ENFERMO DE AMOR
No es una enfermedad, solo que mi corazón está aprendiendo amar
La paz reinaba en las cinco naciones ninja luego de ver terminado la guerra, muchos ninjas volvieron a sus aldeas a festejar la victoria, otros a llorar las perdida de amigos y familiares, aunque las pérdidas humanas eran irreparables cada uno de sus sacrificios nunca serian olvidados.
En la aldea Konoha habían terminado las reparaciones, la mayoría de los ninjas habían vuelto a sus habituales trabajos, entre ellos el héroe Naruto Uzumaki, las cinco naciones estaban agradecidas por su máximo esfuerzo al derrotar a Obito y salvar a todos de una muerte segura, al mes de ver terminado la guerra los cinco Kage se reunieron junto a Naruto para recompensarlo por su gran trabajo, le concedieron un deseo sin restricción alguna.
La mayoría se imaginó que pediría una provisión de ramen de por vida o que se le conceda el puesto como el siguiente Hokage, pero como siempre su habilidad de sorprender a la gente se hizo presente en esa reunión al pedir una sola cosa.
Sasuke Uchiha sea perdonado y se permita volver a Konoha sin peligro de ser encarcelado, recodando en su discurso que si venció a Obito fue gracia a él.
Esta petición no sorprendió mucho a los Kage ya que ellos conocían la amistad que lo unía con el Uchiha, tras debatir por horas los cinco Kage aceptaron la petición de Naruto, Sasuke volvía a ser un shinobi más de Konoha, aquella noticia Naruto la tomo con mucha alegría.
Mientras la reunión se realizaba, Sasuke aún permanecía hospitalizado e inconsciente, su falta de chakra era el principal motivo de su lenta recuperación, los primeros días Naruto le acompañaba internado en la misma habitación pero gracias a Kurama se recuperó mucho más rápido, cosa que emoción a todos sus amigos, pero para Naruto dejar el hospital no lo emocionaba ya que tenía que dejar solo a Sasuke.
Desde el día que dejo el hospital él venía a visitarlo a diario, pero la reunión con los Kages lo tuvo alejado por dos largos días cosa que no le gusto al rubio, aunque los resultados de la reunión valían la pena.
─ ¡Al fin llegamos, dattebayo! —Exclamo feliz Naruto al estar en la puerta principal de la aldea.
─ Naruto exageres, solo nos fuimos por dos días. —Habla la Hokage detrás de él.
─ Para mí fue mucho tiempo, Oba-chan me voy. —Empieza a correr– Le daré las buenas noticias al Teme. —Se aleja con una sonrisa en sus labios.
─ Está muy feliz con lo que logro. —Comenta Kakashi mientras ve alejarse a Naruto.
─ Si, no pensé que lo iba a lograr. —Sonríe la Hokage– Sigamos.
─ Hai.
Mientras la Hokage y Kakashi se dirigen a la torre Hokage, Naruto por su parte corría rápidamente por las calles de la aldea para llegar donde su mejor amigo, al entrar todos lo reciben con una sonrisa, entre saludos, uno que otro intercambio de palabra llega a la habitación.
─ Hola Teme. —Lo saluda sin recibir respuesta de parte del azabache– Lamento no ver venido estos días. —Se acerca hasta quedar sentado junto a la cama– Es solo que tuve que viajar para reunión con los Kages…fue muy aburrida dattebayo. —Ríe solo– Aunque valió la pena. —Toma la fría mano de su amigo– Sasuke eres libre, libre de aquella barrera de odio y soledad. —Sonríe muy feliz– Eres nuevamente un miembro más de la aldea, logre que te borren de la lista bingo.
Aquellas palabras que salían de la boca del rubio era expresadas con mucha felicidad, dicha felicidad que fue respondía con un leve movimiento de mano de parte de Sasuke.
─ ¿Teme? —Lo mira asombrado al sentir su mano– Teme, ¿Me escuchas?
Sus manos se seguían movimiento débilmente, mientras sus parpados se esforzaban por abrirse luchando con la debilidad de su cuerpo, Naruto por su parte no podía creer lo que veían sus ojos, Sasuke volvería.
─ Vamos Teme, no te rindas, tú puedes, dattebayo. —Lo animaba a despertar, luchando con las lágrimas que querían escapar de sus ojos– Teme. —Susurro al verle como sus ojos negros se mostraban.
Sasuke por su parte mantenía casi abiertos aquellos pozos negros, los mismos que luchaban por volver a cerrarse, tras unos segundos de lucha, poco a poco sus sentidos se volvían más claros, la voz del rubio se hizo más clara inundando sus oído y llevándole a mover levemente su vista para buscarlo.
─ Na…ruto. —Susurró al verle a su lado.
─ Teme. —Sonrío emocionado con lágrimas en sus ojos– Que bueno que despertaste. —Dijo aún emocionado– Voy por un médico. —Salió rápidamente de la habitación aun con sus lágrimas recorriendo su rostro.
El azabache por su parte se encontraba algo desconcertado al ver las lágrimas de su amigo, no comprendía porque su corazón empezó a latir rápidamente al sentir la mirada del rubio sobre él, en ese momento solo lo atribuyo que eran los efecto de ver dormido tanto tiempo.
Luego de ese día la felicidad de Naruto era completa, Sasuke había despertado y a los pocos días estuvo fuera de aquellas paredes blancas que tanto odiaba el azabache.
─ ¡Teme bienvenido a la libertad, dattabayo! —Grito emocionado Naruto, abrazando a Sasuke al ser dado de alta.
─ Do…Dobe. Susurró algo incómodo por la cercanía que tenía con su rubio amigo.
A partir de ese día Sasuke experimento algo que nunca había sentido en toda su vida, un sentimiento de vergüenza se instaló en su corazón al tener a su amigo tan cerca, en ese momento no le tomo mucha importancia pero con el pasar de los días sus síntomas extraños se hacían presentes con más frecuencias.
Aquellos síntomas lo tenían preocupado, su corazón latía con rapidez cada vez que el rubio se acercaba a él, su manos se ponían sudaban frío cuando su voz iba dirigida a su persona, y un extraño revoloteo en el estómago se hacía presente cada vez que sus miradas se cruzaban, cada uno de estos síntomas se presentaban cada vez que lo veía, pero el peor de todos era cuando sin querer sus manos se tocaba, su temperatura se elevaba llevándolo a sonrojarse, más se una vez había preocupado a su amigo por su extraña reacción.
Preocupado por su extraña enfermedad no le quedo de otra que ir con la única persona que lo podía curar, Tsunade, no es que confiara completamente en la Hokage pero por algo era la mejor medico de toda la Alianza Shinobi.
─ Sasuke bienvenido. —Lo saludó la Hokage al verlo entrar a su consultorio– ¡Me sorprende verte! ¿Te ocurre algo malo?
─ Bueno es que… —Por primera vez en su vida se sentía nervioso y avergonzado frente a la rubia.
─ Tranquilo cuenta que ocurre. —Sonríe para animar al menor.
─ Lo que pasa es que…
Con un gran esfuerzo Sasuke logro contar lo que le pasaba a Tsunade, la misma que con cada palabra expresada por el moreno solo le producía diversión al notar la inocencia del último Uchiha.
─ ¿Qué cree que tengo? —Preguntó al terminar.
─ Sasuke. —Piensa un momento antes de responder– Tú no estás enfermo.
─ ¿No? ¿Entonces qué es lo que me pasa? No es normal. —Susurra lo último con un claro todo de preocupación.
─ Lo siento, yo no tengo la respuesta, solo te recomiendo que le cuentes a Naruto. —Sonríe calmadamente.
─ ¡¿Qué?! ¿Cómo se lo voy a contar al dobe? —Gira su rostro algo preocupado– No puedo.
─ Es la única solución que te doy.
─ ¡No haré tal cosa! —Se levanta– Eso ni loco. —Sale del consultorio enojado.
─ Pobre niño no se cuanta, que solo tiene problemas de amor. —Sonríe divertida la Hokage.
Sasuke caminaba enojado por las calles de Konoha, aun no entendía porque la actitud de la rubia, su deber como médico era ayudarlo no dejarlo peor de lo que estaba, por un instante se detuvo y recordó que al final de cuentas mucha gente aún le guardaba rencor sin importar que Naruto le haya conseguido el perdón, al final de cuenta siempre será un traidor para los ojos de mucho, se aseguraba a si mismo que Tsunade debía pensar lo mismo después de todo él lastimó al rubio por muchos años,
─ Es normal que me odien. —Susurró deprimido mientras se encaminaba nuevamente.
Por su parte Naruto se encontraba caminando por las calles de la aldea muy feliz llevando en sus manos un pequeño paquete.
─ ¿Dónde estará este Teme? —Susurra para sí mismo– Mejor voy a su casa.
Decidido y conociendo la actitud del último Uchiha inicio su camino rumbo a la Villa Uchiha donde el moreno vivía, al pasar por aquel lago en donde sus miradas se encontraron por primera vez logro divisar a un joven sentado mirando al vacío.
─ ¿Sasuke? —Lo miro preocupado desde arriba.
─ ¿Eh? —Sasuke gira su rostro al sentir la mirada de alguien al girarlo susurra– Naruto.
El pasado volvía a sus mentes dos niños pequeños, uno rubio desde lo alto y otro azabache sentado en aquel puente, el azul y el negro se encuentran sus rostros enojados se giran sin tomar importancia uno del otro, hoy sus miradas se vuelven encontrar junto a una sonrisa reflejada en sus rostros, el rubio por propia iniciativa disiente al encuentro con su amigo, hace años se fue sin hacer la única pregunta que siempre quiso salir de sus labios.
─ Hola Teme, ¿Por qué estas triste?
Lo había logrado después de nueve largos años al fin aquella pregunta había salido de sus labios, Sasuke lo miraba asombrado por años espero que aquel niño rubio se preocupe por él y no inicie una pelea innecesaria como siempre solía hacerlo en el pasado.
─ Dobe. —Susurró al verle– No estoy triste. —Contesto desviando su mirada al sentir aquel malestar en el estómago.
─ No mientas. —Hablo seriamente mientras se sentaba a su lado causando estragos en el pobre azabache– Desde que saliste del hospital has estado evitándome, ¿Qué te ocurre?
─ Ya te dije que no me ocurre nada, sabes como soy. —Responde lo más indiferente posible y sin mirarlo a los ojos.
─ Deja de mentir.
─ ¡No estoy mintiendo! —Alza la voz Sasuke evitando su mirada.
─ Entonces ¿Por qué no me miras directamente? —Pregunta al ver cómo le niega la mirada– ¡Responde!
Lo toma bruscamente de los hombros mientras lo gira para encontrarse frente aquellas perlas negras, sus ojos mostraban una clara confusión, que luchaban desesperadamente por evitar encontrarse con sus azules, aquello lastimo a Naruto al notar aquella acción del moreno.
─ ¿Por qué? —Pego su frente con la de Sasuke, shokeandolo al momento por la cercanía– ¿Por qué me niegas tú mirada?
─ Su…suéltame dobe. —Susurró nervioso– Déjame.
─ No, mientras no me des una respuesta no te soltare. —Dijo tranquilamente mirando sus ojos negros.
La cercanía tenía desesperado a Sasuke, su voz tenía palpitando a mil su corazón, sus manos sudaban frío el solo escucharlo, su estómago estaba revuelto al solo mirarlo, y aquel contacto de sus frentes y su respiración sobre su rostro hacían que el color de rostro se compare a la de su fruta favorita.
─ ¡Suéltame! —Empujo al rubio alejándose rápidamente mientras intentaba calmar su acelerado corazón.
─ ¡Teme! ¡¿Por qué te comportas así?! —Se levanta enojado al rubio– ¡Responde! —Intenta nuevamente apresarlo en sus brazos.
─ ¡NO ME TOQUES! NO VEZ QUE TU SOLA PRESENCIA ME TIENE MAL! —Gritó desesperado– TÚ MIRADA DESESPERA MI CORAZON, TÚ VOZ ME HACE SUDAR FRÍO, TÚ MIRADA PROVOCA MARIPOSAS EN EL ESTOMAGO, Y…Y…SENTIRTE ME PONE PEOR!!!
Sasuke gritó a todo pulmón desesperado por todos aquellas mezclas de sentimientos que tenía en su interior, todo provocado por la sola presencia del rubio, cansado por todo se dejó caer de rodillas cabizbajo sin encontrar la respuesta a todo este malestar.
─ Sasuke. —Naruto susurró al verle tan confundido.
─ No te atrevas a reírte Dobe. —Lo amenazo, mientras una risa divertida salía de la boca del rubio– ¡¿Cómo te atreves a burlarte de mí?! —Se levanta enojado Sasuke.
Siguiendo sus propios instintos Sasuke se levantó a reclamar pero nunca se percató que el rubio estaba inclinado frente, con la velocidad que uso al levantarse y sin detenerse dio como consecuencias que sus labios se juntaran dando un tercer beso “accidental”, los dos últimos besos ambos se arrepintieron pero esta vez algo diferente paso, Sasuke volvió a quedar de rodillas sin separar sus labios, Naruto intensifico el beso llevando sus manos a una de las mejillas del moreno, al inicio Sasuke mantuvo sus ojos abiertos del asombro mientras Naruto los tenía cerrado, poco a poco su cuerpo fue cediendo y sus ojos se cerraron para disfrutar aquel accidental contacto, solo hasta que el aire lo permitiera.
─ Do…Dobe. —Susurró Sasuke al momento que se separaban y quedaba sentado sobre el césped– ¿Qué…que fue eso? —Preguntó algo asombrado.
─ Esto se llama beso. —Responde divertido al notar el sonrojo en Sasuke.
─ Beso, eso lo se dobe. —Susurró molesto– ¿Por qué, porque me besaste? —Volvió a preguntar avergonzando por lo ocurrido.
─ Lo hice. —Se arrodilla a la altura del moreno, para luego alzar su mirada– ¿Por qué? Me gustas, Sasuke estoy enamorado de ti.
─ ¿Que? —Sus ojos se abrieron llenos de sorpresa al escuchar la declaración del rubio.
─ Sasuke. —Toma su mano y la guía a su pecho– ¿Sientes?
─ Si, tú corazón.
─ Mi corazón se pone como loco cada vez que te toco. —Sonríe– Mis manos sudan cuando escuchan tú voz, mi estómago niega el ramen cada vez que sonríes.
─ ¿Tú también? —Dice en susurró.
─ Si, estoy igual que ti. —Sonríe mirando sus ojos– Enamorado.
─ Enamorado. —Susurro asombrado.
─ Si, ¿Me amas? —Pregunta con una sonrisa.
─ ¿Amar? —Se queda shokeado un momento- ¡Que! —Se aleja asustado– Es..espe…espera.
─ ¿Qué te pasa Teme? —Pregunta sorprendido por su reacción.
Sasuke miraba a Naruto completamente confundido, hace unas horas creía que estaba enfermo, ahora el dobe le aseguraba que lo suyo era cuestión de amor, ¿Amor? ¿Acaso un asesino como él podía amar? Su mirada se cruzó con la de Naruto buscando la confianza que tanto necesitaba, sus ojos decían muchas cosas entre ellas expresaban puro amor hacia su persona.
─ Yo…también. —Gira su rostro avergonzado.
─ Sasuke. —Sonríe al escucharlo– ¡Mi teme! —Lo abraza.
─ Do…Dobe no abuses. —Se sonroja al sentir aquel contacto.
─ Teme. —Se aleja para mostrarle una pequeña cajita.
─ ¿Y eso? —Pregunta confundido.
─ ¡Feliz Cumpleaños Teme! —Grita eufórico.
─ Mi cumpleaños. ¿Qué día es hoy? —Habla asombrado.
─ Hoy es 23 de julio. —Responde con una sonrisa– ¿Acaso lo olvidaste?
─ No que va. —Murmura sonrojado– Es solo que….no olvides que desperté hace poco.
─ Eso no importa, ten. —Le da su regalo.
─ Gracias.
Sasuke toma la pequeña cajita color azul al abrirla se llevó una gran sorpresa al encontrar un collar plateado, en ella colgaba un dije en forma de su sharingan, el mismo que en el centro tenía un pequeño cristal azul que le recordaban a los ojos de Naruto, aun asombrado dirigió su mirada hacia el rubio que tenía al frente, quien se acercó para colocarle su regalo, mientras susurraba algo al oído del moreno.
─ ¿Aceptarías ser mi novio?
Aquellas palabras sonrojaron al moreno quien al mismo tiempo sonrió levemente antes de responderle.
─ Dobe. —Se giró rápidamente uniendo sus labios con el rubio.
─ Eso es un sí. —Dijo Naruto feliz, al instante que Sasuke se separó de él– Teme responde.
─ Vamos dobe tengo hambre. —Se levanta dejándolo con la duda.
─ Teme responde. —Reclama frustrado– ¡Teme! —Grita mientras el moreno se aleja
Sasuke caminaba con una sonrisa en sus labios mientras admira entre sus mano la cajita donde había estado el regalo de que SU novio le dio, aunque se negara a responder con un sí, Naruto Uzumaki era ahora SU novio y nada ni nadie se iba interponer entre ellos, ese mensaje iba dirigido en especial a la población femenina de Konoha.
─ ¿Y esto? —Susurró asombrado al encontrar dentro de la cajita un papel.
Cuando la oscuridad cierre tú corazón,
Cuando sientas que todo está perdido y sin salida alguna.
Te pido.
Déjame ser la luz que libre la oscuridad de tú corazón
Déjame borrar las huellas de la soledad
Déjame ser quien cure tus heridas
Déjame enseñarte un nuevo camino
Un camino donde solo una meta existirá.
La felicidad
La felicidad que se alcanzara gracias a nuestro.
AMOR.
Te amo Teme.
Feliz Cumpleaños.
Naruto Uzumaki.
FIN