por favor. Por mas molesto que estés, es una broma de mal gusto.
-¿Perdón?..
-Luhan- detrás del hombre que el amaba, apareció otro. Cabello castaño con un fleco que caía con gracia sobre sus finas facciones, hoyuelos en sus mejillas que se formaban debido a la sonrisa que esbozaba en ese momento.
Lo miro de arriba a abajo escrutándolo con la mirada mas intimidante que podía ofrecer, mientras el otro pasaba un brazo sobre los hombros de su amado y le daba un beso en la mejilla antes de encaminarse a las puertas de vidrio.
Tomo del brazo al de cabellos rubios inmovilizándolo.
-Luhan ¿lo conoces?
-No
Ese No retumbo en sus oídos, una y mil veces perforándole la razón.
-En serio Luhan, es una broma de muy mal gusto.
Su voz estaba empezando a ceder, sabia que en cualquier momento se quebraría.
-Perdona, pero en serio no te conozco- Miro en los ojos cafe claro que tanto le gustaban y vio sinceridad, una asquerosa sinceridad destruyéndole el corazón.
Diciendo eso el de cabello rubios se soltó del agarre del mas alto para dirigirse con el otro hacia la salida.
Vio a la cabellera rubia y castaña subirse a un taxi…. Había llegado tarde, igual que siempre. Tomo aire y se encamino a su casa, ya no tenia nada que hacer en el aeropuerto. Todo el trayecto a su casa fue a pie, al llegar a esta estaba cansado, de seguro tendría ampollas. Pero nada de eso dolía tanto como lo que sentía en su interior.
Oyó su celular sonar y lo saco de su bolsillo.
Minseok Hyung
-Ya! Sehun que paso? Lo viste, ¿te escucho?.- las lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas e intento acallar su sollozo antes de responderle a su hyung.
-No hyung
-¿No lo viste?
-Si lo vi…
-¿Entonces?
-No me reconoció
-¿Que?!- casi le rompió el tímpano, lo que provoco una leve sonrisa por parte del menor.
-No se hyung- ya no podía acallar sus sollozos- no lo se.. - y colgó.