CAPITULO 1: “DESPERTAR”
Los rayos del sol golpearon la cara del pelirrojo fastidiándolo como siempre lo hacian.
“Puto sol” pensó fastidiado, con los ojos cerrados, se deslizo por la cama encontrándose con una exquisita fuente de calor, “¿Qué mierda?”, el pálido muchacho palpó lo que producía esa calidez, descubriendo genialmente que se trataba de una persona. Eustass Kidd se sorprendió en sobremanera.
Para su mala suerte, el día anterior hubo una fiesta en la casa de Killer celebrando el cumpleaños de Luffy, un pequeño revoltoso de su misma edad que se le había pegado ya hace mucho tiempo, en la secundaria, diciendo repetidas veces que era amigos porque Kidd lo había ayudado con unos delincuentes una vez, tanta fue la insistencia del joven que termino uniéndose, junto a su amigo Killer, a esa panda de pirados que tenia el pequeñín como amigos: Una pelinaranja llamada Nami, muy gritona e intolerante que hoy en día estudiaba meteorología en la misma universidad de Luffy y su hermano Ace, un idiota descerebrado y desequilibrado estudiante de ingeniería comercial. Los otros eran Zoro, Sanji, Ussop y Chopper que estudiaban en la misma universidad que el pelirrojo. Zoro era su compañero de grupo en la carrera de ingeniería y el mejor confidente, a veces el peliverde daba mejores consejos que el mismo Killer un rubio extrañísimo con quien se conocían desde que tenían 5 años, por otro lado estaba Sanji que estudiaba y trabajaba en un restaurante, propiedad de su padre, Ussop estudiaba derecho porque quería demostrarle a su padre que también podía ser tan o mejor que él en esa profesión. Y por ultimo estaba el lindo y pequeño Chopper a quien Kidd le había agarrado un cariño enorme porque era un muy buen y leal amigo, ese muchachito quería ser igual que sus abuelos, con los que aun vivía, el chiquillo estudiaba medicina.
Volviendo al tema, Kidd recordó que aquella noche había bebido demasiado por echarle una competencia a Zoro, pero obviamente perdió ante el peliverde, aquel hombre tenia demasiada tolerancia al alcohol, cuando ya Kidd estaba muerto él seguía como si nada hubiera ocurrido. Luego… laguna mental… algunas imágenes se le venían a la mente, cual de todas mas pervertida, pero aun no comprendía que había pasado.
Entonces, desconcertado, abrió los ojos encontrándose con un moreno de tatuajes y pircings durmiendo placidamente a su lado, completamente desnudo.
- ¿Qué mierda hice anoche? - Susurro atónito ¿Qué había pasado?, ¿Cómo es que estaba con aquel muchacho en la cama?, ¿Quién era?, ¿Qué mierda? De repente un recuerdo paso por su mente, ¡Verdad!, aquel chico a su lado era… L…, L…, L…, La… ¿Lars?.... no, Lab... no, Law… Si, ¡LAW! se lo habían presentado oficialmente en la fiesta, pero ya lo conocía puesto que iba en el mismo grupo de Chopper y varias veces los había visto juntos conversando.
Pero luego de enterarse de quien se trataba otra duda asalto su cabeza, ¿Qué hacia el moreno junto a él en la cama?
Se iba a levantar cuando se dio cuenta de que aquella no era su habitación, era todo lo contrario a la cajita de fósforos que llamaba cuarto. Esta era espaciosa y decorada con varios muebles blancos y negros, algunos manchados. Paso su vista por la habitación vio que al lado de la cama había un velador negro con una lámpara posicionada encima de una gran pila de libros cual de todos mas grande. Luego vio lo que debía de ser el closet, blanco con un espejo en una de sus puertas, este estaba en un rincón al lado de un buró lleno de hojas y libros desperdigados. Siguió con su escáner encontrándose con un mullido sillón moteado en la esquina siguiente al lado de la puerta, encima de este había un abrigo negro con detalles amarillos.
A continuación, al otro lado de la puerta había una biblioteca pequeña llenita de libros gruesos. Está bien, a aquel sujeto le encantaban los libros y si sobrepasaban las 1000 paginas mejor.
La habitación era más que espaciosa, se notaba que el idiota tenía buen gusto a la hora de espacio.
Trato de levantarse pero sintió que la persona a su lado se movía, al fijar sus ojos en ella se percato de que ya tenía los ojos abiertos, mirándolo fijamente, casi como descifrándolo, sin embargo el hombre a su lado sonrío entre confundido y burlón, cruel.
El sujeto, Law, ensancho su sonrisa burlona y lo miro con lujuria, Kidd se percato que era porque el también estaba tan desnudo como el otro. El pelirrojo no pudo evitar perderse en los maravillosos ojos plateados del ojeroso muchacho, era como si se perdiera en la profundidad y en el deseo que estos reflejaban.
- A que ni sabes mi nombre- Mencionó irónico el ojigris mientras se sentaba en la cama y se acercaba al fornido pelirrojo quedando solo a unos cuantos centímetros de distancia, aspiro su aroma de macho, fuerte, excitante. Ok, al parecer esa era la única forma de saludo que el chico conocía.
- Eres Law, ¿O me equivoco?- Dijo serio el pelirrojo, se contuvo el besar al muchacho, no era que anduviera por allí metiéndose con alguien a quien a duras penas conocía de nombre, por muchos amantes que Kidd había tenido al menos los conocía primero.
Pero pasando de eso, al moreno le sorprendió en sobre manera que él lo reconociera, que se acordara de su nombre, cuando los presentaron no pareció darle mucha importancia.
La verdad es que Trafalgar Law hace mucho que sabia de la existencia de aquel extraño, enigmático y fiero pelirrojo del que todos habían oído hablar, todos conocían a ese hombre que causaba envidia por las excelentes calificaciones que tenia y porque pareciera que ni siquiera prestaba atención en clases. Hace tiempo que se sentía atraído a él, la forma en que caminaba, en como se sentaba sin importarle su alredor, en que parecía que te devoraría en la cama como el salvaje que parecía ser, lo ponía a cien pensar en como se sentían las pálidas manos del pelirrojo sobre su morena piel. Hace tiempo que se había entregado a esa pasión ciega e imaginaria hacia al pelirrojo, Eustass Kidd.
Law también era amigo de Luffy, Chopper se lo presento un día, y como el pelinegro espetó que eran amigos, se vio casi obligado a ir a su cumpleaños el día anterior. Paso casi hora y media conociendo al sin fin de amigos de aquel chico hasta que por fin le presentaron oficialmente a Kidd, fue como si tocara el cielo, era como cualquier muchacho conociendo a su estrella porno favorita que había protagonizado casi todos sus sueños eróticos.
- Disculpa…- Interrumpió sus pensamientos el pelirrojo- ¿Cuál es tu apellido? Simplemente decirte Law se me es, no sé… extraño, no digamos que haya mucha confianza entre nosotros- Law consintió también la incomodidad.
- Acabamos de follar, no me digas que te acuestas con personas y ni siquiera recuerdas su apellido- El moreno no pudo aguantar molestarlo, era parte de su personalidad, ser un hincha bolas era su especialidad después de la medicina. Su sonrisa se torció al ver la cara de asesino en serie que ponía el paliducho –…Trafalgar Law – Dijo tendiéndole la mano pero Kidd no la estrecho, no era dado a hacer ese tipo se cosas se sentía incomodo al hacer eso, mañas solo mañas.
- Yo soy…
- Eustass Kidd - Respondió ágilmente el ojigris, dejando a Kidd desconcertado, ¿Se dio el tiempo de recordar su nombre por completo?, siempre que alguien trataba de recordar su nombre por alguna razón se perdía el su cabeza y luego solo lo trataban de “Tú”.
- Vaya, te has dado el tiempo de recordar algo tan insignificante… - Pensó Kidd en voz alta.
- Nunca olvido el nombre de alguien que me llama la atención, la verdad es que hace tiempo que conozco tu nombre- Aquello no le sorprendió, era cierto que él era bastante famoso el la universidad.
- Ayer estaba muy ebrio… ¿Cómo es que…? Que me acuerde con suerte podía moverme.
- Bueno lo de anoche me dice todo lo contrario Eustass-ya – Ronroneo Law cerca del cuello pálido del pelirrojo, no había sido muy provechosa la noche ya que es verdad que Kidd con suerte se podía una mano, pero aun así le dolía el trasero. Kidd se crispo al sentir a alguien tan cerca, no le gustaba mucho el contacto ajeno, pero aun así no le aparto como lo hacia con sus otros amantes.
- Pues… yo no… - Como decirle al muchacho que no recordaba lo que había ocurrido… No quería que se enojara y lo mandara a la mierda, lo arrojara desnudo fuera de su departamento como lo había ocurrido en muchas ocasiones con las personas con quien se acostaba.
- No te preocupes si no lo recuerdas…-Interrumpió Law – Estabas demasiado ebrio, ¿Acaso te pedí que lo recordaras? Con lo de ayer a pesar de que no te movías con agilidad fue bastante intenso- suspiro y miro la cara de desconcierto y cabreo de Kidd, le encantaba esa mezcla de sentimientos que provocaba en él.
- Aun así… no es justo no recordarlo…- espetó Kidd un tanto pensativo, intentando no sonar como un idiota, si en algo no era bueno era en el arte de la comunicación, sus amigos lo habían aprendido a conocer por lo que no le suponía mayor esfuerzo, pero en ese momento no quería que solo Law recordara lo que había ocurrido… Mas bien le molestaba que no recordar como hizo suyo al morenazo a su lado.
- Por Dios… no vayas a decir cursilerías estúpidas se nota que no eres así- Bombardeo sin mas Law. Por la cara que puso el pelirrojo creyó que recibiría un gran golpe….
Pero no llego, en vez de eso, se sintió aprisionado por los labios del pelirrojo los que empezaron a moverse sobre los suyos, degustándole, mandándole un escalofrío excitante por todo su cuerpo, algo que aquella noche no sintió. Law abrió ligeramente la boca para que Kidd entrara profundizando, apasionando el beso. Ambos comenzaron una batalla dentro de sus cavidades, jugueteando, Law paso los brazos tras el cuello de Kidd y este le acaricio salvajemente se espalda estremeciéndolo aun mas por el placer, Eustass trataba de controlarse deleitándose con los espasmos que provocaban al moreno sus caricias.
Se apartaron dejando un hilo de saliva entre ellos. Tratando de recuperar el oxígeno, jadeaban entre miradas lujuriosas.
- No es justo…- Lamió el cuello del moreno deleitándose con el exquisito sabor de su piel dorada, suave, dispuesta a sentir caricias llena de placer- Las imágenes esporádicas en mi mente no me son suficientes y verte aquí desnudo con tu delicioso aroma y sabor me prende, prepárate Trafalgar- La voz ronca de Kidd le provoco una erección inmediata.
- Ahh… Eustass-ya… mmnn…..- No podía mas, el pelirrojo lo llevaba calentando muchísimo tiempo como para jueguitos, se abalanzó sobre el pelirrojo quedando encima de él relamiéndose los labios al ver a aquel arrogante y fornido cuerpo bajo suyo con la cara sonrojada y ojos centellantes por la lujuria – Esta es una buena forma de comenzar un día – Pasó sus dígitos por la piel pálida sorprendiéndose por la suavidad áspera de esta, aquella piel caliente, asombrosa, alborotada por el placer, Kidd tenía un cuerpo envidiable, endemoniadamente sexy, esculpida por horas en un gimnasio y ejercicio duro. Le arranco un suspiro que elevo su libido al máximo.
- Corderito…- Le susurro al odio con voz ronca, grave, provocadora- Te has convertido en lobo- Sonrío de manera escalofriante que a la mayoría de sus amantes le provocaba un miedo incomprensible.
Pero en vez de espantarse Law torció una sonrisa burlona excitando a Kidd mucho más, estaba deseando demasiado a ese muchacho. A la mierda si no conocía mucho de él.