La paz ya se había alcanzado en Shin Mazoku. La mayoría de países humanos habían trazado ya una alianza con los Mozaku y varios tratados de ayuda mutua.
En el palacio todo era como siempre:
Günter seguía con sus habituales sangrados de nariz y gritos cuando Yuuri no le llevaba a las reuniones de la alianza o a cualquier otro sitio.
Gwendal tampoco había cambiado y seguía igual de serio y fácilmente irritable.
Conrat, por su lado, seguía siendo muy amable, Yuuri incluso creía que aún se había vuelto más amable, si eso fuese posible.
Ya habían pasado tres años desde que Yuuri, accidentalmente, se comprometió con Wolfram. Tres años y nada había pasado. El pelinegro seguía tratando al rubio como siempre, como a uno de sus mejores amigos. Seguía sin negar ni aceptar el compromiso pero evitaba excesivas muestras de cariño.
Esta situación fue hundiendo poco a poco a Wolfram. El rubio se sentía como un completo incomprendido, el realmente amaba a Yuuri y se había jurado estar siempre a su lado, pero ya llevaba un tiempo dubitativo con respecto a esa promesa. Si el pelinegro simplemente hubiera aceptado el compromiso o si lo hubiera rechazado todo estaría mejor, habría quedado todo claro. Wolfram era capaz de seguir al lado de Yuuri aunque el compromiso se deshiciera. Lo que realmente le estaba afectando era la incertidumbre que le provocaba el hecho de seguir comprometidos sin ningún avance.
Conrat estaba preocupado por su hermano menor. Una noche, mientras paseaba por los jardines, pudo ver a su hermano en una terraza, llorando de tristeza. Pese a que apreciaba increíblemente a Yuuri, el castaño empezaba a pensar que era necesario que la situación del compromiso se aclarara, no quería ver a su hermano así.
Wolfram lloraba muchas noches por culpa de la impotencia que sentía al notar como la persona a la cual amaba no le hacía caso, ni tan siquiera era capaz de darle un beso aun cuando estaban prometidos. Durante el día se mostraba igual que siempre pero ya empezaba a llegar al límite. Nunca había preguntado a Yuuri por qué no anulaba el compromiso por miedo a la verdad.
Por su lado, Yuuri seguía feliz como siempre. Realmente el hecho de haber logrado la paz en el reino le animaba más. Veía como el país que tanto apreciaba estaba en paz y que tantos años de dedicación habían dado sus frutos.
Tanto Yuuri como Wolfram seguían teniendo de hija adoptiva a Greta, la cual ya se veía un poco más mayor pero aún seguía siendo una niña.
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Ya era de noche en Pacto de Sangre. Como hacía ya un tiempo, Wolfram, a veces, se iba a dormir a su propia habitación. Realmente se iba de la habitación de Yuuri los días que se sentía deprimido y sabía que por la noche lloraría. Cada vez había más días de estos. Al pelinegro como escusa le decía que había días que le gustaba estar solo y tener más espacio para él. Cuando decía eso Yuuri se le quedaba mirando y decía con una media sonrisa:
- ¡Pero si soy yo el que siempre se despierta fuera de la cama por tu culpa!
- Te quejas por todo, debilucho.- Respondía siempre el rubio mirando a otro lado.
Ya en su habitación, Wolfram se puso el camisón de dormir que solía utilizar y antes de que pudiera abrir las sábanas llamaron a la puerta.- Pasa.- Contestó con desgana el rubio, realmente no estaba de humor para recibir visitas.
La figura de Conrat apareció en la puerta haciendo que la expresión de Wolfram cambiara levemente. Desde que Yuuri había venido a Shin Makoku se llevaba mucho mejor con su hermano y no le molestaba su presencia.- Perdona que te moleste a estas horas.- Dijo el castaño.
- No pasa nada, aún no estaba durmiendo.- Respondió el ojiverde.- ¿Qué querías?
- Bueno, ya llevo unos días queriendo hablar contigo pero no había manera de que estuviéramos solos.- Dijo el castaño algo apenado.
- ¿Qué me querías decir?- Contestó Wolfram algo desconcertado por lo que le había dicho Conrat.- ¿Qué podrá ser tan importante y privado para que me lo tenga que decir a solas?- Pensó el rubio.
- El otro día te vi llorar.- Dijo acercándose a su hermano menor y apoyando una de sus manos en el obro de éste.- Realmente estoy preocupado por ti, no creo que puedas seguir así.
Wolfram quedó impactado.- ¿Cuándo me ha visto llorar?- Pensó.- ¿Tal vez en el balcón?
Al haber escuchado aquello por parte de Conrat, todas las cosas por las que lloraba le vinieron a su mente, su maldito compromiso con Yuuri, el amor que le procesaba a éste… No quería pero algunas lágrimas solitarias se empezaron a deslizar por sus mejillas. Bajó la cabeza para intentar evitar que el castaño lo notara, era demasiado orgulloso para llorar delante de su hermano.
- Wolfram… ¿Estás bien?- Preguntó al observar las primeras lágrimas que caían de los ojos del rubio.- Por favor, ¿Es por Yuuri no?- Terminó preguntando mientras hacía que si hermano le mirara a los ojos.
- Si… Es por Yuuri… Es porque es un enclenque.- Dijo el ojiverde con algunas dificultades causadas por el llanto.- Es porque no se decide. Podría soportar si no me quisiera, tal vez me alejara un tiempo pero volvería a su lado más adelante. Lo que no puedo soportar es esta incertidumbre, el hecho de que mantenga el compromiso. No sé por qué motivo no lo rompió hace años.- Término diciendo ya llorando a lágrima viva.
Conrat abrazó a su hermano. No sentía ningún rencor hacia Yuuri, pero no podía dejar que su hermano siguiera en esta situación, notaba como éste sufría.- Wolfram, tendrías que hablar con Yuuri.- Contestó aun manteniendo el abrazo.- Déjame hablar a mi primero con él, le preguntaré por qué mantiene el compromiso, y luego hablas tú con él. No puedes seguir así, es necesario que se aclare todo, ya ha pasado demasiado tiempo.
Cuando Conrat salió de la habitación, Wolfram se acostó. Como cada noche que dormía en su cuarto, continuó llorar hasta que se quedó dormido.
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Yuuri caminaba por los jardines de Pacto de Sangre. Como siempre saludaba a todo el mundo con una sonrisa en sus labios, pero en realidad se encontraba pensativo.- Ya hace un tiempo que a veces Wolfram se va a dormir solo a su cuarto.- Pensaba.- No me creo que sea porque esté más cómodo, fue él el que decidió quedarse conmigo. Algo le debe pasar.- Aunque tenía una ligera idea de lo que era no quería que esa idea le pasara por la cabeza.
Realmente se había acostumbrado a encontrar siempre a Wolfram en su cama, se sentía un poco solo cuando no estaba.
- Buenos días majestad.- Dijo la voz conocida de Conrat.
- Es Yuuri, Conrat.- Dijo el pelinegro con una sonrisa.
- Sí… Sí. ¿Cómo te encuentras hoy, Yuuri?- Preguntó el castaño.
- Pues bien, supongo, como siempre.
- Quería hablar contigo de una cosa.- Dijo el castaño cuando ya se encontraba cara a cara con su rey.
- ¿Qué pasa Conrat? ¿Hay algún problema?- Preguntó el pelinegro con curiosidad.
- Pues… Verá, es Wolfram.- Dijo el castaño observando al alrededor para que nadie les escuchara.- Él no está bien.
- Sí que le he notado un poco diferente últimamente, sobretodo porque hay veces que ya no se queda a dormir en mi habitación, y eso me ha extrañado.- Dijo el pelinegro.- ¿Qué le pasa?- Terminó preguntando.
- Que no aguanta más, Yuuri, y yo le entiendo.- Explicó Conrat un poco apenado.- Piensa que Wolfram te ama de verdad, y no soporta más el hecho de mantener el compromiso sin más, tendrías que decidirte. Si no le quieres, ¿Por qué no rompes el compromiso?
El pelinegro se quedó pensativo.- ¿Por qué no rompo el compromiso?- Realmente no tenía una respuesta clara para eso. Él siempre se había intentado autoconvencer de que no lo rompía porque si lo hacía perdería a uno de sus más importantes amigos, ya que creía que Wolfram se iría de Pacto de Sangre. Pero realmente no estaba seguro de por qué no rompía el compromiso.
- No estoy seguro, pero creo que tengo miedo de que Wolfram se vaya de Pacto de Sangre si rompo el compromiso. Él es realmente importante para mí.- Contestó dubitativo, realmente se había acostumbrado a la presencia del rubio y le divertían sus arrebatos de celos.
- No creo que hubiese pasado eso si hubieses desecho el compromiso antes.- Contestó Conrat.- Pero te digo que es importante que aclares las cosas. Ayer hablé con Wolfram, supongo que hoy te vendrá a ver. Tú decides lo que hacer, ya sabes que yo te apoyaré siempre, te he venido a decir esto porque realmente estoy preocupado por mi hermano menor.
- Gracias Conrat. Iré a mi habitación, necesito pensar en todo lo que me has dicho.- Contesto Yuuri retirándose.
Al ver a Yuuri tan dubitativo, Conrat sabía que ese compromiso no iba a terminar bien. Estaba seguro de que ambos saldrían lastimados. Por lo menos por el momento.