Good Boys Go Bad
La primera vez que Jongin conoció a Kyungsoo fue un jueves por la tarde, lo esperaban a la vuelta de la esquina de la casa de Junmyeon, donde tendrían el ensayo de banda en las que él y sus amigos usualmente tocaban. Lo que más le llamó la atención de aquel pequeño Hyung era lo inocente que lucía aquel chico junto a Kris, Tao, Sehun, Chanyeol y Baekhyun (aunque de este último no tanto).
— ¡Oh, Jongin! — Habló Kris con su casi imperceptible acento chino — Él es Kyungsoo — los presentó el mayor de todos.
—Es un placer — musitó Jongin, estirando la mano.
—Igualmente — respondió el muchacho, estrechando su mano y regalándole una tímida sonrisa que hizo a Jongin sentir mariposas en el estómago.
Los seis juntos caminaron a casa de Junmyeon donde ensayarían la tarde restante pues se presentarían al día siguiente en uno de los clubs que los ya adultos frecuentaban. Jongin y Kyungsoo no cruzaron más palabra más no podían evitar robarse varias miradas.
Los demás muchachos los esperaban en el garaje polvoriento de Junmyeon. Minutos después el ensayo empezó, Jongin era la guitarra principal y aquella tarde bajo la mirada penetrante de Kyungsoo, Jongin se lució. Dio lo mejor de él.
Cundo la banda de Luhan tomó el relevo, Jongin se sentó junto a Kyungsoo en el suelo gris y polvoriento de aquel garaje. En silencio, ambos escucharon a Jongdae llegar a notas inimaginablemente altas.
Sin poder soportar más su curiosidad Jongin balbuceó: — No te había visto por aquí.
— No soy de por aquí — respondió el mayor riendo — Soy del norte.
—Entonces, ¿Cómo es que…? —el menor dejo la frase en el aire
— Sehun también es del norte, aunque él estudia aquí con ustedes, en el centro — se explicó el más bajo — Hace unos meses me presentó a tus amigos —sonrió — Me ha hablado mucho de ti —declaró — Si no recuerdo mal, aquel día no pudiste reunirte con ellos pues estabas castigado.
—Bueno, pues — rió Jongin, recordando ese día — Es cierto, mis padres no me permitieron salir.
—Luhan me advirtió sobre ti — declaró Kyungsoo con una media sonrisa — Dice que eres EL chico malo.
Jongin le devolvió la sonrisa con algo de picardía. —Quien sabe.
—Entonces, ¿Debo tener cuidado?
—No lo sé, deberías dejarlo al futuro. Soy un chico muy agradable.
Kyungsoo rompió en carcajadas y después de aquella conversación, la incomodidad entre ambos, desapareció.
Aquella tarde, Jongin descubrió que Kyungsoo provenía de una familia adinerada (al igual que Sehun), tenía calificaciones excelentes, un record de asistencia impecable, respetaba a sus padres y siempre asistía a sus clases de piano, violín y canto. Kyungsoo era todo lo opuesto a Jongin quien, provenía de una familia normal de clase media, faltaba a clase siempre que podía, escapándose al estudio de baile para poder realizar lo que más amaba, conseguía a chicos y chicas luego deshaciéndose de ellos por otros más bellos. Tocaba la guitarra toda la noche volviendo locos a sus padres y vecinos, todo aquello lo había llevado a convertirse en el vándalo del instituto.
—Sube a cantar, Hyung — pidió Sehun.
Jongin lo miró con odio pues había interrumpido su amena conversación.
— ¡Sehun, no! — Respondió Kyungsoo con las mejillas coloradas, lo cual lo hacía lucir mucho más inocente.
—Vamos, Kyungsoo-ah — insistió Minseok, el mayor de todos los allí presentes.
Kyungsoo sonrió tímidamente, aproximándose donde Luhan y Yixing se deshacían de sus respectivos instrumentos mientras hablaba con ellos, sonriéndoles amablemente.
—Kyungsoo Hyung tiene una voz muy hermosa — aseguró Sehun, su tonto mejor amigo — Ya lo verás.
Al minuto siguiente, la voz cual miel de Kyungsoo llenó sus oídos. Las miradas de ambos se conectaron y creció entre ellos una tensión electrizante que ninguno de los demás notó.
Jongin podría asegurar que un niño de papi como Kyungsoo jamás hubiese tenido siquiera un novio pues Kyungsoo era un típico niño bien, que siempre obedecía y nunca rompía las reglas. Pero, Jongin se encargaría de dañar eso. Se encargaría de romper la dulce inocencia de su Hyung.
~ ~
— ¿Vendrás a vernos tocar mañana? — Preguntó Jongin horas después, cuando ya todos se marchaban.
Antes de que el más bajo pudiera escapar, Jongin lo había acorralado.
—Haré lo posible para logar escaparme —murmuró Kyungsoo con una pequeña y tímida sonrisa.
— ¿Me lo prometes, Hyung? — Insistió el menor.
Se miraron a los ojos intensamente varios minutos hasta que el más bajo logró soltarse del alto. Lentamente asintió, caminando rápidamente fuera del polvoriento garaje de Junmyeon.
—Te esperaré — dijo tan solo moviendo los labios antes de que Kyungsoo dejara de mirarlo. Su Hyung se limitó a sonreír.
—Se cuidadoso con Kyungsoo Hyung — advirtió el idiota de su mejor amigo quien había sido testigo de su casi imperceptible charla.
—No te puedo prometer nada — declaró Jongin como quien no quiere la cosa.
Tomó su mochila del suelo lleno de polvo y salió rumbo a su casa sin mirar atrás, ni pedir explicaciones.
~ ~
Jongin estaba en shock, no podía creerlo. Fue ayer tan solo cuando conoció a Kyungsoo un niño de papi que vestía sacos de lana y camisas de algodón a cuadros. Sin embargo, desde el escenario podía observar a este nuevo y extraño Kyungsoo. Llevaba pantalones apretados negros con zapatillas Adidas a juego, una camiseta sin mangas color plateado que se adhería a su torso como otra piel, el cabello peinado cuidadosamente, sus ojos estaban delineados de negro (Jongin asumió que esto podría ser obra de Baekhyun y su obsesión con el “eye-liner”) haciéndolo lucir escandalosamente sensual. Jongin jamás hubiese imaginado que el muchacho inocente de ayer por la tarde se transformaría en alguien tan sexy. Esa noche los enormes ojos de Kyungsoo, usualmente inocentes, derrochaban seguridad en él mismo y sensualidad.
Su turno para tocar llegó antes de lo imaginado, Jongin tocó su guitarra eléctrica lo mejor que pudo, sin apartar la mirada de Kyungsoo. ÉL le sonreía de lado, lucía extrañamente divertido, como si planeara algo.
Cuando terminó la canción, durante unos instantes los aplausos lo sacaron de sus sentidos. Sin embargo, al bajar de la tarima, unas manos suaves y delicadas lo halaron hasta el otro lado del club, estampándolo contra una pared. Segundos después, sintió unos labios ansiosos posarse sobre los suyos, en un demandante beso. ¡Kyungsoo lo estaba besando!
Jongin no lo pensó dos veces y devolvió el beso al instante, profundizándolo cuando tomo a Kyungsoo de la cintura, acercándolo más a su cuerpo. Sin romper el beso, Jongin sintió como a Kyungsoo frotarse contra su creciente erección. Jongin gimió descontrolado en la boca del más bajo. Ambos se separaron para poder tomar algo de aire, con sus pechos subiendo y bajando agitadamente.
Kyungsoo le dedicó a Jongin una mirada enigmática. Sin romper el contacto visual, lentamente se arrodilló, relamiéndose los labios cuando observó el bulto en los pantalones del más alto. Con manos ágiles los desabrochó. Era demasiado natural como para hacer esto por primera vez, notó Jongin. No puedo pensar más puesto que al segundo siguiente, Kyungsoo tenía entre sus manos, su palpitante erección.
Apretó ligeramente desde la base hasta la punta. Jongin gimió. Kyungsoo se inclinó, besando suavemente la húmeda cabeza llena de pre-semen. Las piernas del alto templaron pero el bajo sostuvo las caderas del menor con fuerza.
En el momento más inesperado, Kyungsoo tomó el miembro de Jongin entre sus labios, engulléndolo casi entero. Con su lengua hizo círculos desde la base hasta la punta, lo sacó de su boca con un obsceno “plop” para volver a meterlo en su caliente y húmeda cavidad, esta vez sin sacarlo. Jongin estaba hecho un desastre de gemidos y jadeos ahogados. Antes de perder totalmente la razón, observó con el rabillo del ojo que nadie en aquel club les prestaba atención, demasiado ocupados en la música y el buen ambiente de allí.
Jongin llevó sus manos hacia la cabeza de Kyungsoo, enredando sus dedos en las suaves y sedosas hebras color negro del mayor, lo sostuvo fuerte contra su erección, tratando de que con su boca tomara más de él. El miembro de Jongin llegó hasta el fondo de la garganta de Kyungsoo quien reteniendo las arcadas que esa acción produjo, lo tragó gustoso.
Subió y bajó por la extensión succionando sin piedad hasta que Jongin no lo soportó más y empezó a mover sus caderas desesperadamente, follando la pequeña, caliente y deliciosa boca de Kyungsoo. El menor sintió un cosquilleo llegar a su vientre, sabía que se vendría pronto. El mayor lo notó también cuando las piernas de Jongin temblaron. Como un experto Kyungsoo siguió succionando, tragando todo el miembro del menor hasta que éste se corrió fuerte en la boca del mayor con un grito ahogado. Kyungsoo tragó todo el semen que el menor soltó, succionando hasta la última gota.
Finalmente, soltó el ahora flácido miembro del menor de su boca, levantándose y relamiéndose los labios. Jongin en cambio, todavía disfrutaba de su fuerte orgasmo, sintiendo las oleadas de placer en todo su cuerpo y de no ser por el agarre del más bajo en sus hombros, hubiese caído desplomado al suelo. Con una parte de su mente sintió al mayor besarlo descaradamente, en su mandíbula, cuello y labios antes de susurrar en su oído:
—Eres delicioso, Jongin.
La mente nublada del menor casi no logra procesar que Kyungsoo lo había dejado solo, con los pantalones abajo y su miembro a la vista de todo el club. Se subió rápidamente los jeans, apresurándose a encontrar a sus Hyung y preguntarlo por qué diablos se había ido sin decirle más que esas tres labras.
Sin embargo, cuando consiguió caminar y encontrar al mayor (en la barra). Kyungsoo era todo sonrisas, sentado, bebiendo del coctel más caro que allí servían mientras chocaba los cinco con Jongdae.
— ¡Gané la apuesta! — Exclamó gritando Kyungsoo para hacerse oír y esbozando una sonrisa malvada — Me debes doscientos dólares “Chen Chen”.
Jongin observó la escena sin entender.
Kyungsoo se levantó de la barra y caminó hacia la entrada del club, contorneando su pequeño y (según Jongin) delicioso trasero. Llegó donde YiFan, lo tomó por el collar de la camisa hasta plantarle un descarado beso húmedo, demasiado insinuante y nada casual para ser considerado inocente.
— ¡Lo logré, amor! — Leyó Jongin de los labios de Kyungsoo. No podía escucharlo debido a la atronadora música pero aquello no lo hizo perderse de la sonrisa maliciosa que tanto Wufan como Kyungsoo esbozaron.
Antes de salir del club junto a Kris, Kyungsoo se giró y guiñó un ojo a Jongin mientras sus demás amigos se partían de la risa al observar la expresión de estúpida sorpresa en el rostro de Jongin.
~ ~
—Te dije que tuvieras cuidado con Kyungsoo Hyung — declaró días más tarde Sehun a su mejor amigo quien aún no salía del shock que Kyungsoo le había causado el viernes anterior.
—Te odio Oh Sehun — se limitó a espetar el moreno — Eres el peor mejor amigo en la historia de los peores mejores amigos. Eres lo peor que me ha pasado en esta vida — bufó frustrado.
—Al menos recibiste la mejor mamada de tu vida — replicó el pálido.
— ¡¿Cómo lo sabes?!
—Kyungsoo nos ha hecho lo mismo a todos desde que empezó a salir con nosotros — respondió Sehun rodando los ojos — No le des mucha vuelta al asunto. No eres el primero al que le sucede y tampoco serás el último. — Mencionó sin darle importancia —Me voy, debo terminar un deber kilométrico de cálculo.
Su estúpido mejor amigo se alejó, dejando a Jongin aún más shoqueado que antes.
Fin~