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No eres mi mascota, eres mi gran amor por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

 

Hola queridos lectores, me imagino las ganas que tendrán de matarme por empezar otro fic. Lo siento TT-TT pero no me pude contener, yo también quería hacer uno con Sasu neko. Desde que vi Loveless, quedé fascinada con la idea, ruego su perdón.

Les digo que ya tengo en mi cabecita el final. La trama es romántica, cursi, y emocional XD No sé si ponerle lemon, yo pediré su opinión cuando estemos adelantados.

Creo que serán cinco o siete capis. Espero les guste.

(Personajes de Masashi)

 

Subastando al minino

Una nueva raza de personas nació con el correr de los años. Una cualidad muy llamativa y que hacía la diferencia en la sociedad, como era de esperarse, algunos gustaban de ello, otros discriminaban y otros simplemente no le tomaban importancia. Mujeres y hombres por igual, nacieron con características de los animales. Perro y gato. Tenían orejas de gato o perro e iban acompañadas de una cola. En lo demás era igual a un individuo normal, pero lamentablemente para ellos, la vida no les sería nada agradable. Eran tratados como sirvientes y esclavos sexuales, pues la mayoría eran seres muy hermosos.

Cuando una mujer de estas características quedaba embarazada, se tenía en cuenta en el parto lo que se haría con el bebé. Si el niño nacía normal regresaría con su familia sin problemas, pero si resultaba todo lo contrario, se pagaba al padre y no se tenía en cuenta el consentimiento de la madre. La madre era por lo general una criada o una esclava sexual que terminaba en estado por los constantes abusos, algunos hombres se hacían millonarios engendrando hijos con orejas  y colas que valían una fortuna. Mientras la pobre madre solo servía para parir y no poder ver nunca a su niño, su vida era eso, ser una herramienta para el hombre.

Los curiosos seres con esta extraña cualidad pasaron a ser llamados “Mascotas”. Y en este instante se está llevando a cabo una gran subasta. Millones de mascotas son subastadas. Cabe destacar algo muy importante, los hombres difieren de las mujeres. La mujer con orejas y cola, pese a tener relaciones, seguirán siendo mascotas. Pero un hombre con esta cualidad, al dejar de ser virgen, sus orejas y cola, desaparecen fugazmente. Por esta razón, las bebas se venden más caras que los bebés.

Sentado en la mesa junto a su mejor amigo, observan sorprendidos las maravillas que exponen en el escenario. Mucha gente importante y de dinero está reunida en ese edificio con una sola cosa en mente. Tener una mascota propia, tener una mascota ahora era una moda expansiva. Algunos paseaban con sus mascotas, las cuales tenían un collar y el dueño o dueña lo jalaba de la correa. Más denigrante no se podía ser.

—¡Vendida en un millón!-gritó el subastador. Los aplausos no se hicieron esperar-¡Que pase la siguiente!-la pobre joven que no tenía más de quince años, se retiraba con la cola entre las patas, mientras lloraba silenciosamente temiendo por lo que le deparaba la vida junto a su ahora dueño.

—Recuérdame Kiba, ¿Por qué estamos aquí?-suspiró un joven de veinte años.  Cabellos rubios, piel tostada y ojos azules, vestía elegantemente un traje de marca color beige y zapatos recién comprados.

—Por qué tu padre quiere que te distraigas un poco-rió un castaño con triángulos rojos a cada lado de sus mejillas.—Has estado últimamente muy estresado, vamos hombre, tú debes ser de los pocos que no tienen una mascota.

—Por una muy importante razón-respondió serio-Odio lo que hacen con ellos, no merecen un trato de mierda. No son juguetees, son seres humanos como nosotros.

—Oh, ya empezaste. Me tienes harto con lo mismo, nadie va a cambiar ni a escucharte. Al menos yo trato bien a Hinata, y tú eres testigo-le señaló-La trato como una reina en casa.

—Tal vez, pero quisiera que el resto hiciera lo mismo con ellos.

—¿Ya tienes en mente que tipo de mascota deseas?

—¡¿Quién dice que voy a comprar una?!-frunció el seño.

—Hey, tranquilo, no grites. ¿De verdad no te interesa ninguna? Están todas muy guapas. ¿Quieres de pechos pequeños o pechos grandes?-rió divertido.

—Eres un maldito pervertido. Todo en lo que piensas es…

—Nuestra siguiente mascota, es nada menos que un hombre.

—¿Un hombre?-el blondo dirigió la vista al escenario junto con Kiba.

Todos los postores miraron maravillados al joven que se dejaba al descubierto tras el telón. Vestía un short corto blanco y una playera ceñida al cuerpo color azul, iba descalzo, y su cabello en picos dejaba ver por arriba un par de esponjosas orejas haciendo juego con su color de pelo. Su cola estaba entre sus piernas como muchas mascotas anteriores, estaba asustado y no podía mostrar otra cosa.

—Su nombre es Sasuke, tiene doce años. Como podrán ver, sigue siendo puro y como tal, hoy alguien podrá disfrutarlo-sonrió, el resto le imitó.

Uno de los participantes levantó la mano ante una duda.

—Dígame-habló el subastador.

—¿Es cierto que luego de su primera vez, pierden sus orejas y cola?

—Me temo que sí, señor.-algunos se mostraron decepcionados ante la verdad-¿Pero a pesar de ello piensan perder una oportunidad como esta? ¿No es hermoso acaso?-le tomó del mentón-Luego pueden ponerlo como sirviente en sus hogares, su belleza no desaparecerá. Así mis estimados caballeros y damas, empecemos con la subasta.

—¡Mil!-ofreció una joven parándose de la silla.

—Escuché mil, ¿Quién da más?

—¡Dos mil!-gritó un hombre.

El blondo miró a sus alrededores la cantidad de miradas lujuriosas hacia esa pobre criatura. Tan solo era un niño, ¿Cómo osaban subastar a un niño? Sus piernas temblaban, notó su cola escondida entre sus piernas y sus orejitas caídas. Sintió rabia por todas las mentes enfermas que estaban ahí.

—¿Naruto?

—Kiba, he tomado una decisión.

—¿Eh? ¿No me digas…?

—Quiero a ese chico.

—No sabía que tenias esos gustos-rió.-Pero te entiendo, se ve muy deseable.

—Yo no lo quiero para eso, idiota-habló molesto-Padre quiere que tenga una mascota, bien, cumpliré su deseo.-se puso de pie de la silla-¡Diez mil!

—¡Tenemos diez mil! ¿Quién da más? Anímense, este joven en muy hermoso. Podrán pasar una noche única con él.

—¡Doce mil!-gritó otro muchacho.

—¡Quince mil!-gritó Naruto.

Kiba miraba divertido como luchaba por ganar al pequeño minino. Ganaría sin dificultades, pobre de los demás si no contaban con un padre multimillonario. ¿Hasta donde estarían dispuestos a ofrecer por el gatito?

—¡Veinte mil!

—¡Treinta mil!

—¡Cuarenta mil!

—¡Esto en fantástico! La lucha es tremenda, ¿Quién se llevará a esta magnífica mascota hoy a casa?

Naruto estaba fastidiado, quería acabar todo ya, cuanto estarían dispuestos a dar los demás. Deseaba fervientemente proteger a Sasuke, a ese pequeño que estaba muy aterrado. Ningún enfermo se lo llevaría con él.

—¡Cien mil!-gritó el blondo.

Todos mostraron mueca de asombro. Una mascota hombre no valía tanto. El subastador estaba muy feliz, ese chico parecía valer una fortuna.

—¿Alguien da más?

—¡Mil millones!-exclamó un viejo de unos cuarenta. Nadie iba a ganarle.

—¡Diez mil millones!-gritó dejando boquiabierto a Kiba.

La multitud quedó sumamente sorprendida.

—¡Cien mil millones!-gritó otro. El subastado estaba con los ojos en blanco.

—¡Un billón!-gritó el oji-azul.

El hombre que había ofrecido la suma anterior guardó silencio junto a los demás y se sentó en la mesa. Naruto sonrió al ver que era el ganador.

—¿A-alguien más?-preguntó estupefacto-¿Alguien da más por este hermoso ejemplar?-nadie dijo nada-Bien. ¡Vendido al joven de la mesa del centro!

—¡Lo hiciste!-gritó el castaño riéndose.

Pero el blondo no le escuchó, tan solo se dedicó a mirar al pequeño con una dulce sonrisa. Una sonrisa que trasmitía cariño y protección. Sasuke levantó sus orejas y su cola se movió por lo bajo suavemente mirando con curiosidad a su nuevo dueño.

(Continuará)

 

 

Notas finales:

Espero que me apoyen con este nuevo proyecto :)


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