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Revolución del amor en la revolución industrial por Tem-chan

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Notas del capitulo:

Bueno, de nuevo empiezo un fic, y pensaran ¿Por qué no acaba los que tiene empezados antes de comenzar otro? Buena pregunta, me apetece auto-estresarme escribiendo miles de fics a la vez, que linda soy… bueno, como dije pronto llegaré a los siete y cada uno tiene un día (esto lo digo por los que no han leído nada más mío) en un principio este fic será actualizado los miércoles. A ver si hay suerte y cumplo bien, jejeje…

ATENCION, IMPORTANTE DE LEER ANTES DEL FIC!!

Este fic va a ser distinto de lo que estoy acostumbrada, ya que no es solo un argumento aislado con muchas tramas, sino que son tres argumentos de diversas tramas con muchísimos personajes, que en algún momento se entremezclan y convergen (creo que se dice así la palabra que busco)… Así que si no me sale bien me perdonan, ¿sí? Es que hago pruebas sobre mi capacidad de redacción. Por supuesto si en algún momento fallo en algo, o no se entiende o no cuadra con lo anterior escrito me avisan, lo reescribo y lo vuelvo a colgar, no hay problema, y mejor avísenme si lo ven y no me doy cuenta aunque intentaré evitar que eso pase, xd

Como siempre digo: me baso en una época de la historia pero hago mis cambios y le pongo de mi fantasía para que sea más ameno y más fácil de escribir para mí, xd

Gracias por leer y por su atención

Capítulo 1

Era ser una vez una ciudad llamada Bartagi, en ella vivían una tercera parte de nuestros protagonistas y hoy justamente era un día de mercado, por lo que la mayoría de ellos y también algunos de nuestros campesinos, iban a vender sus mercaderías. Este era el caso de Chet, Shuu, Ichino, Hakuryuu, Yuuchi y Tenma, quienes iban junto a su padre, para aprender el negocio.

Algunos de ellos habían tenido que levantarse muy pronto para poder llegar, pero todos estaban preparados para el intercambio de bienes que harían en el mercado, el cual se celebraba una vez a la semana y que era muy importante para la economía campesina. También iría allí en el intercambio el jefe de la colonia industrial con sus dos hijastros y los pelaires Tsurugi.

—Papá, ¿por qué nos hiciste venir?

—Porque tenéis que aprender.

—Pero ya sabemos.

—Cállate, no te estarás todo el tiempo sin hacer nada. De mayor la industria será tuya y no quiero que la arruines.

—¿Y yo? —dijo tímidamente, el hermanastro del primero.

—Taiga, tú tienes que apoyar y ayudar a tu hermano.

—No lo necesito —dijo despectivamente el peli-azul.

—Masaki, cállate de una maldita vez.

—Pff….

—No bufes. Estamos aquí para poder vender lo que en nuestra industria se produce.

—Hay más gente aquí vendiendo.

—Pero nadie con nuestros precios.

—¿Por qué es más barato lo nuestro? —preguntó Taiga.

—Porque nosotros los hacemos en masa, con menos tiempo y menos gasto y así sale más competitivo al mercado.

—Esto significa…

—Que habrá más gente que nos comprará a nosotros.

—¿Y qué pasará con los demás vendedores?

—Esto no es cosa nuestra.

 

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—¿No entiendo porque cada día de mercado me toca a mi ir a poner nuestra tienda allí? —se quejaba otro peli-azul, con el pelo un poco alborotado— Y encima tengo que comprar un tazón de cerámica… ¿Dónde? —dijo enojado pero viendo la tontería que dijo— en la tienda de cerámica que hay en el mercado. Seré tonto.

Dicho esto dejó la tienda de lado y se fue hacía una que no estaba demasiado de allí, pero en la cual nunca se había parado hasta ese día. Una vez allí se fijó en el muchacho que había delante de él. Era un chico castaño, con el pelo recogido en una cola floja que dejaba que unos mechones se cayeran un poco por su hombro antes de unirse en la cola que tenía en el derecho. Sus ojos rojos se posaron sobre él antes de sonreírle un poco.

—¿Qué quiere señor?

—Un… ehem… un tazón de cerámica.

—¿De qué tamaño?

—Creo que medio.

—Está bien. Serán 10 pesetas.

Dicho esto el peli-azul rebuscó por su bolsillo sacando dos monedas agujereadas por el medio de color dorado. Y se las dio a cambio del tazón, con una mínima sonrisa. Tenía la impresión que haría lo posible para volver a comprar en él. Una vez pagado el tazón se giró para irse, pero la suave voz del dependiente le llamó la atención.

—Tú eres el que trabaja en la herrería ¿cierto?

—Eh… si…

—Necesitaría una herramienta para mi torno.

—Claro. ¿Cuál es?

—Es un tornillo grande para que el torno no se salga.

—Está bien. ¿Cuándo lo pasarás a buscar?

—Pues, supongo que antes de plegar la carpa de la tienda.

—Te esperaré entonces.

—Gracias —dijo con una gran sonrisa.

 

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En una masía un poco lejos de allí, un pelaire estaba a punto de picar a la puerta. Allí un chico de pelo-naranja estaba preparándose para ir al corral a ver a los animales antes de ir a los campos. Un peli-azul tocó a la puerta y este se acercó a ella abriéndola con un poco de temor, no esperaba ninguna visita. Estaba solo en casa porque sus padres se habían ido junto con su hermanastro a unos recados a una ciudad vecina. Al abrirla encontró un chico bastante más alto que él y mayor en edad, que le sonrió.

—Hola —dijo— creo que mi padre vino con algodón para que lo hilarais.

—Oh… ¿eres hijo de Tsurugi? —preguntó el peli-naranja un poco confundido— ¿Por qué no vino él?

—Está en el mercado junto con mi hermano menor y me envió a mí. Traje el sello de la familia por si no me crees.

El chico del pañuelo observó el sello y después asintió entrando en la casa para buscar el hilo que él y su familia habían producido. El Tsurugi mayor, cogió el hilo y lo cambió dándole las monedas que correspondían, mientras sonreía. Ese pequeño le había parecido un poco tierno. Furetsu por su parte contó las monedas y quedó un poco confundido.

—Sobra una —comentó volviendo a contar.

—Es para ti —respondió mirándole a los ojos— También traje un poco más de algodón, la semana que viene volveré en su búsqueda.

Dicho esto dejó la carga y después de una sonrisa hacia ese pequeño se fue dejándolo un poco perdido en sus pensamientos. Mientras empezaba a entrar la carga a la casa y de nuevo se preparaba para ir al corral y al campo.

Notas finales:

Hasta aquí por hoy… Dios mio, si alguien lee esto y ve que no actualizo pronto es porque paso un mal momento, en verdad debería de haber acabado esto hace unas semanas pero no podía, también debía de haber actualizado fics pero estoy en un estado anímico raro… así que me tengo que sobreponer a mi misma para poder escribir.

¿Les gustó?

¿Quieren conti?

¿Les pareció aburrido?

Bueno espero sus comentarios y poder continuar la historia pronto, debería de actualizar cada miércoles… si hay suerte… perdonad las molestias.

Hasta pronto


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