Capítulo 1: Naruto sale con una chica de secundaria.
Hace no mucho tiempo… en la misteriosa y nevada tierra… de Konoha, Japón.
-¡Naruto Uzumaki está saliendo con una chica de secundaria!
-¿de verdad? ¿Esta buena? - Neji pregunto sorprendido.
-¿Cuántos años tienes, Naruto? ¿Cómo 28? - Sakura lo miro seria.
-no voy a caer en sus jueguitos, niños –respondió Naruto, sirviéndose su bebida.
Sakura y Neji se miraron con preocupación y asombro.
-dejaste la secundaria hace como trece años y… -comenzó a mencionar la peli rosa de lo más tranquila.
-¡tengo veintidós! ¡Tengo veintidós! –grito con desesperación Naruto.
-¿y sales con una chica de secundaria? –Neji se apoyó en la mesa –nada mal, nada mal.
-saliendo con… vamos, ¿Qué se supone que significa eso? –pregunto con reproche, Sakura.
-Si digo, ¿ustedes “ya lo hicieron”? –pregunto Kiba, con disimulado nerviosismo e interés.
Naruto sonrió complacido y satisfecho –, hemos hecho demasiadas cosas: paseamos en autobús, ella me cuenta cómo le va en el club del anuario, y me habla de sus amigos, tú sabes, el teatro. – Dijo mirando a sus amigos y ellos lo miraban sorprendidos.
-¿y ya se besaron? –pregunto Neji mordiendo su tostada.
-casi nos tomamos de la mano una vez, pero ellas tuvo vergüenza –respondió Naruto, tomando un sorbo de su bebida.
-bueno tu pareces bastante complacido –Sakura lo miraba con reproche.
-no sé de qué hablas –dijo Naruto haciéndose el distraído y volviendo a beber su café.
-¿y cómo se llama? –pregunto curioso Neji, dándole otro mordisco a su tostada.
-Hinata Hyuga. Ella es china –todos los presentes lo miraron sorprendidos.
-¿¡sales con mi prima!? – Neji se sorprendió, casi se atora con la tostada que tenía en la boca.
-¡tú prima! Ahora veo él porque del parecido en el apellido –Naruto se rascó la cabeza un tanto nervioso.
-de Naruto es de esperarse eso y más… -Sakura puso los ojos en blanco.
-Eso es genial. ¿Y donde la conociste? – pregunto sonriente Kiba, que parecía muy interesado en el tema.
-Pues…
-¡oh por favor! Que sea rápido –pidió Sakura con cierta molestia.
DING DONG
-Es para mí –Naruto se puso de pie sonriendo y fue abrir la puerta.
Y ahí estaba la tímida muchacha de diecisiete, cabello azulado y ojos perla: Hinata.
-Hola… Naruto kun –le sonrió con cariño, ruborizándose levemente.
-prometes portarte bien –dijo Naruto, sonriéndole.
-¡claro que me portare bien! –respondió algo seria Hinata.
-No, enserio. Por favor. Pórtate bien. –pidió Naruto, borrándosele la sonrisa.
-¡seré buena! ¿Qué caso normalmente no…? –comenzó a decir algo confusa, hasta que su primo apareció de subido en la puerta, al lado de Naruto.
-¿qué demonios le estas obligando a decir a mi prima, Naruto? –recrimino el castaño, mirándolo con reproche. (Neji Hyuga: cabello castaño, ojos perla. Primo de Hinata. Edad: 23)
-Hola Neji niisan –dijo tímidamente Hinata, regalándole una pequeña sonrisa.
-Hola Hinata –dijo Neji, serio, mirándola con recriminación.
-ya déjala entrar que hace frio, Neji –pidió Naruto, algo cohibido por el carácter con el que estaba ahora su amigo.
-Sí, pasa. Encantado de verte de nuevo Hinata –dijo haciéndose a un lado.
-¡Me hizo prometerle que me portaría bien! –comento de pronto Hinata, ruborizándose por lo penoso que se le hacía decir aquello. No sabía porque pero detestaba ser así de tímida, y que todo la avergonzara, y más delante de Neji, y sobre todo de Naruto.
-Tal vez estaba bromeando. ¿Te sueles portar mal? –pregunto Neji, observándola detenidamente.
-yo creía que no –dijo bajando la cabeza apenada. Entro y se puso a ver la casa asombrada –WOW.
-Oye, Sakura. Ella es Hinata. –dijo Naruto pasando por su lado –. Puedes dejar tu abrigo donde quieras Hinata –menciono, cogiendo su bajo.
-Hola, lo siento ¿cómo te llamas? –pregunto la muchacha quitándose su abrigo.
-Sakura Haruno –respondió seria la peli rosa. (Sakura. Edad: 22)
-¿y tocas la batería? –pregunto sonriente.
-…sí… -respondió con aburrimiento.
– Eso es genial –sonrió alegremente Hinata.
-Hola viejo. Hinata, él es el joven Kiba –presento Naruto, cuando el castaño apareció.
-Kiba Inuzuka –se sentó con una pequeña sonrisa, sentándose a lado de Hinata. (Kiba. Edad: 21)
-¿Qué instrumento tocas? –pregunto sonriente la muchacha.
-um… ninguno. Solo vivo aquí –respondió apenado.
-oh… -susurro sorprendida Hinata.
-bien empecemos con Launchpad Mcquack –Naruto afinaba el bajo.
-ese no es el título real –Neji apareció delante del micrófono.
-¡SOMOS SEX BOB-OMB! –Grito Sakura y choco rítmicamente los palitos. –ONE, TWO, THREE, FOUR!
Hinata se impresiono, maravillo y fascino, a tal grado que cada que la canción avanzaba sus ojitos comenzaron a brillar. Kiba a su costado solo movía el pie izquierdo al compás de la música.
Terminaron de tocar su magistral canción y tanto Kiba como Hinata estaban asombrados.
-eso fue demasiado rápido viejo –se quejó Neji. -¿quieres hacerlo de nuevo?
-hagámoslo de nuevo – Naruto sonrió, comenzando a tocar.
Y otra vez comenzaron con la melodiosa canción. Hinata veía deslumbrada como tocaba magistralmente el bajo su rubio amor.
En la parada de autobús.
-Ustedes son tan geniales –los ojos de Hinata brillaban –tan, tan geniales –sonrió –. ¡Sex Bob-Omb! Wow –sus ojos se deslumbraron de nuevo.
-Yo… em. Iré a verte después de clases mañana, ¿sí? –comento Naruto, avergonzado y ruborizándose, viendo a Hinata subir al bus.
Después, en la habitación de Kiba.
-sí que es agradable –comento serio Neji –ya me había olvidado cómo se comportaba mi prima.
-¿Enserio? Sí que es linda, verdad. –Naruto sonrió ante lo que dijo. Sakura lo miraba con reproche.
-Debería buscarme una novia de secundaria –anuncio de lo más tranquilo Neji.
-Yo te lo recomiendo –comento sonriente Naruto.
-Naruto, si tu vida tuviera cara la golpearía –hablo amenazante Sakura.
-¡Sí!... ¿pero porque? –preguntó cuándo reacciono. Y todos voltearon a verla.
-Es que ¿de verdad eres feliz o nomas tienes cara de tonto? –pregunto seria.
-¿Crees que tengo algún motivo oculto? ¿Me estas preguntando si la estoy usando? -dijo serio. Volteo a ver a Neji. –Estoy ofendido Sakura.
-¿Lastimado? –menciono Neji con tono de preocupación.
-Herido, Sakura –dramatizo el rubio.
-Olvídalo ¿sí? –contesto con aburrimiento la peli rosa.
-Kiba tu dijiste que era fabulosa –cambio de tema Naruto, volteando a ver a su amigo.
-Si fabulosa –contesto Kiba sonriendo.
-Sí, genial –menciono Neji, con una sonrisa.
Más tarde…
-Te lo digo antes de que escuches una sucia mentira de alguien más –dejo su abrigo en el perchero. –Sí, estoy saliendo con alguien de diecisiete.
-¿Es lindo? –pregunto Sai bajando el periódico hasta la altura de su nariz. (Sai Shimura: cabello y ojos negros. Piel, excesivamente blanca. Compañero de cuarto de Naruto. Edad: 25)
-Ha, ha, ha, ha, ha. –Naruto se metió al baño.
-¿significa que ya no dormiremos juntos?
-¿ves alguna otra cama por aquí? –pregunto el rubio asomándose.
Apartamento de Naruto y Sai: diagrama de propiedad.
Poster ridículo (Naruto), futon (Sai), lámpara de pared (Sai), butaca cómoda (Sai), ropas en el piso y demás cosas (Naruto), todo lo que hay en la cocina (Sai), zapatos tirados (Naruto).
Abrigo de Naruto, abrigo de Sai, televisión (Sai), consola y videojuegos (Sai), repisa (Sai), libros y CD´S (Sai), computadora (Sai), mesa (Sai), cepillo de dientes de Naruto (pagado por Sai), calcetines de Sai (en los pies de Naruto).
-Serás mi perra por siempre, Naruto. –Sai volvió a su lectura.
-¿y sobre la chica de diecisiete? No le digas a mucha gente –pidió Naruto, mientras se secaba las manos.
-me conoces. –Sai dejo su “enorme” periódico de lado.
-empezando por mi hermana –dijo serio el rubio.
Sai se puso de pie mientras marcaba en su celular. –Me conoces.
-¿oye que haces? –El teléfono comenzó a sonar -¿hola? –pregunto el rubio con nerviosismo, al llevarse el auricular a la oreja.
-¿Qué es eso de que sales con una de dieciséis? –grito Ino. (Ino Uzumaki. Edad: 19. Hermana menor de Naruto)
-e-ella tiene diecisiete. ¿Cómo te enteraste? –pregunto sobresaltado Naruto.
-Sai me lo conto –dijo tranquilizándose.
-¡Esa perra chismosa! –Sai se asomó por la puerta del baño. –Me conoces –dijo el muy… –Sai –grito Naruto.
-es un escando, Naruto. ¿Quién es la niña misteriosa?
-se llama Hinata Hyuga –musito el rubio.
-¿es china? ¡Espera a que mamá se entere de esto!!! –amenazo con superioridad Ino.
-¡Mamá está en Europa! ¡No tengo miedo! –grito el rubio.
-Una chica de diecisiete estudiante de secundaria. Eres ridículo Naruto –reclamo la menor.
-Es una escuela católica –dijo sin más el rubio.
-¿Qué? ¿Con uniforme y todo?
-con todo el paquete –se sentó en la butaca.
-Dios mío. Tú no le has…
-No, no, no, no, no. Dios, no. Ni siquiera nos tomamos de la mano. Creo que me abrazo una vez.
-Um, Naruto… ¿Por qué estás haciendo esto? –bebió del juguito que tenía.
-No lo sé. Se siente bien, ¿Sabes? Es así de simple –contesto con frustración.
-Paso más de un año desde que rompiste con…
-Sí, sí.
-¿Así que solo estas siguiendo con tu vida, o estas actuando como loco? –pregunto con preocupación.
-Te aviso luego ¿sí? –colgó la llamada.
Al día siguiente.
-No tengo muchas ganas de estar aquí –se quejó Sai.
Naruto y Sai se encontraban en la entrada del colegio católico, en el que estudia Hinata.
-Tranquilo viejo. En este colegio también vienen chicos.
-Te odio –contesto con frustración. -Hasta yo lo pensaría bien para salir con alguien de diecisiete –reclamo Sai, mientras veía a un muchacho pasar por su lado.
-Solo está disponible a la luz del sol. Así que yo no le llamaría cita, sino…
-…el recreo –respondió Sai.
-¿Eso no está bien? –pregunto cohibido el rubio. –No –respondió Sai con sarcasmo.
-Naruto!!! –Hinata pasó la voz y comenzó a correr hacia ellos.
-Hola. Este es mi genial compañero gay, Sai Shimura. –Naruto señalo al azabache, que le devolvió la mira con aburrimiento.
-¡Oh! Hola, soy Hinata. ¿Quieres saber quién de mi clase es gay? –pregunto mientras se daban la mano.
Naruto miraba sin entender muy bien la cosa.
-Claro. ¿Usa anteojos? –pregunto sonriente el azabache.
-Ahora vete, Sai. Fuera. Largo –pidió Naruto mientras señalaba a un lado.
-Aww… ¡espera! ¿Qué? ¡Esto apesta! ¡Tú apestas! –se quejó Sai.
-Prometo que te daré toda la información de los chicos lindos cuando te vea, Sai –dijo Hinata mientras se abrazaba al brazo de Naruto.
-Eres demasiado buena para él –Sai le toma de las manos. -Huye –dijo mientras se alejaba, dejando pasmada a Hinata.
-¡Sai sí que es divertido! Vayamos a comer pizza. ¡Muero de hambre! –Hinata jalo a Naruto, tratando de no pensar que quiso decir Sai con ese comentario.
-Sí, claro. He, divertido –dijo Naruto con nerviosismo, mientras seguía a su enamorada.
En la pizzería Hinata le platicaba a Naruto sobre los problemas que tenían algunos de sus compañeros. Sobre como tenía una parejita problemas para declararse y como otros se frustraban al no saber demostrar sus sentimientos.
En la tienda de abrigos le platico sobre cómo le iba en el club del anuario, y lo mucho que le divertía ser miembro. Naruto por su parte escuchaba y siempre le contestaba con comentarios positivos.
Cuando comenzaron hablar de la banda, a Hinata le causaba gracia que para todo Naruto siempre decía el nombre completo de su primo. A tal punto de volverse algo tedioso. Pero bastante fascinante.
Ella le comenzó a platicar lo mucho que le gustaba la banda y lo feliz que se sentía al salir con alguien talentoso como él. Y así la plática se extendió hasta que Naruto la llevo a conocer su “guarida” o apartamento que compartía con Sai.
-¿saliste con muchos chicos? –pregunto de la nada Naruto.
Hinata se puso como tomate, y bajo la cabeza apenada. –No. Ni siquiera llegue a besar a un chico –alzo la vista y sus mejillas estaban sonrojadas.
-Sabes yo tampoco –dijo Naruto ruborizándose, volteando a verla.
-Es bueno saberlo –contesto la ojiperla y se abrazaron.
-¿A dónde vamos ahora? ¿Tu guarida secreta? –pregunto sonriente Hinata, cuando volvieron a caminar.
-Mi guarida secreta es de esos lugares al estilo “no se permiten chicas” –le devolvió la sonrisa.
-¿entonces a dónde? –pregunto juguetona la chica.
-A… a mi antigua casa. Donde solía vivir cuando iba a la secundaria –contesto serio.
-¿Tus padres aún viven ahí? –pregunto ilusionada la muchacha.
-No, se fueron… la vendieron –llegaron frete a la casa. –Aquí es donde paso todo.
-Sí que es bonita –contesto con melancolía.
-Bueno… te acompaño a la parada de autobús ¿sí? –dijo tratando de romper el ambiente tenso que se formó.