Enamorado de mí hermano
Capítulo I: ~Sentimientos prohibidos~
— ¡No! ¡No! ¡No! Y más ¡No! —Se repetía a sí mismo el pelinegro mientras tomaba con sus manos su cabeza sentándose en la orilla de la cama. — Esto… esto no es cierto… es solo… es solo… confusión… ¡Sí! ¡Es eso! ¡Solamente estoy confundido! —Trataba de auto-convencerse mientras se ponía de pie dirigiéndose al baño para humedecer un poco su rostro— Ya… cálmate un poco… no es bueno que te alteres mucho… —Se decía a si mismo viéndose en el espejo mientras secaba un poco el rostro poniéndose nuevamente sus lentes para luego volver a la habitación y dejarse caer acostado sobre la cama cubriendo sus ojos con su brazo—
Ya había pasado una semana desde que Azusa había comenzado a actuar así… ¿La causa? Bueno… era algo que lo tenía preocupado y no podía dejar de darle vueltas al asunto, el “problema” es que se había dado cuenta de sus sentimientos hacia cierta persona… cosa que estaba haciendo que poco a poco fuera perdiendo la cordura…
El problema no era ese sentimiento, Azusa no veía nada de malo en enamorarse, a él le parecía que era algo que todo ser humano llegaba a experimentar en algún momento de su vida, aunque claro, nunca pensó que él pudiera llegar a sentir eso que estaba sintiendo ese momento…
Pero claro estaba que el problema no era lo que sentía, si no por quién sentía eso… de por sí ya le resultaba algo un poco raro el enamorarse de una persona de su mismo sexo, aunque claro, eso no era lo que le preocupaba, el verdadero problema era que aquel era un amor prohibido, un amor que venía creciendo desde hacía ya mucho tiempo, pero que apenas hasta ahora se había dado cuenta de su existencia… frente a sus ojos aquella persona era una persona perfecta digna de admiración, alguien que en algún momento de su vida fue su modelo a seguir y lo seguía siendo, alguien que lo había apoyado en los momentos en los que más lo necesitaba, alguien que era muy especial para él, la única persona que lo estaba haciendo suspirar como una colegiala enamorada, que hacía que sus ojos brillaran con solo verlo, que lograba que su corazón latiera a mil por hora con solo tenerlo cerca, alguien que se había adueñado de su corazón y parecía no querer salir de sus pensamientos, alguien que hacía que estuviera en las nubes todo el día, incluso con solo escuchar el nombre de aquella persona su día parecía iluminarse, y el nombre de esa persona era Tsubaki…
Así es… Tsubaki era su problema, su querido hermano gemelo del cual era inseparable desde que era un niño era la persona que había robado su corazón, la persona de la que Azusa se había enamorado completamente…
Azusa pensaba que el hecho de haberse enamorado de su hermano era algo malo, pero él sabía no podía elegir de la persona de la cual se podía enamorar o no…
Pero aparte de que el hecho de que fuera su hermano era un problema, el problema más grande y por el cual trataba de auto-convencerse que no sentía nada más que un amor de hermanos hacia Tsubaki era otro…
~*~
Aunque le había costado mucho trabajo finalmente había reunido todo el valor necesario para decirle a Tsubaki lo que realmente sentía por él, sabía que había una gran probabilidad de que lo rechazara, pero él tenía la pequeña esperanza de que no fuera así y que aceptara sus sentimientos aunque no lo correspondiera inmediatamente, Azusa se sentía de cierta forma feliz porque finalmente iba a poder deshacerse de aquella carga que llevaba en sus hombros, el decirle lo que sentía sería como liberarse de algo que lo agobiaba desde hacía ya tiempo atrás…
Ese día Azusa había despertado un poco más feliz que los días anteriores, al fin el día en que se le “declararía” a su hermano había llegado, ese día lo habían pasado juntos, habían ido a un parque de diversiones, al cine y por último fueron por helados, aquel día lo habían pasado solo ellos 2 como los viejos tiempos.
— Hace mucho que no salíamos a divertirnos juntos — Comentó sonriente Tsubaki que estaba comiendo su helado sentado junto a Azusa en una de las bancas del parque.
— Tienes razón… ya extrañaba esto… — Sonríe terminando de comer su helado mientras observaba como el sol comenzaba a ponerse — Tsubaki… hay algo que quiero decirte… —Se giró un poco para ver a su hermano.
— Yo también tengo algo importante que decirte… — Se giró igualmente para ver a su hermano mientras tomaba aire para poder decírselo. — Estoy saliendo con Ema…
Al escuchar aquellas palabras la sonrisa de su rostro desapareció y sintió una horrible punzada en su pecho… pero tal como lo había hecho durante todo ese tiempo logró disimular lo que sentía, realmente se estaba volviendo muy bueno en ocultar sus sentimientos.
— Felicidades, me alegro mucho por ti… — Sonrió falsamente mientras se formaba un enorme nudo en su garganta haciendo que el contener sus lágrimas se le hiciera algo casi imposible — Será mejor que nos vayamos ya… ya ha anochecido y estoy un poco cansado… — Mintió mientras se ponía de pie encaminándose a casa.
~*~
Así era… aunque no pudiera… mejor dicho, aunque no quisiera creerlo su querido hermanito había comenzado a salir con Ema…
El escuchar aquella noticia de la boca de Tsubaki había sentido una horrible punzada en su pecho, pero logró disimularlo felicitándolo y sonriéndole falsamente, ya que aquella noticia sin duda era una de las perores que había recibido en su vida, pero él no quería arruinar la felicidad de su hermano.
Azusa amaba a Tsubaki y era por eso que no quería decirle sus sentimientos hacía a él, no quería parecer un egoísta por lo que prefirió guardarse para sí mismo lo que sentía y tratar de convencerse de que lo que sentía era simplemente porque se sentía confundido… fuera lo que fuera él quería ver a su hermano feliz, y si eso implicaba que no fuera de él si no de otra persona lo aceptaría, lo único que deseaba más que nada era ver su sonrisa… y haría lo que fuera para conseguirlo.
Cuando Azusa se había dado cuenta de sus verdaderos sentimientos hacía su gemelo se había sentido realmente confundido, no sabía qué hacer… pero poco a poco y con un poco de ayuda logró aceptar que aquello que sentía no era otra cosa que amor… pero no amor de hermanos…
El aceptar que se había enamorado de su hermano gemelo le fue muy difícil, pero sin duda el olvidar que lo amaba y hacer como si no le importara el hecho de que estuviera con Ema se le haría imposible.
Sabía perfectamente que no iba a poder soportar mucho aquella situación por lo que debía buscar una solución, y aunque ya tenía algo en mente no sabía si eso era lo correcto…
Sin que se diera cuenta de sus ojos habían comenzado a brotar unas lágrimas al recordar el día en que Tsubaki le había dado aquella dolorosa noticia, el recordar aquello siempre lo ponía mal y no podía evitar el deprimirse.
— Nee… Azu… ¿Azusa? — Tsubaki quien había entrado felizmente a la habitación de Azusa y se había acercado a la cama se había quedado sorprendido al ver que su hermano se encontraba llorando — Azusa ¿Estás bien? ¿Por qué estás llorando? — Preguntó con preocupación mientras retiraba el brazo que cubría sus ojos para poder secar sus lágrimas
— Si… estoy bien, no te preocupes por mi… simplemente me dolía un poco la cabeza —Mintió mientras se sentaba en la cama — Si descanso seguramente pronto me sentiré bien —Le sonríe levemente.
— Pobre Azu-chan… —Acarició un poco el cabello de Azusa — Y yo que venía a invitarte a que nos acompañaras a Ema y a mí al cine… pero creo que será mejor que me quede contigo… —Suspira levemente viéndolo con preocupación.
— Ya te lo he dicho…estoy bien… así que ve a divertirte —Hace un esfuerzo por sonreírle mientras se recostaba en la cama dejando los lentes sobre la mesita que estaba junto a su cama.
— Está bien… —Suspira levemente — Pero en cuanto regrese vendré a ver cómo sigues — —Sonríe levemente mientras depositaba en la frente de Azusa para luego apagar la luz y salir de la habitación cerrando la puerta al hacerlo.
— ¿Por qué? —Sollozó una vez que se encontraba solo — ¿Por qué debes portarte así conmigo? ¿Por qué? ¿Qué acaso no ves que me dañas más? —Cubrió nuevamente sus ojos con su brazos derramando unas cuantas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas — Ya no puedo más con esto… lo intenté… lo intenté pero ya no puedo… no quiero… no quiero… ya no más… —Llevó una de sus manos a su pecho apretándola contra él — Cada vez que los veo juntos duele aquí… duele mucho… —sollozó apretando un poco su camisa con su mano — Ya no quiero que duela… pero quiero que seas feliz… quiero verte sonreír… aunque sé que para eso yo debo dejar de hacerlo…
Tal como se le había hecho costumbre a Azusa luego de llorar por algunas horas cayó profundamente dormido… un sueño del cual él deseaba no despertar… y si llegara a despertar en algún momento deseaba que todo aquello que estaba viviendo fuera solamente una horrible pesadilla…
Continuara....