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Forever Young por HSMJYJ_6501

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Notas del fanfic:

Inspirado en la letra de Never Say Goodbye de Bon Jovi. Porque es mi canción favorita y llevaba literalmente MESES planeándolo <3

Notas del capitulo:

¡Disfruten, babes! ^^

1. ¿Recuerdas los días en los que escapábamos de clases? Corriendo autos y siendo geniales.


Sehun observaba notablemente nervioso desde el otro lado del muro de la escuela, la manera en la que Jongin luchaba para llegar hasta arriba, ayudado únicamente por un par de rocas del patio trasero y una que otra protuberancia del muro. El menor de ambos suplicaba porque el otro no se cayera y se provocara una contusión en la cabeza que terminara con un lloroso y asustado Sehun, y un muy lastimado –y probablemente hospitalizado– Jongin. Sehun seguía reprochándose miles de veces por no haber sido él quien ayudara al mayor a subir primero para que éste no tuviera que pasar por un apuro como aquél.


El menor apretó el tirante de la mochila con los nervios erizándole los vellos de la nuca, y después, liberó la tensión de su cuerpo cuando el mayor por fin logró estabilizarse en el borde.


—Jongin, ¡apúrate! No nos vayan a descubrir.


El moreno saltó los dos metros del muro y cayó fuertemente, intentando mantener el equilibro. Sacó las llaves de su bolsillo y quitó los seguros del Dodge Nart color amarillo que Sehun tanto adoraba. Ambos entraron al auto, y Sehun apretó sus dedos en un puño sin poder contener la excitación de ser la primera vez escapándose juntos.


Jamás había hecho estas cosas de chicos malos. Él solía observar a Jongin en la escuela, siendo rudo y malo, pero interesante y excitante. Cuando ellos comenzaron a hablar esporádicamente, Sehun se dio cuenta de que Jongin no sólo era interesante, también era alguien a quien quería mantener a su lado, probablemente para siempre.


No necesitábamos un lugar a donde ir.


Luhan había llamado cerca de doce veces a Sehun esa misma tarde, pero él ignoró todas y cada una de las llamadas de su hermano. A pesar de que su teléfono no dejaba de vibrar en el bolsillo, no importaba, porque al besar a Jongin de aquella forma, ambos tumbados en el pasto a las afueras de la ciudad y el cielo teñido de anaranjado; sus sentidos vibraban más que intensamente, y su corazón palpitaba a una velocidad tan peligrosa que creyó que en cualquier momento se desmayaría por tanto amor.


Entonces ambos se separaron agitados por el beso prolongado. Hacia ya un par de minutos que el teléfono de Sehun había dejado de de insistir, pero tardó mucho para que ambos se dieran cuenta. Porque nada más importaba mientras estuvieran juntos, y el mundo dejaba de existir por completo cuando sus labios se juntaban y jugaban para saber quién dominaría la situación.


—Quiero estar contigo siempre, Jongin.


El mayor miró a Sehun con intensa ternura, acarició un mechón de cabello rubio que tapaba su frente, y sonrió.


—Estaremos siempre juntos. Te lo prometo, Sehun.


2. ¿Recuerdas cuando perdimos las llaves?


—Jongin ve, te prometo que no pasará nada.


El mayor miró con intensidad y preocupación a Sehun. Definitivamente no podía dejarle solo a mitad de la noche en la puerta de su casa si Luhan no estaba. Tampoco podía llevarle a su casa, sus padres le armarían tremendo escándalo por llevarse el auto, y no quería que Sehun presenciara aquello.


—Me quedaré contigo entonces, hasta que Luhan llegue.


— ¡No! —Jongin frunció el ceño—. Quiero decir… no quiero que tus padres te regañen por mi culpa.


Jongin sonrió comprensivo y acarició la mejilla del menor, transmitiendo en un simple toque todo el amor que sentía por él, aunque definitivamente, ese sólo acto no era suficiente.


—De cualquier manera lo harán, así que no te preocupes. —Jongin le guiñó un ojo al menor y abrió la puerta trasera del auto para dejarle pasar—. Entra, hace frío afuera.


Sehun sonrió, caminó hasta el mayor y depositó un suave beso en sus labios.


Así era Jongin: cálido, amoroso y tierno. La gente pensaba cosas sobre él que no tenían nada que ver con sus actitudes, y muchos no entendían cómo es que Sehun pasó de ser "el chico hermoso con quien todo mundo deseaba salir" a "el chico hermoso con quien todo mundo deseaba salir, pero que estaba con Kim Jongin, una de las escorias de la escuela".


Incluso Sehun nunca supo cómo ocurrió. Quizá fue la manera en la que el moreno le trataba con dulzura y prestaba atención a cualquier cosa que él dijera, o tal vez la intensidad y calidez de la mirada de Jongin, eso era algo que Sehun nunca habría esperado de alguien con tan mala fama.


—Conozco una mejor manera de entrar en calor.


Y así era también Sehun. A pesar de que todo mundo creía que era el niño bueno e inocente a quien se le podía jugar cualquier mala pasada, el chico era muy astuto e inteligente, puro y adorable; así es como lo definiría Jongin. Sehun era perfecto para él, y el mayor solía pensar que tuvo que haber salvado a la humanidad entera en su vida pasada para merecer a alguien tan dulce como lo era Sehun.


Y tú perdiste más que eso en mi asiento trasero.


Jongin se dejó llevar esa noche en el auto por las manos de Sehun atrayéndolo hacia él. Él siempre había querido ir despacio sin tener que forzar a Sehun, pero el hecho de que sea el menor quien tomara la iniciativa le llenaba de emoción, pero también de nervios.


Aquella noche, labios gruesos chocaron y besaron labios delgados. Un par de lenguas juguetearon y dos pares de manos exploraron cuerpos ajenos. Mientras Sehun permanecía recostado en el asiento trasero, Jongin estaba arrodillado en justo enfrente de él, con su lengua acariciando la excitación del menor y haciéndole enloquecer.


Sehun gimió su nombre y rasgó el asiento del auto con sus uñas cuando sintió que ya no podía con el doloroso placer conteniéndose en un solo punto de su cuerpo, entonces explotó justo en la boca de Jongin. Su cuello se encogió y su espalda se enderezó mientras algunos espasmos seguían recorriendo su cuerpo entero, Jongin se levantó y se sentó a su lado para después jalarle hacia él y colocarlo a horcajadas en sus piernas. El rostro sonrojado de Sehun lo decía todo.


"Te necesito, Jongin".


Después de la inminente –e innecesaria, al menos para Sehun– preparación, Jongin se adentró en él con cuidado. El menor pensaba que eso no hacía falta, porque para él, cualquier cosa que Jongin hiciera, sería hecho con amor y respeto para así nunca lastimarlo, y eso era lo único importante.


Fueron minutos eternos de cuerpos sudorosos chocando uno con otro, intercambiando posiciones y caricias. Compartiendo besos y palabras de amor.


Aunque nadie comprendiera por qué alguien como Sehun salía con alguien como Jongin, eso era lo menos importante. Ellos no necesitaban comprenderlo.


3. ¿Recuerdas en la graduación esa noche? Tú y yo tuvimos una pelea. 


 — ¡No, Jongin, no!


Sehun se soltó del agarre que Jongin intentaba ejercer sobre él. El menor había estado caminando escalerillas abajo para salir del gimnasio en donde los alumnos del tercer año de preparatoria se reunían, celebrando su triunfo durante el año escolar.


—Sehun, por favor.


— ¡No!


Esta vez, Sehun empujó al moreno. Aún enojado, el menor se encontraba abrumado por la belleza que el mayor desprendía, ataviado con camisa blanca y saco negro con pantalones negros de mezclilla.


Así era Jongin: único, majestuoso e increíblemente guapo. Su aroma era siempre el de un delicioso olor a vainilla mezclado con alguno otro que Sehun no podía diferenciar. Al menor le encantaba eso, pero hoy especialmente, Jongin olía a cigarro.


—Dijiste que no lo harías de nuevo. Pero te he visto ahí atrás del gimnasio, estabas fumando.


Jongin parpadeó y apresó sus labios entre sí lleno de frustración. Él había prometido no tocar un cigarrillo de nuevo, pero la historia era larga. Chanyeol le había ofrecido uno y él simplemente no se pudo resistir. El humo recorriendo su boca y sus fosas nasales era casi tan placentero como un solo beso o caricia de Sehun. O quizá, aquello no se comparaba con un simple cigarro.


Jongin no se dio cuenta de cuánto tiempo habían permanecido ahí los dos de pie, Sehun dándole la espalda y el moreno buscando las palabras adecuadas para pedir perdón.


Pero la banda tocó nuestra canción favorita. Y te sujeté entre mis brazos con fuerza.


… Y juré que nunca te dejaría ir.


Sólo hasta que desde el gimnasio se escuchó la balada favorita de Sehun, fue cuando Jongin reaccionó y su mente se iluminó. Desde fuera, pudo divisar que muchas parejas se tomaban de las manos o se juntaban para bailar al ritmo suave de la canción. Jongin pudo ver que los hombros de Sehun se destensaban, entonces le tomó delicadamente de la mano para atraerle hacia él en un suave abrazo, intentando expresar todo su arrepentimiento.


Sus cuerpos comenzaron a balancearse a un ritmo suave mientras el olor de la nicotina inundaba el olfato de Sehun. Ciertamente, era molesto, porque Jongin había prometido no hacerlo de nuevo, incitado por un preocupado Sehun que alegaba que fumar era completamente malo y sólo le traería problemas en el futuro. El menor se dejó llevar por el ritmo de su improvisado baile aún con el ceño fruncido. Así es, él seguía enfadado por haberlo descubierto con el humo saliendo entre sus labios.


—Hey, lo lamento tanto. —Sehun permaneció callado—. Sé que lo prometí, pero entiende que esto no es fácil para mí. No puedes pedirle a un adicto que deje su droga de un día para otro.


Sehun murmuró un "Hm" seco.


—Tampoco puedes dejarme de un día para otro. Hacerte a un lado es como pedirme que deje de respirar, eso sería mucho peor que luchar contra el cigarro, ¿no lo crees? —Conmovido por eso, Sehun levantó ligeramente el rostro y pudo ver los ojos de Jongin llenos de sinceridad, completamente desesperados por una respuesta—. Si me das otra oportunidad, prometo dejarlo enserio esta vez. Puedo verme sin esa porquería en poco tiempo, pero no puedo verme una eternidad sin ti, Sehun.


El menor sabía que tenía razón, estaba pidiendo peras al olmo. Era evidente que para alguien como Jongin, dejar la adicción en tan poco tiempo no era fácil, así que estaba en él perdonarle y darle otra oportunidad, o dejarle y permitir que probablemente, caiga de nuevo en el cigarro.


—Está bien, Jongin. Quiero que nos quedemos juntos. —Sehun dijo, con ojos brillantes y una ligera sonrisa adornando sus labios.


Aunque Sehun y Jongin no sean la pareja más hermosa ni la que todo mundo esperaba, aunque Jongin no era lo suficientemente bueno para Sehun a vista de los demás, lo único que importaba, era que a ambos les tenía sin cuidado los prejuicios y estereotipos de los demás.


Jongin podría ser el vándalo fumador que solía escaparse de clase, pero él era el novio más dulce, cariñoso y perfecto del mundo, simple y sencillamente porque daría cualquier cosa por permanecer con Sehun.

Notas finales:

Quizá el final no haya sido lo que ustedes esperaban u_u pero soy pésima en los finales lol


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