Por alguna extraña razón que nadie recordaba – o quería recordar – los miembros de la JLA y los Young Justice hicieron un show para niños en los que representaban cuentos clásicos infantiles; pasando desde “La sirenita” hasta “Pinocho”. Oh pero no crean que fue para los miembros más jóvenes (aunque ellos también estaban de público), no, en realidad fue para niños huérfanos y enfermos. Todas las actuaciones fueron… no tan malas y habían cumplido con el propósito que era alegrar a los niños; mas por una misteriosa causa o una maldición teatral todas las chicas y mujeres se lastimaron excepto Artemis, querían terminar ya y llevarlas a un hospital más quedaba un solo cuento por representar: La Caperucita Roja. Ya casi no había gente pero aun así debían hacerlo además sus familias estaban presentes y no podían decepcionarlos. Que lindos eran todos dejando de hacer lo que normalmente para ayudar… pero, siempre hay un pero.
-Artemis faltan 10 minutos para que salgas, nada más termine “Hansel y Gretel”-aviso Conner a su amiga y compañera tocando la puerta del improvisado camerino que tenían.
-No voy a poder salir-dijo con una voz extraña la arquera.
-¿Por qué?
-Me siento uaggh-se escuchó como vaciaba el contenido de su estómago.-… muy mal.
-¿Estas vomitando? ¿Por qué?
-Me sentía mal desde ayer… pero empeoro… ¡uaggh!
Conner hizo una mueca de asco al escuchar los desagradables sonidos.- Bueno voy a decirle a todos que no puedes hacerlo.
-No, espera-salió a paso lento, se veía pálida y desmejorada; sí que estaba enferma.-… no podemos detene-rnos… el show debe continuar-trato de tomar su vestuario pero su mano temblaba, Conner la detuvo.
-Así no puedes hacerlo, veré si alguien puede, quizás Zattana o…
-No… todas están lastimadas… pero-dudo un momento- tú podrías ser Caperucita.
-¡¿QUÉ?! ¡¿ESTAS LOCA?!-medio grito horrorizado ante la propuesta de Temis.
-Kon no lo hagas p-por mí sino… por los niños.
-Mejor Wally o Dick.
-Dick está ocupado con los efectos y Wally esta resfriado, solo quedas tú.
-¿Por qué me pasa esto a mí?
Minutos después…
-Y para terminar, “La Caperucita Roja”-anuncio Bruce alegre de terminar de una vez.- Hace mucho tiempo vivía una linda niña a la cual su abuelita le había regalado una caperuza roja que siempre llevaba puesta razón por la cual todos la llamaban Caperucita Roja- esa era la señal para que Artemis entrara sin embargo no lo hizo-… Caperucita Roja- nada aun-… ¡Ejem! Dije, Caperucita Roja…-una figura lentamente se acercó, mas esta no era pequeña y esbelta sino alta y musculosa “¿Cómo fue que Artemisa creció tanto en tan poco?” se preguntó Batman hasta que Caperucita llego al centro del escenario.
“¡NO PUEDE SER!” pensaron todos al ver a “la” Caperucita que no era Artemisa sino… Conner con un corto vestido blanco y calcetas largas, peluca rubia y la famosa caperuza. Se caía curioso pero no tan mal, incluso se veía adorable con sus mejillas rojísimas.
-…-Bruce tomo un par de segundos antes de seguir narrando-…un día su madre la llamo.
-Querida hija mía, ve a casa de tu abuelita, esta enfermita, llévale esta cesta con comida y medicinas- Dinah apareció junto a Conner en muletas.
-¿Y porque no vas tú?-pregunto nervioso pues su abuela Martha le lanzaba besos y algunos de los que quedaban le silbaban.
-Oh mi niña con gusto lo haría, pero estoy muy lastimada-con un ligero movimiento señalo las muletas que llevaba.- Así que llévasela, y recuerda no desviarte del camino.
-…y así Caperucita Roja se dirigió a la casa de su abuelita que estaba en el centro del bosque; durante el camino fue recogiendo flores para regalárselas. Pero de pronto un malvado lobo feroz le salió al paso a la niñita.
-Hola, hola pequeña ¿adónde vas con tanta prisa?-y el lobo no era otro que Barry que resistía las ganas de abrazar a Conner y jalarle las mejillas.
En algún momento los niños empezaron a disminuir y la cantidad de pubertos, jóvenes y hombres mayores aumento junto con los silbidos e insinuaciones hacia la tierna caperucita que estaba por perder su poca paciencia…
“¡Ven y yo te cuido del lobo!”
“¡No vayas con tu abuelita vente conmigo!”
“¡Preciosa!”
“¡Esa de rojo me la coj…!”
Conner se giró molesto hacia el público específicamente al tipo que le grito lo último-Ven y dímelo en la cara c****n-bajo la canasta a punto de echársele encima.
-Conner tranquilo-susurro Barry tratando de calmarlo, sabía que sin problemas él lo oiría-, sigamos con la obra.
-Voy a llevarle esta canasta con comida y medicinas a mi abuelita- respondió calmado y dulce (o eso aparentaba).
-¿Qué te parece una carrera? Tu por ahí y yo por acá- Lobo-Flash señalo los dos caminos que debían seguir. Por suerte –y para alivio de todos- Superboy se centró en la obra no en matar civiles, aunque todos también querían aclarar ciertas cosas con esos sujetos.
-No lo creo, mi madre me dijo que no me alejara del camino.
-Pero ese es más corto y seguro.
-Mmm... Está bien-el menor de los Kent se agacho a recoger la canasta, acción que aprovecharon para hacer sonidos obscenos. Todos temían de la vena salida en la frente del pelinegro pero este se limitó a seguir con la actuación.
-Pero el lobo engaño a Caperucita enviándola por el camino más largo. El llego primero a casa de la abuela y fingiendo la voz de la niña logro que lo dejara entrar, una vez adentro devoró a la pobre anciana, se puso su ropa y se metió a la cama esperando a Caperucita.
Mientras Batman narraba Flash y la Mujer Maravilla representaban la escena, Diana también estaba herida así que no pudo fingir una persecución como lo tenían planeado sino que se quedó en la cama como la débil y enferma ancianita que era. Barry se puso un atuendo idéntico al de Diana u luego se metió en la cama.
Toc toc.
-¿Quién esh?-pregunto imitando la voz de una vieja sin dientes.
-Soy yo abuelita, Caperucita Roja.
-Pasa, pasa hijita… ¿Qué te trae por aquí querida niña?-pregunto a Conner que había dejado la canasta en una mesa cercana.
-Mamá te envío esto.
-Oh que amable, pero acércate un poco más.
-Caperucita obedeció pero noto algo extraño en su abuela.
“¡Que obediente rojita!”
“¡Mejor vente a mi cama!”
“¡No Caperucita, no es tu abuelita es el lobo!”
Sip, aun había niños pequeños, razón por la cual Supi se mordía la lengua para no decirle a esos pervertidos hasta de lo que se iban a morir.
-Que ojos tan grandes tienes abuela.
-Son para verte mejor, querida. Pero ven, acércate caperucita, que no muerdo.
“¡No le creas, caperucita, si muerde!”
“¡Pégale en la cabeza!”
“¡Muerte al lobo, muerte al lobo!”
-Emm… si, ya voy abue. – dijo Conner mientras se sentaba en el espacio de la cama que Barry le dejo. –Pero abuelita, que orejas tan grandes tienes.
-Son para oírte mejor, Caperucita.
“Cállate pin*** lobo orejón, ¡no le creas Caperucita!” (¿Qué, los niños no pueden decir abiertamente lo que piensan?)
“¡Yo también quiero oírte, pero gritar mi nombre bonito!”
-¿¡Que quieres w**!? ¿¡No te gusta como actuó!? ¡¡Pues ven y hazlo tu si quieres, estúpido!!
-Kon… ignóralos, continuemos con la obra… - pidió Allen en un susurro.
-Bien… oh, abuelita, que dientes tan grandes tienes. – dijo aun con ganas de insultar a los pervertidos que eran prácticamente casi todas la personas que lo veían (si, el público aumento con la actuación de Supi XD). Pero él no era el único que quería castrar y desangrar lentamente a quienes le gritaban vulgaridades al pelinegro, no, Clark sentía que de un momento a otro iba a matarlos, ¡nadie más que él tenía el derecho de insinuársele a Conner, después de todo era su novio! Oh, si, como escuchan NOVIO, aunque ellos eran los únicos que sabían de su relación, pues no querían que los obligaran a separarse o algo por el estilo.
-Son para… ¡comerte mejor! – Lobo-Flash se levantó de golpe de la cama (con una velocidad normal) y corrió persiguiendo a la adorable Caperucita Roja.
-Pero una persona que pasaba por el bosque, escucho los ruidos y decidió entrar a la casa de la ancianita, por suerte esa persona era el alto y musculoso Leñador… - narro Wayne, mientras se preguntaba quien supliría a Superboy, pues él era el que tenía el papel del varonil leñador. Tuvo que contener las ganas de reír sonoramente al ver quien entraba portando un vestuario de leñador que le quedaba flojísimo: nada más y nada menos que Artemis, que ya lucía un poco más recuperada.
-Déjala en paz, Lobo. – hablo Artemis amenazando a Barry con su hacha.
-Y entonces el leñador le abrió la panza al lobo, saco a la abuelita y todos vivieron felices por siempre. Excepto, claro, el Lobo.
Mientras Batman decía eso, Flash se tiró debajo de la cama, a la vez que la arquera ayudaba a la amazona a salir de la cama, haciendo como si la hubiera sacado del estómago del feroz lobo.
-Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. – inmediatamente todo el público aplaudió, los niños contentos de que Caperucita hubiera salido viva, los conocidos de Kon-El felices de que no hubiera matado a nadie, y los pervertidos aun apreciando el cuerpo del ojiazul con ideas nada sanas en mente.
Pero bueno, como el espectáculo ya había terminado, Dinah, Flash, Diana, Conner y Artemis se tomaron de las mano e iban a hacer la típica reverencia para agradecer sus aplausos, pero como la chica no estaba completamente bien, se desmayó, y Kon la tomo del brazo para evitar que cayera del escenario, pero los zapatos que llevaba puestos eran un poco resbalosos, así que no logro evitar la caída de la rubia, y aun peor, se fue con ella. La arquera cayó en el piso, por lo que Roy fue a su rescate pues aun no despertaba, pero Conner… si estaba completamente consiente de donde había caído… y no era precisamente un lugar muy decente que digamos.