Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tortura por comoqueso

[Reviews - 347]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Notas del capitulo:

Adaptación con permiso de la autora maryluz_mty . ¡Gracias Mariluz!

El sol de la mañana brillaba como nunca antes. A pesar de ser la segunda semana de enero el sol ya comenzaba a calentar. No hacía mucho frío  y por suerte en todo el año no se habían registrado nevadas.

 

La escuela de arte más importante del país recibía a cuantos actores, pintores, escritores, poetas, bailarines, modelos, cantantes, escultores y de más pudieran cubrir las elevadas tarifas que cobraban. Pero todos sabían, que quien lograra ingresar a esa escuela, después de una audición o un examen, tenía un 90 % de probabilidades de triunfar en el medio artístico. No era para nadie desconocido, que grandes actores y escritores, salieran de esas aulas. Y muchos, desde que eran estudiantes, ya contaban con representantes que les llevaban a realizar diferentes trabajos muy bien remunerados.

 

Por los amplios pasillos, caminaba a toda prisa uno de los alumnos problema, como le decían sus maestros porque siempre estaba metido en líos, iba sin percatarse de que todos sus compañeros discutían algo de forma alegre. Le urgía llegar a clases antes de que sonara el timbre y de nuevo le pusieran retraso. Ahora que comenzaba el segundo año, no dejaría que por llegar demasiadas veces tarde, le obligaran a hacer clases de verano.

 

Abrió la puerta y buscó con la mirada su pupitre. Todos los alumnos estaban platicando, como era el segundo año todos se conocían y habían ocupado sus lugares de siempre.

 

– ¡Taemin! – gritó una chica de cabellos cortos  llegando hasta su lado de forma alegre – ¿ya te enteraste? – preguntó con los ojos muy abiertos. Taemin era tan distraído que seguramente no sabía la gran noticia del día. A pesar de que la nota se había anunciado en los principales diarios y noticieros de espectáculos durante toda la semana.

 

Tomó asiento y colocó sus libros bajo el banco para voltear sonriendo a ver a la chica que le hablaba. Luna siempre era la encargada de decirle las noticias del día, a él no le importaba enterarse de que actor rompió con quien o quién acababa de casarse. Las únicas noticias que realmente le importaban, eran las que tenían que ver con algún trabajo que pudiera realizar. O quizá si había audiciones para representar algún papel en una obra de teatro. ¡Su gran sueño!

 

– ¿De qué tendría que enterarme? – dijo sin entender la alegría que se desprendía de los ojos de la chica.

 

– ¡Viene a esta escuela! ¡Y Estará en segundo año! Ojalá y esté con nosotros, es ¡tan guapo! – dijo Luna de forma soñadora haciendo que éste se extrañara. Las únicas veces que había visto así de emocionada a la chica era cuando hablaba de su artista favorito.

 

– ¿De qué estás hablando? – preguntó sin entender o más bien temiendo haber entendido. Luna comenzó a reír.

 

– ¿Recuerdas al chico que se espera que este año sea nominado en los Korea Art Awards porque ya ha ganado muchos premios relacionados? ¿Ese de mirada fría y que no se deja entrevistar por nadie? – dijo recargándose en la paleta del pupitre. Taemin solo asintió sintiendo que sus piernas comenzaban a temblar al saber a quién se refería Luna – ¡pues viene a esta escuela!

 

– ¿Choi Minho? – dijo sorprendido sintiendo como su corazón comenzaba a saltarle del pecho y comenzando a sentir que su sangre circulaba por su cuerpo de forma más violenta – ¿ese antipático actoricillo viene a esta escuela? – dijo en tono molesto enarcando sus cejas haciendo que Luna se enderezara y frunciera el entrecejo ante las palabras de su mejor amigo.

 

– Minho no es ningún antipático y mucho menos un actorcillo – dijo colocando ambas manos en su cadera para seguir hablando – Está nominado al KBS Drama como mejor actor y eso le da grandes posibilidades de que sea nominado al KAA (Korea Arts Awards). ¡Y va a ganar! Eso te lo puedo apostar. Así que no es ningún actoricillo, solo estas celoso Lee Taemin – dijo Luna algo molesta. Jamás permitiría que insultaran o hablaran mal de su artista favorito. Nadie iba a decir que Choi Minho era un actoricillo, aunque quien lo dijera fuera su mejor amigo.

 

Taemin frunció más el entrecejo al escuchar las palabras de su amiga. Cómo se atrevía a decir que él estaba celoso de ese actor tan antipático. Aún ni había sido nominado como para que ella asegurara que lo estaría. Aunque su película ya se escuchara nombrar por todos los pasillos de premios de la academia y que además estuviera nominado a un KBS Drama no implicaba que lo fuesen a considerar para el KAA. Pero reconsideró su postura al recordar que discutía con Luna. La más terca y testaruda chica que jamás hubiera conocido. Ella no iba a cambiar de idea y si decía que Choi Minho no era un actoricillo, aunque la crítica lo destrozara ella lo seguiría defendiendo. Así que en lugar de molestarse le dio risa.

 

– Ni siquiera lo conoces y ya lo estas defendiendo – dijo Tae medio divertido de la actitud que tomaba la chica. No valía la pena discutir con ella, era mejor relajarse, así saldría ganando.

 

– Pues tu tampoco lo conoces y ya lo estas atacando – replicó aun molesta, sabía que Taemin  no seguiría discutiendo con ella, no por nada lo conocía desde hace cuatro años. Pero ella quería saber porqué había atacado a su actor favorito – ¿qué pruebas tienes de que sea antipático? – Taemin suspiró al escuchar la pregunta de Luna y dispuso a contestarle de la forma más tranquila posible.

 

– Bueno tú sabes que en este medio todos se conocen y muchos dicen que es muy antipático – dijo dejando descansar su cabeza sobre uno de sus brazos – yo solo lo vi una vez y se me hizo muy arrogante.

 

– ¿Cuándo lo viste? – preguntó Luna interesada. Taemin salía en muchos comerciales y era de esperarse que quizá algún día se hubiesen topado ¿pero por qué no le había dicho nada? Bueno, ella tampoco le había informado que su artista preferido era el nuevo alumno de la escuela.

 

– Hace como un año, mientras firmaba el comercial para shampoo. El estaba con su representante y cuando un fotógrafo lo sorprendió, le rompió la cara de un golpe – dijo Taemin sin ninguna expresión en el rostro. Algo que se le hizo extraño a la chica, pero prefirió ignorarlo para seguir con el tema que más le interesaba.

 

– ¡Oh! ¿Fue esa vez? recuerdo haber visto esa noticia en los diarios – dijo Luna sonriendo – por cierto, fue él día en el que te golpeaste con la puerta del camerino ¿verdad? – recordó su amiga.

 

– Si, ese día – dijo Taemin con fastidio al haberlo recordado, ese día había perdido una gran oportunidad de trabajo debido a ese moretón en el ojo – Pero por lo que le hizo al reportero es un antipático – aseguró de forma convencida.

 

– Yo insisto en que estas celoso – dijo riendo la chica.

 

– Ten por seguro que el arrogante y engreído de Choi Minho no hablará con nadie. Se cree muy superior a nosotros – comentó de forma aburrida – todo porque el programa infantil que solía hacer aun se retransmite en algunos canales, ¡Já! Ni que eso le garantizara la nominación a los KAA – murmuró en voz baja.

 

– Pues yo lo dudo – dijo Luna volviendo a poner las manos en su cintura – De ser como dices no se hubiera inscrito en ninguna escuela. Él no lo necesita. Y si realmente fuese un arrogante y engreído ¡está en todo su derecho! ¡Lo vale!– Taemin la observó con el ceño fruncido. Jamás había visto a su amiga defender de esa forma a alguien. Y le molestaba mucho y más le molestaba el que defendiera a ese actorcillo. ¿Qué tenía ese maldito actor que volvía locas a todas las chicas como Luna? Y vaya que sabía que no solo a las chicas, uno que otro chico también estaba vuelto loco por ese actor de apariencia fría.

 

La puerta se abrió de golpe haciendo que todos los alumnos tomaran sus asientos de forma apresurada. Un hombre mayor entró en el salón seguido de un chico alto, apuesto, de ojos  grandes y oscuros y los  cabellos castaños alborotados en una melena corta.

 

Todos se quedaron callados al ver en persona al famoso actor Choi Minho. Vestía como todos, con el uniforme de la escuela: pantalón y saco negro con camisa blanca. Llevaba en la mano su portafolio y su vista estaba al frente, sin ver a nadie.

 

Taemin trató a toda costa de no verlo, pero ese actor tenía un magnetismo natural que le impedía llevar a cabo su objetivo. Sin poder evitarlo, sus ojos, al igual que todos los demás, también se posaron en la magnífica figura del actor frente a ellos.

 

Su corazón, que había comenzado a latir de forma normal durante la discusión con Luna, de nueva cuanta volvió a acelerarse. Verlo no le causaba ninguna gracia y su ceño nuevamente se frunció al contemplarlo. ¿Por qué tenía que estar precisamente en ese salón?

 

Luna, que se sentaba al lado derecho de Taemin, en la última fila, se acerco a él para susurrarle.

 

– ¿No te parece que es muy guapo? Aún más guapo que en el cine – dijo la chica sonriendo y regresando al frente su mirada.

 

– Sólo si te gustan del tipo fríos y arrogantes – contestó sin bajar la voz, haciendo que debido al silenció que había reinado después de la aparición del maestro y el actor, su voz sonara claramente en todo el salón y varios de sus compañeros voltearan a verle y que la mirada de Minho se dirigiera a él.

 

Taemin sonrió de forma nerviosa al verse descubierto, mientras la mirada del actor regresó su vista a la nada.

 

El profesor no le dio importancia al incidente, todos en esas aulas eran personas que estaban en la farándula o tenían grandes aspiraciones de llegar a ella. Así que estaba acostumbrado a los comentarios que a veces se dirigían entre sí. Así que levantó las hojas que había puesto en su mano y se giró para ver a toda la clase.

 

– Bien alumnos en este año que comienza vamos a tener un compañero nuevo. No creo que necesite presentación, estoy seguro que todos lo conocen y será un verdadero honor tenerlo con nosotros. Creo que muchos podrán aprender de él – mencionó el profesor viendo directamente a Taemin.

 

– Como si necesitara clases de actuación para ser untémpano de hielo –  respondió éste volteando el rostro y dejando descansar su barbilla sobre su mano.

 

Varios compañeros  escucharon el comentario y algunos de ellos, al final de la segunda fila, no pudieron evitar el soltar una risita. Los ojos grandes de Minho se fijaron en esos alumnos que reían a costa de algún chiste contado por el chico de cabello castaño y largo debajo de los hombros, pero no le agradó nada el pensar que había sido a costa suya.

 

De nueva cuenta el profesor se hizo el desentendido, pero sabía perfectamente de dónde había venido el alboroto. Así que sonriendo un poco, se dirigió a Minho.

 

– Bueno joven Choi, puede ocupar el asiento junto al joven Lee.

 

Taemin sintió que sus piernas volvían a temblar al escuchar lo que el profesor dijo y volteó de golpe a ver si no estaba soñando que le había dicho a Minho que ocupara el asiento junto a él. Pero al ver que el profesor señalaba el asiento vacío al final de la primera fila, se dio cuenta que no era un sueño… ¡Era una pesadilla!

 

– ¡Qué suerte tienes Tae! – Luna feliz se acercó de nuevo a él para susurrarle– él estará al lado tuyo todo el año – Taemin volteó a ver a su amiga mientras de reojo veía como Minho comenzaba a caminar hasta el asiento. No quería tenerlo cerca, no lo soportaba, le fastidiaba. ¡Tenía que hacer algo y rápido! Y Luna le había dado la clave.

 

– ¿Quieres cambiar de lugar conmigo? – le preguntó viéndola fijamente. En su mirada se notaba la súplica. Más que hacerle una pregunta le suplicaba que se cambiara de lugar, pero Luna estaba tan emocionada que no se percató de la mirada de su amigo, así que sonrió de forma luminosa ante la pregunta del castaño.

 

– ¡Sí, sí quiero!

 

Taemin tomó sus cosas y se levantó a la carrera, sintiendo que todo su cuerpo era una gelatina, justo en el momento en el actor llegaba hasta el lugar que estaba junto al suyo. Sus ojos chocaron por segundos, pero Taemin desvió la vista sin prestarle atención a esa mirada fría que denotaba cierta extrañeza y caminó hasta el lugar de su amiga mientras ésta llegaba hasta el que era del modelo muy emocionada.

 

– ¡Gusto en conocerte Minho! – dijo la chica de forma amable, pero éste solo la ignoró. Luna se quedó en silencio sumamente decepcionada. Había esperado que por lo menos le saludara, pero ni siquiera una inclinación de cabeza había obtenido de su parte. Taemin volteó a ver el rostro de la morena y se acercó hasta ella para susurrarle.

 

– Te lo dije – Ella frunció el ceño. Aun y cuando Minho no la hubiera saludad, no quería decir que era como su amigo lo describía.

 

Y mientras Luna veía con enfado a un sonriente Taemin, los grandes ojos del actor veían de reojo a sus dos nuevos compañeros, sin que estos se dieran cuenta.

 

La clase comenzaba. El maestro acababa de apuntar su nombre en el pizarrón cuando la puerta del aula se abrió y un chico bajo de cabellos castaños oscuro entraba sin pedir permiso.

 

– ¡Joven Kim! ¿Por qué demonios llega a esta hora? Las clases comienzan a las 8:30, no a las 9:00 de la mañana – regañó el profesor al chico que recién entraba, éste solo giró su rostro para verlo sin mostrar ninguna clase de sentimientos en su mirada.

 

– Hable con mi representante – dijo siguiendo su camino hasta su pupitre, que estaba a un lado del de Taemin en la parte final de la cuarta fila. Era de esperarse que después de una presentación que terminara después de las 12 de la noche y dado que la sinfónica se presentaba en bellas artes, que estaba a dos horas de camino, hubiese llegado en la madrugada al colegio y no se hubiera levantado temprano.

 

– Hey Jjong, deberías tener más respeto por los maestros – susurró Taemin acercándose hasta el lugar de Jonghyun, arrastrando el banco con él, mientras el maestro se tragaba su enojo.

 

– ¡Tiene retardo Kim Jonghyun! – gritó el maestro para seguir con lo que hacía en el pizarrón.

 

Jonghyun dejó de prestarle atención al maestro, poco le importaban los retardos. Una llamada a Soodam informándole del problema y ella llamaría al director y ese retardo desaparecería. Al fin y al cabo tenía un pretexto y Soodam como su representante y hermana, sabía cómo defenderlo. Volteó a ver a su compañero con una mirada extraña. Se fijó que Taemin no estaba donde siempre.

 

– ¿Y tú qué haces aquí? ¿Por qué Luna está en tu lugar? – preguntó sin hacer caso a lo que el maestro apuntaba en el pizarrón. Taemin solo giró un poco la vista y vio que Minho veía de forma atenta al pizarrón, así que giró de vuelta a su amigo y se dispuso a susurrarle.

 

– ¿Recuerdas hace un año, cuando llegué con el moretón en el ojo? – preguntó a Jonghyun que se veía interesado en la plática de su amigo, continuando ignorando al profesor.

 

– ¿Cuándo perdiste la oportunidad de salir de frente en el comercial de Shampoo y tu representante llegó con el cuento de que te habías golpeado con la puerta del camerino?

 

– Sí, ese mismo día – afirmó – allí está mi puerta – dijo haciendo una seña con los ojos para que Jonghyun pudiera ver a Minho.

 

– ¡Él! – dijo con asombro haciendo que Minho volteara de reojo a ver a sus compañeros que hablaban y ver como la mirada  del chico bajo que acaba de entrar se fijaba en él.

 

– ¡No levantes la voz! – reclamó Taemin – ¡Ese maldito me quitó mi oportunidad! ¡Y por eso no lo soporto! no tenía derecho a pegarme como lo hizo y ¡solo por querer una foto de él! – Gruñó – Ese antipático.

 

– ¿Por qué no me lo habías contado antes? – preguntó su amigo con extrañeza. Había mucha confianza entre ellos como para que no le hubiese contado ese incidente. Claro que… no había por qué contarse todo.

 

– Porque quería olvidarlo, pero con ese arrogante aquí, será imposible que lo haga. Ni siquiera se disculpó conmigo – dijo Taemin en tono dolido. Jonghyun observó eso, para él era fácil identificar los diferentes tonos de voz que usaba Tae o cualquiera. No por nada era músico, tenía que saber identificar cuando alguien desafinaba y eso le llevo a poder reconocer los tonos de voz en la gente.

 

– ¡Jóvenes Kim y Lee si van a seguir platicando en mi clase, entonces salgan de ella! – gritó el profesor.

 

– ¡No! ya no vamos a hablar – Taemin regresó su atención al libro que acababan de sacar.

 

Jonghyun desvió la vista hasta Minho. Taemin nunca le había contado que conocía al actor. Había escuchado el rumor de que se inscribiría en una escuela de arte, pero nunca imaginó que sería en la que ellos estudiaban. Había visto su última actuación y era muy buena. ¿Pero sería verdad que era un tipo frío y demasiado reservado al que no le gustaba que la prensa le tomara fotos o se inmiscuyera en su vida privada porque era gay?

 

El timbre del descanso sonó y varios de los alumnos se pararon para rodear a Minho y comenzar a hacerle preguntas. Luna sólo se giró en su asiento para quedar a un lado del actor, ella también estaba interesada en conocerle. Taemin y Jonghyun se levantaron y se dirigieron a la puerta de salida.

 

– ¿Tú no quieres conocerlo? – preguntó el más bajo. El castaño claro sólo se giro para ver donde estaban casi todos sus compañeros rodeando a Minho. Negó con la cabeza, él ya sabía lo suficiente de ese antipático y egocéntrico actor.

 

– Le doy cinco segundos antes de que los corra a todos – dijo viendo su reloj y poniéndose a contar – 5… 4…

 

– DÉJENME EN PAZ – gritó el actor poniéndose de pie y haciendo que todos los que lo rodeaban se hicieran a los lados.

 

– Me falló por tres segundos – dijo Taemin sonriendo al músico y haciendo que la mirada de Minho se fijara de nuevo en él. Después buscó a Luna con la mirada y en voz alta para que todos escucharan habló – Ves Luna y luego me regañabas por atacarlo. ¡Ahora sí, defiéndelo! – Su amiga que estaba con los ojos muy abiertos por la sorpresa, pero al escuchar las palabras de Taemin volvió a fruncir el ceño en señal de enojo – Creo que no le gustó darse cuenta que tenía la razón – iba comentando mientras salía de la sala en compañía de Jonghyun rumbo a la cafetería de la escuela.

 

Minho salió poco tiempo después completamente solo.

 

....

...

..

.

 

Habían caminado hasta la cafetería, era hora del descanso y Taemin no se cansaba de repetir la misma historia. Minho le había golpeado en su primera incursión en un comercial para Shampoo y todo porque le había pedido una fotografía autografiada.

 

– Quizá llegaste demasiado efusivo – contestó Jonghyun al monologo de su amigo, mientras se sentaban en una de las mesas con su comida en una charola.

 

– No, te juro que no Jong, yo iba con Sully…

 

– Tu representante – aclaró el músico.

 

– Si, con ella. Y fue entonces que lo vi parado hablando con un hombre alto y delgado.

 

– Changmin, su representante – volvió el otro.

 

– Si, ese mismo – respondió de forma repetitiva – Jamás pensé que algún día fuéramos a coincidir en un estudio. Según me entere, por fin iba a dar una entrevista para promover su película. Siempre me había gustado su forma de actuar, recuerdo haberlo visto en los programas infantiles que nos dejaban ver en el orfanato, así que me separé de Sully para ir a pedirle una foto autografiada. Yo llevaba mi cámara digital y la iba preparando, cuando de repente levante el rostro y el muy estúpido me golpeó.

 

– ¿Sin decirte nada? – preguntó Jonghyun asombrado.

 

– Así, sin preguntarme o decirme nada. Solo me soltó un golpe en el rostro. Y me quitó la cámara. Por suerte no tenía nada bueno en ella, si no, lo hubiera matado –

 

– Si claro, ¿acaso no sabes que ese chico es cinta negra en karate? – todo mundo lo sabía. El actor era descendiente de japoneses, sus padres lo eran y él conocía varias técnicas de karate que lo habían llevado a ganar varias medallas. Si Taemin lo hubiera golpeado, el actor era capaz de matarlo de un golpe. Su amigo no tenía músculos definidos, debido a su condición de modelo, todo lo contrario del Choi.

 

– Pues fuese del color que fuese, si por casualidad traía una foto de Emma Watson yo lo mato – Jonghyun esbozó una sonrisa al saber que su amigo solo estaba bromeando, algo típico de él – Yo le grité que por qué me había golpeado en el cara. Que solo quería una foto suya y que ahora entendía por qué todos lo llamaban el témpano de hielo Choi.

 

– ¿Lo insultaste? – cuestionó Jonghyun sumamente asombrado. A veces su amigo tenía un carácter explosivo, pero haberse atrevido a insultar a ese actor le sorprendía. De verdad debió haberlo molestado mucho.

 

– Eso no era un insulto era la verdad.

 

– ¿Y qué hizo él?

 

– ¿Él?, pues nada. Su representante se acercó a hablar conmigo y cuando supo que solo era un fan más, me dio una foto de él y me dijo que él mismo me la autografiaría – respondió terminando su comida en la charola.

 

– ¿Y lo hizo?

 

– ¡Claro! llegó arrebatándome la foto de las manos y poniendo su nombre. Eso me enojó, realmente me enojó. Yo me hubiera sentido afortunado si tan solo se hubiera disculpado por el golpe que me dio y me hubiera firmado su foto. Pero lo hizo de muy mala gana, su representante lo obligó y eso me enfureció demasiado.

 

– ¿Qué hiciste entonces?

 

– Rompí su fotografía en varios pedazos y se los lancé a la cara – una sonrisa se asomó en su rostro – jamás voy a olvidar su expresión.

 

– ¿Qué hiciste qué? – Jonghyun se encontraba muy asombrado al escuchar las palabras de su amigo. Seguramente había sido un impulso, pero ¡vaya impulso! Sabiendo cómo era el carácter agresivo de Minho, ese acto debió mandar al hospital a su amigo y sólo llegó con el moretón en el ojo y no fue producto de esa acción.

 

– Lo que oíste, le rompí la foto y se la lance a la cara – repitió con fastidio. ¿Por qué se sorprendía tanto de lo que había hecho?

 

– ¿Pero qué hizo él? No creo que se haya quedado de brazos cruzados después de eso. Fue casi como golpearlo.

 

– Pues si hizo algo no me entere… a no, si hizo algo – dijo riendo – le rompió la cara a un fotógrafo después de habérmela roto a mí.

 

– ¿Y lo habías vuelto a ver después de ese incidente?

 

– No. Hasta ahora. No creo que me recuerde y ojalá que no lo haga – dijo Taemin dejando descansar su cabeza sobre uno de sus brazos para perder su vista en el techo del amplio salón que servía como comedor.

 

– ¿Entonces por qué haces lo posible por que se dé cuenta de que estas allí? – preguntó de forma calmada viendo a Taemin.

 

Taemin bajó la vista sorprendido para ver a Jonghyun. ¿Qué era lo que acababa de decir? ¿A caso pensaba que lo que había dicho fue solo para llamar la atención del actor? ¡Eso no era cierto! El no quería que Minho lo reconociera, quería olvidar el asunto, pero cada vez que lo veía después de lo que pasó, sentía que su sangre hervía por el enojo. Así fuera en revistas o televisión. El verlo en persona era peor porque su cuerpo temblaba de coraje y su sangre circulaba más rápido haciendo que sus puños se cerraran, era casi imposible no pensar en devolverle el golpe que le debía desde hace un año.

 

– ¡Yo no quiero que se dé cuenta! – afirmó con enojo frunciendo el ceño al tiempo en que un intenso color carmesí aparecía sobre sus mejillas – ¡no me interesa que me reconozca!

 

– Pues lo que has hecho me dice lo contrario. Lo has estado retando con tus comentarios. Así que si él llega a golpearte por ello, no lo culpes – dijo Jonghyun levantándose de la mesa con una ligera sonrisa al haber terminado su comida.

 

– ¡Maldición Jonghyun! No soporto al maldito desgraciado. ¿Cómo crees que iba a reaccionar al verle de nuevo? ¡Y más  sabiendo que está solo a un pupitre de distancia! Ojalá estuviera muy lejos de mí, no soporto verlo.

 

– Pues deberás soportarlo – afirmó viéndolo de reojo. Le divertían mucho las rabietas de niño chiquito de Tae y decirle lo que pensaba le iba a causar risa, de eso estaba seguro – por que será nuestro compañero por lo menos por un año. Y lo veras todos los días, y si como hasta ahora, el profesor de literatura te pide entregar las tareas quizá hasta tengas que ir a su habitación a verle.

 

Taemin se detuvo ante el comentario de Jonghyun, mientras éste hizo todo lo posible por aguantar las carcajadas ante la reacción de su amigo. Jjong tenía razón, el profesor de literatura siempre le pedía que llevara las tareas a los alumnos del área de varones. Y seguramente era el mismo del año pasado, por lo que intuía que de nuevo le asignaría la entrega de tareas. Por desgracia tenía que asegurarse que todos la recibieran, por eso tenía permitido entrar a las habitaciones y dejar la tarea sobre el escritorio si los chicos no estaban.

 

– Maldición ¿tenías que recordármelo?

 

....

...

..

.

 

Mientras, unos grandes y profundos ojos observaban a los dos chicos marcharse del comedor. Descansaba subido en la rama de un árbol, en la que los ventanales del amplio comedor eran visibles.

 

Esos dos chicos parecían llevarse muy bien. Y el castaño de cabello largo era sumamente popular y de un atractivo que atraía las miradas de todos como si fuera un imán. No le eran desconocidas esas miradas, también él hacía girar la vista tanto a hombres como a mujeres, pero siempre que se acercaban a él, era por que buscaban hacerse notar. No tenía ni un solo amigo, ni nadie en quien confiar, estaba condenado a la soledad debido a su patética profesión.

 

....

...

..

.

 

Las clases habían continuado sin contratiempos, hasta que llegaron a la última hora, en la que el profesor de literatura se había asomado a la clase para pedirles a Taemin y Luna que le buscaran en la sala de maestros al finalizar las clases.

 

– Me lo imaginé, me lo imaginé, me lo imaginé – repetía balanceando la cabeza de un lado a otro con pesar, mientras el profesor sacaba varias hojas de una carpeta que decía segundo grado.

 

– Chicos esta es la tarea. Y como el año pasado, espero que se las entreguen a sus compañeros. En la hoja viene apuntado el cuarto en el que esta cada uno, aun que supongo que ya deben saberlo. Bueno, a excepción de Choi Minho, que es nuevo. Todos los demás ocupan el mismo. Espero que lo entreguen.

 

– ¡Sí profesor! – dijo la chica sonriendo, mientras Taemin tomó las hojas con la cabeza agachada.

 

– ¿Sucede algo? – pregunto el maestro viendo que el joven no levantaba su cabeza.

 

– No profesor – fue la seca respuesta.

 

– ¿Ya no quieres ayudarme a entregar las tareas? –preguntó de forma directa, haciendo que Taemin levantara la cabeza de forma apresurada.

 

– Como se le ocurre profesor, yo estoy encantado de ayudarle.

 

– ¡Gracias Chicos!

 

– De nada – contestaron al unísono.

 

A penas habían salido de la sala de maestros Luna le arrebató la lista a Taemin de las manos y se puso a leerla ávidamente.

 

– ¿Qué tanto le ves a esa lista? Sólo son nombres y números. Todavía fuera una revista de playboy – dijo Taemin tratando de bromear.

 

– ¡Taemin cállate! Quiero saber en qué habitación esta Minho – dijo para después sonreírle – ¡Oh qué suerte tienes! – exclamó felizmente. Taemin  parpadeó sin entender al principio, para sentir de nuevo que iba a tener una pesadilla – ¡Minho es tu vecino de cuarto!

 

– ¡Queeé! – gritó arrebatando la lista a Luna y viendo con sus propios ojos lo que la morena acababa de decirle. Su corazón latía con furia al reconocer el nombre y el número de la habitación que estaba justo a un lado del suyo – Este será el peor año de mi vida – dijo Taemin de forma derrotada, mientras que la chica hablaba de forma emocionada de su artista favorito: Choi Minho.

 

....

...

..

.

 

A las diez de la noche se cerraba el cuarto de descanso, que era donde se encontraba la televisión del ala este, donde estaban los chicos. A esa hora todos comenzaban a retirarse para ir a sus habitaciones a descansar.

 

Taemin aprovechaba esa hora para entregar las tareas a sus compañeros, sabía que a esas horas ya deberían estar dentro. Quizá alguno que otro no estuviera por haber tenido que salir a cumplir con algún compromiso de trabajo que se llevara a cabo en la noche. Generalmente se enteraba de todos esos compromisos y estaba seguro que sus compañeros no tenían ninguno esa noche, bueno no sabía nada de Minho, ni quería saberlo.

 

A veces pensaba que estar en una escuela internado era la mejor forma de olvidarse de sus familias. Pero cada vez se sorprendía al ver como muchos de sus compañeros estaban allí por verdadera vocación y no por huir de sus casas. El había entrado por que le ofrecieron pagarle la escuela, claro siempre y cuando se inclinara por la carrera de actor o modelo. Siendo un chico huérfano, aceptó encantado. Además había una figura que le inspiraba a ser como él. Solo que a estas fechas, esa estatua de cristal se había caído del pedestal en el que lo había tenido casi toda su vida, sería imposible recomponer los pedazos. Por suerte el internado había resultado ser como el orfanato, solo que con mucho más de lujos y libertades.

 

Pero al final de cuentas, había terminado siendo adoptado, parecía que su nueva familia, los Lee, había encontrado muy redituable el darle su apellido y no sólo pagarle las clases. Según palabras de su familia, era demasiado hermoso para dejarlo desamparado.

 

¡Patrañas! Se habían dado cuenta que ser un niño bonito dejaba mucho dinero. Pero eso lo tenía sin cuidado. Para él la escuela era su casa y era feliz al estar allí.

 

Conocía a todos los intendentes y vigilantes, además que la sala del director era como su segunda habitación, al igual que el aula de detención. A lo largo de su vida en el colegio, había roto un sin fin de reglas establecidas y debido a él, habían establecido muchas más. Nada de cuidado y nada que ameritara que lo expulsaran. Al final de cuentas, el director lo apreciaba. Si no fuera por la vieja amargada de la subdirectora, ese hogar sería mucho mejor que cualquiera.

 

Había entregado casi todas las tareas. No le gustaba quedarse platicando con sus compañeros a esas horas. Sólo lo hacía con Jonghyun que estaba en la habitación de enfrente, solo que un poco más a la izquierda.

 

Deliberadamente había dejado la habitación de Minho al último, con la intención de pedirle a Jonghyun que la entregara por él. No quería tener que hablarle, ni siquiera quería verle.

 

Tocó a la puerta de músico y casi de inmediato el chico bajo le abrió.

 

– Hola Jjong, aquí tienes la tarea de literatura – dijo mostrándole la hoja y sonriendo de forma luminosa.

 

– Entonces tuve razón, ¿cómo reaccionó tu puerta? – preguntó viéndolo directamente – ¿ya te reconoció? – Taemin solo bajó la vista – ¿No te reconoció?

 

– ¡Quiero pedirte un favor amigo! – Jonghyun retrocedió levantando las manos.

 

– ¡Ah no!, yo no voy a entregarle la tarea en tu lugar. Es tu obligación hacerlo.

 

– ¡Por favor! ¡Por favor! – Suplicó entrelazando sus manos y poniendo ojitos de cachorrito para tratar de convencerlo – ¿que no ves que no quiero verlo? ¡No lo soporto!

 

– Quizá ni lo veas. A lo mejor no está, estando en la campaña para la nominación a los KAA puede que haya salido esta noche. ¿Por qué no solo tocas a su puerta? Si está, no lo mires y entrégale la tarea. Y si no está, entras a su habitación y la dejas en el escritorio como siempre.

 

– Mal amigo – respondió dándose la vuelta. Jonghyun solo se asomó para ver como su amigo se paraba en la puerta seguida a la suya. ¿Eso quería decir que Minho era su vecino? ¡Vaya sorpresa!, con eso no podría evitar tener que verlo. Y medio sonriendo por la suerte de su amigo, cerró la suya.

 

Taemin aspiró de forma profunda tratando de que su corazón volviera a latir de forma normal. Quizá Jong tenía razón y Minho no estaba en su habitación esa noche. Comenzó a rezar para que así fuera. Contó hasta tres y por fin tocó esperando que el susodicho le abriera. Pero no obtuvo respuesta.

 

Sintiéndose un poco mejor al imaginar que había tenido razón. Volvió a tocar esta vez de forma más firme y fuerte sintiendo más confianza. Y de nuevo no obtuvo respuesta. Tocó una tercera vez con iguales resultados y sonrió. En verdad Minho no estaba.

 

Abrió la puerta de forma segura, sosteniendo la hoja que contenía la tarea en la mano. La habitación estaba medio iluminada, seguramente había dejado la luz de la lámpara del escritorio encendida y eso evitaba que estuviera del todo a oscuras. Caminó viendo de forma detallada toda la habitación y sin darse cuenta chocó con algo que estaba en el suelo sintiendo un gran dolor en el pie al hacerlo.

 

Se agachó para sobarse el golpe y vio un par de mancuernas. ¿Cómo se le ocurría a Minho dejarlas a medio camino?  Quien entrara podía golpearse con ellas, como lo había hecho él. Así que se dispuso a empujarlas del otro lado de la pared, para que el pasillo, entre la entrada y el resto de la habitación, quedara libre de ese peligro.

 

Siguió recorriendo con la mirada la habitación, pensando dónde podría dejar la tarea para que el actor la viera. Ya que sobre el escritorio aun habían varias cajas cerradas con lo que eran quizá sus pertenencias. Así que decidió dejarla sobre el peinador que estaba frente a la cama.

 

Al levantar la vista vio por el espejo algo sobre el lecho de la cama y se dio la vuelta para ver que era. Allí estaba un pijama de seda de color azul oscuro. Un pijama de diseñador, se pudo dar cuenta. Claro, era de esperarse, siendo un actor famoso, no podía usar cualquier cosa. Por suerte, siendo él modelo, las firmas de ropa para las que trabajaba se encargaban de vestirlo de pies a cabeza, incluyendo ropa interior. Sonrió al recordarlo.

 

De pronto escuchó el ruido de una puerta a sus espaldas y volteó rápidamente rumbo a la puerta del baño.

 

Allí, frente a él, estaba Minho viéndolo fijamente con ojos fríos. Usaba solo una toalla amarada a la cintura. Su cabello estaba aun mojado porque escurría pequeñas gotas de agua que caían hasta su pecho y se deslizaban de forma seductora sobre él. Entre sus manos traía un ipod y los audífonos, ahora entendía por que cuando tocó a su puerta no le había respondido.

 

Sin poderlo evitar un calor indescriptible invadió su rostro y de nuevo su corazón se desbocó en su pecho. Se quedó paralizado ante la vista de los bien formados músculos del actor que definían sus brazos y los pectorales de su pecho. Ahora sabía para qué necesitaba las mancuernas que había dejado en el piso. Era una lástima que la toalla fuera tan larga, eso le impedía ver que tan bien formadas estaban sus piernas.

 

¡Pero en qué demonios estaba pensando! Se dijo a si mismo mientras un intenso rubor comenzó a cubrir su rostro.

 

Se dio cuenta como la mirada del alto le recorría de arriba abajo, de la misma forma en la que él lo había hecho segundo antes. Y su respiración comenzó a acelerarse al ritmo de los latidos de su corazón, mientras sus rodillas comenzaban a temblarle.

 

– ¿Qué haces en mi habitación? – se escuchó la voz de Minho de forma ronca.

 

– Yo… yo… – dijo de forma nerviosa sintiendo que el calor en su rostro se incrementaba cada vez más al ver como Minho caminaba hasta él para estar a unos pasos de distancia – solo vine a…

 

– ¿Has encontrado lo que viniste a buscar? – preguntó el actor enarcando una ceja, haciendo que Taemin temblara de forma imperceptible.

 

– Yo solo he venido a… – Taemin estaba cada vez más nervioso tratando de retroceder al ver que Minho se acercaba cada vez más – traerte la tarea, pero ya me voy – dijo de forma apresurada dándose la vuelta para tomar el pasillo y llegar hasta la salida. ¿Por qué se sentía como un ladrón atrapado con las manos en la masa?

 

Pero apenas se había dado la vuelta cuando sintió una fuerte mano sosteniéndole por la muñeca volteándolo de forma brusca y con rapidez  ser empujado contra la pared del pasillo con el cuerpo de Minho sobre él, sosteniéndole ambas muñecas a los lados.

 

Taemin abrió los ojos de forma sorprendida y se topó con esos grandes ojos demasiado cerca de su rostro. Podía sentir el aliento tibio del actor muy cerca de su boca y eso le asustaba. Un pánico se apoderó de él al sentirse acorralado y trató de abrir la boca para decir algo, pero por primera vez se había quedado sin palabras.

 

– ¿Has venido a dejar la tarea? – preguntó viéndolo fijamente y enarcando una ceja de forma suspicaz – deberías buscar un pretexto más creíble.

 

Y sin darle tiempo a nada se apoderó de los labios del castaño en un beso salvaje, cargado de pasión. Obligándolo a abrir la boca dejó introducir su lengua para saborearlo, para jugar con una lengua que no se movía, para acariciar y chupar esos labios que sabían a gloria.

 

Taemin estaba en shock con los ojos abiertos por la sorpresa. Minho lo estaba besando y el no podía impedírselo. No podía empujarlo para apartarlo de su lado. Su cuerpo no se movía, por más que ordenaba que lo hiciera, su cuerpo no quería responderle.

 

No, si le estaba respondiendo,  pero no a él, le respondía al actor. Respondía a ese beso que parecía estarle robando los sentidos, sentía como si una llamarada de fuego corriera por sus venas.

 

Igual de rápido que comenzó todo, terminó. Minho lo soltó y le dio la espalda. Taemin sintió que sus piernas no le respondían y casi se cae, pero sacó fuerzas de donde pudo y se mantuvo en pie.

 

– Ya obtuviste lo que querías ahora ¡lárgate! – gritó el actor sin verlo.

 

Taemin quería gritarle, quería golpearlo por lo que le acababa de hacer, pero no tenía fuerzas para hacerlo. Se dio la vuelta y salió corriendo rumbo a su habitación.

 

Minho escuchó la puerta cerrase y volteó a ver el lugar por donde el castaño había desaparecido y repitió el pretexto que le dio mentalmente ‘¿tarea?’, no había sido para nada original. Miles de veces se había encontrado personas en su habitación y habían dicho algo más eficaz. Pero claro, solía ser en los hoteles, donde había camareras o mozos. Incluso en una ocasión llegó una persona en silla de ruedas, fingiendo estar paralítico, para poco después levantarse de la silla y arrojarse a sus brazos. Eso si había sido ingenioso.

 

Pero “tarea” eso era lo más absurdo que había oído. Las tareas se entregan en clase, no se reparten cuarto por cuarto, ahora incluso debía cuidarse estando en la escuela. Se había encerrado en ese colegio para huir de los acosos de los fans y de la prensa, pero ya había tenido su primer problema en clases cuando todos lo rodearon para hacerle más preguntas que los propios periodistas.

 

Lee Taemin. Había pensado que era distinto a los demás, pero con desilusión se daba cuenta que ira igual a todos.

 

Caminó hasta el peinador para dejar su ipod y vio una hoja que él no había puesto allí. Levantó la mano y la tomó para verla fijamente. Su mirada antes fría cambió de inmediato a una de sorpresa.

 

– Era cierto – la hoja que tenía en sus manos era la tarea de literatura de su grupo – Quizá si eres diferente Taemin – se dijo con una mueca en el rostro al comprender su error.

 

Notas finales:

;) Ojalá les guste tanto como a nosotras.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).