Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El niño del patio (BangLo) por SongJiAri

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, aquí otro one-shot BangLo, hace mucho tiempo que no hago de esta gran pareja :).

“ El niño del patio “ (BangLo)

 

Bang Yongguk era un hombre de ya veintitrés años que desde los quince se dedicaba a ver a un niño seis años menor que él jugar en el patio del colegio con sus amigos.

 

Encontraba algo extraño en él: su belleza era casi imposible; era alto (incluso desde pequeño), su rostro era el de un niño inocente (que se mantuvo aún con el paso de los años) y, sobre todo, se hacía querer.

 

Recién cuando el niño cumplió quince años (teniendo él ya veintiún años) se atrevió a acercarse a él en un día que había paro de institutos y ellos habían ido al colegio obligados por sus padres; fue entonces cuando logró saber que su nombre era Choi Junhong, que lo apodaban Zelo y que había nacido del 15 de Octubre de 1996.

 

Pasados seis meses de su primera conversación se hicieron buenos amigos, no era para extrañarse puesto que eran muy parecidos en muchas cosas y se complementaban mutuamente.

 

Pero, recién dos años después de conocerlo (ya con veintitrés años) se animó a preguntarle aquello.

 

Yongguk – Zelo – Siempre lo llamaba por su apodo

Zelo - ¿Si?

 

Estaban caminando hacia sus casas (vivían hacia la misma dirección), Zelo, a pesar de tener diecisiete años, no tenía muy clara su sexualidad, él creía ser heterosexual hasta que se enamoró de Yongguk. Él lo admitía, pero no se había animado aún a decirle nada acerca de sus sentimientos.

 

Yongguk – Desde que te conocí no he podido decírtelo pero yo… Te amo.

Zelo – Pero hyung… Usted es mayor.

Yongguk - ¿Y qué tiene? Mientras que nos amemos mutuamente no pasa nada.

 

Zelo no respondió, pues no sabía qué decir exactamente.

 

Yongguk - ¿Quieres venir a mi departamento? Tal vez allí estemos más tranquilos.

Zelo – D-De acuerdo – Balbuceó nervioso

 

Al llegar al departamento que Yongguk compartía con su hermano gemelo Yongnam, sacó sus llaves, entró y fue a su habitación con Zelo, quien se puso muy nervioso ante la situación.

 

Zelo – No niego que te amo… Pero… ¿Qué dirán tus padres? Mí hermano es bisexual y sé que mis padres lo aceptarán, pero no sé los tuyos.

Yongguk – Yo les conté que empezabas a gustarme en su momento, y ellos me dijeron que mientras yo fuese feliz no podían meterse y que serían felices también.

Zelo – Bang… Yo… Te amo – Dijo con mucha ternura

Yongguk – Entonces… ¿Te gustaría ser mi pareja?

Zelo - ¡Claro que sí! – Exclamó muy emocionado

 

El celular de Zelo comenzó a sonar.

 

Junhee – Hermanito, mamá quiere que te quedes a cuidar a la abuela a partir de las seis, te conviene ir ahora si puedes.

Zelo – De acuerdo hermano, ya voy – Cortó – Tengo que irme a cuidar a mí abuela.

Yongguk - ¡Ey, espera! – Dijo causándole un sobresalto - ¿Crees que te irás sin que yo te de tu primer beso?

 

Zelo se tranquilizó.

 

Yongguk acercó su rostro al del menor, tomando con su mano su mejilla y acariciándola suavemente; Zelo cerró los ojos esperando el ansiado contacto de los labios de Yongguk sobre los suyos.

 

Después de unos eternos y tortuosos segundos, el contacto de sus labios al fin sucedió. Era un beso inocente y tierno al cual el menor no sabía cómo corresponder.

 

Para “compensar” el no haber podido corresponder al beso, le devolvió un beso igual de tierno e inocente. Yongguk fue a la entrada con Zelo y lo despidió cálidamente.

 

Una semana después, Bang Yongguk y Choi Junhong ya eran pareja oficial en sus clases y una de las parejas mas envidiadas de la institución por el gran amor que se tenían.

 

Había sonado el timbre del receso mas largo y Yongguk pensaba salir pero su profesor de Filosofía lo interrumpió.

 

Profesor de Filosofía – Así que tiene novio, señor Bang – Su mejor amigo, Kim Himchan lo miraba de manera muy pícara

Yongguk - ¿Acaso le has contado? – Le preguntó irónicamente a su amigo alzando una ceja, como si sus acciones adivinase

Himchan – Sí, ¿algún problema? – Dijo con igual ironía

Profesor de Filosofía – Nunca cambiarán.

 

Ambos rieron, en ese momento sonó el timbre, Bang le envió un mensaje a su amado para compensar el no haber podido ir a pasar el receso con él.

 

“ Lamento no haber ido contigo al receso, me atrasé por el profesor de Filosofía y no pude salir.

¿Vienes a mí casa hoy por la tarde? Besotes, te amo

 

De: Yongguk  “

 

Al leer el mensaje Zelo se sonrojó y, cuidando de no ser descubierto por el profesor, respondió el mensaje.

 

“ No pasa nada, claro que voy a tu casa hoy.

Nos veremos allí, te amo

 

De: Zelo “

 

Yongguk sonrió bobamente al leer la respuesta y esperó pacientemente a la hora de la salida.

 

Cuando al fin tocó el timbre de salida, finalizando su horario, salió, bajó al primer piso y allí se encontraba Zelo esperándolo; sonrió ante la ternura que irradiaba el chico.

 

Zelo salía cuarenta minutos antes que Yongguk pero se quedó más tiempo del que le correspondía esperándolo.

 

Yongguk – Vamos – Dijo mientras que le tomaba de la mano para salir juntos – No era necesario que te quedaras esperándome.

Zelo – Sí que lo era… No te iba a dejar solito.

 

Sonrió ante la inocencia de Zelo.

 

Cuando llegaron al departamento de Yongguk se le ocurrió un muy romántico plan.

 

Yongguk – Vamos a mí habitación, hay algo que quiero mostrarte – Se excusó

 

Zelo le creyó y lo siguió hasta el dormitorio.

 

Yongguk – Ven – Dijo alzando al menor para colocarlo sobre sus caderas

 

El pelinegro alto respiró un poco nervioso ante la idea de que lo que estuviese pensando fuese verdad… Aunque no negaba que lo deseaba.

 

Lo tumbó en la cama y se posicionó encima de él, lo besó lentamente, pero durante el beso intensificó el ritmo, lo deseaba demasiado, y si el menor no lo obligaba a parar, no se sentía capaz de parar.

 

Le quitó la camiseta y comenzó a besar su cuello con hambre, bajando por su pecho, lamiendo y besando todo a su paso. Hasta que llego a los pezones, el cual uno aprisionó entre los labios y otro entre dos de sus dedos, arrancándole un gemido leve al menor.

 

Yongguk se sacó su propia remera y la tiró en algún lugar de la habitación, movió sus caderas generando un roce de sus miembros por encima de los pantalones. Volvió a sus labios y los besó con fiereza, olvidándose por momentos que era la primera vez del menor y que debería ser delicado.

 

Bajó de vuelta a su cuello, succionándolo, mordiéndolo levemente, lo cual llenaba de placer al menor y le hacía querer más.

 

Yongguk desabrochó sus pantalones y los bajó, contempló unos segundos sus piernas finas y largas; para él eran perfectas, masajeó un poco el miembro del menor por encima de la ropa, Zelo ya comenzaba a gemir más fuerte. Se sacó sus propios pantalones, dejando ver su gran erección que asustó un poco al menor.

 

Yongguk – No te preocupes, seré delicado, lo prometo… Además, aún debo prepararte – Dijo bajándole los bóxers lentamente

 

Zelo sintió algo de vergüenza pero enseguida un sonoro gemido le hizo olvidarse de eso tras sentir que Yongguk devoraba su miembro, succionándolo, lamiéndolo.

 

Mientras que realizaba aquel exquisito vaivén con el miembro del menor en su boca levantó un poco su trasero, y llevó dos de sus dedos, penetró primero con uno, ocasionando que un leve gemido de dolor se dejara oír entre muchos de placer. Con ese vino un segundo dedo que ya no incomodó al menor.

 

Cuando sintió que no aguantaría más sin poseer su cuerpo aún virgen, sacó sus dedos y el miembro del menor en su boca, se ubicó entre las piernas de este, bajó a besarlo, durante el beso algunos movimientos hacían que el miembro de Yongguk rozara contra la entrada del menor, provocando que corrientes eléctricas muy placenteras recorrieran su cuerpo.

 

Yongguk agarró su miembro separándose del menor y comenzó a penetrarlo lentamente, viendo como Zelo cerraba los ojos fuertemente tratando de acostumbrarse a aquella dolorosa intromisión. Una vez se ubicó dentro, se acercó de nuevo a los labios del menor y volvió a besarlos con la misma fiereza de antes.

 

Durante el beso, Zelo movió instintivamente sus caderas, lo cual le provocó sensaciones placenteras acompañadas de un pequeño gemido, Yongguk, al escucharlo, entendió el mensaje y comenzó a moverse lentamente.

 

Aquel vaivén dolía aún un poco, pero poco a poco y a medida que aumentaba el ritmo, el dolor era opacado por un delicioso placer que el menor creía imposible.

 

Aún sin ser salvaje, se hundió lo más que pudo en él varias veces seguidas provocando gemidos más altos de parte del menor.

 

Zelo – Aaaah, Y-Yongguk, o-otra vez a-ahí – Lograba balbucear entre sonoros gemidos

 

Los gemidos de Zelo eran música para los oídos de Yongguk quien se sentía en el cielo al sentir como las estrechas paredes del menor atrapaban dulcemente su miembro mientras que este seguía con un vaivén cada vez más rápido, hasta que…

 

Un sonoro gemido de placer anunció el final de aquel acto en un orgasmo simultáneo, Yongguk salió del menor de manera delicada, provocando que otro gemido escapara de sus labios y se tumbó a su lado.

 

Cuando lograron normalizar sus respiraciones, Zelo habló…

 

Zelo – Eres la persona que más amo en el mundo.

 

Yongguk sonrió ante las palabras del menor y lo besó tiernamente.

 

Yongguk – Yo también te amo muchísimo.

Notas finales:

Espero que les haya gustado :).


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).