Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Four Weeks por Kaming

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Sólo unas pocas palabras:

"Acogan esta historia con cariño, porque es algo que he hecho sólo para ustedes, quienes la leerán, y para mí, una verdadera amante del Kaisoo"

 

Esperaré ansiosa sus reviews :)

Notas del capitulo:

Primer capítulo de dos...Disfruten!

Kim Jongin y Do Kyungsoo han sido los mejores amigos desde hace más de 15 años, aunque quienes no son cercanos a ellos pensarían que esto es imposible dada la diferencia de sus personalidades.

 

Jongin, amante del baile, siempre ha sido un chico extrovertido y sociable, y claramente también popular entre las chicas por estas cualidades y por su atractivo físico. Su capacidad para relacionarse con las personas es un don con el que nació.

 

Por otro lado tenemos a Kyungsoo, un chico capaz de pasar horas encerrado en la sala de música de la universidad practicando su canto o en su habitación estudiando. Nunca le ha gustado ser el centro de atención y sólo puede mantener cómodamente una conversación con su familia y con Jongin, el chico que conoció durante el primer año de primaria y que llamó su atención por tener esas cualidades que él no poseía.

 

Su relación de amistad y sus vidas eran normales y así seguiría.

 

O al menos eso fue lo que ellos creyeron.

 

Todo comenzó un día martes 17 de diciembre…

 

El despertador de Kyungsoo no sonó ese día en la mañana y llevaba casi una hora de retraso, por lo que se levantó para tomar una rápida ducha, y apenas estuvo adecuadamente vestido y con sus pertenencias necesarias encima, se alejó corriendo de su casa sin comer bocadillo alguno.

 

Según su reloj, el próximo autobús pasaría en 15 minutos, pero ese era un tiempo demasiado precioso de la clase de vocalización a la que llegaba atrasado, por lo que optó por simplemente correr durante todo el trayecto.

 

Nunca fue un genio de los deportes, pero su estado físico le permitía llevar a cabo esa fácil tarea. Eran sólo diez minutos si no paraba ningún segundo a descansar.

 

Y así lo hizo.

 

Pero extrañamente sus piernas comenzaron a ceder varios minutos después de que llegó a la universidad y no era capaz de recuperar el aliento a pesar de que ya llevaba un largo tiempo sin moverse.

 

Y sin más, sus piernas no aguantaron su peso y cayó de rodillas, siendo rápidamente auxiliado por algunos estudiantes que estaban alrededor, quienes le preguntaban que le sucedía y si necesitaba que lo llevasen a la enfermería, pero Kyungsoo, quién apenas era capaz de llevar oxígeno a sus pulmones, no pudo contestar.

 

Y eso es lo último que recuerda Kyungsoo de esa mañana.

 

Cuando despertó el color blanco ocupaba todo su campo visual a excepción de una sombra que estaba junto a la entrada.

 

- Al fin despiertas Kyungsoo - reclamó aquella sombra. Kyungsoo reconocería aquella voz en cualquier parte del mundo, pero tenía un poco de dificultad para verlo bien ya que su vista estaba un poco nublada.

 

- Supongo que estoy en la enfermería - comento tratando de acomodarse sobre la cama, pero sentía su cuerpo pesado y el moreno tuvo que ayudarle para que pudiera acomodarse en una posición más cómoda.

 

- Te equivocas. Fue demasiado grave para que te dejaran en la Universidad -.

 

- ¿Grave? Fue sólo un simple desmayo - comentó el mayor de ambos tratando de quitarle importancia al asunto.

 

- ¿Un simple desmayo? Soo, estuviste inconsciente por más de cinco horas. Yo no catalogaría eso como un simple desmayo - la voz del menor sonaba demasiado preocupada, y eso no pasó desapercibido para Kyungsoo.

 

- Jongin-ah, tranquilo. Ya verás que sólo fue porque no desayuné. - dijo tomándole la mano a su amigo y dándole un cariñoso apretón - ¿Le avisaste a mamá? - esta vez fue su voz la que sonó preocupada, no quería que ninguno de sus padres se asustaran por algo tan pequeño como esto.

 

- Traté de llamarla, pero al parecer estaba fuera de casa y su móvil estaba apagado. Y la secretaria de tu padre me dijo que él estaba en una reunión -.

 

Kyungsoo no pudo evitar suspirar por la tranquilidad.

 

- Gracias al cielo. Si te devuelven las llamadas no les cuentes nada. No quiero que se preocupen - pidió, y el rostro del menor mostraba su descontento por esta situación pero no era capaz de decir "no" a algo que le pidiese su amigo, por lo que de mala gana asintió con la cabeza en el momento exacto en que un doctor hacía ingreso en la habitación.

 

- Señor Do, me alegro mucho de que este despierto. Soy el doctor Lee. ¿Su amigo le dijo que mientras dormía le hicimos unos cuantos exámenes? - preguntó a lo que ambos muchachos negaron con la cabeza.

 

- No se había dado la ocasión, doctor - respondió el mayor tratando de salvar a su amigo.

 

-  No se preocupe por eso. Ya están los resultados y déjeme decirle que no son muy alentadores - el semblante del doctor de oscureció - ¿Sabía usted que tiene anemia? - preguntó.

 

- Sí, me enteré hace un par de años - respondió el aludido - pero llevo una vida normal, nunca me ha traído problemas que no pudiera sobrellevar -.

 

- Ya veo. Pero ese no es el problema - el pecho de Jongin se apretó. Siempre estuvo cuidando de su amigo de aquella enfermedad y ahora el doctor decía que ese no era el problema, ¿entonces por qué lo mencionaba? - Esa anemia es la causante de la insuficiencia cardiaca que le esta afectando en estos momentos - ambos muchachos se quedaron en silencio.

 

Ambos sabían de qué se trataba esa enfermedad.

 

- Dentro de cuatro semanas...en 28 días para ser más exacto, deberá volver al hospital para internarse y esperar a un donante de corazón. Su insuficiencia cardiaca es terminal, se encuentra en la última etapa y un transplante es la única solución. Realmente lo siento - y con esas palabras finalizó el diagnóstico que tenía a Jongin destrozado en mil pedazos y a un Kyungsoo sin expresión alguna en su rostro.

 

- No se disculpe doctor, usted no tiene culpa de nada - respondió el más bajo mirando un punto fijo en la venta.

 

- Señor Kim, ¿podría hablar un momento con usted mientras que el señor Do se cambia para volver a casa? -.

 

- Claro - respondió un poco confundido pero con firmeza.

 

Y sin más palabras se retiraron de la habitación, dejando a Kyungsoo sumido completamente en sus pensamientos, ajeno a lo que sucedía a su alrededor.

 

¿Cómo se lo diría a sus padres?

 

Por suerte tenía a Jongin a su lado y sabía que el moreno no lo dejaría solo en ningún momento.

 

El menor tardó bastante tiempo en aparecer frente a él y cuando Kyungsoo le pidió detalles, simplemente le respondió que le había dado indicaciones de como cuidarlo, y que el resto del tiempo lo había pasado en el baño.

 

- 28 días es bastante tiempo - comentó Kyungsoo - será casi un mes en que no tendré que venir al hospital -.

 

- 28 días, cuatro semanas, un mes o incluso un año es demasiado poco tiempo Kyungsoo, por favor no trates de quitarle importancia a esto - la voz del menor sonaba quebrada, pero carraspeó para recomponerse - Vamos al parque que está a un par de calles, quiero proponerte algo -.

 

El trayecto fue silencioso, pero ambos se sentían a gusto con eso. Cada uno estaba pensando diferentes cosas, pero con un tema central en común: la enfermedad de Kyungsoo.

 

Cuando llegaron, se sentaron en una banca que estaba junto a un árbol que servía de sombra.

 

- Una de las cosas que me dijo el doctor es que te dio este plazo de tiempo para cuidar de tu estado emocional, siempre y cuando te preocupes de tu salud física. Así que nada de volver a correr para empezar - la voz del menor carecía de emociones, era como si estuviera dando un discurso que aprendió de memoria - Por otro lado debes estar con alguien todo el tiempo en caso de que colapses como el día de hoy - puntualizó.

 

- Ya es demasiado con que carguen el peso de saber que estoy enfermo, no quiero seguir siendo una molestia ni que mis padres dejen su rutina por culpa mía. Quiero que todos sigan su vida normal. Quiero...poder también yo seguir una vida normal – y sin poder evitarlo una traicionera lágrima resbaló por su mejilla, pasando desapercibida por el menor que mantenía su vista fija al frente, porque sabía que si veía el rostro de Kyungsoo volvería a quebrase y no podía hacer eso.

 

Tenía que ser fuerte por Kyungsoo.

 

Por ambos.

 

- No serás una carga para nadie. Yo me te cuidaré y estaré feliz de no separarme ningún segundo de ti por estas cuatro semanas, así que sácate esas ideas estúpidas de la cabeza - demandó y el mayor no tuvo más opción que asentir en silencio.

 

- ¿Y qué era eso de una propuesta? -.

 

- Me convertiré en tu hada madrina. Desde hoy hasta el día 28 te concederé los deseos que quieras. Nada de dinero ni casas lujosas, sólo cosas que siempre has querido hacer. ¿Me expliqué bien? - preguntó.

 

- Mensaje entendido, hada Jongin-ah - y ambos rieron a pesar de lo delicada de la situación - ¿Puedo ocupar un deseo hoy? - inquirió siendo respondido por un asentimiento de cabeza por parte de su amigo - ¿Podrías guardar el secreto? Sólo hasta que este preparado para contarlo - agregó rápidamente antes de que el otro pudiese negarse.

 

- Sólo si me prometes que les contarás al menos una semana antes de que el plazo se cumpla - no quería ocultarle lo sucedido a los padres de Kyungsoo, pero en este momento lo principal en su vida era hacer feliz a su mejor amigo.

 

- Te lo prometo - aseguró el mayor.

 

 

 

 

 

Semana 1

 

 

 

La noche anterior Jongin había insistido en quedarse a dormir en casa de Kyungsoo, pero el mayor le prometió que si quería podía quedarse todos los otros días que quisiera, pero que esta noche necesitaba estar solo, y muy a pesar suyo, Jongin aceptó.

 

Eran las 7:30 de la mañana cuando llamaron a la puerta de la casa de Kyungsoo y no le sorprendió toparse con el rostro de su amigo, ya que el día anterior le había dicho que irían todos los días juntos a la universidad...a la universidad y a cualquier lugar al que Kyungsoo necesitase ir.

 

- ¿Estás listo? - a pesar de la sonrisa que había en el rostro del menor, sus ojos se notaban cansados y esto le dolió un poco a Kyungsoo, porque probablemente el menor tuvo que levantarse a las seis de la mañana para estar aquí dada la gran distancia que separaba a sus hogares.

 

- Jongin-ah, no es necesario que vengas todos los días a esta hora, se nota que no has descansado lo suficiente - comentó Kyungsoo mientras esperaban el autobús.

 

- Es sólo por hoy, los próximos días me quedaré en tu casa - informó. Eran tantos los años de amistad entre ambos, que el cuarto de visitas de la casa de Kyungsoo era prácticamente propio de Jongin - Además, sabes que no me gusta pasar mucho tiempo en ese departamento solo - agregó antes de subir al transporte que acababa de llegar.

 

Los padres de Jongin habían muerto en un accidente de tráfico cuando se dirigían a un evento de la compañía en la que trabajaba su padre. Y desde entonces Jongin vivía de la pequeña herencia que le habían dejado, sin otra compañía que Kyungsoo que se iba a quedar con él durante los fines de semana.

 

Durante el viaje hablaron de cosas simples como los exámenes que debían rendir durante esta semana antes de las vacaciones navideñas o informes que debían entregar, pero evitando que el tema de la enfermedad de Kyungsoo saliera a discusión.

 

Cuando llegaron a la universidad había mucha gente alrededor del tablero de anuncio, algo que a ambos chicos les llamó la atención y decidieron acercarse a dar un vistazo para ver de que se trataba.

 

"¡Décimo festival de canto! Si crees que tu voz es la mejor de todas, no te quedes fuera y participa de este grandioso evento. ¡Pero eso no es todo! El ganador se llevará como premio un viaje a isla Jeju con todo pagado para dos personas. ¡Mucha suerte! Fecha del evento: 28 de Diciembre"

 

- Hyung, deberías participar. Pasas horas ensayando y tu voz es la mejor que he escuchado - comentó el menor a la hora del almuerzo cuando estaban en el interior de la cafetería de la universidad para resguardarse del frío que había en el exterior.

 

- Siempre ha sido mi deseo estar sobre un escenario, pero siento que aún no estoy preparado para hacerlo -.

 

- Sé que quieres hacerlo desde hace mucho tiempo hyung, como también sé que debe haber una primera vez para hacerlo y la tuya ya ha llegado. Es por eso...que te inscribí en el concurso - sus últimas palabras fueron un susurro pero fueron claramente escuchadas por el mayor, que por suerte no tenía comida en la boca, o de otra manera se estaría ahogando con un trozo del pollo que estaba comiendo.

 

- ¡Kim Jongin! Repite eso que acabas de decir -

 

- Soo, te dije ayer que cumpliría todos tus deseos, y con eso también me refiero a tus sueños. Sé que es algo que anhelas hacer, es por eso que te he dado una mano. Por favor, no te lo tomes a mal, sólo lo he hecho por ti hyung -.

 

Para Kyungsoo era imposible enojarse con el menor cuando le hablaba de esa manera.

 

 

 

El fin de la jornada universitaria de esa semana había finalizado y Kyungsoo fue a buscar a Jongin a su salón como hacía todos los días, pero se sorprendió de que el menor no se encontrara en el interior. Quizás había ido al baño y pronto regresaría, pues sus compañeros aún se encontraban en el interior haciendo competencias de baile entre ellos.

 

Un chico del interior lo observó fijamente y tras unos segundos se golpeó la frente con la mano y se aproximó rápidamente a Kyungsoo.

 

- ¿Eres Do Kyungsoo? - preguntó el chico que era sólo un poco más alto que él. El más bajo simplemente asintió, pues no le gustaba cruzar palabras con la gente que no conocía - Tardé un poco en reconocerte, por suerte lo hice antes de que te fueras o de otra manera Jongin me hubiese matado. Ten, te ha dejado esto - dijo entregándole un sobre blanco que había sacado del bolsillo trasero de tu pantalón - Si Jongin te pregunta algo, dile que te estaba esperando en el pasillo y apenas llegaste te entregué el sobre. Ha sido un placer conocerte - y sin más palabras, volvió a su salón para divertirse con sus compañeros.

 

Kyungsoo estaba un poco...bastante curioso, así que sin perder el tiempo abrió el sobre y comenzó a leer lo que había en su interior mientras caminaba por el pasillo.

 

"Do Kyungsoo:

 

Es tu hada madrina ㅋㅋㅋ sé que estarás sorprendido por todo esto, pero estoy trabajando muy duro para cumplir con mi trabajo y hacerte feliz. En mi casillero está la próxima pista. Supongo que sabes cuál es mi combinación ¿cierto?"

 

El rostro de Kyungsoo se iluminó con una sonrisa y prácticamente corrió para llegar al casillero de su amigo y no perdió el tiempo para abrir el candado.

 

"1412"

 

Era la combinación de sus cumpleaños.

 

En el interior del casillero había un sobre blanco similar al anterior, pero en este había sólo cinco palabras escritas.

 

"El juego sigue en casa"

 

Kyungsoo cerró nuevamente el casillero de su amigo y se dirigió al departamento de este, imaginándose durante el trayecto que era lo que planeaba Jongin.

 

Cuando llegó al edificio, el guardia lo detuvo diciéndole que no tenía permitido el ingreso, palabras que le sorprendieron ya que llevaba años visitando aquel lugar y todos le conocían, pero todo cobró sentido cuando vio nuevamente un sobre blanco en las manos del guardia, que enseguida le fue entregado.

 

"Ve al parque y busca el árbol, ahí hay un pañuelo negro. Véndate los ojos y camina 10 pasos de espalda. Confía en mí"

 

¿Caminar vendado y retrocediendo? Jongin estaba loco, de seguro quería que Kyungsoo terminara con alguna herida por haberse caído.

 

Pero a pesar de todo, Kyungsoo hizo lo que el menor le indicó y llegó al árbol en que ambos se sentaban a descansar todos los sábados en la tarde.

 

Por suerte ya había oscurecido y no había casi nadie alrededor porque de seguro lo pensarían un loco cuando se tapó los ojos con el pañuelo y comenzó a caminar de espaldas.

 

1...2...3...4...una piedra de gran tamaño casi hace que termine en el suelo...5...6...7...8...9...10.

 

- ¡Hey! - una mano se había posado sobre su hombro justo cuando dio el último paso, lo que le hizo sobresaltarse y por poco salir huyendo, si no fuera porque sabía de quién se trataba.

 

- Feliz fin de exámenes, hyung - dijo el menor cuando Kyungsoo se quitó la venda, y este pudo ver que  traía un pequeño pastel en sus manos y una mochila en su espalda.

 

- ¿Tanto dramatismo para comer pastel? - preguntó el más bajo sin poder ocultar la sonrisa que se extendía por su rostro.

 

- Es porque a pesar de que tenías nueve años tú seguías diciendo que querías ser un pirata. Así que quise que tuvieras tu propia búsqueda del tesoro - se explicó el moreno mirando fijamente a su amigo, cuyos ojos se llenaron de lágrimas luego de aquellas palabras.

 

- Estás actuando como si fuera a morir - susurró el mayor de ambos sintiendo que nuevamente sus piernas cedían, pero esta vez no era por cansancio, sino por miedo.

 

Se aferró fuertemente al brazo del más alto buscando un apoyo para no caer mientras las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

 

- Dime que no moriré Jongin, no quiero morir - con cada palabra, su voz se quebraba y esto tocó el corazón de Jongin, quien dejó el pastel sobre una banca que había junto a ellos y estrechó el cuerpo de Kyungsoo fuertemente contra su pecho.

 

- No morirás hyung, confía en mí como lo has hecho siempre. Si me comporto así y hago todo esto es simplemente porque eres la persona más importante para mí y quiero ayudarte a cumplir tus sueños teniendo tu propio corazón - y esas palabras confortaron a Kyungsoo, pero también hicieron que continuara llorando por varios minutos más, agradecido de tener a alguien como Jongin en su vida.

 

 

 

 

 

Semana 2

 

 

 

Durante el fin de semana Kyungsoo se quedó en el departamento de Jongin como lo hacía siempre. Vieron películas, el mayor hizo la comida y hablaron hasta la madrugada recordando sus aventuras de pequeños y las cosas que habían hecho durante este último tiempo.

 

La navidad estaba demasiado próxima y Kyungsoo aún no encontraba el regalo ideal para su mejor amigo. Quería que fuese algo perfecto, pero ninguna tienda era capaz de entregarle lo que el necesitaba.

 

¿Lo material es realmente importante?

 

Esa fue la pregunta que pasó por la cabeza de Kyungsoo antes de decidir que le daría a Jongin para navidad.

 

Era 24 de Diciembre en la tarde cuando Jongin llegó a casa de Kyungsoo.

 

Aún faltaban dos horas para la cena, así que le preguntó a los padres del mayor si podían salir a dar un paseo para gastar el tiempo, a lo que ambos accedieron sin oposición alguna, pero no sin antes recordarles que a las ocho en punto debían estar en casa.

 

Caminaron por las frías calles cubiertas de nieve hasta que llegaron a un parque cercano a la casa de Kyungsoo, dónde había una pequeña laguna que en este momento estaba completamente congelada.

 

- Hace unos siete años que no visitamos este lugar por el simple hecho de que nunca pudiste coordinar tus pies y aprender a patinar – dijo el menor mientras se acercaban a un pequeño puesto en el que arrendaban patines.

 

- Estas loco si crees que podré hacerlo ahora – fue la respuesta del menor cuando ya con patines puestos se dio cuenta de lo que el menor quería que hicieran.

 

- No seas pesimista hyung. Será divertido, ya lo verás -.

 

- Si me llegó a caer, será tu culpa -.

 

- Asumiré la responsabilidad – respondió el menor sonriente, tomando de la mano a Kyungsoo hasta llegar a la laguna congelada. – No tengas miedo y no sueltes mi mano por nada del mundo – agregó comenzando a deslizar sus pies con agilidad y gracia, llevando a un torpe Kyungsoo consigo.

 

Como el menor le indicó, no soltó su mano en ningún momento y poco a poco comenzó a seguir el ritmo de sus pies, aunque no tan elegantemente como lo hacía su amigo, pero por primera vez en su vida fue capaz de hacer algo a lo que le temía.

 

Y es que esa era la realidad. Kyungsoo nunca quiso aprender a patinar por miedo a las caídas a las que se arriesgaba.

 

- ¿Ves que no es difícil hyung? -

 

- Es porque voy de tu mano Jongin. Estando contigo cualquier cosa puede volverse más fácil - respondió el mayor dándole un cariñoso apretón al menor.

 

Si darse cuenta el tiempo pasó rápidamente y tenían veinte minutos para llegar a la casa del mayor, tiempo suficiente para llegar caminando a un paso tranquilo.

 

- Soo, ¿Qué esperas para esta navidad? - preguntó el moreno mientras caminaban.

 

- Para ser sincero, lo único que espero es que esta no sea la última - respondió el mayor agachando la mirada.

 

- Ya te lo dije hyung, debes confiar. Si yo digo que esta no será tu última navidad, así será. Ya verás que la operación será todo un éxito, así que no te preocupes de eso -.

 

- Es difícil Jongin, sólo soy realista en cuanto a las posibilidades - fueron las palabras del mayor antes de llegar a la casa.

 

La cena transcurrió normal como siempre, risas entre la comida e historias de años anteriores en las que la mayoría del tiempo Kyungsoo era el protagonista.

 

- Jongin-ah ¿De verdad no te molesta quedarte con Kyungie? - preguntó la mamá de Kyungsoo por tercera vez en la noche dado a que ellos habían sido invitados a una fiesta navideña con sus amigos a la que los chicos no deseaban asistir.

 

- Para nada, ya sabe que dedico mi vida a cuidar de hyung - respondió Jongin sonriente - espero que se diviertan mucho -.

 

- Muchas gracias, cariño. Los quiero a ambos - esa fue la despedida de la cariñosa  madre de Kyungsoo antes de retirarse siguiendo a su esposo.

 

- Vamos arriba antes de que nos congelaremos aquí - dijo el menor tomando la mano de Kyungsoo y llevándolo a la habitación de este. - Aguarda un minuto, no tardo - comentó y desapareció por el pasillo, dejando a Kyungsoo solo en la habitación.

 

No quería acostarse aún a pesar del frío que sentía, por lo que decidió buscar una manta en su mueble lo bastante grande para cubrir su cuerpo y el de Jongin, quien en ese preciso momento entraba en la habitación con una caja de unos veinte centímetros de altura en sus manos, preciosamente decorada en tonos azules y blancos.

 

- Feliz navidad hyung - dijo entregándole el objeto que estaba vacío.

 

- ¿No sabes que cuando regalas una caja debe haber algo en el interior? - preguntó el mayor confuso.

 

- Pronto dejará de estarlo Soo. Es una caja de recuerdos -

 

- ¿Una caja de recuerdos? -

 

- Sí. Quiero que en cada navidad hagas una lista de las cosas buenas que te sucedieron durante el año con tu nuevo corazón, y así podrás recordarlas en las navidades siguientes - respondió satisfecho consigo mismo.

 

- ¿Sabes que eres el sujeto más idiota que conozco? - replicó el mayor mirando fijamente el objeto que tenía en sus manos.

 

Jongin se asustó por la reacción de su amigo ¿realmente era estúpido lo que había hecho? El miedo invadió su cuerpo hasta el momento en que Kyungsoo levantó el rostro y sus ojos se encontraron. En ese momento comprendió que el mayor no encontraba las palabras adecuadas para agradecerle y había optado por expresarse de esa manera.

 

La sonrisa en su rostro se lo confirmaba.

 

Kyungsoo dejó cuidadosamente la caja sobre un mueble junto a sus libros, para luego sentarse en el suelo apoyando su espalda en la cama y le hizo señas al menor para que lo acompañara en esa posición.

 

Cubrió los brazos y piernas de ambos con la manta y apoyó su cabeza en el hombro del menor para descansar un poco, pues el paseo en patines en el parque lo había dejado completamente agotado y sabía que se debía a su enfermedad.

 

- ¿Y? - inquirió el menor.

 

- Y...¿qué? -.

 

- ¿Y mi regalo? - preguntó haciendo que Kyungsoo riera suavemente en voz alta.

 

- Tú tan impaciente como siempre. Quédate en silencio y te daré tu regalo - sentenció y un obediente Jongin no volvió a abrir la boca.

 

Kyungsoo comenzó a cantar y Jongin cerró los ojos, concentrándose sólo en la voz de su amigo y en la letra de la canción, y no pudo evitar sentirlos a ambos reflejados en algunos de los versos que salían de la boca del mayor.

 

"...Guíame

 

Sí, al lugar que vives, llévame contigo

 

Oh, te seguiré incluso si es el fin del mundo

 

Por favor, no salgas de mi vista, no desaparezcas incluso cuando la mañana llegue...

 

¿De dónde vienes, a dónde vas?

 

Tú viniste aquí a fuera a juntarte conmigo

 

Incluso en el acantilado o cuesta arriba, no te preocupes

 

No hay nada que temer...

 

Incluso si vago a través de lugares extraños, incluso si me pierdo

 

Voy a seguir mi corazón que es más honesto que cualquier otro..."

 

- Siempre he creído que tu voz es la más hermosa hyung. Muchas gracias - dijo el menor tomando la mano de su amigo por debajo de la manta.

 

- Esa es sólo la mitad de tu regalo -.

 

- ¿Hay más? - preguntó el moreno nuevamente impaciente.

 

- Ya que tú me estas ayudando a cumplir mis sueños, quiero saber si es que hay alguno tuyo en el que yo pueda ayudarte -.

 

- ¿De verdad harías eso por mí hyung? -.

 

- ¿Eso quiere decir que si lo hay? - preguntó el mayor feliz de que su regalo de navidad hacia el menor pudiese funcionar.

 

- Sí, lo hay. Pero...No, olvídalo - .

 

- Kim Jongin, sabes que haría cualquier cosa por ti así como tú lo haces por mí. En este momento mi único sueño es poder ayudarte a cumplir el tuyo - y aunque sonara a una táctica que estaba empleando para que el menor hablara, no lo era. Era lo que realmente sentía en su corazón.

 

Jongin tardó varios segundos en hablar, y antes de hacerlo soltó un pesado suspiro, que hizo que el mayor se cuestionara la gravedad del asunto.

 

- Hyung, ¿estás seguro de que harías cualquier cosa por mí? ¿Que harías cualquier cosa por cumplir el deseo más profundo de mi corazón?-.

 

- Sí. Nunca dudes de eso Jongin -.

 

Y sólo esas palabras bastaron para que Jongin se armara de valor y atrapara después de tantos años los labios del mayor entre los suyos en un suave beso lleno de la inocencia y el amor que esperaba transmitir.

 

El acto del moreno tomó por sorpresa a Kyungsoo, quien no era capaz de responder al beso porque la impresión y los latidos de su corazón no lo dejaban reaccionar.

 

Jongin se separó del mayor y sólo una lágrima rodó por su mejilla.

 

- Creo que mejor me voy a casa - susurró levantándose y retirándose de la habitación, dejando a un Kyungsoo completamente sumergido en sus pensamientos tratando de procesar todo aquello que había sucedido segundos atrás.

 

¿Ese era el sueño de Jongin? ¿Qué quería decir?

 

Pero... ¡No había alcanzado a desearle una feliz navidad!

 

Habían pasado sólo diez minutos, así que el menor no debía estar muy lejos. No podía perder el tiempo buscando un abrigo y muy a pesar suyo se puso las zapatillas.

 

Corrió por las frías calles siendo apenas consiente de su rumbo, luchando contra el mareo y tratando de llevar oxígeno a sus pulmones.

Se percató del lugar en el que se encontraba cuando vio la laguna frente a él a unos treinta metros y a la figura del menor pasando junto a ella.

 

Corrió el último tramo que le quedaba y se paró detrás del menor, que se volteó al sentir pasos acercándose.

 

- Feliz navidad, Jonginie - fueron sus palabras antes de que todo se volviera oscuro.

 

 

 

Kyungsoo se despertó debido a la luz que entraba por la ventana a la habitación y poco a poco comenzó a recordar los sucesos del día anterior, desde la caja que le había regalado Jongin hasta que perdió el conocimiento en el parque.

 

Tos. Eso era lo que salía de su boca en estos momentos y fue lo que llamó la atención del menor que inmediatamente ingresó a la habitación.

 

- Do Kyungsoo ¿Eres idiota? ¿En qué mierda estabas pesando poniéndote a correr a mitad de la noche y sin abrigo? ¿Qué fue lo que te dije acerca de eso? - la voz del menor más que enfadada, sonaba preocupada.

 

- Yo... No alcancé a decirte feliz navidad - respondió el mayor realmente apenado, pues sabía que el menor tuvo que haber pasado un mal rato trayéndolo a casa y cuidando de él en su estado de inconciencia.

 

- Podrías simplemente haber llamado -.

 

- No es lo mismo...-

 

- Claro que no es lo mismo. En una no estas poniendo en peligro tu salud - replicó revolviéndose el cabello desesperado.

 

- ¿Mis padres ya regresaron? -

 

- Sí. Volvieron un par de horas después de que llegamos. Les dije que estabas demasiado cansado y por eso te habías dormido ya -.

 

- Muchas gracias Jongin - dijo el mayor con sinceridad tratando de levantarse de la cama, pero la cabeza le dio vueltas y estuvo a punto de caer al suelo, pero la firme mano de Jongin de posó en su cintura para evitar la caída.

 

Ese breve cruce de miradas les hizo recordar lo que había pasado la noche anterior.

 

- Jongin-ah, creo que debemos hablar - espetó Kyungsoo tratando de sonreír para quitarle importancia al asunto, muy por el contrario de Jongin, quien seguía manteniendo su semblante serio.

 

- Te lo dije Kyungsoo, era mejor que te olvidaras de ese asunto, así que ahora te pediré lo mismo. Olvídalo y que las cosas sigan igual que siempre - respondió el moreno ayudando al mayor a que volviera a sentarse en la cama.

 

-Creo que merezco una explicación -.

 

- ¿Qué explicación necesitas Kyungsoo? ¿No te quedaron todas las cosas claras? - era una pregunta irónica, pero Kyungsoo realmente no entendía nada y eso se veía reflejado en su rostro - ¡Demonios, Kyungsoo! No sé como puedes ser tan despistado...Hyung, te amo. Lo he hecho hace tanto que ya no recuerdo como sucedió. Pero lo digo en serio, lo mejor para ambos es que lo olvides - respondió el menor apartando la mirada de su amigo, incapaz de verlo a la cara después de aquella confesión.

 

- Kim Jongin, debería golpearte. He tenido mi primer beso y no lo había autorizado - protestó Kyungsoo fingiendo enojo.

 

- Técnicamente lo autorizaste cuando dijiste que harías cualquier cosa por mí. Y sólo para que estés más tranquilo, ese también fue mi primer beso - confesó el menor.

 

- ¿Y esperas que crea eso? Has tenido más novias que los dedos de mis manos -.

 

- En ese punto tienes razón, pero nunca fui capaz de besar a una por tu culpa. Es por eso que siempre me dejaban -.

 

- ¿Y ahora yo tengo la culpa de que te dejaran? - protestó el mayor divertido.

 

- Tú tienes la culpa de no salir de mi cabeza hyung - dijo Jongin como siempre tan directo - Es mejor que bajes a desayunar. Yo...iré a darme una vuelta a casa.

 

- ¿Quieres que te acompañe? - preguntó Kyungsoo sin querer separarse de su amigo.

 

- No hyung, no es necesario. Descansa y luego yo te llamo - y esa fue su despedida antes de salir de la casa.

 

Pero Jongin no volvió a llamar ese día ni el siguiente.

 

 

 

Era sábado 28 de diciembre, el día del concurso de canto al que Kyungsoo no pensaba asistir ya que no se sentía con el ánimo necesario.

 

Ya habían pasado tres noches en las que Jongin no había dado señales de vida y el menor era su único motivo por el cual iba a asistir a ese evento, y si Jongin no lo acompañaba no tenía sentido alguno ir.

 

Realmente extrañaba demasiado al menor.

 

Habían sido muy pocas las ocasiones en que no había visto por días al moreno, pero esta vez era diferente. Las circunstancias eran diferentes.

 

Jongin se había alejado por lo que había ocurrido ese día y Kyungsoo se sentía culpable...culpable por no haber correspondido.

 

Y es que en estos días que había estado alejado de él y rememorando lo sucedido se dio cuenta de cuanto lo necesitaba realmente en su vida y que su cariño era algo más fuerte que el fraternal, pero que no lo había notado antes porque estaba acostumbrado a tenerlo cerca todos los días, aunque sea solo a través de una llamada telefónica.

 

Y no podía perderlo.

 

Las calles aún estaban cubiertas de nieve cuando Kyungsoo salió de su casa e inmediatamente hizo parar un taxi que lo llevó hasta el edificio en el que Jongin residía.

 

Sólo tuvo que llamar una vez a la puerta para que esta se abriera, dejando ver al moreno que iba impecablemente vestido con un poleron azul y un pantalón negro ajustado.

 

- ¿Vas a algún lado? - preguntó el mayor inmediatamente.

 

- Sí, voy a la universidad. Hoy es el concurso y tú ya deberías estar allá - respondió el menor dejando espacio para que Kyungsoo entrara a su hogar.

 

- ¿Y por qué estar allá si tu no me acompañabas? -

 

- Soo, ¿Realmente pensaste que te dejaría solo en esto? -.

 

- Me dejaste solo por tres días Jongin, tres días en los que no fuiste capaz ni de dejar un mensaje - la voz del mayor estaba apunto de quebrarse, pero no sabía si era por el enfado o el dolor.

 

- Yo...hyung, lo siento. Pero necesitaba estar solo. Necesitaba pensar -.

 

- ¿Pensar en qué? ¿Pensar en alguna excusa por lo que hiciste en navidad? ¿O pensar en la manera de decirme "Lo siento Kyungsoo, no quiero estar con alguien enfermo como tú"? - las lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos del más bajo.

 

El menor no sabía como reaccionar ante las estupideces que estaba diciendo el mayor.

 

- Kyungsoo, ¿realmente no te das cuenta de lo que pienso? Tu enfermedad no es ningún impedimento para no estar a tu lado y lo sabes perfectamente pues te he cuidado durante todos estos días y lo seguiré haciendo. Siempre estaré a tu lado acompañándote como lo he hecho siempre -.

 

- No es eso a lo que me refería - susurró el mayor con la mirada baja.

 

- Entonces explícate - exigió el menor levantado la barbilla de su amigo para que este lo mirara a la cara.

 

Kyungsoo cerró los ojos durante un segundo y cuando los volvió a abrir, el menor pudo notar un cambio en ellos.

 

- Feliz navidad, Kim Jongin -.

 

Y antes de que el moreno pudiera decirle que estaba loco, que la navidad ya había pasado hace tres días, el mayor tomó su ropa a la altura del pecho y le obligó a inclinarse un poco para poder alcanzar sus labios.

 

¿Esto estaba realmente sucediendo o era una trampa de su imaginación?

 

Si no fuera por el calor que emanaba el cuerpo que tenía junto a él, definitivamente habría pensado que se trataba de uno de esos sueños que ha tenido desde hace ya bastante tiempo.

 

Eran dos bocas inexpertas tratando de transmitir lo que sentían sus corazones. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).