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Sensación Inexplicable por Futuristic lover

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Notas del fanfic:

Vuestra pequeña B ha vuelto con un nuevo trabajo (Seee nadie me conoce, pero me haré conocer!) Ese es el espiritu!

Notas del capitulo:

Wooooooowww volvemos a las andadas!!! Mi primer fic 2min. Espero que os guste!!! Ahora a leer!! Nos vemos ahí abajo!!

Cuando Taemin veía a esas mujeres rodeando a su mejor amigo, algo en su interior empezaba a hervir, la temperatura de su cuerpo comenzaba a elevarse poco a poco. Sentía su interior arder, sus pupilas dilatarse y su vientre retorcerse.

Odiaba ese sentimiento.

Pero sobre todo, odiaba que alguna fémina con sus hormonas a todo esplendor, le mirara con deseo mientras, con una sonrisa pícara en sus labios rozaban los brazos desnudos y fuertes de su amigo.

Odiaba el sexo femenino.

Y ahí se encontraba, observando el espectáculo que provocaba su atractivo amigo. No podía hacer otra cosa que caminar sobre la máquina de correr, mientras veía que las mujeres intentaban atraer la atención del moreno.

—No te preocupes, sólo debes presionar este botón para que la máquina cambie de nivel —dijo la chica al tiempo que guiaba su dedo índice al botón mencionado. — ¿Ves? Ahora va un poco más rápido —concluyo con una sensual sonrisa.

—¡Oh! Muchas gracias —respondió el moreno de la misma forma.
Taemin no podía ver aquel espectáculo, Tenía que irse de ahí antes de agarrarle del cabello a esa estúpida.
O a su mejor amigo por seguirle el juego. ¿Es que era tonto?
¿No se daba cuenta de lo quería esa asquerosa? ¡Una acción más por parte de Minho, una sonrisa más, lo que fuera y la chica se le echaría en sus brazos!
¿Tan idiota es? ¿Tan idiota es que no puede decirle un NO a la primera chica que viene a ayudarle a encender la máquina cuando él lo estaba haciendo?
Porque sí, Taemin burlándose de lo inútil que es su amigo por no saber encender una máquina que sólo tiene cuatro botones, le echó una mano, pero en ese momento apareció la estúpida con sus amigas para ofrecerle SU ayuda, interrumpiéndoles su divertida charla con él.

Ahora lo sabía. Choi Minho es el ser más estúpido que puede existir en este planeta.

¿No sabe lo que causa sobre las mujeres y hombres? ¿No tiene idea de lo perfecto que es? ¿Aún no se ha dado cuenta de su increíble atractivo?

Alto, moreno, ojos chocolate oscuros, una sonrisa que te hace suspirar inmediatamente, brazos fuertes, espalda perfecta, abdominales marcados y un trasero fácil de admirar.
Definitivamente Taemin lo tenía bien estudiado.

Tenía que irse, tenía que marcharse, tenía que salir de ahí, lo antes posible. Taemin estaba más que harto de esas situaciones. Con un fuerte y notable golpe, apagó la máquina con la que se ejercitaba. Recogió sus pertenencias y se fue lo más rápido posible a los vestuarios.
Nunca más volvería a acompañar a su amigo al gimnasio, no cedería otra vez.
Caminando hacia la salida, se secó la gotas de sudor que descendían de su blanquecino cuello.
Taemin se sentía confuso, empezó a caminar más lento cuando un millón de preguntas golpeaban su inocente cerebro.

¿Por qué se ponía así?

¿Estaba enfadado?

¿Molesto?

¿Celoso?

Taemin agitó con fuerza su cabeza.
Eso era más que imposible. ¿Celoso? ¿Él? ¡Ja! Ni en sueños.

En el vestuario, Taemin intentaba no pensar sobre el reciente acontecimiento con la chica y su amigo, evitaba los detalles, mientras con dificultad, se quitaba la camiseta que se pegaba, debido al sudor, a su torso.
Su misión se dificultaba hasta que sintió que unas manos le proporcionaba la fuerza suficiente para tirar de la camiseta y salir de ella.

—¿Mejor?

Taemin se giró al notar esa conocida voz a su lado. Minho le miraba expectante, esperando una respuesta por parte del menor y que por desgracia no llegaba.
Taemin le ignoró y fue a buscar su camiseta limpia. No deseaba entablar una conversación con el moreno. Aún se sentía molesto y no sabía el porqué, quería vengarse y no encontraba otra forma que su silencio.

—Hey, Tae —¿y ahora por qué le llamaba así? Se moría por dentro cuando Minho pronunciaba ese diminuto de su nombre.

—Taemin —volvió a llamar más serio. –¿Por qué te fuiste así? ¿Estás bien?

—No — respondió el castaño al fin. —No, no estoy bien. Me voy a casa. —dijo sinceramente.

—¿Qué? ¿Así tan de repente? Si antes…

—Antes…

—¿Qué te duele?

—Nos vemos mañana —finalizo Taemin, antes de recoger su mochila y salir de ahí.

Necesitaba saber lo que realmente le pasaba, deseaba estar solo por un momento y ordenar sus pensamientos confusos, pero su objetivo fracasó cuando sintió la mano del moreno en su muñeca interrumpiéndole su camino.

—Taemin.

—…

Minho no entendía el repentno cambio de humor de su amigo. Necesitaba saber el motivo por el que se había puesto asi.

¿Qué había pasado? Su curiosidad le mataba lentamente.

—Dime que te pasa y asi podre ayudart…

—Quiero irme a casa. —interrumpio Taemin.

—Per...

Taemin se soltó de la atadura de Minho, saliendo rápidamente del lugar, dejándole a este con un sabor amargo en sus labios.

 

 

 

 

 

Taemin se maldecía una y otra vez. Fue estúpido por comportarse de esa manera tan infantil, tan inmadura.
¿Desde cuándo tomaba importancia a las relaciones que Minho tenía con las mujeres? Debia admitir que desde hace un tiempo. Se odiaba a sí mismo por tener ese inútil comportamiento. Llamaría a Minho y le pediría perdón.
Sí. Era una buena idea.

Cogió el teléfono y rápidamente llamó al móvil de Minho marcando de memoria los números correspondientes.
Después de unos largos segundos.

—¿Diga?

La voz ronca de Minho se escuchó al otro lado del teléfono.

—¿Minho hyung?

 

Cuando Minho escucho la voz nerviosa de Taemin, no pudo retener su gran sorpresa.

¿Cuándo fue la última vez que escuchó su voz?

¿La última vez que lo vio? ¿La última vez que platicó con él en la universidad? ¿En los pasillos?
En el gimnasio. Ésa fue la última vez que hablo con él.

 

Hace tres días.

 

—¿T… Taemin? —se aseguró de que el menor realmente le estaba llamando.

—Hola.

—¿Dime, ha pasado algo?
Aquella pregunta de preocupación por parte de su amigo, le removió su estómago.
Definitivamente Minho estaba preocupado por él. Seguro que le perdonaría.

Aún así se sentía culpable.

Taemin no pudo ocultar su sonrisa de felicidad.
¿Qué le diría? ¿Estoy bien? ¿Lo siento por lo de la otra vez? ¿Te he echado de menos?
Sí, lo último estaba bien.
No pasaba nada si se lo decía. Minho siempre se lo decía.

 

—Minho hyung… yo… te he echa…

—Ah~~ Dios.

—¿Hyung?

—Te he dicho que no pares, ¿es que no me escuchas? —susurro el moreno al otro lado del teléfono.

—Lo siento, Oppa~~ —la voz de una mujer se escuchó a los lejos de donde estaba Minho.

 

 

Taemin estaba confuso, realmente confuso.

¿Qué estaba pasando ahí?

¿De quién era la voz de esa mujer? Le resultaba familiar.
Pero sobre todo ¿Por qué susurraban tan…

 

 

No. No puede ser.

 

 

—Hyung —la voz de Taemin se quebró.

—Lo.. Lo siento Tae, pero ahora es… estoy ah.. ocupado.

 

 

Y colgó.

 

Cuando la llamada se cortó, Taemin sintió su interior requebrajarse. Su corazón haciéndose diminuto.
Sentia morirse ahí mismo.
Dejó el teléfono a un lado de la cama y se acostó en ella llevándose un brazo encima de su rostro.
Quería llorar y no sabía porqué. Agitó su cabeza, se levantó, cogió las llaves de casa y salió lo más rápido posible de su hogar, tenía que evadirse.
Evadirse completamente del mundo, de la realidad.

 

De Minho.

Se sentó en una silla de aquel bar de mala muerte. Tenía que evadirse de alguna forma y no sabía cómo.
Recordó lo que una vez le dijo Jonghyun, amigo de Minho:

 

“La bebida es tu mejor amiga en olvidar temporalmente tus problemas”

 

El camarero se acercó dónde se encontraba sentado el joven. Dejó en la barra el trapo con el que anteriormente limpiaba los vasos húmedos. Taemin miraba perdidamente las botellas de licor que yacían en la estantería de cristal. Estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando el camarero se quedó frente a él, esperando una respuesta a su pregunta.

–¿Me has oído?

–¿Q...Qué? –pregunto Taemin, sin entender.

–¿Ha pensado lo que desea pedir? –repitio el camarero.

–¿Lo que deseo pedir?

–Sí.

–Pu...pues lo siento pero... nunca he bebido, ¿que me recomienda para olvidar algo inexplicable? –pregunto tímido

Taemin. Él no tenía mucha experiencia sobre bebidas alcohólicas.

–¿Algo inexplicable?

–S... Sí.


                                                                 


*******************

 

 

 

El camarero se maldecía así mismo por su estupidez. Cometió un grave error al darle una bebida demasiado fuerte al castaño. Definitivamente no fue su culpa, por parte. Taemin desesperado de querer borrar esos recuerdos que le atormentaban la existencia, obligó al camarero que le sirviera una ronda de chupitos. Taemin inexperto tomó con cautela los tantos vasos sin darle importancia a los extraños sonidos que salían de su estómago. Le empezaba a doler la tripa, pero aún así continuó bebiendo. Recordó a su mejor amigo cuando dejó el pequeño vaso encima de la barra.

Choi Minho era su nombre, él bebía de vez en cuando, alguna que otra vez le había llevado a un pub con sus amigos del equipo de fútbol, todos bebían jarras y vasos de cervezas o de algún otro licor fuerte incluso él, pero Taemin se negaba siempre que le preguntaban si quería licor para beber. A lo que él siempre respondía: "Sólo un refresco de naranja, por favor" Le daba mucha vergüenza pedir tal cosa cuando el resto se atrevía con algo más fuerte. Pero sobre todo, le daba rabia que todos incluso Minho le miraran con cara de ¿pena? Siempre le pasaba lo mismo. Después de todas las borracheras de Minho y su equipo, él tenía que pedir lo mismo.

Estaba tan cansado de esa vida, que con rabia cogió otro vaso de chupito y se lo bebió sin respirar. Se sentía patético, estúpido, inútil, fuera del mundo de Minho.

¿Por qué justo ahora estaba pensando en él, cuando estaba aquí para olvidar?

¿Olvidar?

Dudaba que pasara eso.

Además de mareado se sentía confuso, muy confuso, no supo como había cambiado tanto la situación con él.
Dejó el chupito ya vacío en la barra, cogió el siguiente, pero su grave mareo, el temblor incontrolable de sus manos le obligó a detener su acción. El sonido y los movimientos extraños que se producían en su estómago le hizo levantar la cabeza y sin tiempo a salir de su sitio, provocó que echara sin pudor todo su ser en la papelera que había, por suerte, a su derecha. Su debilidad le jugo una mala pasada.

–L... Lo... Siento –pidio perdón como pudo, antes de cerrar los ojos por primera vez y sumirse en sus últimos pensamientos.

Sus pensamientos en aquel moreno.

¿Por qué? No lo sabía, ni siquiera lo entendía. Simplemente le gustaba pensar en él aunque a veces cause cosas como estas.

 

*******************

 

 

 

–¿Cuándo fue?

–Hace menos de 2 horas.

–¿Ha vomitado?

–Sí, en una papelera.

–Vale, gracias.

–¡Hey! –la extraña pero suave voz de la persona que le estaba llamando y sacudiéndolo ligeramente, le empezaba a molestar.

Taemin no quería abrir los ojos, le dolía la cabeza, el cuerpo, el estómago.

Pero sobre todo, el alma.

–Tae, soy yo. Despierta. –volvio a llamar aquella voz que le resultaba tan conocida.

 

¿Minho?

 

Taemin abrió poco a poco los ojos para centrarse en la persona que se encontraba llamándolo. Quería afirmar sus sospechas, saber si no era un producto de su alocada imaginación. Deseaba conocer si era él, el que venía a su rescate.

–Taemin, despierta por favor, ¿me escuchas? Soy....





¿Kai? Pensó Taemin cuando por fin abrió los ojos y vislumbró su preocupado rostro.
¿Qué hacía ahi? ¿Quién lo mandó a llamar? ¿Él por accidente? Definitivamente no recordaba haber cogido el teléfono y marcar su número.

Taemin confuso, enarcó una ceja como respuesta.

–Vamos, te llevo a casa, ¿que mierdas haces en un bar y ebrio? ¿Desde cuándo bebes? Vamos, no quiero que tu familia se preocupen más por tu ausencia.

–Déjame –dijo casi en susurro el joven. Su voz salía demasiado ronca. Necesitaba hidratarse.

–Déjate de idioteces –cogio su pequeña y debil muñeca y tiró de ella para arrastrarlo fuera del bar, mientras le dedico una breve despedida al camarero dándole las gracias internamente por coger el teléfono de Taemin y a partir de éste, llamarlo a él.

 

 

***************

 

 

Fuera del bar, Taemin por fin pudo mantenerse de pie sobre el suelo, mientras Kai intentaba proporcionarle su ayuda, cosa que el castaño rechazaba al instante.
 

Estaba molesto.

–No me toques.

–¿Qué hacías en ese bar Taemin? –pregunto enfadado.

–No t...te importa –habló con dificultad el menor.

–¿Qué ha pasado? Soy tu amigo puedes contarmelo, Tae.

 

"Ese estupido diminutivo" pensaba Taemin. ¿Por qué a él también le dio por llamarle así? ¿Así como Minho lo hacía?

 

Mierda.

 

–Nunca has bebido, nunca te has ido de "juerga" tú solo, ¿por qué ahora? ¿Has discutido con tus padres? ¿Alguien te ha molestado? No sé te pasa Taemin, pero ya llevas con esa actitud varios días, ¿alguien te ha hecho daño? ¿Choi te ha hecho algo?

Mierda.

–Déjame en paz, me duele la cabeza, Kai. –salto Taemin. Kai había tocado su punto débil.


–Espera –Kai cogió de la muñeca al castaño cuando este se propuso ir. Ya lo entendía, ya comprendía el inesperado comportamiento de su amigo. –¿Minho te ha hecho algo malo?
La cara pálida de Taemin confirmó las sospechas de Kai.




Choi Minho era el motivo.

–Hey, Tae, ¿qué pasó?

–Suéltame –respondió tajante Taemin, deshaciendose del agarre de Kai.

–¿Os peleaisteis? ¿Te dijo algo malo? ¿Te dejo de lado? ¿Hiciste algo? ¿Te lo hizo él? Contéstame, Tae.

–¡Cállate! –bramo Taemin. Sus preguntas sobre él, sobre Minho, ese estúpido diminuto con el que lo llamaba, le ponía furioso. Y más ahora. Pero, sobre todo, estaba harto de que siempre sea un estúpido por aguantar algo que no sabía que era. –Por favor. –suplico.

–Tae. –llamo Kai cuando noto el pequeño temblor en el cuerpo de Taemin.

–No so....soporto más esta situación, Kai. No... No lo entiendo. –explico entre sollozos.


¿Estaba llorando?


¿Taemin estaba llorando?


Taemin nunca se mostraba de esa manera, nunca lloraba delante de otros.

 

 

–No sé que me pasa. Por.... Por favor, Kai. Ayúdame a entender esto. –dijo bajando la mirada derrotado y tartamudeando.

–Hey, hey, tranquilo. –dijo su amigo rodeándole el cuerpo con sus brazos, proporcionándole un cálido y reconfortante abrazo.

Taemin agradeció internamente aquel acto, correspondiéndole de inmediato. Apretando con fuerza su espalda, hundiéndose en el pecho de Kai, continuó llorando desconsoladamente, tenía que hacerlo, no podía aguantar más aquello, y lo peor de todo es que no lo entendía.
Kai debería ayudarle.

–N....No sé que siento por Minho. –solto casi en un susurro contra el pecho de su amigo mientras sorbía por su nariz. –E...es...estoy confuso, Kai. No sé qué es este sentimiento. Ayúdame a comprenderlo.

–¿Qué intentas de...

–No sé porqué me siento así. Me molesta el he... –duda continuar debido a su nerviosismo, pero al fin y al cabo, necesitaba desahogarse. –Me molesta el hecho de que preste atención a otras mujeres, incluso a hombres. Me molesta las sonrisas que dedica a las personas cuyo objetivo no coinciden con el suyo, pero él aun así no se da cuenta, y eso es lo que más rabia me da. Yo... Yo sólo quiero.... Quiero....

–Taemin, ¿lo que intentas decirme es...


 

–¿Taemin?


Aquello sorprendió a los dos. Kai levantó la mirada de la cabeza de Taemin, mientras que éste no pudo esconder su sorpresa. Abriendo desmesuradamente los ojos, salió del pecho de Kai, para girarse y encontrarse con la mirada expectante de Minho.
Kai y Taemin les miraban sorprendidos sin soltarse del abrazo. Taemin vio la trayectoria de la mirada de Minho: rostro, manos, cuerpos, juntos. Taemin quería pensar que aquel gesto era de desaprobación por parte de Minho. Quería pensar que le molestaba que Kai y él se encontraban tan juntos.
Pero tiene tanta imaginación. Era imposible que pasara eso.

–¿Qué hacéis aquí?

–Qué te importa, Choi. –salto Kai.

–Tae. –Minho se dirigió esta vez a Taemin, éste seguía mirándole sin entender, ¿qué hacía Minho aquí? Estaba tan mareado que su mirada no podía centrarse en sus ojos. A lo que Minho se dio cuenta de ello.

–¿Estás bien?

–Hy...hyung.. –Taemin se encontraba nervioso, se deshizo del abrazo de Kai cuando vio que Minho le miraba.
Cuando Taemin tropezó con la mirada oscura de Minho, el menor recordó el porqué se encontraba ahí. Por desgracia recordó el acontecimiento del gimnasio, y los tantos acontecimientos que pasó con su amigo. Al principio cuando se conocieron Minho tenía muchas chicas a su alrededor, muchas féminas le perseguían siempre, y él se comportaba como un caballero con todas ellas, es por eso que su popularidad crecía, además de sus excelentes calificaciones y el carisma que representaba en el campo de fútbol. Sí, recordaba la primera vez que lo vio, la primera vez que habló con él y la primera vez que sintió como un hombre le ponía demasiado nervioso.

 

 

 

 

*Flashback*






–¡Cuidado!



No escuchó a tiempo la advertencia que alguien le avisó, ya que los chillidos de las innumerables mujeres hormonadas y las pisadas no le dejaban escuchar a la persona quien le había gritado. Taemin vio que una avalancha de mujeres venían hacia él. ¿Por qué?



–¡¡MINHO OPPA!! ¡KYAA! ¡OPPA HA VUELTO!


¿"Oppa"?


Y tan rápido vino esa avalancha, tan rápido se fue. Dejándole con una pequeña curiosidad en su boca. ¿Quién era Minho?

Oh.



¿"Minho" era ese Minho?



¿Ese Minho del que todo el mundo hablaba? ¿Ese Minho al que le trataban como un Dios? ¿Al que le trataban como un adonis? ¿Ese Minho que era muy bueno en los estudios?¿Aquel que era el mejor capitán de fútbol que haya tenido esta universidad?

¿Ellas hablaban de ese Minho? ¿Que sólo conocía su nombre y su popularidad? Todos los días escuchaba su nombre, tanto en las clases, como en los pasillos, en los baños, en la boca de sus pocos amigos, en la boca de los profesores, director, subdirector, chef del comedor, las limpiadoras, y toda persona que estudie o trabaje ahí. Estaba harto de escuchar sobre él. Taemin no tuvo la oportunidad de conocerlo. Cuando llego a esta facultad, el tal Minho ya se había ido por no se qué, pero cuando él ya estaba estudiando ahí, quería por lo menos, ver a Minho.
Simple curiosidad.
Pero nunca hubo, hasta ahora, una oportunidad. Las chicas iban a su encuentro, se iban a reencontrar con él después de 3 meses de irse al extranjero. Sí, sabía que se había ido al extranjero, porque diariamente se lo recordaban.
¿Por fin podría conocerlo? ¿Como sería? ¿Alto? ¿Pequeño? Escucho que era muy guapo y que todos o casi todos los hombres le envidiaban.
Ahora se moría de curiosidad.
Empezó a moverse del lugar donde estaba parado, pero un pinchazo en su rodilla le obligó a quedarse nuevamente en su sitio.
¿Qué había pasado para que su rodilla le doliera? Ah... Ahora lo recordaba. Una chica loca se había tropezado con él accidentalmente y le golpeó en la rodilla. Se sentó en el suelo y empezó a sobarse él mismo con cuidado, pero cuando colocó una mano en el suelo para impulsarse y levantarse, una mano apoyada en su brazo, le ayudó para colocarse de pie.

 

–¿Te encuentras bien? Por poco te matan.

Esa voz. Sí, era de la persona que le había gritado antes de que llegaran las tantas chicas que tuviera cuidado con la peligrosa avalancha de mujeres que se aproximaba. ¿Dónde se había escondido? ¿Había visto todo?

–Gr... Gracias. –pronunció Taemin al estar de pie por completo recibiendo la ayuda del desconocido.

–Vamos.

–¿Qué?

–Te llevo a la enfermería.

–¿P... Por qué?

–¿No es obvio? –dijo bajando la mirada a su rodilla lesionada, a lo que Taemin le siguió y comprendió.

–No... No hace falta. –¿por qué tartamudeaba? era tímido, pero no tanto como para sonrojarse cada vez que chocaba con la mirada oscura del desconocido, cada vez que sentía la mano de este moverse por su menuda espalda, cada vez que sentía su aliento chocar con su pelo castaño o su mejilla.

Tan cerca.

–¿No hace falta? Ha sido mi culpa que te hayan golpeado así.

Vale, ya se había perdido, ¿su culpa? ¿le había golpeado él? No, ¿entonces?

–Fue accidental. –respondio un poco confuso Taemin.

–Vamos. –mando al tiempo que lo sujetaba con más fuerza, produciéndole un leve sonrojo al menor.

 

 

 

***************

 

 

–Así que fueron esas obsesivas quienes te golpearon. Vaya, no sabía que tuvieran tanta fuerza como para hacerte tal herida. A veces me dan miedo.

La enfermera sujetaba una gasa para colocársela en la rodilla. Sonriendo cuando recordaba lo peligrosas que resultaban un grupo de fans.

–Fue un accidente. –repitio Taemin.

–Siendo o no accidente, ten cuidado la próxima vez. –dijo la enfermera seria.

–Sí, son peligrosas –dijo de la nada el desconocido quien le había acompañado a la enfermería. ¿Aún se encontraba ahí? Se preguntaba internamente Taemin.

–Eso es por alardear tanto, Choi.

–Yo también me alegro de volver a verte. –dijo sarcástico el desconocido.


¿Choi? ¿Se apellidaba Choi?


–¿Hace cuánto qué estás aquí? Es muy difícil pasar desapercibido, y más siendo tú. –habló la enfermera mientras le colocaba la gasa, después de echarle una especie de pomada en la herida.


¿Se conocían?


–Bueno, pues ya estás curado. Ten cuidado con estas fans. A veces pueden resultar demasiado peligrosas. Puedes levantarte, y camina despacio. La medicina tiene que hacer efecto.

–Gracias. –agradecio antes de levantarse de la camilla.

–Denada, para eso estamos, Taemin.

El desconocido cuyo apellido era Choi, guió su mirada al menor. Guardando internamente su nombre sin explicación alguna.
Taemin nervioso, observó al desconocido y pidió no enrojecerse, ya que sentía el leve calor en sus mejillas. Se acercó un poco a él, caminando despacio y se inclinó ante la atenta mirada de la enfermera y del desconocido.

–G..gracias. –musito finalmente.

El desconocido se sorprendió de lo educado que puede llegar a ser esta persona. Asintió cuando Taemin le miraba nervioso.








****Dos dias después****

 

Taemin se quedó con la curiosidad de conocer al tal Minho. No pudo ir a clases ya que su madre preocupada por su lesión, aún no siendo grave, le negó la salida de su casa. Ni para bajar a tirar la basura. Simplemente le dejaba tener visitas, como la de su amigo Key. Key estuvo preocupado en estos dos días por no ver a su amigo en clases. Definitivamente parecía la verdadera madre de Taemin, ya que cuando lo volvió a ver en la universidad, este le preguntaba si había comido bien en estos días, si no le dolia mucho su rodilla, si había dormido bien o si había ido al baño bien.
Amaba y odiaba ese lado "maternal" de Key. Cuando volvió a retomar las clases, su rodilla estaba mucho mejor. Aún no olvidaba el día en el que le ayudó aquel chico. Se fue de la enfermería casi corriendo sin conocer por lo menos su nombre. Sólo su apellido.

Choi.

¿En qué clase estudiará?

¿Qué estará haciendo ahora mismo?

¿Por qué tanta curiosidad?


–Houston tenemos un problema, el pequeño planeta Taemin, se ha ido fuera de la orbita. ¡No le encontramos! ¿¡Qué podemos hacer!?

–¿Eh? –preguntó Taemin saliendo de sus pensamientos.

–¿En qué estabas pensando? –respondió Kai, uno de sus mejores amigos desde el colegio. Sí, llevaban juntos mucho tiempo, por suerte entraron a la vez a la misma carrera, ¿casualidad? Puede ser.

–En nada.

–Mentiroso. –resoplo Key, metiéndose en la conversación de imprevisto.

Este Key.

–Estaba pensando en la persona que me ayudó la otra vez en la enfermería. –respondio Taemin.

–Sabía qué mentías. ¿Quién era? –salto Key.

–No sé, tengo curiosidad de saber un poco mas de él.

–¿Tanto te gusta?

–¡¡KAI!!


–¡Eh, los del fondo! Dejad de hablar y atended. –llamo la atención la profesora a los tres amigos que se encontraban al final de la clase.


–L...lo siento. –dijo Taemin en nombre de los tres. Kai se concentró en la clase dejando a Taemin y Key en su conversación. Tenía un poco de curiosidad pero decidió que más tarde le preguntaría a su amigo.
Cuando Key quiso saber más de la persona que le robaba a atención a su amigo, éste susurró algo que no pudo entender.


–Ese era su apellido. –terminó por decir.

–¿Qué?

–Ch...

El sonido de la campana le interrumpió, dejando a Key con la maldita curiosidad. Al tiempo que Key iba a preguntar otra vez, Onew, salió corriendo hacia ellos.

–¡¡Hoy habrá una fiesta!!

–Paso –salto Kai.

–Yo también –solto Taemin, levantándose del asiento y siguiendo a Kai.

–¿¡Qué!? ¡Tú no me vas a dejar solo otra vez! –ladró Key.

–Key, lo siento. Tengo mucho que estudiar.

–¡No! ¡Esta vez no! Te lo prohíbo.

–Key.

–Minho va a ir. ¿No le querías ver?

–Eso es un 40% segur... -habló Onew de repente.

–¡Irá, irá! Hazme caso. –corto Key..

Definitivamente Key sabía como llamar la atención de Taemin.

–No te prometo ir, Key.

–¡LO SABÍA!

 

Taemin siguió el camino donde anteriormente Kai se había ido. No supo el porqué pero algo en su interior se removía de felicidad.

Por fin lo iba a conocer.

 

 

 

***************



 

 

–¿Dónde estará? –susurró para si mismo Taemin, esperando en la parada del autobús, lugar donde acordó con Key encontrarse para ir a la fiesta directamente.
No sabía si su error era el haber salido de su casa antes de lo normal o no recordar que su amigo se tarda más que una chica en vestirse y darse algunas pinceladas de maquillaje.
Taemin observaba como otro autobús, como SU autobús, se detenía, abría las puertas y el conductor aburrido, esperaba a que todas las personas subieran. Al observar que ninguno más subía, decidió cerrar las puertas.

–¡¡EH!! ¡¡EH!! ¡¡ESPERE!! ¡¡ESPERE!! –bramo un chico de la nada, golpeando la
parte trasera del autobús con la palma de la mano. Esto no provocó que el conductor parara el vehículo, al contrario continuó su camino.–¡JODER! –maldijo.

Taemin miraba sorprendido la escena, y se dio cuenta que era el único que se encontraba en la parada junto al chico que maldecía a los dioses por perder su autobús.

–Maldita sea. –susurro.

Completamente anonadado se quedó Taemin al cruzar la mirada con el joven. Y este no pudo abrir más los ojos de la impresión de volver a encontrarse con él.

 

¡Era él! Era el desconocido quien le ayudó a llegar a la enfermería.

¿Aún le recordaba?

–Eres tú.

– H... Hola. –saludo Taemin nervioso al chocar con la mirada del moreno.

–¿Qué tal te encuentras? ¿Te sigue doliendo la rodilla?–pregunto preocupado acercándose a Taemin.

–No. Estoy mucho mejor, gracias. –respondio el castaño avergonzado.

–Te estuve buscando estos días, quería saber si te habías recuperado. ¿Dónde estabas?

–Eeemm, no... No pude asistir a clases, mi madre no me dejaba moverme. ¡Me tenía encerrado!

–Jajajaja, ¿en serio? –Taemin no pudo contener la ligera risa, cuando lo escuchó reírse por su comentario. Era contagiosa.

–Si, bueno, fue horrible. Siento lo ocurrido, no pensaba faltar.

–Olvídalo, no tiene importancia. Ya te encontré –no era la respuesta que se esperaba Taemin. Definitivamente aquello le hizo sonrojar aun más.

–Sí.

–¿Qué autobús estás esperando?

–Bueno, el que acaba de pasar...

–¿Tú... Tú también lo has perdido?

–Emm, bueno no, estoy esperando a un amigo, pero ese es el autobús que debemos tomar.

–¿Un amigo?

–Sí. Él está tardando mucho. –suspiro Taemin.

–Ahora que lo pienso, siento mucho no haberme presentado correctamente…

 

 

–¿¡¡MINHO!!?

La molesta y chillona voz de Key, le dejó aturdido, interrumpiendo a la vez al desconocido. Ya era hora de que su amigo apareciera de una buena vez. ¿Cuánto había esperado para que ahora se presentase de repente?
¿Una hora?

Pero... Un momento...

Taemin seguía sin caer en la cuenta del porqué Key llamaba a Minho. Si Minho, aún no aparecía.

Oh...

 

"No, no puede ser" pensó Taemin.

 

–¿Qué haces aquí, Minho? –preguntó Key cuando estuvo cerca de ellos.

–Ah, Tú eres.. ¿Kibum? Estaba esperando el autobús con... ¿Taemin? –vale, lo último no se lo esperaba el propio nombrado, ¿desde cuándo sabía su nombre? Minho asegurándose si 'Taemin' era su nombre no dejó de mirar al castaño esperando una confirmación por parte de él. Este seguía sin reaccionar.

–Sí, se llama Taemin. Lee Taemin. –contestó Key de su parte. Este veía que Taemin no respondía, no abría la boca, ni siquiera pestañeaba, por lo que tuvo que continuar con la conversación. –¡Mira, Taemin! ¡Por fin lo  conocsjfjrifkakgirjvj! –el menor rápidamente le cerró la boca con sus dos manos, reaccionando inmediatamente.

–¿Y cómo s...sabes mi nombre? –interrumpió a su amigo Key, recobrando sus sentidos cuando se dirigió inconscientemente a él, sin darse cuenta que Key se estaba ahogando con sus manos..

–La enfermera, la enfermera te llamó una vez. –contestó el moreno viendo aquella escena divertido.

–En...encantado. Minho. –solto su mano de la boca de Key para colocársela al moreno en un signo de presentación. Minho sorprendido por aquel acto, correspondió el saludo.

–Igualmente, Taemin.

Ambos con una sonrisa en sus labios, se dieron la mano, en un saludo firme y amistoso.

 

 

 

 

*Fin del Flashback*


Nunca olvidará el momento en el que conoció a Minho, Taemin recordó desde su inesperado reencuentro hasta cuando se hicieron amigos inseparables, iban y venían juntos a todas partes, gracias a la popularidad y amistad de Minho, él también se ganó una pequeña  entre las féminas de las clases superiores. Todas le veían como un chico muy inocente y lindo.

Pero ninguna como un hombre.

Siempre tenía que soportar los tantos saludos, y declaraciones inesperadas, las pláticas y coqueterías de Minho con muchas chicas. Pero aún así no le molestaba.
Conocía la gran popularidad de su amigo. Nunca le molestó el hecho de que Minho siempre coqueteaba, sin querer, hablaba o jugaba con las chicas. Absolutamente le daba igual.
Pero, no supo como la cosa cambió. Tan de repente.

Ahora, sin explicación alguna, se molestaba que estuviera hablando con cualquier mujer y hombre también. ¿Eso era lo que le llamaban...

...estar celoso? Pero, ¿por qué?

Taemin, regresando de sus pensamientos a la triste y cruda realidad, a esa calle oscura junto a Kai y Minho, con la cabeza dándole vueltas debido al alcohol anteriormente consumido. Observó el ceño fruncido de Minho, ¿estaba molesto?

–Hyung... Yo...

–Déjanos en paz, Choi. Taemin se encuentra mal. –dijo enfadado Kai.

–¿Mal?

–Ka...Kai. –llamo Taemin algo mareado.

–Sí, está mal ¿eres ciego, o qué?

–Pa... Parad.

–Lo voy a acompañar a su casa, vamos Taemin. –mando Kai, cogiéndome por la cintura e impulsándome para avanzar.

Minho no entendía porque aquella acción de Kai, le hervía la sangre por dentro. No lo entendía. Algo le removía en su interior. La faceta del tranquilo y perfecto Choi Minho desapareció en el momento en que Kai cogió de la cintura a Taemin acercándole a su cuerpo, produciendo que su consciencia se bloquée y que sus instintos florezcan.
Y como si de un acto reflejo tratase, Minho cogió la muñeca de Taemin, y se lo llevó de un movimiento brusco hacia un lugar desconocido para los dos, pero lejos de Kai, provocando que éste se girara violentamente, debido a la fuerza que hizo Minho.

 

 

 

***************

 

 

 

 

Minho caminaba con Taemin detrás suya rodeando su delgada muñeca con su mano, pisaba fuerte debido a su enfado. Atrajo a Taemin hacia él para después empujarlo contra una pared del callejón oscuro y solitario.

–¿Estás borracho? –la voz de Minho sonaba ronca, molesta, furiosa.
Taemin se cubrió su boca con una mano. Debido a su aliento, Minho se había dado cuenta de su secreto." Esto es tan embarazoso" pensaba Taemin.

–¿Desde cuándo bebes, Taemin? –Minho se acercaba poco a poco al menor, que se encontraba junto a la pared, su espalda chocaba con aquel muro de piedra siendo aprisionado contra el cuerpo de Minho. No tenia escapatoria. No podía salir.

Se estaba poniendo nervioso.

–¡¿Quién te ha hecho daño para que bebas como un estúpido?! –ladro el moreno.

"Tú"

–Dímelo, ¿alguien te ha hecho daño?

"Sí, tú"

–¡Habla, maldita sea! –grito perdiendo los estribos. Sin darse cuenta cortó demasiado las distancias. Taemin sentía la respiración del mayor en su rostro. Tan cálida, ¿tan desesperada? ¿Tan impaciente?

–Tae. ¿Qué mierda te pasa últimamente? ¿Por qué te comportas así tan de repente? Siento que me estás ignorando. Siento que mi voz, mi presencia, cercanía te molesta. Cuando intento hablar contigo eres muy tajante. Taemin, ¿hay algo de lo que te sientes incómodo?
Taemin sentía perderse en la mirada penetrante de Minho. Aquella mirada, aquellos irises oscuros, le robaban cada pequeño e inaudible suspiro. Quería bajarla y observar otro lado, rechazar aquella extraña pero adicta mirada del irresistible Choi Minho.
Definitivamente esto no iba por buen camino.

–¿Quién te ha hecho daño como para que bebas de esta manera?

–Hyung... Yo...

–No te prohíbo beber Tae, pero no de esta manera. Parece que has querido hacer una competición de quién bebe más. No sé qué te ha pasado, no quiero obligarte a que me lo cuentes, pero quiero que confíes en mí, aunque no te hable, aunque me ignores, aunque no me quieras volver a ver nunca más yo siempre estaré ahí, para ti, como buenos amigos que so...


"…mos"

Inesperadamente la conversación entre ellos se cortó. El aliento de Minho se paralizó en su boca, sus palabras se bloquearon en su garganta y abrió los ojos estupefacto.

No sabía si podía moverse, si sus músculos le respondían correctamente. Intentó mover sus brazos, sus dedos y nada.

Estaba bloqueado.

Deseaba decir algo, hablar, respirar, pensar, pero aquellos suaves y blandos labios le impedían cualquier acción deseada.

Taemin, sí, Lee Taemin, estaba besando al chico más popular de toda la universidad.

Al perfecto y deseado Choi Minho.


Su mejor amigo.

Notas finales:

Holaaaaa!!! Hasta aqui el capitulo de hoy! Espero que os haya gustado esta historia que mi retorcida imaginación ha sacado de la nada. Es la primera vez que escribo un 2min y deciros que esta pareja me encanta! Esta historia será un two-shot! Advierto que, si me envian muchos reviews dándome amor o para decir lo mal que escribo o simplemente para lanzarme tomatazos, etc, escribo leeemooonn de estos dos preciosos!!!!! Jajajaja, soy mala, verdad?

Hasta el siguiente capítulo.

B.


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