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Lo Que nos une por DalSegno

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Notas del capitulo:

Ohayo! Bueno este es mi primer fanfiction espero no regarla Q-Q por no usar otra palabra XD, bueno esto, como pueden ver es WatanukixDoumeki, pero no de la serie, si no de la ova, "Rou" y "Adayume" por favor no me peguen les avise del spolier(? ;u; aunque por ahora no contiene mucho pero bueno, espero les agrade y ya saben dudas sugerencias las resivo siempre y cuando sean constructivas 

 

Desde hace mucho tiempo pienso, que es aquello que nos une… o más bien ¿Por qué estamos juntos? Yuuko-san siempre decía, que con cada persona que nos crucemos, al verla, hablarle, formamos un vínculo, sin embargo, el de nosotros, es más fuerte ¿cierto? Más que solo una aventura, Pensaba nuestro querido watanuki, observando la hermosa luna Creciente que se posaba sobre aquel cielo estrellado, aquellos pensamientos fueron interrumpidos por los balbuceos de mokona, volteo a verle y solo sonrío, se quedó ahí un buen rato, acabándose el poco sake que sobraba, al terminar, llevo todo a su lugar y junto con su amiga de borrachera, se fue a la cama, a descansar o tal vez intentar hacerlo, llego a aquella cama, que solía usar su antigua jefa, y que aun ahora la esperaba, aunque como es obvio aquellos sentimientos que solía creer que tenía por ella, desvanecieron, llegando así unos nuevos, por aquel hombre que hizo olvidarla, suspiraba mientras observaba el techo de la cama, pues mientras pensaba en todo aquello, sobre Yuuko-san y su tiempo con ella, se alistó y metió en la cama, para entrar en aquel mundo en el que tu controlas lo que pasa, lo que haces, lo que vez y lo que ocurre alrededor, el mundo de los sueños, ese en el que solo puedes entrar en la noche y aquel donde  watanuki entraba, pocas veces y solo para ver pesadillas o restos de memorias, así la noche se pasó con velocidad, y de un instante a otro ya era de día

-Mhn... – Murmuro, mientras un poco de sol, entraba por aquella puerta corrediza, que había sido abierta antes por sus ¿sirvientas? No… Compañeras, Maru y Moro, las cuales estaban en el regazo del chico, y al verle despierto sonrieron-

Buenos Días Watanuki! –dijo Maru

Ohayo Watanuki! – comento moro

Buenos días –decía con una suave sonrisa, para después, darle un suave beso en la frente a las chicas, primero a Maru y luego a moro, luego se levantó de la cama, tenía cosas que hacer obviamente y aunque no recibía tantos clientes como su antigua dueña, siempre había uno que otro que aparecía ahí, se vistió como era costumbre, con uno de los trajes que hacía con los antiguos kimonos de Yuuko-san, muchos los arreglaba para que quedaran a la complexión que el poseía y otros simplemente  cortaba y arreglaba para hacer uno nuevo, al finalizar con esto salió del cuarto, junto con las chicas, las cuales llevaban a mokona en brazos o más bien manos… Como fuera, ellas la llevaban hasta lo que sería la sala, para poder comer lo que watanuki preparaba, siempre un festín diferente, y algunas veces festines con sobras, aunque con el sazón del joven, bueno, no habría porque quejarse de la comida ¿cierto? Todos, gustosos, comenzaron a comer, viendo un poco de tele, obviamente diciendo, antes, “Ittadakimasu” para dar gracias a los alimentos de ese día, y así empezó ese día, cualquiera, al terminar de desayunar, Maru, moro y watanuki fueron hasta la cocina, para fregar los platos y dejarlos bien secos para utilizarlos en la tarde, con cuidado, las chicas llevaron botellas de sake para que él y mokona disfrutaran la caída de los pétalos de cerezo, así el día cualquiera se volvía un poco especial, para él, ¿sería por ver los cerezos caer?... No, fue la llegada de alguien a quien hace mucho no veía

Lo siento, espero no interrumpir –se escuchaba una suave, dulce, y tímida voz, de aquella niña, que ya no era eso, sino una linda señorita

Ah kohane-chan – decía con una suave sonrisa, mientras Maru, moro y obviamente mokona, se acercaban a darle una grata bienvenida

¿Qué haces por aquí? –pregunto, mientras retiraba la botella de sake, para poder servir te, dejando a las chicas a “Cargo” mientras regresaba, y así recibiría su respuesta, al llegar, le dio una taza, invitándola a pasar a la sala, que daba directo al patio

Solamente venía a visitar, espero no sea ningún problema- inquiría la chica, mientras miraba un poco preocupada al mayor, el cual negó ante las palabras de la menor

Sabes que siempre eres bienvenida Kohane-chan – Dijo el mayor sonriéndole como de costumbre

Así el tiempo paso, la chica y el platicaron durante un largo rato, reían y recordaban muchas cosas, la menor le platicaba de su vida, de lo que había hecho cuando se retiró de aquel trabajo, de lo bien que les iba y que su madre, era alguien mucho más calmada, tenía un trabajo fijo y vivían bien, lo cual alegro mucho a watanuki, ya que estaba un poco preocupado por lo que pasaría después de aquellos sucesos, sin embargo, al parecer, todo iba a la perfección y eso era lo que más le agradaba, así mismo, el atardecer llego, y ya que kohane-chan era aún una señorita debía llegar temprano a casa, watanuki insistió en acompañarla, sin embargo ella negó, y salió de la tienda hasta su casa, puesto que “Estaba cerca” decía, para despedirse de el con una sonrisa, ahora propia de sí, el mayor sonrío un poco y se dio la espalda, para poder preparar  lo que sería ya la cena, la cual hizo con algunas sobras de la comida, lo cual le sorprendió, al saber que tenía a varios glotones en su “Familia”, así, al terminar de comer, y fregar los platos se dispuso a beber un poco, junto con mokona, observando los pétalos danzar en el aire, haciendo más hermosa aquella noche de luna llena la cual le agradaba, sobre todo porque el panorama se embellecía, aunque sus pensamientos fueron interrumpidos por la presencia de aquel ser, que amaba y al mismo tiempo no soportaba, soltó un suspiro observando como entraba a su hogar

No te tengo ya dicho que no vengas sin avisar –decía en aquel tono ya propio de si

Maru y Moro ya sabían – contesto, mientras se acercaba para saludar propiamente con un “Yoh” casual

Yoh! –Contesto mokona, ya un poco pasadita de copas, sin embargo reconociendo a quien tenía enfrente – Siéntate Doumeki – decía mientras hacia un lado su cuerpo negro y redondo

Gracias –le contesto al “Bollo negro” llamado así por watanuki, mientras se sentaba y se servía un poco de sake, recibiendo una mirada asesina del dueño de la tienda

Hmmm… Que descaro –balbuceaba, mientras veía como, quitado de la pena, Doumeki se servía así sin más, el tiempo paso, y ya era un poco tarde, mokona estaba totalmente dormida y la luna estaba cada vez más hermosa

Dime... ¿Pensaste lo que te dije? – dijo, con esa voz ronca perteneciente, lo que hizo que watanuki volteara un poco agitado, con un suave sonrojo en sus mejillas

Yo... Bueno...

Notas finales:

MUAHAHA ¿creyeron que habria lemmon?! PUES NO! En este cap, no, en el que sigue.. Tal vez C<


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