Había una vez, en un reino lejano, un benevolente Rey, que tenía un hijo increíblemente guapo, no había nadie el reino que tuviese tanta belleza como el príncipe Seunghyun. Él era un joven muy amable y querido por todo el reino al igual que su padre, aunque para todos era algo raro, siempre pegado a sus libros de aventuras y peleas con dragones. Ese era un reino tranquilo, lleno de gente ordinaria, donde todos los días eran iguales. Seunghyun esperaba el día en que al fin pudiera actuar como un príncipe valiente y poder salvar el reino de alguna bestia, pero a este paso parecía ser imposible, nada diferente pasaba ahí, todo era monótono y aburrido.
Un día por desgracia una terrible enfermedad azotó el reino, toda la gente estaba muriendo y el rey y su hijo no podían hacer nada. Pero había alguien sí, era muy conocido por todos en casi todos los reinos, pero nadie se atrevía a llamarle, ya que en las ocasiones que eso ocurría las cosas terminaba muy mal.
“No hay nada que perder padre.” Dijo Seunghyun a su anciano padre que parecía perturbado ante la idea de su hijo.
“Hijo, se que quieres hacer algo bueno por el reino pero eso es demasiado, estoy seguro que la enfermedad se detendrá pronto.” El rey trataba de convencer a Seunghyun de que aquello mejoraría pero su hijo parecía empeñado en la idea de llamar a la persona que podría parar todo eso.
“Pero papá toda la gente esta muriendo.. esto no será un reino pronto, ¿de verdad esperas que toda la gente se recupere así como así? Necesitamos un milagro.. o más bien magia.” Exclamó Seunghyun. “Podemos darle dinero si eso quiere, además dudo que me pida a mi heredero, eso solo lo hace con chicas.”
“Bien, pero yo lo llamaré, ¿entendido?” Seunghyun asintió.
Su padre entonces preparó todo para llamar al ‘hombre’ que arreglaría sus problemas. Todo estaba listo para que llegara el hombre. El olor a muerte comenzaba a respirarse en el palacio y eso comenzó a preocupar al rey, por qué llamó casi de inmediato al sujeto, pero este no llegó.
“Tal vez lo has hecho mal papá.” Dijo Seunghyun.
"Hehehe ¿esperaban a alguien?" Una voz aguda pero tenebrosa retumbo en el lugar.
“G..G-dragon.” Tartamudeó el rey.
“El mismo.” Dijo haciendo una reverencia divertido. “¿Y bien? ¿Para qué necesitan mis servicios?” Preguntó. Era un chico al parecer, pero era algo bajo y tenía la piel escamada, con el cabello totalmente rubio. No era nada agraciado. “Dejenme adivinar.” Decía jugueteando, mientras fingía pensar que afligía al rey. “Seguro quieren que salve su reino de la enfermedad bubónica. ¿cierto?”
“Así es... ¿puedes ayudarnos?” Le dijo un muy afligido rey.
“Claro que puedo, pero mis servicios tienen un precio, ¿están dispuestos a pagarme?” Dijo el joven de aspecto intimidante.
“Por supuesto.” Dijo Seunghyun . “Puedes tener todo el oro que puedas, solo salva al reino.”
“Oh, no querido, yo no quiero ni necesito oro.” Sonrió siniestramente. “Quiero algo de más valor.” Entonces miró al rey. “¿Usted está dispuesto a pagarme?”
“Por supuesto.” Le dijo el padre de Seunghyun.
“Bien, entonces...” Camino por la habitación. “Quiero algo de mucho valor para ti..” Decía caminando alrededor de Seunghyun. “Lo quiero a él.” Sonrió.
“¿A-A mi?” Preguntó Seunghyun.
“¿Estás loco?” Dijo el rey. “No te daré a mi hijo, él no es un objeto en venta.” Exclamó enojado.”
“Bien, entonces espero que esten listos para gobernar un reino sin gente.” Rió el chico mientras hacía ademán de irse.
“¡Espera!” Gritó Seunghyun, y G-Dragon sonrió, para seguidamente darse la vuelta.
“¿Sí?” El chico le miró. “No me hagas perder mi tiempo, así que habla.”
“Iré contigo.” Dijo el príncipe.
“¿Qué?” El rey se sorprendió. “¡Hijo no puedes ir con él!” Le dijo mientras GD lo sostenía con magia.
“Deje hablar al muchacho, su alteza.” Rió. “¿Entonces?”
“Pero tienes que salvar a mi reino, tienes que curarlos a todos.” Le exigió Seunghyun.
“Está bien.” El trono los dedos y luego le miró. “Listo.” Sonrió. “Todos estan curados, y para asegurarme de que no contraiga la enfermedad tu reino de nuevo les he puesto una vacuna.”
“¿A-Así de fácil?” Decía anonadado Seunghyun.
“Así de fácil, querido. No sé si lo sepas pero soy G-Dragon y soy el mejor mago en todos los reinos.” Le dijo un orgulloso rubio. “Ahora, vámonos.” Exclamó mientras soltaba al rey y caminaba en dirección en la salida. El padre de Seunghyun cayó al suelo y tosió un poco por el impacto.
“¡E-Espera!” Gritó Seunghyun.
“Aish.” Se quejó G-Dragon. “¿Y ahora qué?”
“Dejame despedirme de mi padre.” GD rodó los ojos un momento, no era del tipo que amara las cursilerias.
“Está bien, que sea rápido.”
“Hijo... no puedes ir con él...es una bestia...no puede llamársele humano.” Le dijo su padre.
“No te preocupes por mi padre, estaré bien, y el reino también, es un trato justo.” Sonrió Seunghyun mientras le abrazaba por última vez.
***
“Bienvenido a tu nuevo hogar, príncipe.” Rió G-Dragon mientras caminaba y se sentaba en una de las sillas de la enorme sala. “Espero que los príncipes sepan hacer tareas domésticas, necesito alguien que limpie mi enorme castillo , que me haga de comer, lave mi ropa, y todo eso, ya sabes.” Volteo a mirarle. “¿Estás bien con eso?”
“Sí.” Contestó Seunghyun.
“¿En serio?” GD enarcó una ceja, pues esperaba que el príncipe se quejase.
“Para algo debías necesitarme.” Replicó el príncipe bastante serio.
“Entonces no te importara quitarle la piel a los niños que me como.”
“¡¿Comes niños?!” Seunghyun puso cara de terror al escuchar al mago decir aquello.
“Claro que no idiota. Estaba bromeando, ahora anda por ahí a hacer tus deberes” Le dijo el rubio mientras se acercaba a una rueca que tenía en la esquina de la habitación y se ponía a convertir paja en hilo de oro ante la atónita vista de Seunghyun.
“¿E-Eso es oro?”
“Hilo de oro.” Aclaró. “Es mi hobbie.” Sonrió mientras seguía concentrado en su hilo. “Ya deja de mirarme y vete.” Ordenó el chico.
Seunghyun entonces se fue de ahí, miró el enorme castillo en el que vivía G-dragon, en realidad era bastante bonito y tenía un montón de objetos misteriosos por todos lados, posiblemente objetos mágicos. El príncipe iba a tocar una extraña espada, parecía de oro con letras grabadas en algún antiguo idioma, pero cuando estaba a punto de tocar aquel objeto alguien le interrumpió.
“¿Piensas matarme?” Preguntó G-Dragon. “Debo advertirte que es imposible, llevo conmigo un escudo protector mágico.” Sonrió.
“Yo..no, no quería matarte..solo quería tocarla.”
“Bien, pues no toques a menos que sea para limpiar.” Le aclaró. “¿Entendido?” Preguntó. “Son cosas muy valiosas así que mejor ve a otra área del castillo.” Dijo corriéndole de ahí.