Era lunes y sus agendas ya parecían estar a punto de reventar. Todos los días era lo mismo. Se levantaban muy temprano, desayunaban juntos y después cada uno se marchaba para realizar sus correspondientes tareas. Los álbum en solitario de cada uno estaban en pleno proceso y eso los tenia por la calle de la desesperación por no contar de que su regreso como grupo estaba cada vez más cerca y se sentía la emoción de las fans en cada pagina web.
Jiyong era el que más estresado estaba. Se pasaba el día encerrado en el estudio grabando una y otra vez, revisando y ajustando hasta los últimos detalles. Comía cuando tenía tiempo y dormía solo unas pocas horas por la noche ya que al llegar al departamento se sentaba en su escritorio y empezaba a escribir canciones para el grupo. TOP también tenía sus propios asuntos. Tenia bastantes papeles en dramas y peliculas y una larga lista de sesiones fotográficas que requerirán de su presencia. Youngbae estaba casi tan ocupado como Jiyong, su álbum era el que saldría antes que el de ninguno y los últimos retoques eran siempre los más importantes por lo que no pisaba la casa ni por un segundo del día. Daesung se encontraba dividido en dos. Preparaba sus presentaciones en Japón y al mismo tiempo en Corea por lo que a veces empezaba a hablar en coreano y terminaba en japonés.
Tal vez fuera por que todos estaban demasiado liados con sus asuntos que no habían caído en la cuenta de que algo muy raro le pasaba al menor del grupo.
Seungri tenía su regreso en solitario pronto pero lejos de mostrarse emocionado y ansioso como hubiera sido comun en él, estaba en un estado de indiferencia absoluta y parecía que todo lo hacía porque era inevitable que se hiciera. desde que salía de su habitación hasta que volvía a ella por la noche no cruzaba palabras con sus mayores si ellos no le hacían ninguna pregunta, sus respuestas se habían limitado a escuetos "si", "no" y a veces ni eso. Pasaba horas grabando, cantando sin ningún tipo de emoción y con la mirada perdida en un punto lejano. Hacia lo que le pedían y el resto del tiempo se hundía en un absoluto mutismo.
Pero aunque a sus hyuns les pasase desapercibido su comportamiento era evidente que al resto no.
Aquel lunes como de costumbre se levanto antes que ninguno de sus compañeros, salió sin desayunar como llevaba haciendo desde hacia días y camino por su propia cuenta. Estaba bastante lejos la empresa de su departamento pero no le importaba, tenía tiempo de sobra para llegar. Llegó al edifico dos horas después y camino por los pasillos directo al estudio donde se preparo para comenzar a grabar.
Su mañana transcurrió con normalidad pero por la tarde paso algo que no le había pasado dias antes y que no esperaba.
Estaba llenando un baso de café de la maquina que había en el pasillo cuando sintió una mano en el hombro. Fue instantáneo. Su cuerpo entero tembló y rostro se desprendió del poco color que todavía tenía. Se dio la vuelta asustado y con una sensación de miedo y nauseas en el estomago que casi lo hacen vomitar allí mismo. Con lo unico que se encontró fue con el rostro preocupado de park bom. Se intento tranquilizar como pudo e hizo un esfuerzo por dejar de temblar.
- seungri ah ¿Que pasa? - le pregunto la chica de apariencia de muñeca y voz asombrosa.
- m-me asustaste nonna - le dijo intentando hacer una pequeña sonrisa que no le resulto.
- no. No me refiero a eso. Te pregunto que que te pasa - la voz de bom se había vuelto como la de una hermana mayor a su hermano pequeño - todos hemos notado que últimamente no eres tu ¿Ha pasado algo malo?
No. No había pasado nada malo. No quería recordarlo. Aquello nunca había ocurrido.
- no se ha que te refieres nonna, estoy como siempre - dijo mirando el suelo.
-¡Hay esta de nuevo! -exclamó la chica - esa mirada tan vacía... ¡Este no eres tu! tan solo tienes que mirarte a un espejo, algo te ha pasado y algo muy malo.
Trago duro. No, no quería seguir con esa conversación. Sabía que si seguía no podría evitar recordar aquella noche. Cerró fuertemente los ojos y con todo el esfuerzo del mundo compuso una sonrisa.
- estas exagerando nonna - intento que su voz no temblara - ya te lo he dicho, estoy como siempre, estoy...bien
Miró hacia otro lado sin poder aguantarle la mirada a su amiga y justo cuando esta fue a decir algo más se escuchó la voz de teddy llamándolo. Sin decir nada más se fue de allí dejando a bom con la palabra en la boca y una mirada el doble de preocupada.
Eran cerca de las ocho de la tarde cuando Jiyong se permitió unos minutos de descanso y salió de su estudio hacia el restaurante que tenían dentro de la empresa para precisamente casos como los de él. Cogió una bandeja y empezó a llenarla de comida, no había probado bocado desde el desayuno y sentía que su estomago tocaba su espalda. Se sentó en una mesa a comer con tranquilidad con la emite puesta en su nuevo álbum y el esperado comeback de bigbang. Suspiro. Todavía tenía mucho trabajo.
-jiyong!
Levanto la cabeza de su bandeja y vio acercarse a la voz de 2ne1 con una expresión preocupada y la mirada de quien quiere regañar a alguien. Trago lo que estaba comido y le sonrió a la recien llegada.
-oh, hola nonna
- ¿Que ha pasado con seungri? - le pregunto ella o mejor dicho exigió mientras se sentaba en frente de él.
El pestañeo unas cuantas veces confundido.
- ¿Ha pasado algo? - preguntó en alto e internamente se preguntó que era lo que había hecho seungri esa vez.
Bom lo observó perpleja y sin previo aviso le dio un pequeño golpe en la frente. El castaño se sobo la parte golpeado y frunció el ceño ¿Se estaba perdiendo algo?
-¿Ha que ha vendió eso nona? - pregunto molesto
-eso debería decir yo - replico la chica y Jiyong la miró aún más confundió - oh vamos, ¿Me estas diciendo que no te has dado cuenta?
- ¿Cuenta de que? - ya estaba molesto de adivinanzas y cosas sin sentido.
- ¡de seungri! ¿has visto como esta o como se comporta? - casi que le grito la chica
-nona cálmate - le dijo él pensando que eso desde fuera se veía como una de esas escenas de pareja - seguramente es por todo el trabajo que tenemos, todos estamos igual.
-tu no pareces un muerto en vida - lo reto la chica y recibió una molesta mirada - mira, tu dices que es por el trabajo pero yo no lo veo así y si te fijaras un poco más en tu amigo tu también lo verías. Esta muy delgado y ahora si que parece un panda ¡Ya ni siquiera sonríe!
- sera la presión -dijo él dandole un mordisco a su bocadillo.
- algo le ha pasado - aseguro la chica con determinación - ¿No ha hablado contigo?
- no tengo tiempo para hablar con nadie nona, es un milagro que este hablando contigo - contesto mordaz el chico - mira, todos estamos muy ocupados y no podemos permitirnos perder nuestro tiempo, además seungri ya debe aprender a cuidarse solo y a solucionar su problemas.
-¡Pero eres su Hyun y su lider! - exclamó ella desencajada.
-si ¿Y? - fue la respuesta fría del rapero.
Bom no supo que decir, la indignación la recorrió y las ganas de matar allí mismo a Jiyong explotaron como un volcán. Se levanto sin cuidado alguno y lo miró con su mirada más dura.
- entonces no te mereces llevar el titulo de líder - dijo y se largo a grandes zancadas.
Él se quedó allí sentado masticando lentamente con el ceño fruncido y un genio de mil demonios. Miró la comida y gruño. Se le había quitado el apetito.
Seungri entró en el servicio de hombres, un sudor frío cubría todo su cuerpo y la tan conocida sensación de nauseas le impedía moverse con normalidad. Chocando se con todos los cubiculos los logró entrar a uno y cerrar la puerta con seguro, apoyó la espalda contra la puerta y se dejó resbalar hasta el suelo. Sentía como todo le daba vueltas y como las paredes se achicaban a su alrededor. Cerró los ojos respirando con dificultad y se arrastro hasta el bidé, el suelo parecía caerse y de pronto unos recuerdos fugitivos escaparon del bloqueo que se había impuesto a él mismo y aparecieron en su mente. Sintió la presión en sus muñecas, el aliento en su cuello, las voces rodeándolo, el olor a droga, la pequeña punzada en su brazo y las numerosas manos que tiraban de su ropa y aprisionaban.
"tu te lo has buscado niño, llora o grita que nadie va a venir..."
Y era cierto. Nadie fue.
Unas lagrimas chocaron contra el suelo del cubículo y sin poder evitarlo vomito.