Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juego Inocente por Anne Mary

[Reviews - 38]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Primero que nada, Hola, espero que muchos en esta página lean el fic, porque me convencieron de publicarlo aquí y me pareció buena idea.

-"..."-. Diálogos.

-"..."-. Pensamientos.

Está escrito en tercera persona, en su mayoría, y espero que sea de su agrado.

Tal vez OoC ocasional, pero divertido... eso espero...

Death Note no es de mi propiedad, sólo uso sus personajes sin fines de lucro para entretenerlos y entretenerme un rato.

Actualizaré casi siempre cada semana (por lo menos hasta llegar al capítulo 18), espero que les agrade.

Además hay ligero spoiler, que aunque no afectará en nada la lectura, hay que tenerlo presente.

Y por último, un dato: odio los finales tristes y trágicos (aunque leo tanto de esto que soy una loca), espero que les de una idea de cómo va este fic.

Notas del capitulo:

¡Hola! Primer capítulo arriba. Nada de que preocuparse, a no ser que sea la perversión de ese detective.

Capítulo 1

Cuartel General para la captura de Kira, 1:58 a.m.

Todas las computadoras estaban encendidas y cada miembro de la investigación estaba revisando sus propias conclusiones del día, nadie prestaba atención a nadie, pues su concentración era sólo con su propio cerebro o con sus ordenadores. Cada uno tenía también una taza con café amargo, que se les estaba volviendo un vicio.

Todos excepto Light Yagami, que dormitaba frente al ordenador con ambas manos en su cara, no era extraño, porque daban las dos de la mañana.

Y Ryuzaki, que se mantenía despierto gracias a toda esa azúcar que ingería por momentos, claro que se le estaban terminando sus pasteles; no quiso despertar a Watari; el único que dormía en ese momento.

Y él se quería servir solo.

-“He comido todos mis postres Light-kun”- comentó como si no quisiera decirlo realmente, para hacer que su compañero lo acompañara a la cocina por más.

-“Me alegro Ryuzaki”- Light Yagami no se movió ni un centímetro, tenía los ojos medio cerrados, pero con la vista hacia el monitor en frente de él.

-“Hice algunas notas del caso Light-kun, podrían ser importantes”- sin duda lo estaban ignorando monumentalmente.

-“Me alegro Ryuzaki”- su voz se escuchaba demasiado grave, como si de un momento a otro se fuera a quedar sin habla.

-“Hice unos cambios a la configuración del ordenador principal Light-kun”- eso era información seria, podría resultar en una confusión, pero era irrelevante.

-“Me alegro Ryuzaki”-.

-“Tomé prestadas tus notas personales del caso Light-kun”- seguramente se molestaría, no soportaba que vieran sus apuntes tan pulcros, sin una mancha de tinta en ellos.

-“Me alegro Ryuzaki”- ningún tipo de emoción en sus ojos cansados.

-“Estoy aburrido Light-kun”- era verdad, hacía tiempo que no tenía ninguna diversión.

-“Me alegro Ryuzaki”-.

-“Eres tan tonto como Matsuda-san Light-kun”- debía aprovechar la situación entonces.

-“Me alegro Ryuzaki”- demasiado fácil.

-“Tú eres Kira Light-kun, y te voy a encerrar”-.

-“Me ale… espera, ¿qué estás diciendo?”-.

-“Que me he comido todos mis postres Light-kun, deseo ir a la cocina por más, así que acompáñame”- más tarde se burlaría de él.

Light lo miraba con suspicacia, había escuchado perfectamente su acusación, pero decidió ignorarlo, ya que no tenía fuerzas para hacer algo más.

-“No tengo otra opción, ¿verdad?”- se levantó de su silla, y aunque estaba entumido hizo un esfuerzo monumental para no demostrarlo. Sonrió un poco para mostrar una amabilidad y paciencia que no sentía.

Se fueron caminando por los pasillos, que se sentían tan fríos como el clima de la época, no tenían ningún tipo de decoraciones, sólo estaba la larga alfombra que se extendía por todo el piso y que evitaba que sus pisadas sonasen. Ya había hecho el viaje hasta la cocina, pero desde su celda privada, es decir, su habitación; varias veces muy entrada la noche, por los caprichos de su carcelero.

-“Por Dios, necesito una noche de sueño, no entiendo como Ryuzaki puede vivir aún”- se refería por supuesto al insomnio que parecía que no le importaba para nada a su increíble compañero de cuarto; y también a la ingesta de todo tipo de azúcares que le podían causar alguna enfermedad en el futuro.

El único hábito saludable que tenía era el de respirar. Y todas estas cosas le irritaban al joven Yagami, que sólo le hacían perder su tiempo, que bien podría estar usando para dormir, leer, comer sano o hacer deporte.

Ahora él mismo mantenía una dieta a base de dulces y chocolates, además de café amargo o algún tipo de té extranjero. Y como se la pasaba todo el día frente al monitor sin nada que avanzar en la investigación, ahora se le veía muy pálido y con unas leves ojeras.

Ya no mantenía un cuidado correcto de su aseo personal, solamente se limitaba a ocupar ese tiempo libre para darse una ducha y dormir. Tenía el cabello más largo de lo conveniente, y ya no lo peinaba, lo tenía despeinado. Ya en más de una ocasión el idiota de Matsuda lo había confundido con L… y eso aumentaba su mal humor.

Siguieron andando por un rato, hasta que llegaron a la cocina, un escenario muy familiar para Light, que lo visitaba casi diario.

-“Quiero algo de fresa Light-kun”- lo volteó a ver, él no sabía cocinar y su querido amigo si, y debía admitir que tenía un buen sazón.

-“Creo que hay fresas en la nevera Ryuzaki”- esperó a que L fuera al lugar indicado, sin embargo no se movía y continuó mirándolo con aquella, su mirada, tan indiferente.

-“¿Me podrías preparar un pastel? No tengo antojo de fruta, quisiera algo más dulce”-.

-“Supongo que no estás preguntando realmente”- siempre trataba de decir algo lo menos molesto posible. Se dirigió a la nevera y comenzó a sacar los ingredientes para el famoso pastel de fresa.

No le molestaba cocinar, era uno de sus pasatiempos, pero hacerlo a las dos de la mañana era un poco exagerado.

Estaba mezclando a mano lo que sería el pan, que había decidido hacerlo de fresa, por lo que tenía pequeñas manchas de la mezcla en los brazos y algunas en la cara y cuello. Estaba algo sucio, pero siguió con su labor.

-“Oye Light-kun, estoy aburrido”-.

-“Entonces ayúdame, no te quedes ahí”-.

-“No me refiero a este momento en particular, me refiero a estos días, ya no avanzamos en la investigación, y no hemos tenido nada divertido que hacer”- hizo una pausa, como para pensar en algo –“¿No quisieras jugar conmigo?”-.

Light seguía haciendo la mezcla lentamente. Si la dejaba reposar en ese momento toda la mezcla se quedaría arruinada.

-“¿Qué clase de juego?”- no prestaba atención.

-“Nada importante, sería muy sencillo, un juego sumamente inocente”- sonrió sin poder evitarlo.

-“De acuerdo, ¿de qué se trata?”-.

-“Bien, el juego consiste en la resistencia de nosotros dos Light-kun. Será algo así como una pequeña apuesta, ¿te parece?”- el menor asintió con la cabeza –“De acuerdo, se trata de seducir al otro, de cualquier manera, hasta que el otro acepte a pasar una noche con el ganador”-.

-“¿Perdón? Vamos Ryuzaki, tu y yo somos chicos, eso no es posible”- evitaba mirarlo a la cara porque su rostro tenía un toque carmesí en la luz.

-“Si, supongo que de todos modos yo ganaría. Buscaré otra cosa en la que estemos medianamente a la par”- picar el orgullo de Yagami era lo más efectivo para hacer todo lo que él quería.

 -“Espera, jamás dije que tu ganarías”-.

-“Pero existe un 70% de probabilidad de que yo gane, así que no tiene caso”- dijo restando importancia, iba ganando.

-“Por supuesto que no. Jugaremos, y verás que yo ganaré”- al momento de terminar la oración se arrepintió al instante, no debió haber hablado, cayó en la trampa de su carcelero. Se llevó la palma de su mano a la frente con el único pensamiento de: “Soy un imbécil”.

-“Está bien, tenemos de tiempo límite un mes completo, comenzando desde ahora”- miró hacia otro lado y pensó que tenía una perfecta oportunidad para empezar.

-“¿En qué momento sabremos quién es el ganador?”-.

-“… Cuando el perdedor… le ruegue al ganador tener sexo”- tenía su pulgar en la boca, como pensando algo.

Vio que Light seguía enfocado con el pastel que le había pedido. Ahora poco le importaba, ganaría. Light seguía con la mezcla, que ya se veía rosa.

Tenía aún las manchas en el cuello, Ryuzaki se acercó lentamente a su cuello y ante de acercarse aún más, susurró con una voz ronca:

-“Hueles muy bien Light”- dejó de lado el honorífico y le lamió algo de la mixtura, lentamente de abajo hacia arriba, a lo que le respondieron con unos escalofríos involuntarios. Ryuzaki se acercó a su clavícula, y suspiró en ella, observó que el chico era sumamente sensible en toda la zona del cuello y eso era una enorme ventaja para él.

-“¡¿Qué te sucede Ryuzaki?!”- Light había despertado de repente y se alejó bastante, hasta chocar con el horno encendido.

-“Creo que intento ganar”- miró las fresas y tomó una, la comió de un solo bocado y le sonrió de una manera un tanto sugestiva –“Perdona si no especifiqué, pero el juego comienza ahora”-.

-“Yo… no estoy listo, dame un momento”- respiraba agitadamente, era la primera vez que alguien se atrevía a invadir así su espacio personal. Y extrañamente no le era desagradable.

-“No”- lo dudó –“Sólo termina mi pastel Light-kun”-.

-“… Sí, claro”- casi no podía hablar.

Pasó un rato, en el que ninguno de los dos pudo decir nada, el pastel estaba en el horno, y le faltaba poco. Light aún no se reponía de aquella lamida que le extrañaba tanto.

-“No creería que Ryuzaki pudiera hacer algo así… si no fuera porque me lo hizo mí. Qué molestia… acepté este juego a base de engaños, lo peor es que me gustó, quiero decir… no, para nada, está bien, sólo un poco, tampoco es para tanto”- movió la cabeza horizontalmente, negando sus propios pensamientos. No podía creer que él, pensara repentinamente ese tipo de cosas.

Se escuchó un timbre, tenían un temporizador, por lo que el pastel ya estaba listo. Light se acercó al horno, llevándose a Ryuzaki con él, sacó el pastel con sumo cuidado y empezó a desmoldarlo.

Al terminar fue a la nevera y sacó una crema bastante espesa y de color rosa, la esparció por todo el pan de fresa que ya estaba frío, hasta que quedó completamente cubierto. Lo decoró pacientemente, sin prestarle atención al chico que estaba a su lado.

El pastel estaba listo y Light cortó una rebanada muy gruesa, para servirla a L. Su compañero vio el pastel y de inmediato recuperó un humor más amable que sólo se veía en el día.

-“Excelente. Entonces en este momento comienza nuestro pequeño juego… Light”- de nuevo sin el honorífico, esa sería la señal para Light, en el momento en que su carcelero comenzara con su juego.

Esa manera tan… extraña de hablar hacía que Yagami se estremeciera. Y no podía hacer nada, no porque no quisiera, sino porque no sabía cómo actuar en esas situaciones.

Nunca había dispuesto del tiempo para usarlo en salir en citas, no tenía experiencia alguna, siempre prefirió ocuparlo para el estudio, aunque constantemente se daba cuenta de que él no le era indiferente a las chicas, y a algunos hombres.

Su única esperanza de ganar tan patético reto era que Ryuzaki no se enterara de este secreto.

L comía su pastel lentamente, disfrutaba el sabor tan marcado a fresas que tenía y no prestaba atención a nada más, también tenía en la cabeza varias ideas que pondría en marcha, para divertirse lo suficiente con su pequeño prisionero. Claro que debería hacer algo mejor que simples besos en el cuello para hacer que se rindiera.

-“Ryuzaki, después de que termines tu postre, ¿podríamos ir a dormir?”- lo necesitaba y era la única manera de zafarse de él por lo menos todo un día.

-“Supongo, necesitas un descanso Light”-.

-“… Yo… si, vámonos por favor”- volteó rápidamente, desviando la mirada a otro punto de la habitación, intentando concentrarse en algo y no pensar.

Pasó un rato para que Ryuzaki se levantara de la silla donde estaba sentado con la misma posición extraña de siempre, en ese tiempo Light no movió ni un músculo. Los platos estaban en la mesa, en el mismo lugar donde L los había dejado, no estaba acostumbrado a hacer ningún trabajo del hogar, por lo que no tenía intenciones de recogerlos.

-“Ryuzaki, ¿no piensas lavar lo que ensuciaste?”- se le hacía una falta de respeto a Watari, dejar todo sucio, cuando él preparaba todo en ese lugar.

-“Bueno, en todo caso el que ensució todo fuiste tú, tú preparaste el pastel y lo serviste en ese plato. Así que te pido que laves todos los utensilios que usaste”- mala suerte Light, hoy no estás pensando con toda tu capacidad y eso te puede traer molestias.

-“… De acuerdo L”- no tenía intenciones para pelear, y que su carcelero cambiase de idea para dejarlo dormir. Se acercó al fregadero con todos los platos en los brazos, como llevaba una camisa quiso arremangar las mangas, pero sabía que se estropearía, así que se quitó la camisa, quedándose sólo con una camiseta blanca, sin mangas, que enmarcaba su torso tenuemente.

Comenzó a lavar todo velozmente y con agua helada, no quería perder tiempo de su sueño, en ese momento se podía ver en el reloj las cinco de la mañana. Ya no podría dormir ni un par de horas, pues la investigación se reanudaba a las 6:00 a.m. y nunca se cambiaba el horario. Suspiró pesadamente, secó los platos lo mejor que pudo.

-“Ya que terminaste Light, vamos a seguir con la investigación, ya es tiempo”- vio que el chico castaño asentía levemente y bostezaba un poco, tenía una mirada triste y cansada.

Bajaron por el elevador, muy callados, uno por el sueño y el otro porque era su costumbre. Era un silencio incómodo. Por lo menos uno de ellos ya había comido algo para soportar el agotamiento de todo un día de trabajo. Pero Light Yagami se sentía débil, odiaba comer cosas tan dulces, así que optaba por no comer tan bien como debería.

Entraron a la sala donde el resto del equipo debería haber estado, sin embargo, sólo estaba el jefe Soichiro Yagami y Matsuda conversando sobre los distintos tipos de armas que podría utilizar Kira: un arma de fuego, una pandilla, etc. La mayoría tonterías que Light y L ya habían descartado juntos.

-“Avanza Light-kun”- dijo halando la cadena que los unía, su compañero se movía pesadamente, diferencia de su habitual paso ágil.

Light asintió y se fue a sentar a su espacio designado, le dolía la cabeza y eso no se iba a ir, sabiendo que se tenía que cuidar de su compañero de cuarto en todo momento y lugar. No se había dado cuenta, pero ya no tenía fuerzas para mantenerse en su silla. Se deslizaba por la izquierda, se desmayó y por el instante no supo más de él.

-“¡Light!”- Soichiro vio como su hijo caía sin que nadie metiera una sola mano por él.

-“Cálmese Yagami-san. Simplemente está cansado. Lo llevaré a nuestra habitación”- tomó al chico con el sueño pesado en sus brazos, llevándolo a su espalda para mantener mayor soporte –“Pueden tomarse el día libre, y no vengan en la noche, creo que Light no estará en condiciones de todos modos. Nos vemos pasado mañana. Gracias por su trabajo”- los despidió sin mirarlos, pues estaba ocupado manteniendo al niño en su espalda.

Respiraba profundamente, hecho que le erizaba la piel a Ryuzaki, que no era un fanático de los que invadían su espacio personal, es decir, el invadir a los demás es aceptable, pero es totalmente diferente cuando era su propio espacio. ¡Pero se sentía endemoniadamente bien!

Se fue a paso lento hacia la habitación, se sentía muy cansado, pero él ya estaba acostumbrado a no dormir por días. El chico que estaba en su espalda, en cambio, debía dormir ocho horas diarias, mínimo, para conservar sus energías. Era tan típico de los niños, y este era un niño especialmente inocente, aunque no lo demostrase.

Trató de abrir la puerta de su habitación sin despertar a su amigo, que tenía el sueño ligero, según lo pudo comprobar ya hace varias noches atrás. Abrió la puerta gracias a un movimiento que ni él mismo pudo deducir cómo lo hizo. Pasó silenciosamente hasta la habitación, que tenía una sola cama tamaño matrimonial, ya que la cadena, de cinco metros, no alcanzaba para que cada uno de ellos tuviera la suya propia, de modo que necesitaban un poco de espacio privado, y lo único que se pudo lograr fue introducir esa cama enorme.

Bajó a Light a su puesto en la cama. Este, en cuanto ya no sintió el calor humano, sin despertar, intentó guardar un poco de calor, haciéndose ovillo. Se veía sumamente pequeño haciendo esta posición.

-“Te aseguro, Light, que ganaré”- le susurró en el oído y acto seguido le besó la frente con un sentimiento confuso en su mirada. Lo arropó hasta el cuello y él mismo se metió en la cama para tomar un descanso que, sinceramente, le haría falta en el próximo mes.

Notas finales:

¿Qué tal? A que no se lo esperaban (mentí, mentí, ja, ja, ja). Ese Ryuzaki tan OoC, un día de estos lo invitaré para que lea este Fic. Espero que me puedan dar su opinión, ya saben todo es bien recibido, gracias y hasta la próxima semana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).