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El tiempo vuelve por Mero-Mero-San

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Notas del fanfic:

Solo tiene dos capitulos! Asi que no se emocionen mucho!

 

Cansada y con sueño,pero todo por ustedes, quienes como yo, les encanta leer y escribir y sin olvidar el actualizar

 

Como ven estoy a full actualizando cuanto puedo, emm, me inspire en un video que vi, seria una copia version One Piece SXZ, agradezco a ese video, digamos que un cierto porciento le pertenece, el Lemon y el final lo cree yo,con mis deditos y mente!

Notas del capitulo:

Los Personajes son del Gran Oda-Sama

 

Lo amo Oda-Sama!

 

Este capitulo me salio asi, espero no defraudarlos

 

Disfrutenlo!

Huérfano desde que nació, su madre murió en el parto y su padre muerto antes de que supiera de su existencia, Sanji era un niño de 4 años, siempre estaba en cama enfermo, solo el mayordomo de la familia quien ya tenía una edad avanzada estaba a su lado.

Se encontraba en cama armando algunos juguetes, desde hace días pudo darse cuenta de que era bueno construyendo cosas mínimas, se dio cuenta que en la cabecera de su cama el reloj tenía una puerta que necesitaba llave; recordó la caja que encontró una vez en el sótano, fue a buscarla y saco una llave la cual tenía una extraña forma, la metió en la cerradura y la puerta se abrió dejando a la vista una espalda, Sanji algo sorprendido siguió observando lo que había allí, esta persona lo miro sobre su hombro en silencio. Tenía el cabello verde, tres pendientes, una camisa blanca con un chaleco marrón y unos pantalones del mismo color, podría estar cruzando sus 21 años, el niño dejo su sorpresa y sonrió a la persona que no mostraba ningún signo de emoción -¡Seremos mejores amigos!-

 

Aquellas tres palabras permanecieron durante años.

 

Sanji creció durante ese largo tiempo, con cuidados llego a la adolescencia, a la pubertad y finalmente a tener 20 años, casi la misma edad que de su inseparable amigo quien no cambio en ningún aspecto, ni siquiera en su vestimenta.

Lo que siempre permanecía era su lealtad hacia el niño que conoció hace 17 años atrás pero nada más, su seriedad siempre estaba presente. Con el tiempo Sanji se convirtió en un arquitecto muy eficiente; se mudo y construyo su casa junto a la ayuda de su mejor amigo, a pesar de siempre estar juntos nunca hubo muy buena comunicación de parte del muchacho del reloj, jamás dijo cosas agradables, jamás sonrió, jamás lloro, pero al arquitecto eso no le importaba mientras lo tuviera a su lado todo estaría bien.

 

-¿Un reloj?-

 

-Sí, será un reloj que cambie los tiempos, se llevara las tristezas y el dolor, los malos momentos- dijo animadamente Sanji al peli verde solo lo escuchaba sin embozar ninguna expresión -¿Qué opinas?-

 

-Si a usted le agradaría hacerlo yo lo ayudare, Amo-

 

-Deja de llamarme “Amo” durante estos 17 años me has llamado así, llámame Sanji- nunca lograba acatar ese pedido, jamás pudo hacerlo, nunca pensaba en nada, nunca hacia nada si no fuera Sanji quien le pidiera un favor, ayuda en una palabra. Estaba apagado, así lo definió Sanji cuando tenía 16 años, si no sonreía no había emociones pero quería hacer lo mejor para que algún día pueda ver esa maravillosa mueca.

 

-Me disculpo, pero es imposible para mí llamarlo de esa forma-

 

Suspiro algo molesto ya que nunca podía hacerlo cambiar, su mente por alguna razón estaba retorcida

 

-¿Puedo saber qué es lo que lee?-

 

-¿Esto? Es el plano del reloj que cambiara todo, mira- observo y leyó atentamente las pequeñas palabras que estaban escritas alrededor del dibujo, Sanji era muy listo así que hacerlo no le seria ningún problema –Dime tu opinión-

 

-Me parece que a usted le agradara así que si gusta lo apoyo- otra vez lo había hecho molestar pero no podía regañar su forma de ser, por que en algún punto le gustaba.

Durante meses estuvo construyendo ese reloj gigante, compro el terreno de enfrente y se puso manos a la obra, sin ayuda de nadie más que de su leal amigo.

 

Mientras soldaba unas piezas los recuerdos de un año tocaron su cabeza

 

Unos hombres encapuchados se presentaron en la casa en donde vivía hace un año atrás, En su habitación, Sanji estaba en cama comiendo el desayuno cuando fue sorprendido por los desconocidos, el chico del reloj no se altero, solo miraba sumamente tranquilo a las personas “-¡¿Quienes son ustedes?!-

 

-No tenemos por qué decirle quienes somos pero si ah que hemos venido, usted construirá algo que ayudara en el futuro del mundo, si no lo hace morirá, se le han dado un año para que comience y termine, nosotros seremos los guardianes de aquel lugar cuando finalice.

 

-Amo, tenga cuidado, pudo haber hecho un desastre- el encapuchado miro al peli verde quien se mostraba tranquilo ante lo dicho, apunto su espada frente al muchacho, Sanji se sobresalto pero el otro permaneció calmado -¿Desea algo?-

 

-No te ves alterado por lo que dije ¿Qué tramas?-

 

-Lamento decir esto pero no logro entender lo que quiere decirme- continuo limpiando el derrame que provoco su “Amo”, ignorando por completo el arma que tenía cerca

 

-¿Acaso te crees la gran cosa?- le hizo un leve corte en la mano pero este no reacciono, algo sorprendido el encapuchado retrocedió de dos pasos junto al otro que se quedo totalmente callado

 

-¡¿Por qué debe pasar esto?!-

 

-Solo hacemos lo correcto, es todo- saltaron por la ventana desapareciendo

 

-Déjame ver tu mano-

 

-Estoy bien, no es algo para darle importancia, iré por una nueva sabana- se levanto de la silla y camino hacia el armario, Sanji miro por la ventana por donde se fueron los extraños, estaba preocupado porque tal vez moriría en tan solo un año”

 

Termino de soldar y se quito la máscara, el reloj estaba quedando muy bien por dentro, el chico se acercaba con una bandeja –Amo, aquí tiene- le dio un vaso con agua, algo que el rubio acepto –Se está esforzando demasiado, debe descansar- el rubio camino hasta una escalera que subía hasta donde estaban las tuercas, también había una puerta con una llave la cual luego seria cubierta -¿Puedo saber qué es eso?-

 

-Esa es la puerta que contiene la palanca principal, si esa palanca es retirada este lugar cedería totalmente-

 

-Entiendo, me disculpo por haber preguntado- Sanji comenzó a reírse, no le pareció necesario que se disculpara, la risa fue remplazada por una tos muy fuerte, algo de sangre mancho sus labios pero se lo limpio de inmediato, debido a la brusquedad de cómo se paso la mano, guio un camino de sangre a su mejilla, la cual se seco y dejo la marca.

Saco un pañuelo de su bolsillo, lo ensalivo un poco y camino hasta Sanji, algo sorprendido vio lo que hacia el muchacho, limpiaba aquella marca –Listo, ahora se ve mejor Amo- aprovecho ese momento para tomar la mano del peli verde, hace tiempo quería hacerlo pero no se atrevía, la poso en su mejilla para disfrutar de aquel tacto, su mano era tan grande y cálida, se sentía bien.

 

Los sentimientos hacia su mejor amigo comenzaron a cambiar cuando tenía 9 años, no lo veía como un amigo, lo veía como algo más, pero no estaba totalmente seguro, ese extraño sentimiento de protección tan cálido siempre le gusto, ya que provenía de él, pero apenas era un mocoso y no sabía nada sobre el amor, decidió dejarlo en punto suspensivo por algún tiempo.

Con 17 años se dio cuenta de que ya no quería ser su amigo, quería ser su novio, su prometido, su esposo, incluso compro dos anillos para dar por hecho la unión de ambos pero algo le hizo dudar, el peli verde no envejeció durante ese tiempo, solo que creció en masa muscular, a diferencia de él, crecía e iba cambiando, nunca podrían estar juntos y eso lo asusto e hizo sentir inseguro, así que se prometió guardar aquel sentimiento, aquellos anillos los porto desde ese día en su dedo índice, lo amaría en secreto hasta que su muerte llegara, pero ahora dudaba, ya no importaba que opinaría, lo diría.

 

-Te amo- su semblante de seriedad cambio a una con algo de sorpresa pero no al extremo, no comprendía sus palabras así que le hablo como siempre

 

-No sé qué quiere decir con eso, pero pienso que es algo importante así que acepto aquellas palabras, Amo- por una parte estaba feliz, esa no era la respuesta que esperaba pero era algo, una porción de su futuro, no se quitaría el anillo porque quería algo más sincero, aun más romántico, lo abrazo con una sonrisa por lo menos hubo una respuesta.

Durante seis meses construyo el reloj, faltaban unas cosas y ya estaría en su totalidad. Sanji estaba feliz ya que había podido decirle lo que sentía al chico, podía abrazarlo y besarle la mejilla, no recibía nada a cambio, pero con solo tener esa clase de contacto con él le era suficiente

Luego de algunos arreglos llego el fin, ambos contemplaron sujetados de la mano como quedo la gran obra.

 

Sanji se sentía tan orgulloso que olvido por minutos el posible futuro que le esperaba, subieron hasta encontrar los tornillos, las tuercas, la gran maquinaria que hacía que las agujas se movieran -¿No es maravilloso?- el muchacho solo contemplo lo que sus ojos veían, Sanji camino hasta un pequeño muro que tapaba la puerta que tenia la palanca principal, se volteo a mirar a su amado y vio a los dos encapuchados de hace 9 meses acercándose con sus dos espadas desenfundadas listos para cortar, corrió hasta el peli verde y se interpuso, recibió dos cortes limpios en sus ojos -¡¿Por qué están aquí?!- ¡Aun me quedaba unos meses!- grito el rubio arrodillado mientras se tapaba los ojos de los cuales caía sangre a cántaro

 

-¡Debemos matarlo ahora, ah construido el futuro, ese futuro nos pertenece y no a usted que seguro querrá tenerlo! ¡Desde ahora seremos los guardianes!- no le dieron importancia al muchacho quien solo miraba calmadamente.

No podía ver y eso era una desventaja así que hizo lo único que estaba a su alcance

 

-¡Ayuda!- el joven levanto su cabeza luego de un parpadeo fuerte, saco rápidamente una espada de su cintura y ataco a los hombres, estos esquivaron aquellos ataques, no se retirarían por lo que volvieron a atacar al muchacho que a duras cuestas trataba de mantener bien a su Amo. Al poder ver que estaba en desventaja, tomo a Sanji y salto desde lo alto, los encapuchados desde arriba miraban la escena.

Luego de que el inmortal lo apoyara en tierra, Sanji se recostó boca abajo en el suelo, su pérdida de sangre lo hacía sentir débil, el chico se arrodillo junto al rubio, Sanji se levanto un poco, se tapaba los ojos con una mano -¡¡¡Mis ojos!!!- luego sujeto la mano de su compañero, quien se miro la mano tocada por un momento, ahora estaba manchado de sangre, su Amo perdió la vista en su totalidad -Llévame…a casa- obedeció, el brazo del rubio paso sobre su nuca y la mano del peli verde sujeto su cintura; comenzaron a caminar pero antes de entrar a la casa el muchacho miro para atrás, aquellos sujetos estaban en la cima del reloj observándolos

 

Curo sus heridas de inmediato, pero por desgracia Sanji había perdido la vista de sus ojos y estos ahora se encontraban vendados. Paso una semana más, a pesar de perder lo esencial no bajaba los brazos con el deseo de recuperar lo que tanto le costó construir.

Antes de ponerse en acción se tomaría un tiempo, Sanji estaba sentado junto a la ventana y el muchacho estaba frente a él, el chico mantenía su firmeza ante el rubio, siempre seria su muñeco, su títere.

Se percato de la presencia de los encapuchados cerca de la casa pero no le dio importancia, no les pareció una amenaza después de lo que hicieron –Están ahí ¿verdad?-

 

-Sí, pero se están moviendo, tal vez entren a la casa, Amo- Sanji acaricio sus anillos, su tiempo se agotaba y eso era algo malo. El reloj quedo terminado antes de tiempo, había hecho algo bueno, ese reloj era su sueño desde que conoció al peli verde, quería conmemorarlo de alguna forma, expresar su amor con aquello -¿Desea que le cambie los vendajes?- Sanji se negó y le pidió que lo abrazara, el muchacho no pudo realizar ese pedido ya que no conocía esa clase de demostración

 

-Me disculpo-

 

-No te preocupes, todo está bien ¿Me harías algo de té?- el chico obedeció y se alejo hacia la cocina. Sanji quería llorar pero sus ojos se lo impedían, ni siquiera un abrazo y eso lo hizo sentir solo, amar a su compañero no fue un error, pero al menos quería una respuesta amable, aun que no careciera de emociones, aun que sea solo un poco. Estaba preocupado porque si iba a morir, el muchacho quedaría expuesto al mundo y eso sería algo malo, recordaba la plática que tuvo cuando lo conoció por primera vez.

 

“-¡Seamos mejores amigos!-

 

-Me disculpo, tuvo que abrir la puerta por mí-

 

-No importa, me hace feliz conocer a alguien más que mi mayordomo Edward- mostraba una sonrisa cálida hacia el desconocido -¿Qué hacías allí? ¿Estabas hace mucho?-

 

-No lo sé, nunca vi la luz- Sanji sorprendido tironeo de su brazo y lo saco del reloj, cerró la puerta y sentó en la cama al peli verde –Disculpe mi pregunta, pero ¿Quién es usted?-

 

-¿Yo? Soy Sanji, Kuroashi Sanji, un gusto… ¿Cómo te llamas tu?- el chico guardo silencio, la imagen del pequeño tan inocente le hizo darse cuenta de algo

 

-Yo…no tengo nombre- el rubio dejo su sorpresa y comenzó a pensar en un nombre, primero pensó en Marimo pero eso era más para una burla, se recostó en la cama mientras era observado por el desconocido, pensó y pensó pero no se le ocurría nada, pensó en el Zodiaco, eso no servía, luego en nombre de flores, una Rosa, tampoco, sonaría muy afeminado, hasta que unió algunas letras de las palabras que menciono -¡Zoro! ¡Te llamaras Zoro! Serás Zoro ¿Qué te parece?- el aludido lo miro y luego dirigió su mirada hacia su palma

 

-¿Zoro? Si a usted le gusta a mí me gusta, Amo-

 

-Entonces serás Zoro y siempre estaremos juntos-

 

-Sí, seré Zoro, Amo”

Notas finales:

Juzguen cuanto quieran, por algo son el publico!

 

Gracias por tomarse el tiempo de leerlo!

 

Actualizo el domingo, alli finalizara este corto Fic

 

Espero sus Reviews


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