—Dime, ¿Cómo vamos a comenzar?
Chanyeol recostó su cabeza de la pared, sujetó el teléfono cuidadosamente y posó su mirada en el suelo. En ese momento se encontraba hablando con Joonmyun, un amigo suyo, sobre un proyecto que debían terminar para sus siguientes clases, las mismas que serían dentro de dos meses. Sin embargo, aún cuando tenían tiempo suficiente debían comenzar temprano y avisar a los demás también. Honestamente, Chanyeol no tenía ni la más mínima idea de cómo haría ese deber con ellos. Tomó una bocanada de aire lentamente, y luego suspiró sin intención alguna de ocultar sus sentimientos. Como consecuencia a esto, escuchó una suave risa al otro lado de la línea.
—¿Entonces no sabes? — Joonmyun preguntó pacientemente.
—No tengo idea… — fue la respuesta de Chanyeol. El susodicho miró entonces al calendario que había justo frente a él. — Aún tenemos muchos días, ¿Podemos discutir esto luego? Quizás mañana, aquí junto a Jongin y los demás… — el calendario marcaba un día con una enorme estrella roja, el día en que debían presentar aquel trabajo.
—Creo que podemos. — respondió, haciendo a Chanyeol sonreír con satisfacción. — ¡Pero! — ¿La felicidad no podía durar un poco más? — ¡Mañana no aceptaré otra excusa, haz estado diciéndome lo mismo desde la semana pasada! — Su voz era lo suficientemente seria como para hacer que Chanyeol olvidara la esperanza de relajarse como menos una semana más. Gracias a esto suspiró, nuevamente.
—Okay, entendido. — Chanyeol respondió, completamente derrotado.
—De todos modos, ¿Aún no te ha llamado tu hermana? — Kim Joonmyun era una persona cercana a Chanyeol a decir verdad, y él sabía que la hermana de éste vivía bastante lejos y que trabaja en algo complejo. También era conocedor de que ella solía llamar a Chanyeol con frecuencia, pero últimamente no lo había hecho. Y lo más importante, era consciente de que Chanyeol la extrañaba mucho.
—Sí, llamó hace solo unas horas. — Sonrió nuevamente, esta vez con genuina felicidad. — Mencionó que estaba bien y que comenzaría un nuevo trabajo o algo así… — pausó por unos segundos, organizando las palabras que diría en su mente. — Creo que está bastante bien, aunque no regresará a casa por ahora. — Dejó de hablar cuando escuchó un ruido extraño, posteriormente a su perra ladrar.
—¿Qué fue eso? — esta vez Joonmyun fue quien tomó la palabra, recibiendo un «No lo sé» como respuesta y luego silencio. — Bueno, por lo que me contaste antes supongo que la verás pronto. Entonces, no te preocupes más ~ — sus palabras de aliento dirigidas al menor siempre lograban funcionar. — Voy a llamar a Yixing ahora, veré si él tiene ideas. Buenas noches, nos vemos~ — se despidió alegremente y sin esperar respuesta colgó el teléfono.
Chanyeol suspiró por tercera vez y colocó el teléfono donde correspondía. Para él, la vida no había sido muy sencilla los últimos días. Tenía un montón de problemas con la escuela, limpiando la casa, finalizando sus deberes, etc. y cuando finalmente sus esperadas y adoradas vacaciones llegaron, su hermosa profesora decidió asignarles un proyecto inhumano. ¿No sabía ella lo que significa la palabra «vacaciones»? Probablemente no, o probablemente ella solo quería hacerlos sufrir durante todos esos días. Era realmente una bendición que, al menos, él no tenía que pagar la casa. Si tuviera que hacer eso, sin duda alguna se hubiera lanzado del tercer o cuarto piso de algún edificio y eventualmente hubiera muerto hace mucho tiempo atrás.
El chico caminó con cortos pasos hacia el sofá y se permitió caer sobre él para entonces encender la televisión. La noche era una silenciosa y lluviosa, pero por otra parte aburrida. Desde él-no-sabía-cuanto había deseado algo diferente en su vida, algo menos… monótono. Si, esa era la palabra. Sin mencionar que quería días de paz también. Se mantuvo en la misma posición, cambiando sin ganas los canales, durante cinco completos minutos y no encontró nada interesante para ver, razón por la cual decidió tomar una siesta. Aproximadamente una hora después despertó. Chanyeol se levantó lentamente y frotó sus adormilados ojos intentando alejar el sueño de sí, y cuando porfin lo logró notó algo raro cerca de su puerta trasera: una increíble cantidad de lodo…
Con el pensamiento de que su mascota había estado jugando con lodo en la mente, caminó directamente hasta allí y abrió la puerta. Vio una cantidad aún mayor de lodo allí, al igual que algo rojo mezclado con aquella sustancia. — ¡Mio! — llamó, pero no pudo verla por ningún lado y como consecuencia comenzó a preocuparse. Encendió las luces y cuidadosamente caminó fuera de la casa para tener una mejor vista del panorama, cubrió un poco sus ojos con sus manos para evitar que las gotas de lluvia entraran en los mismos. — ¡Mio! — llamó, por segunda vez. — Si estás sucia ¡Te dejaré fuera! — continuó caminado y finalmente vio a su adorada Mio gruñéndole a algo mientras trataba de… ¿Esconderlo? ¿Había encontrado un hueso o algo? Se acercó más, ahora mojado debido a la lluvia, y tomó a la canina del collar para alejarla de aquel lugar. Era una zona peligrosa para ella, podrían haber cristales cerca de allí.
—A…Ayuda…me
Podría haber jurado que sintió escalofríos recorrer todo su cuerpo. Esa voz… cuando llegó a aquel lugar no había nadie cerca. Su perro ladró aún con más fuerza y trató de soltarse, mientras que Chanyeol solo estuvo de pie en medio de un shock. Miró a todos lados y no vio nada ni nadie. ¿Se estaba volviendo loco? A lo mejor aún seguía medio dormido, lo mejor sería regresar a la cama y pronto. Cuando haló a su perro, pudo ver algo blanco… Observó con curiosidad soltando inconscientemente a la perra y arrodillándose, encontrando entonces un cuerpo humano. Justo frente a él había un cuerpo cubierto con sangre y lodo. Una persona ensangrentada. Entonces, el shock se apoderó de él y el color se fue de su rostro.
¿Por qué estaba Mio allí cubriéndolo? ¿Ella le hizo eso?
Volvió en sí cuando escuchó un segundo «ayúdame» que esta vez fue más débil que el anterior. ¿Por qué había tanto lodo en su patio? ¿Por qué él estaba allí y porque estaba su perro cubriéndolo? ¿El perro lo consideró un hombre muerto, o solo algo extraño cerca a la casa? ¿Estaba relacionado con el ruido de antes? ¿Pero entonces, porqué estaba pidiendo ayuda? Tenía sangre sobre sí, entonces el recuerdo de lo que Chanyeol vio en el piso de su casa golpeó su mente. ¿Había intentado entrar a la casa y Mio lo había frenado? Sonaba muy fantasioso. El chico estaba cubierto de heridas, incluso su rostro, pero no parecía tener mordidas. De hecho, no tenía. Chanyeol dudó. ¿Qué debía hacer? ¿Llamar a la policía o al hospital, al 911?
—¡Ayúdame de una vez! — demandó el extraño, aterrando a Chanyeol. Para alguien en su condición tenía carácter. — Por favor… — al aparecer el pequeño no pudo resistir más, pues perdió la consciencia de un momento a otro. Chanyeol entendió que tenía una vida en sus manos.
No había tiempo para llamar a la policía o a los paramédicos, tardarían mucho en llegar. El chico moriría si no lo ayudaba y Chanyeol no quería una persona muerta en su casa. Cuidadosamente, lo tomó en sus brazos y al hacer contacto con su piel pudo notar su fiebre, un poco más preocupado Yeol lo llevo dentro a la casa. Era cierto que Chanyeol no confiaba en un extraño y honestamente no se sentiría cómodo con él dentro de la casa, pero en ese momento lo más importante era curarlo. Le preguntaría cualquier cosa que quiera el otro día.
¿Llegó esa «cosa diferente» que tanto había esperado? Definitivamente, no era lo mismo llamar al diablo que verlo llegar.
Chanyeol entró corriendo a la casa, cerró la puerta con seguro y encendió casi todas las luces del lugar, necesitaría iluminación. Corrió hacia el baño que se encontraba en el segundo piso. Contempló el rostro pálido del chico que estaba en sus brazos, e inevitablemente se preocupó más. No era capaz de apreciar completamente su rostro debido al lodo y a la sangre. Además, su cabello era demasiado largo y cubría todo lo que tenía por delante hasta el cuello. Su cuerpo se sentía liviano y frío, esto último quizá debido a la lluvia. ¿Qué le habría pasado? ¿Cómo terminó así? Chanyeol pensó en posibles situaciones, pero no podia imaginar una que le causara todo ese daño.
Una vez Chanyeol estuvo en el baño colocó el cuerpo dentro de la tina, cuidadosamente colocando la cabeza encima de una toalla suave que serviría como soporte. Lentamente examinó el cuerpo buscando la herida que era responsable de la hemorragia, apreciando así la inmensa cantidad de heridas que tenía su pequeño cuerpo. Tenía una herida en la cabeza y un ojo sangrante, sus brazos estaban levemente heridos pero sus piernas eran todo lo contrario, eran el problema serio. Estaban muy heridas, como si hubieran recibido todo el daño. Según parecía, él no podría caminar por un tiempo. Chanyeol tomó otra toalla y con ella trató de detener la hemorragia al bloquear la salida. Con su mano libre, tomó el celular y marcó un número…
—¿Si? — luego de escuchar el sonido de la llamada por unos segundos que le parecieron eternos, pudo escuchar una voz. Parecía cansada. Luego de eso, miró la pantalla de su teléfono y vio la hora. Casi media noche. —…¿Hola?
—¡M-Minseok! — Dijo, no… gritó asustando al mencionado. Su voz se quebraba porque no tenía idea de qué debería hacer y la única persona que podría ayudarlo era él, Minseok. — ¡Necesito t-tu ayuda!
—Wow. Hey, cálmate. ¿Qué está pasando? — Minseok preguntó un tanto preocupado. Chanyeol siempre era feliz y animado, por lo que resultaba extraño escucharlo hablar de esa manera.
—Encontré a este chico… está muriendo. No sé qué hacer, por favor ayúdame. — Chanyeol respondió. Era consciente de que sus vecinos sabían medicina, por eso fue la primera persona que pensó llamar. — ¿Tus vecinos son doctores, no? Por favor tráelos pronto o él morirá.
—… ¿¡Q-Que!? ¿Es en serio? — pausó por unos segundos. — Estaremos allá pronto. Igualmente, Chanyeol, tu tienes que explicar esto así que por favor, comienza ahora mismo.
XOXO•XOXO
En el preciso momento en el que el chico recuperó la consciencia, lo primero que hizo fue examinar la habitación en la que se encontraba. Paredes color gris-azulado bastante claro, con algunas fotografías colgando en finos clavos, el techo era color blanco y el piso era de cerámica blanca aparentemente costosa. El aire acondicionado estaba encendido. No había muchos muebles, solo una cama de gran tamaño y un escritorio. Él estaba cansado, confundido, mareado y sufriendo un increíble dolor de cabeza que podría matarlo en cualquier momento. Su mente no se enfocaba exactamente en como lucía la habitación, aún así. Le tomó un tiempo notar que él era quien estaba sobre la cama, con vendajes en sus piernas y en su cabeza, y, no menos importante, también tenía un parche de tela sobre su ojo derecho. Sus brazos no estaban vendados, pero si habían algunas curitas sobre los mismos. Su cuerpo estaba limpio, y debido a su cabello lucía como una chica. Trató de sentarse en la cama, pero el dolor era tan grande que no lo pensó dos veces para rendirse, quejarse por lo bajo y estarse quieto.
Pasados algunos segundos pudo ver, también, equipo médico alrededor. Él tenía puesto un suero, probablemente debido a la pérdida de sangre que había sufrido. Observó el escritorio y vio unos papeles encima ¿Estaba en un hospital? No parecía ser una habitación de hospital, era más como el cuarto de alguien. Repentinamente, en un rápido flashback, la escena que vivió anteriormente cruzó por su mente asustándolo. Cerró los ojos con fuerza, como si esto fuese a calmarlo. Intentó recordar como llegó allí y por qué estaba recibiendo atención médica.
—Hey ¿Estás bien? ¿Me escuchas?
Sintió como alguien lo sacudía suavemente una y otra vez, como intentando atrapar su atención. Gracias a esto, él abrió su ojo sano lentamente con la sola intención de ver quién era el responsable de ese acto y se encontró con una persona que nunca antes había visto. Delante suyo había un joven chico que llevaba el cabello negro y lacio, una dulce sonrisa en su rostro. — ¿Cómo te sientes? — aún cuando su sonrisa lucía tan amable, su apariencia era un poco… ¿Misteriosa? Por no decir aterradora. No del todo, realmente, solo era un poco confuso… y también lo era el hecho de que aquel hombre no estaba allí cuando él despertó ¿O tal vez sí? — Uhm… creo que aún estás cansado. Deberías dormir nuevamente ya que no has descansado lo suficiente, o eso parece. — habló nuevamente, sacando al chico de sus pensamientos.
—No… no es eso. — Sus intentos de hablar fuerte y claro se vinieron abajo cuando en lugar a esto salieron palabras débiles de su boca. Su tono de voz era tan bajo, frágil y lento. Era cierto que estaba cansado, pero quería saber más antes de dormir nuevamente. No se sentía del todo cómodo. — Estoy b…bien.
—¿En serio? Aún te vez muy pálido. Adelante, necesitas descanso. — El otro muchacho a quien llamaremos «doctor» simplemente sonrió una vez más, tomó algo de la mesa y se levantó.
—Doctor… — intentó llamar su atención una vez más, antes de que éste se marchara. —¿P-Por qué estoy a-aquí? — la pregunta fue directa. Sentía que perdería la consciencia en cualquier momento, pero a su vez la curiosidad era mucho más grande. El doctor se mantuvo en silencio por unos segundos antes de responder.
—Estás en la habitación de la persona que te salvó. Estarás aquí mientras estés herido. — comenzó a explicar. — Ahora mismo él no está en casa, pero lo estará pronto. Entonces serás capaz de agradecerle. — se detuvo, y entonces comenzó a caminar hacia la salida. — Oh, y no soy un doctor… solo un amigo. Mi nombre es Huang Zitao, ¿un placer? — cuando estaba ya en la puerta se quedó de pie allí, esperando una respuesta.
—Byun… Byun Baekhyun.