Un Muchacho de cabello negro se encuentra bebiendo una taza de café y mirando repetidamente su reloj de muñeca –Ese maldito, siempre me hace esperar –Estaba empezando a molestarse. Paso su mano por su cabellera que solo provoco el grito ahogado de una que otra muchacha que pasaba por la calle. A pesar de la cara de pocos amigos que tenia, la tez blanca y lozana, además de su gran atractivo físico hacia imposible para quien pasara, fuera hombre o mujer, no mirarlo.
–Tu siempre llamas la atención Sasuke –se le aproximo un muchacho un poco mayor que él, de cabello castaño agarrado formando una coleta y anteojos oscuros.
–Shikamaru bastardo, siempre es lo mismo contigo –le recrimino el moreno mientras el otro tomaba asiento.
–Gomen Sasuke, pero aquí esta tu próximo trabajo –Le mostro una carpeta amarilla, Shikamaru se preocupaba de recolectar la información y el plan de acción para todos los trabajos de Sasuke –, quien te ha solicitado ahora es alguien muy importante -le resumía al azabache –, solo tienes 17 años y aun así tienes una gran reputación –dijo finalmente encendiendo un cigarro.
–Pues claro –dijo arrogante mientras recibía el archivo –¿eh? ¿Hyuga? –miro un poco sorprendido. Los Hyuga eran una familia muy poderosa y adinerada, había pensado que tenían personas dentro de sus mismas filas para encargarse de asuntos como ese.
–Supongo que necesitan a alguien con experiencia –dijo sacando una foto del archivo –, debido a que tu objetivo esta muy resguardado –le mostro finalmente la fotografía donde aparecía un joven de piel canela, cabello alborotado y rubio, mostrando una amplia sonrisa.
–Es una pena, realmente es guapo –dijo Shikamaru exteriorizando los mismo pensamientos que Sasuke estaba teniendo al ver la foto.
–Si eso es todo, me retiro –el azabache se paro de su asiento, tomo su abrigo y dejo algo de propina. Empezó a caminar
–Llámame cuando tengas el trabajo finalizado –le hablo Shikamaru –, solo tienes 48 horas –Sasuke solo alzo su brazo sin voltearse a modo de respuesta.
Una ves en el departamento que había rentado, dejo el archivo sobre la cama y se sentó justo a un costado, empezó a desvestirse quedando solamente con sus bóxers azul marino (Na: Mmm me lo imagino o///o ) tomo la carpeta y empezó a hojearla.
–Veamos –tomo la primera hoja –. Familia Namikaze-Uzumaki –murmuraba –, el cabeza de la familia salió del país junto con su esposa –dejo sobre la cama las fotos de Minato y Kushina –. El heredero –se detuvo un momento para mirar la fotografía del joven –, 17 años y especialista en artes marciales, veremos que tan difícil me lo haces –dejo la foto junto con las otras y tomo otra –. Sabaku no Gaara supongo que tu serás mi mayor problema –dejo todos los documentos para dirigirse al baño de su habitación puesto que le hacia falta una ducha.
–Naruto-sama debería tener más cuidado, por favor no ande solo –se refirió al rubio un muchacho que no debía tener mas de 20 años, de pelo rojo que usaba un traje negro y dueño de unos ojos color zafiro.
–Ah que molesto, Gaara quédate aquí, me iré a casa con mis amigos –declaro finalmente el rubio un poco irritado mientras se encaminó a donde estaban sus compañeros
–Como diga joven maestro –realizo una reverencia en la dirección donde estaba Naruto, luego coloco una de sus manos en su oído y con un tono leve, pero autoritario habló –. Mantengan la distancia del objetivo, personalmente seguiré al joven maestro.
El guardaespaldas empezó a seguir al grupo de jóvenes manteniendo una distancia más que razonable para él, sin embargo no era el único que tenía puestos los ojos en el rubio.
Cuando Naruto se despidió finalmente de sus amigos, decidió pasar a una tienda que tenia el mejor ramen instantáneo de la ciudad.
En ese momento Sasuke se encontraba a unos metros de ahí, escondido en un callejón, de pronto sintió como algo se apoyaba en su cabeza.
–Sera mejor que dispares antes de que sea tarde –Sasuke empezó a voltearse lentamente para mirar a la cara a su atacante. Frente a él y apuntándole con un arma de fuego se encontraba Gaara.
–¿Qué es lo que quiere del joven maestro? –le hablo sin mover un solo centímetro el arma que se apoyaba ahora, en la frente del azabache.
–Creo haberte dicho que dispararas antes que fuera muy tarde – ágilmente tomo el brazo del pelirrojo y lo movió a un costado dejando libre una mano para darle un certero golpe en la boca del estomago –, tu no eres a quien busco –apuntándole a la cabeza con el arma que saco de la parte baja de su espalda, ahora los roles se habían invertido –. No te matare, jamás mato gratuitamente –dijo mientras lo observaba con una sonrisa de medio lado.
Ambos escucharon como Naruto salía del negocio, lo que distrajo a Sasuke por unos segundos, esto le dio tiempo a Gaara de sacar la navaja que tenia en su tobillo y decidido fue al contraataque.
El joven de ojos zafiro iba directamente al corazón del moreno, pero este ágilmente desvió la mano del pelirrojo a un costado usando su brazo y dándole un fuerte golpe en la nuca lo dejo inconsciente. Escucho atentamente por el auricular de Gaara y supo que lo mejor seria salir de ahí ya que se acercaban refuerzos.
Corría a través de las calles buscando a su objetivo cuando al momento de doblar por una esquina tropezó con alguien cayendo al suelo.
–Mierda, mi trasero –se quejo la persona, y el joven encontró gracioso el comentario puesto que eso fue exactamente lo que pasaba por su cabeza –Perdona, ¿estas bien? – Preguntó.
Sasuke alzo la vista y se sorprendió al ver al rubio que le extendía la mano para ayudarle, sin darse cuenta tomo la mano del joven, pero hizo un gesto de dolor, miro su brazo y noto como sangraba.
–¡Oh no, estas herido! –tomo la otra mano del azabache y empezaron a caminar –, déjame ayudarte –se dirigieron a una farmacia y una vez que tenían comprado los implementos para curarle la herida se dirigieron a un parque vacio, tomaron asiento y el rubio empezó a sanarlo.
–Ya esta listo –dijo alegremente Naruto.
–Gracias por tu ayuda –atino a decir, probablemente la herida se la hizo al esquivar el ataque de Gaara, pero no podía pensar en eso ahora, estaba con su objetivo y ¡él le estaba ayudando!. Esta era la oportunidad perfecta, no estaba su sombrío guardaespaldas y solo debía sacar su arma, empezó a mover lentamente su mano hacia su espalda y cuando toco su pistola, la voz del rubio lo detuvo.
–Si hablas después de todo –se refirió al azabache con una sonrisa. Lo miro intensamente con sus ojos azules y le extendió una mano.
–Uzumaki Naruto –dijo finalmente esperando la respuesta del moreno.
Por su parte Sasuke observo detenidamente la mano extendida y luego las orbes azules, como era posible que irradiaran tal honestidad. Soltó su arma y la dejo donde estaba para así juntar sus manos en un saludo que selló hablando –Uchiha Sasuke.