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RIP OUT THE WINGS OF A BUTTERFLY por Lazzefire

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Notas del capitulo:

Como siempre dejo claro que la historia no me pertenece y lo único que hice fue traducir. :)

 

"Que en paz descanse."

“Amén," Murmuró Sehun débilmente, y las personas a su alrededor comenzaron a dispersarse. Él se quedó ahí, observando cómo llenaban la tumba con tierra. Es curioso, porque pensó que lloraría hasta el punto de sentirse avergonzado, pero al final no derramó ni una sola lágrima. Tal vez simplemente ya no lo quedaban más lágrimas que derramar.

El frío entumecía sus dedos, así que metió sus manos en los bolsillos de su traje. Cuando la lluvia comienzo a caer en pequeñas gotas, simplemente se agachó junto a la tumba, mirando las gotas que se deslizaban por la lápida gris. Sehun leyó el título de nuevo, sin sentir nada. Está tan carente de emociones como el cuerpo que yace a varios pies bajo él.

Coloca su mano sobre la hierba húmeda y los recuerdos fluyen a través de sus párpados cerrados. El olor de la tierra mojada lo embriaga y lo hace regresar a días anteriores. A días en que su amigo todavía estaba vivo y respirando, y cuando podía tocar su rostro y reían juntos. A días en que las cosas no eran tan complicadas.

Lo hace regresar a días en que pensaba que los finales felices existían.


--

El olor de la lluvia aún está en el aire.

Sehun corre por el patio trasero cuando su tía finalmente les permite salir. Salta sobre charcos, pateando el agua hacia Lu Han, riendo cuando el mayor hace una mueca, tratando de cubrirse.

"¡Basta!" Le grita, pero Sehun ve a Lu Han sonriendo, por lo que sigue saltando en los charcos, y salpicando agua por todas partes con sus botas de lluvia. Su tío le grita que deje el alboroto, y el niño de ocho años hace un puchero. ¿Qué tienen de divertido los días lluviosos si no se puede jugar con el agua? Sehun mira hacia atrás, viendo Lu Han agachado junto a un arbusto salpicado con gotas de lluvia.

"Mira," dice Lu Han, extendiendo sus manos hacia él, y Sehun grita cuando ve lo que le está sosteniendo.

"Es un bicho," se queja, sacando la lengua para mostrar todo su disgusto y Lu Han se echa a reír.

"No es un bicho. Es una oruga."

Sehun bate la cabeza, todo su cuerpo temblando con nauseas, y Lu Han ríe de nuevo. El mayor mira la oruga en su mano. El insecto es verde, y tiene pequeños bultos por todo el cuerpo, dejando un desagradable rastro húmedo en las manos de Lu Han. Hace que Sehun grite de asco una vez más, y Lu Han le frunce el ceño.

“Puede que pienses que es fea ahora, pero, ¿sabías que algún día se convertirá en una hermosa mariposa?"

Lu Han inclina la cabeza, y hay una suave sonrisa en su cara mientras mira al insecto. Sehun pone cara de asco, en cuclillas al lado de Lu Han para no ensuciar sus pantalones. Es un insecto muy feo, piensa Sehun, mientras este se arrastra y retuerce en las manos de Lu Han, intentando escapar. El mayor coloca la oruga de vuelta en el césped, despidiéndose de ella.

"¡Mientes!" Grita Sehun y Lu Han lo mira, "una cosa asquerosa como esa nunca va a ser hermosa."

El mayor abre los ojos, pero antes de poder decir algo la puerta trasera se abre. Ambos voltean, sólo para ver a la madre de Sehun tomando de la mano a un niño pequeño, probablemente por la edad de Sehun. El niño lleva vaqueros azules y una camisa roja, y tiene los ojos más oscuros que Sehun haya visto alguna vez, cabello negro azabache, y una cara extremadamente hermosa. El chico mira hacia el suelo, sin molestarse siquiera en decir algo, incluso cuando él y su madre se acercan a ellos, una dulce sonrisa en el rostro de la mujer.

"Este es Jongin," dice ella, acariciando suavemente el cabello del niño, "y se va a quedar con nosotros por un tiempo." Esta vez mira Sehun con ojos severos, "se bueno con él."

Ella se va dejándolos solos y Sehun se le queda mirando al chico nuevo, que se arrodilla en la hierba mojada sin preocuparse por manchar sus pantalones de barro.

"¿Quién eres tú?," pregunta, sintiendo molestia por la repentina entrada, y Lu Han le mira con reprobación. "¿Por qué estás aquí?"

"No seas así, Sehun—"

Jongin lo mira, sus ojos vacíos detrás de su oscuro flequillo. "Mis padres murieron en un accidente de coche," les dice, y Lu Han suelta un jadeo de asombro. Sehun siente que su garganta se aprieta. "Tus padres eran amigos de mis padres, así que me cuidaran un tiempo. No tengo otro lugar para quedarme."

"Oh, Dios," dice Lu Han en un tono suave, "eso es horrible."

Jongin no hace nada en respuesta, simplemente coge entre sus manos la oruga que ya casi estaba escapando de su alcance. Sehun siente molestia por él. Jongin se siente oscuro y pesado, y lo hace sentir incómodo. El nuevo chico se queda en silencio durante un rato, y cuando los mira de nuevo, tiene una suave sonrisa en su rostro.

"Quiero ser una oruga," reflexiona, sonriéndole a Lu Han, "pueden transformarse en algo hermoso. Yo quiero cambiar también.

Lu Han mira al niño con la boca abierta, como si algo le hubiera tocado profundamente el corazón. Sus ojos se empañan levemente de lágrimas, y se las limpia con una sonrisa, luego le asiente a Jongin.

"Yo también quiero eso," dice, y Sehun no lo entiende.

En realidad, siendo un niño de ocho años, Sehun no puede entender un montón de cosas. Nunca entendió hasta qué punto el concepto de belleza le importaba a Lu Han, cuánto el chico mayor  anhelaba ser hermoso, y tal vez si hubiera prestado más atención a ese hecho las cosas podrían haber sido diferentes. No se dio cuenta de la forma en que lo que Jongin dijo tocó el corazón de Lu Han, ni cómo eso lo cambiaría todo en un futuro lejano. Pero, sobre todo, no se dio cuenta de lo que la aparición de ese extraño chico de pelo oscuro significaba en realidad.

Significaba lo peor que le pasara a su vida.

--

Jongin no se quedó por un tiempo. Se quedó para siempre.

El niño no tenía otra familia. Todos sus abuelos estaban muertos, y no tenía parientes. Los padres de Sehun decidieron adoptarlo, en honor a la amistad que una vez tuvieron con sus padres fallecidos.

Al principio Sehun había conseguido extraña la idea de tener a alguien más en su casa. Las cosas no parecían estar bien con un nuevo plato en la mesa del comedor, y la oficina de su padre siendo convertida en una habitación de niño. Se había sentido raro al principio, pero Sehun se acostumbró, incluso cogiéndole afecto a la cara nueva después de un tiempo.

Los padres de Sehun le pidieron que viera a Jongin como un hermano, pero eso nunca sucedió. Jongin era, como mucho, un amigo, un amigo extremadamente cercano. Alguien que Sehun creció para cuidar y amar, pero no un hermano. Lo llamaba ‘hermano’, sin embargo, para que sus padres sonrieran. Pero Sehun todavía sentía un pequeño pinchazo en su corazón cada vez que su madre abrazaba a Jongin un poco más, o cada vez que su padre hablaba de lo orgulloso que estaba de su hijo.

El padre de Sehun nunca dijo tal cosa acerca Sehun, y eso le dolía, pero lo había comprendido con el tiempo. Jongin se convirtió en un chico vivaz, un bailarín experto, primero en su clase.

Y Sehun no era nada fuera de lo común.

--

Ahora tiene dieciséis años, y el cigarrillo pendiendo de sus labios se siente un poco raro. Pero aún así permite que el humo llene sus pulmones y sus sentidos, porque Jongin dice que eso es lo que hace la gente popular. Y Sehun quiere, desesperadamente, ser popular.

El adolescente suspira, apoyado en la pared mientras se escucha la música a todo volumen. Todo el mundo ya está borracho, y algunas chicas están bailando sobre una mesa. Suspira, un poco aburrido. No entiende la necesidad de Jongin por lanzar ese tipo de fiestas. Sus padres se habían ido de viaje, y lo primero que hizo su hermano fue llamar a toda la ciudad e invitarlos a su casa.

La única cosa buena acerca de estas fiestas era que Lu Han también venía.

Desde que Luhan se fue a la universidad Sehun no podía evitar sentirse muy solo. Jongin estaba allí, pero no era lo mismo. Nadie podría reemplazar a Luhan, y algo se siente extraño en su interior. Como si una pieza estuviera faltando. Como si ya no estuviera completo. Y el único momento en que tenían la oportunidad de verse era en las fiestas de Jongin. Lu Han dejaba su dormitorio, e incluso traía algunos amigos.

Siente una mano arrastrándolo, y cuando levanta la vista, ve la sonrisa ebria de Jongin.

"¿Sigues sobrio?," pregunta, rodando los ojos. "Dios. Eres tan aburrido. Vamos."

Jongin lo empuja a través de una masa de gente bailando y bebiendo, y Sehun se siente molesto al ver que algunos de ellos están saltando en el sofá, jugando con sus cosas. Mamá estaría tan cabreada, piensa, pero una parte de él sabe que nunca sucedería. Jongin sólo inventaría alguna excusa, y sus padres lo creerían.

Paran en la cocina, y Jongin toma una botella de vodka y algunos limones de la nevera. Empieza a prepararle un trago a Sehun, que suspira, apoyado en la puerta del frigorífico. "No le pongas demasiada vodka. Ya sabes que no me gusta."

"¿Has visto a Byun Baekhyun?" dice Jongin, dándole una sonrisa maliciosa, "el chico luce bastante bien, y Jongdae me ha dicho que le gustas."

"No estoy interesado," responde Sehun, tomando el vaso de las manos Jongin, " y además, no estaba con Park Chanyeol?"

"Rompieron. Mira," Jongin se acerca a él, sonriendo peligrosamente, "no importa si es o Baekhyun, o esa chica de la tienda de conveniencia que prácticamente te viola con los ojos, ¿Cómo era su nombre?"

“¿Taeyeon?”

“¡Exacto! Vamos, Sehun. Soy tu hermano mayor. Sé lo que es mejor para ti."

Le sonríe de nuevo, y Sehun realmente puede sentir el peligro que emana de él. Conoce a Jongin demasiado bien, el chico no se rendiría hasta que hiciera lo que quería.

"Déjame en paz," dice Sehun, tomando un sorbo de su bebida. Siente el alcohol quemando todo hasta llegar a su estómago, y saca la lengua. "Te dije que no—"

"¿Sigue siendo por Lu Han? ¿Cuándo vas a superarlo?" suelta Jongin y Sehun abre los ojos, sintiéndose incómodo. No hay un solo día en que Sehun no se arrepienta de haberle contado a Jongin sus sentimientos por Lu Han. Se le había escapado de los labios una noche en que salieron a beber y a jugar videojuegos, y Jongin no había dejado en paz el asunto desde entonces.

"No se trata de Lu Han. Simplemente no estoy interesado."

"¿Por qué no tratas de conseguir algo con él, entonces?" inquiere Jongin y Sehun se ríe. Como si Lu Han quisiera tener algo con él. Él sabe excepcionalmente bien que el chico mayor lo ve como un hermano pequeño, alguien que adora y ama. Pero no como hombre, no como Sehun lo ve a él.

"Sabes que nunca funcionaría."

"Ni siquiera lo has intentado," Jongin le da un golpecito en el pecho, Sehun hace una mueca, "Voy a hablar con él. Bebe todo el alcohol que puedas y luego en una hora ve a tu habitación. Voy a hacer que él vaya hasta allí y entonces se lo dirás.”

"No," Sehun ríe de nuevo, tratando de irse, pero Jongin lo retiene por el antebrazo, asintiendo la cabeza con furia, "no, Jongin, eso es ridículo."

"Ridículo es tener miedo de decirle cómo te sientes," dice Jongin y Sehun siente que sus palabras lo golpean como un balde de agua fría. "Vamos, Sehun. Confía en mí por esta vez."

Sehun suspira y la forma en que Jongin le sonríe y asiente lo hace sentir más seguro. Él toma un largo trago de la bebida en el vaso, haciendo a Jongin reír a carcajadas y darle palmadas en la espalda. Su hermano le llena el vaso de nuevo, esta vez con vodka puro, y Sehun hace una mueca.

"Odio esta cosa."


“Pero es coraje liquido, y lo necesitas. Iré a buscar a Lu Han,” corre emocionado hacia la puerta, y Sehun respira fuertemente, “No te embriagues demasiado. Ve a tu cuarto en una hora!”


--

Él sube las escaleras con pasos embriagados, sus piernas tambaleando por todas partes. Sehun se ríe de sí mismo y de lo absurdo que se ve teniendo que permanecer en cuatro patas para poder llegar al pasillo. El borracho adolescente deja caer su cuerpo sobre la alfombra, riendo un poco más, volviendo la cabeza para mirar a la puerta de su dormitorio. Lu Han debe estar allí ahora mismo, eso había dicho Jongin. Lo hace sentir un poco mareado. La simple idea de tener que mirar a Lu Han y contarle los sentimientos que ha tenido durante tantos años hace que todas las bebidas que tomó bailen dentro de su estómago. Sehun ni siquiera puede recordar un momento en que Lu Han no le gustara, un momento en que esos sentimientos no estuvieran allí.

“Puedes hacerlo," se dice a sí mismo, levantándose con esfuerzo del suelo.

Sehun se para frente a su habitación, sus manos temblando ligeramente. Cierra los ojos, inhalando profundo. Imagina a Lu Han sentado en su cama, entre la pila de ropa que había tirado allí. Es raro porque Lu Han ha estado en su habitación más veces de las que Sehun pueda recordar, pero ahora el chico se siente extrañamente nervioso. Desea haber limpiado, o al menos haber ocultado algo de ropa. Confesársele al amor de su vida con su ropa interior desparramada en el suelo no era precisamente parte de sus planes.

No hay tiempo para pensar en eso ahora,  se dice a sí mismo, respira profundamente una vez más. Abre la puerta, y su estómago se hunde.

Lu Han está en los brazos de Jongin, los dos muy concentrados en su beso como para prestarle atención al sonido del corazón de Sehun siendo destrozado. Sólo les toma unos segundos para darse cuenta, pero para Sehun parecen horas. Horas de ver a Jongin mordiendo el labio inferior de Lu Han, y años de escuchar los suaves gemidos de Lu Han. Y cuando finalmente lo miran, ambos se separan, Lu Han cubriéndose la boca con la mano, luciendo aterrado.

"Sehun, yo—," murmura Jongin, pero luego sólo se limita a mirar sus zapatos y Sehun siente las lágrimas comenzar a arder en sus ojos. Pero no llora.

"Oh," dice, haciendo todo lo posible por impedir que su voz se quiebre, "no sabía que estaban aquí."

"Puedes quedarte," dice Lu Han, y la sonrisa que le da grita algo demasiado cercano a la piedad. Sehun siente ganas de vomitar.

"No, yo—," la voz se le atasca en la garganta, y se siente agradecido de que la habitación esté a oscuras, ya que puede sentir las lágrimas corriendo y manchando sus mejillas, "Estoy bien." simplemente se aleja, cerrando la puerta detrás de él, caminando de regreso a la fiesta.

--

Sehun se hace un ovillo en la cama de sus padres, llenando su boca con muffins y brownies, recitando "odio a Jongin " como un mantra en su mente. La puerta se abre lentamente, y él mira, sólo para encontrar a Jongin asomándose, sus ojos ampliándose cuando ve Sehun. "Oh, vamos, no me mires así," lloriquea.

Sehun siente ganas de matarlo a coñazos. "¡Fuera de aquí!”

"Sabes que mamá te odiará cuando se entere de que has estado comiendo en su cama."

"Te lo advierto, Jongin. Fuera. De. Aquí."

Jongin entra a la habitación, cerrando la puerta detrás de él, y Sehun lo mira con furia en sus ojos. Sus labios son color rosa, nota Sehun, probablemente de besar Lu Han toda la noche. Puede sentir sus entrañas ardiendo.

"¿Cómo pudiste hacerme esto?"  Pregunta, y Jongin se apoya contra la puerta, manteniendo la distancia, "¡eres un maldito traidor! ¡Traidor!"

"Traté de hablar con él— " comienza Jongin y Sehun rueda los ojos, tapándose los oídos con las manos. "¡Escúchame! Oh—Joder, eres como un niño. Eso es exactamente lo que dijo Lu Han!"

Sehun levanta la vista, lágrimas de ira llenando sus ojos. Jongin está respirando pesadamente, mirando al suelo como si se arrepintiera de lo que acaba de decir. "¿Qué? ¿Qué dijo Lu Han?"

"Nada," dice Jongin, enterrando su rostro en sus manos, "sólo—olvídalo."

"Tú empezaste. Ahora termina."

Jongin lo observa con una mirada de lástima, "me dijo que eres demasiado ingenuo. Que eres un niño todavía. Que te ve como un hermano pequeño, nada más. Y entonces—" Su voz se desvanece,  y Jongin mira sus manos.

Sehun se muerde el labio inferior. "Le gustas."

"Sí, supongo," susurra Jongin.

"Y a ti también te gusta," afirma Sehun, notándolo apenas ahora. Jongin lo mira de nuevo, y Sehun puede ver lágrimas brillando en sus ojos.

"¡Lo había ignorado! Desde que me contaste que también te gustaba. No hice nada porque--," se detiene, y el flujo de lágrimas baja por su cara, "puedes quedarte con él. No me importa. No quiero hacerte daño. Se lo diré si quieres. Sólo dime lo que quieres que haga."

Sehun siente un nudo en su garganta, y tiene que apartar la mirada de la cara llorosa de Jongin. Nunca lo había visto así, nunca había oído que su voz se quebrara como ahora. Hace que su corazón duela, y que su visión sea borrosa por las lágrimas. El chico suspira, limpiándolas.

"Está bien. No me importa,” miente, sin mirar a Jongin.

"¿Está seguro?"

"Sólo se feliz. Como sea," le dice Sehun, mirando hacia el techo, "déjame en paz ahora." Jongin se levanta y cuando Sehun lo mira, es como si las lágrimas y la desesperación nunca hubieran estado allí. Típico, piensa Sehun, mientras Jongin se apresura fuera de la habitación, dejándolo solo para recoger sus pedazos.

--

Lu Han comienza a salir con Jongin.

No porque lo ame, no porque le guste, sino por las palabras que Jongin le había dicho esa noche, en la oscuridad de la habitación de Sehun. Sus palabras habían salido de sus gruesos labios y se habían impregnado sobre su piel, haciendo que se sintiera atraído por Jongin. Como una obsesión. Como una droga que necesitara. Y él probaría esa droga cada vez que los labios de Jongin se encontraran con los suyos, y trazaría su piel con los dedos mientras él le susurra aquellas palabras de nuevo en sus oídos.

"Eres hermoso."

--

Han estado saliendo durante un año entero, pero Sehun todavía siente dolor en el pecho cada vez que se besan o tocan, o cuando Lu Han simplemente aparece.

Había hecho todo lo posible por deshacerse de ese sentimiento en el transcurso del año. Incluso tuvo citas con Byun Baekhyun, pero no funcionó. También salió un par de veces con la chica de la tienda de conveniencia, pero Sehun terminó descubriendo que las chicas no eran exactamente lo suyo.

Por lo general Sehun hace todo lo posible para evitar a Lu Han y Jongin, para no tener que lidiar con su ser siendo desgarrado en mil pedazos cada vez que los ve juntos. Pero esta vez, están en uno de los viajes anuales de la familia. Lu Han siempre les había acompañado en esos viajes, incluso antes de que Jongin apareciera. Sus padres siempre lo habían llevado con ellos porque simplemente adoraban al chico.

Lu Han siempre había sido su vecino, la tranquila y hermosa voz de la casa azul situada justo al lado de la suya. Lu Han y Sehun habían hecho clic de inmediato, convirtiéndose en mejores amigos el mismo día, a pesar de que Lu Han era cuatro años mayor. Parecía ser un niño bastante normal, hasta que una noche, cuando la familia de Sehun estaba comiendo y riendo, oyeron gritos procedentes de la casa de al lado y el sonido de cosas rompiéndose. Sólo unos minutos después, alguien llamó a su puerta. Afuera encontraron a Lu Han reteniendo las lágrimas, preguntando si podía quedarse por un tiempo.

"Sólo hasta que mamá se sienta mejor," había dicho, sonriendo mientras la madre de Sehun le daba una taza de chocolate caliente con malvaviscos en el tope.

Esa noche, los dos se quedaron hasta tarde jugando videojuegos, y cuando Sehun preguntó por qué la madre de Lu Han le odiaba tanto, el muchacho le dio una triste sonrisa.

"Es porque soy feo."

Las palabras hacen eco en su mente otra vez, pero a sus diecisiete años es mucho más sabio y realmente entiende su significado. El ingenuo niño de siete años no lo entendía. Sehun se limpia el champú del pelo, y luego cierra el chorro de agua, saliendo de la ducha.

Recuerda haber deseado, incluso cuando era niño, decirle a Lu Han que no era feo, que era hermoso. Más hermoso de lo que nunca podría entender.

Sale del baño con la toalla envuelta en su cintura, entrando en la habitación de hotel que compartía con Jongin y Lu Han. Todo el lugar está envuelto en oscuridad, la televisión siendo la única fuente de luz. Mira a su alrededor y ve a Jongin y Lu Han abrazados en la cama de Jongin, ambos con los ojos cerrados.

"¿Están viendo esto?" pregunta en voz alta, y ellos ni siquiera se inmutan. Sehun suspira y apaga el televisor. Se pone sus bóxers favoritos y se lanza sobre la cama, sintiéndose cansado después de un día entero en la playa. Cada año viajan a un lugar diferente, y en ese año en particular era el turno de Jongin de elegir el destino. Sehun había estado menos que sorprendido cuando el chico terminó eligiendo un lugar tropical de América del Sur.

El calor es demasiado y Sehun siente el sueño escapar de él. Da la vuelta en la cama, pensando en abrir las ventanas, pero la voz baja que viene de la otra cama lo paraliza.

"No. Jongin. Para."

Sehun siente que su corazón se dispara dentro de su pecho mientras observa las manos de Jongin moviéndose dentro de los bóxers de Lu Han, la boca del mayor abierta con expresión de éxtasis. Bajo la tenue luz, Sehun puede ver la mano de Jongin subir y bajar, mientras su boca traza besos en el hombro desnudo de Lu Han.

"Haz que pare," susurra Jongin en un tono que le provoca piel de gallina a Sehun. Lu Han se da la vuelta, recostado de espalda, y Jongin desliza sus bóxers fuera de sus piernas, bajando sobre su cuerpo. Lu Han lanza su cabeza hacia atrás mientras Jongin lame la punta de su miembro, haciendo círculos con la lengua, y Sehun tiene que cerrar los ojos por un momento. Duele, y lo sabe, pero algo dentro de él quiere ver esto, quiere seguir mirando.

Abre los ojos un poco, y observa como Jongin toma el pene de Lu Han en su boca, el chico mayor mordiéndose el labio para parar de gemir. Sehun no se mueve, ni siquiera está respirando, con miedo de que se den cuenta de que está espiando.

Jongin se pone de pie para sacar una botella de lubricante de su mochila y se la lanza a Lu Han, quien la abre enseguida, comenzando a prepararse.

"No creo que debamos--" Lu Han lanza una mirada nerviosa hacia la cama de Sehun, y el joven cierra los ojos rápidamente.

"El duerme como una piedra," ríe Jongin, y Sehun siente algo golpeando su cama, probablemente una almohada, "¿ves?"

Sehun capta el sonido de la risa ronca de Lu Han siendo interrumpida por un profundo gemido, y cuando abre los ojos de nuevo, Jongin ya está dentro de él. Él pone las piernas de Lu Han sobre sus hombros, las manos apoyadas en los muslos del chico. Y con cada embestida Sehun puede sentir que su corazón da un brinco, y con cada respiración agitada de Jongin Sehun siente su propio miembro endureciéndose. Se muerde el labio cuando Lu Han arquea la espalda, gimiendo en voz alta, y Jongin se inclina sobre él, cubriéndole la boca con la mano, riendo levemente.

"Sigue haciendo eso y él se despertará."

"Cállate," dice Lu Han, girando sus caderas, y Jongin se muerde el labio. Él empieza a empujar más rápido y Sehun ni siquiera se da cuenta de su propia respiración poniéndose inestable, su erección comenzando a doler dentro de sus boxers.

Y sigue mirando, con el corazón tan acelerado que comienza a temer que de pronto lo oigan. Jongin está embistiendo tan duro a Lu Han que la cabeza del mayor se mantiene golpeando la cabecera, ambos respirando juntos, presionados contra el otro. Y Sehun aprieta las sábanas cuando Lu Han comienza a masturbarse, mientras el cuerpo de Jongin empezar a temblar, y sus embestidas comienzan a ser menos coordinadas y más desesperadas.

Jongin suelta un gemido cuando saca su pene de Lu Han, ambos viniéndose sobre el estómago de Lu Han. Sehun siente su propio pene doliendo y cierra los ojos porque casi puede sentir que está a punto de acabar también.

Cuando abre los ojos otra vez puede jurar que Jongin lo está mirando, con una sonrisa en los labios.

--

A veces Sehun no se siente como el protagonista de su propia vida.

De hecho, se siente como un mero espectador, mirando desde su asiento en la audiencia como Jongin juega el papel a la perfección. El papel que se supone debía representar Sehun.

Y no hay nada que pueda hacer al respecto.

--

Cuando cumple diecinueve años, se da cuenta de golpe.

Jongin es todo lo que Sehun no es.

Jongin baila y fluye con la música mientras Sehun todavía se tropieza con sus propios pies. Jongin sonríe con sinceridad, y habla con un aire de confianza que hace que todo el mundo crea todo lo que dice. Él es todo lo que Lu Han necesita, mientras que lo único que Sehun necesita es Lu Han.

Sehun lo necesita tanto que duele, pero no puede hacer nada. No puede decir nada porque Lu Han está con Jongin, y si Sehun alguna vez tuvo una oportunidad, lo arruinó con su cobardía.

Lu Han necesita a alguien que pueda luchar por él, que pueda darle todas las cosas bellas del mundo - porque se las merece todas. Se lo merece todo.

Se merece algo mejor que un simple chico con inseguridades.

Un chico que ni siquiera puede amarse a sí mismo.

Sin embargo, él sí que ama a Lu Han. Casi demasiado. Casi demasiado intensamente. Su corazón agoniza, como si todo su cuerpo lo anhelara a él. A veces sus dedos tocan la piel del mayor sin que éste se dé cuenta. Como si fuera una necesidad biológica, una enfermedad. Sehun trata de luchar contra ella, trata de encontrar la cura en los brazos de otra persona, en los labios de otro, y funciona por un tiempo, pero sólo por un tiempo.

Todo lo que toma es una sonrisa. Lu Han sonríe y todo su mundo gira. Pierde el control otra vez, y duele porque Lu Han no es suyo.


Luhan sonríe en brazos de otro chico - en brazos de su mejor amigo - y no hay nada que pueda hacer al respecto.

Ya no.

Siente una mano tocando ligeramente su espalda, y luego una copa es colocada en frente de él. Gira el rostro, y un chico le sonríe, y el resto ya es rutina.

Sehun entra en el cuarto de baño, y el chico ebrio le mira bajo largas pestañas. Su apariencia no se compara con la de Lu Han, piensa Sehun, pero ahora no es momento para ser exigente. Está demasiado borracho y el chico ya está de rodillas, bajándole la cremallera y quitándole los pantalones con manos apresuradas. Sehun echa la cabeza hacia atrás, imaginando que los labios alrededor de su polla son de Lu Han.

Sin embargo, los labios de Lu Han serían más suaves. El no sería tan tosco. No sería tan inexperto.

Probablemente es muy bueno en esto. Lleva años de entrenamiento con la polla de Jongin, piensa con amargura, teniendo que agarrar con fuerza el cabello del chico para contenerse de golpear la pared.

Él se corre dentro de su boca, sin molestarse en advertir, y cuando el chico lo mira puede notar que está cabreado. Sehun simplemente sale del cubículo, oyendo al chico maldecir a su espalda. Se lava las manos y vuelve al club, el fuerte sonido de la música causándole dolor de cabeza.

"Hey," grita alguien, y Sehun mira a un lado sólo para encontrar a Jongin apoyado en la pared junto al baño, "Sabía que estarías aquí."

Hace señas con la mano para que Sehun lo siga, y él lo hace. Van a la parte trasera del club, y Jongin saca un paquete de cigarrillos de su bolsillo, lanzándoselo a Sehun.

“Deberías buscarte un novio en vez de estas mamadas espontaneas en baños sucios.” Dice, y Sehun lo mira.

"Cállate," susurra, encendiendo un cigarrillo y lanzándole el paquete de regreso a Jongin. Su amigo le sonríe mientras enciende su propio cigarrillo. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"Buscando a mi pequeño y dulce hermano," dice Jongin, sonriendo, y Sehun rueda los ojos. El club al que fue queda cerca del río, y se encuentra a sí mismo mirando las oscuras aguas. "Mamá y papá están preocupados por ti. Desde que empezaste la universidad te has puesto muy rebelde."

Jongin exagera la última palabra y Sehun lo mira de nuevo, cabreado. Se fue de casa precisamente porque no quería lidiar con Jongin, ni con Lu Han, ni con nadie. Desde que había empezado la universidad se dio cuenta de lo bueno que era estar lejos de ellos. Lejos de Jongin y su sarcasmo, lejos de Lu Han y todo su ser.

"Lu Han también está preocupado," afirma Jongin y Sehun le devuelve la mirada.

"Eres tú quien debe preocuparse por él, no yo," dice Sehun y Jongin levanta una ceja.

"¿Por qué?"

"¿Quizás porque está loco?" inquiere Sehun y Jongin levanta las cejas aún más, con el cigarrillo pendiendo en sus labios. "¿No te has dado cuenta?"

"¿Darme cuenta de qué?"

Sehun lanza un bufido. "El maquillaje. Toda esa obsesión por su apariencia. Cuando lo vi ayer, parecía una maldita muñeca!"

"Eso es lo que le gusta, déjalo en paz," le dice Jongin y Sehun levanta los brazos, sin creer en el desinterés de su amigo en el asunto. Lu Han siempre había sido vano, pero últimamente las cosas se estaban saliendo de control. Sehun ni siquiera podía recordar la última vez que vio el rostro del chico al natural.

En ese momento, un muchacho sale del club para fumar también, y Sehun gira sobre sus talones, mirando otra vez al río delante de él.

--


Todavía están en la parte trasera de la barra, fumando y bebiendo con el nuevo chico (al cual ninguno de los dos se molestó en preguntar su nombre) hasta que la visión de Sehun comienza a tornarse borrosa y su lengua comienza a sentirse pesada. Están hablando y riendo, y cuando hablan de Lu Han, el otro chico se burla. Está en la misma clase que él, y hace alguna broma estúpida sobre la obsesión de Lu Han. En realidad no fue mucho, pero Jongin es el primero en reaccionar, lanzándole un puñetazo al chico, y Sehun le da una patada en el estómago. Jongin ríe borracho, diciendo algo acerca de cómo ahora se sienten como amigos otra vez, y Sehun sostiene al chico mientras Jongin comienza a golpear su cara con furia.

Sehun suelta al muchacho y este cae al suelo, ambos sin dejar de reír. Y luego Jongin lo patea de nuevo, y Sehun se siente tan borracho que simplemente se deja caer en el piso sucio, viendo como Jongin se arrodilla encima del chico, golpeándolo en la cara otra vez.

Y otra vez.

Y otra vez.

Sehun siente algo revolverse en su estómago cuando ve la sangre ensuciando la mano de Jongin mientras continúa golpeando. Sehun se pone de pie, a punto de caer de cara en el suelo en el proceso, y corre hacia Jongin, llevándolo lejos del chico mientras ríe y ríe, pero Sehun ya no le encuentra la gracia.

El hombre está tumbado en el suelo, inmóvil.

Muerto.

"Jongin," dice, pero su amigo lo aparta rudamente. El corazón de Sehun está latiendo más rápido que nunca, y sus ojos no pueden apartarse del cuerpo en el suelo. "Oh, Dios mío, Jongin. Mierda. Mierda."

Entra en pánico. Sehun se lleva las manos a la cabeza, horror corriendo por sus venas mientras Jongin simplemente enciende otro cigarrillo, pasándose los dedos sucios por el pelo.

"Joder, me estoy manchando todo de sangre," se ríe, y Sehun lo mira con los ojos muy abiertos.

"Jongin. Maldita sea. Lo mataste."

Sehun observa con incredulidad mientras Jongin simplemente camina hacia el cuerpo, poniendo su pie sobre el pecho. No hay señal de arrepentimiento. No hay señal de miedo.

Él disfruta de esto.

"Se lo merece por hablar de mierda que no sabe," mira a Sehun, sin expresión, "vamos a echarlo al río."

--

Sehun pasa el resto de sus vacaciones de verano encerrado en su habitación, esperando que la policía entre por la puerta y se lleve a Jongin. Pero eso nunca pasa, no apareció nada sobre el incidente en el periódico. Es como si nunca hubiera pasado.

"Nunca hablaremos de esto otra vez," dice Jongin una noche, "si alguna vez se lo dices a alguien, acabaré contigo."

Y Sehun sabe que no está mintiendo.

--

"Eres hermoso," dice Jongin, pero él no lo siente.

Entra por sus oídos y lo comprende, pero no significa nada. Lu Han se muerde el labio inferior, y se abraza así mismo porque se siente frío por dentro. Las palabras que Jongin había tallado en su piel se tornan cada vez más débiles, y se siente desmoronado y necesitado. Cosas que él había escondido dentro de sí mismo por mucho tiempo están despertando otra vez, cosas que había encerrado dentro de su pecho le recuerdan lo que quiere realmente.

Lu Han levanta la vista desde su puesto en el sofá de la casa de Jongin, y ve a Sehun ayudando a su madre a poner la mesa para la cena. El chico se detiene a mitad de camino al sentir la mirada de Lu Han, y se la devuelve, con un plato en la mano.

Y luego Sehun le sonríe a Lu Han.

Y él lo siente.

--

"Eres hermoso," dice Jongin, y Lu Han le da una débil sonrisa. El puede sentir los cordones que amarró cuidadosamente en el corazón de Lu Han perder su fuerza, así que coloca sus brazos por encima de los hombros del mayor, tratando de acercarlo más. Pero Lu Han lo aparta, levantándose y caminando hacia Sehun, ayudándole a poner la mesa para la cena.

Jongin siente un sabor amargo llenando su boca.

--

Han pasado cuatro años desde el incidente, cuatro años desde que se mudó a Nueva York, y exactamente tres años desde la última vez que vio a Jongin.

Y en consecuencia a Lu Han.

Es bueno para él. Le ha dado tiempo para pensar, tiempo para arreglar las cosas. Y Sehun se siente más comprometido con la universidad, con sus estudios, hasta el punto en que los recuerdos de Lu Han y Jongin empiezan a sentirse como un pasado muy lejano. Una vida pasada a la que nunca quiere volver. No es que la escuela de medicina le dé tiempo para pensar en otra cosa, en realidad.

Toma el archivo del paciente en sus manos, mirándolo con el ceño fruncido.

"Ha vuelto, señor Johnson."

"Son días festivos, chico!" se queja el anciano "¿cómo podría pasar las fiestas sin mi whisky—"

"Es por su salud, Sr. Johnson," responde Sehun en un tono monótono, "por favor. No puede beber alcohol. Su hígado—"

"Entiendo," interrumpe el hombre, y Sehun resopla, mirando a la enfermera.

"Mantenga sus ojos sobre él."

Él sale de la habitación, caminando por el pasillo. Siente los párpados cada vez más pesados r03;r03;y está tan cansado que podría dormir en cualquier momento, pero aun faltan varias horas hasta el final de su turno. Así se dirige a la cafetería, pidiendo un espresso doble.

Sehun toma su café y va hasta una mesa, siente su teléfono vibrar y lo saca de su bolsillo, viendo un recordatorio de que hoy es el cumpleaños de su madre. Sehun suspira, enterrando su rostro en sus manos, haciendo una nota mental de comprar algo por Internet más tarde, para que se lo entreguen a ella. Sería un regalo tardío, pero un regalo después de todo.

“¿Sehun?”

Siente un escalofrío recorrer su espalda cuando esa voz llega a sus oídos, y cuando se gira, desea no haberlo hecho. Porque cuando ve la suave sonrisa de Lu Han, su pelo rubio cayendo sobre su cara, vistiendo un suéter azul marino, es como si esos cuatro años nunca hubieran pasado. Como si todas esas noches que pasó diciendo que lo había superado nunca hubieran ocurrido porque su corazón comienza a latir rápido como si tuviera dieciséis otra vez. Su boca se seca, y ni siquiera puede encontrar las palabras para decir nada porque está demasiado ocupado disfrutando de cada detalle de la cara de Lu Han, oliendo el dulce aroma que proviene de él.

“¿Puedo sentarme contigo? " dice Lu Han con voz vacilante. Y Sehun comprende que Lu Han lo sabe. Sabe que Sehun se distanció de ellos a propósito. Sabe que cuando pide sentarse allí con él, probablemente esté trayendo recuerdos que Sehun no quiere. "¿Por favor?”

“Sí, " murmura Sehun y Lu Han sonríe mientras se sienta frente a él, observando a Sehun de una manera que hace al chico desviar la mirada. Hay amor allí. Hay esperanza. Y esperanza en relación a Lu Han es algo que Sehun no se permite sentir.

"Parece que has crecido," dice Lu Han sonriendo, "Vestido con esa bata blanca, Doctor Sehun."

"No soy doctor, sólo soy un pasante," sonríe Sehun y Lu Han se ríe.

"Para mí es lo mismo."

Caen en silencio mientras Sehun termina su café, y Lu Han simplemente no aparta sus ojos de él. Sehun puede sentir sus orejas ardiendo, y baja la mirada hacia su café, tartamudeando.

"E-entonces. ¿Qué tal Jongin?"

"Está en Broadway," dice Lu Han con orgullo, cruzando los brazos y Sehun nota la gruesa capa de maquillaje que cubre su rostro, "va a protagonizar una obra el próximo verano."

Sehun levanta una ceja, sorprendido. "Siempre supe que iba a hacer algo grande."

"Si. Es realmente algo," responde Lu Han. "Ahora estamos viviendo en Nueva York."

"Supongo que no podían estar lejos de mí por mucho tiempo."

"No, no podíamos. Te echábamos menos," dice Lu Han y Sehun lo mira cuando escucha la seriedad de su voz. "Te extrañé, Sehun. Te he extrañado tanto."

Él baja la mirada, cogiendo un trozo de papel de su bolsillo, entregándoselo a Sehun. "Qué—"

"No desaparezcas otra vez," interrumpe Lu Han y Sehun siente su corazón sufrir cuando escucha el toque de tristeza en su voz. "Dame tu número. Cualquier cosa. Para poder ponerme en contacto contigo. Por favor.”

Sehun se muerde el labio cuando Lu Han le da una pluma, sus ojos brillando con esperanza. Él sabe que hacer lo que Lu Han le está pidiendo es lo mismo que tirar todo el esfuerzo que puso en olvidarlo a la basura, pero algo dentro de él simplemente no puede decirle no a Lu Han. No cuando lo mira de esa manera.

Así que Sehun escribe su número de teléfono móvil y su dirección en el papel, dándoselo a Lu Han, y cuando sus dedos se rozan ligeramente, Sehun retiene los dedos de Lu Han entre los suyos.

"Yo también te extrañé."

--

Sehun y Lu Han comienzan a verse cada semana, progresan lentamente, y luego empiezan a verse todos los días.

A veces van a comer, yéndose sólo cuando son los últimos en el restaurante. A veces simplemente caminan por el Central Park cuando Sehun tiene el día libre. A veces Lu Han aparece en su casa de la nada, mirándolo mientras estudia, hablando de su día en la oficina o de algunos de sus locos clientes.

Y cada día, Sehun puede ver a Lu Han actuar de manera diferente. Puede ver que se le olvida añadir una capa de maquillaje, o que se aparece con el cabello desordenado. Él puede ver a Lu Han hablar libremente y recostarse en su sofá como si no quisiera ir a casa. Y Sehun no quiere que se vaya. No quiere dejarlo ir. Ya no.

Hasta que un día, Lu Han lo besa.

Están solos en su sala de estar, y Lu Han se levanta de su lugar y lo besa. Sehun siente las manos de Lu Han acariciándole la nuca, y toma el rostro de Lu Han en sus manos, devolviendo el beso. Sus labios se mueven lentamente, piel rozando piel con suavidad, y cuando se apartan Sehun toma un profundo respiro.

Lu Han no aparta su mirada de los labios de Sehun.

"Así que eso es lo que se siente," dice él, descansando su frente contra la de Sehun, entrelazando sus dedos.

"¿Qué?" Susurra Sehun, pero Lu Han no responde. Sólo sonríe la sonrisa más hermosa que Sehun ha visto en su vida.

--

"Hoy estuve con Sehun," dice Lu Han, pero Jongin ya lo sabe.

Puede sentirlo cada vez que Lu Han llega tarde a casa, y en la forma en que sonríe. Es la misma sonrisa que Jongin siempre ha odiado.

Jongin se pone de pie, camina hacia su novio. Se detiene a su lado mientras Lu Han lava los platos, y desliza un dedo por la línea de su mandíbula. Lu Han lo mira, le da esa sonrisa y Jongin siente que sus entrañas se retuercen.

"¿Estás usando algo diferente en la cara? ¿Otra marca?," pregunta casualmente, y Lu Han niega con la cabeza.

"No."

"Eso es raro," Jongin toma una manzana de la cesta en la encimera, saliendo de la cocina, "has estado luciendo bastante feo últimamente."

Sonríe cuando escucha el sonido de vidrio quebrándose.

--

Toma un mes para que Jongin aparezca en su apartamento. Sehun ni siquiera necesita preguntar quién es para saber quién está detrás de la puerta. Ha estado esperándolo desde que Lu Han había aparecido en su casa llorando, con toneladas de maquillaje ensuciando su camisa, luciendo completamente fuera de sí mismo.

Sehun abre la puerta, y Jongin está de pie en el pasillo, sosteniendo una botella de vino.

"Tu favorito," sonríe, y Sehun le invita a entrar.

Intercambian formalidades, hablando sobre el tiempo que han pasado distanciados, sobre las cosas que han hecho. Sehun le cuenta  sobre la escuela de medicina, de lo difícil que han sido las cosas y del poco tiempo que ha estado teniendo. Jongin le habla de Broadway, de cómo consiguió el papel con apenas una audición, del trabajo mundano de Lu Han en un bufete de abogados en la Seventh Avenue.

"Pero probablemente ya sabes todo eso," sonríe Jongin, mirando la copa de vino en sus manos, "ya que ustedes han estado viéndose casi todos los días?"

"Él me habló un poco sobre eso," responde Sehun, sus ojos sin emociones contra los feroces de Jongin. Jongin asiente con la cabeza antes de beber todo el contenido de la copa de una sola vez.

"¿Ya te lo tiraste?" Pregunta.

Sehun se sirve más vino. "No. Aún."

Jongin rompe la copa contra la mesa, levantándose y yendo hacia Sehun. Se inclina sobre él, presionando el vidrio roto en su cuello. Sehun se mofa.

"¿Vas a matarme, hermano?"

"Hermano," repite Jongin con voz burlona, "te gustaba fingir eso, ¿no?"

"No más que a ti," responde Sehun y Jongin presiona el vidrio un poco más fuerte, rompiendo un poco de piel. "¿Recuerdas esa vez que dijiste que ibas a ayudarme con Lu Han, pero terminaste cogiéndotelo en mi propia habitación?"

"Oh, no, no me lo cogí esa noche. Lu Han era tan mojigato. Pero sí lo hicimos en tu habitación. Un par de veces, de hecho."

Sehun empuja a Jongin lejos de él, y éste cae al suelo, hiriendo su mano con el cristal roto. Jongin ve a la sangre en sus manos, y ríe.

"¿Y todavía crees que hablé con Lu Han esa noche?" Se burla y Sehun se detiene, mirándolo, "nunca le dije una mierda sobre ti. Todo lo que hice fue meter unas cuantas palabras dulces en su cabeza hueca y lo tenía alrededor de mi polla en un instante."

"Cállate," grita Sehun, tomando a Jongin por el cuello de la camisa, y él simplemente rueda los ojos.

"¿Te molesta?" Dice en voz de bebé y Sehun lo golpea. Jongin cae al suelo otra vez, limpiándose la sangre del labio con la manga. Se pone de pie, y Sehun da un paso atrás.

"Vete, Jongin. Fuera de aquí."

"Lo gracioso es que, probablemente él te amaba desde ese día. Todo lo que tenía que hacer era tomar su atención lejos de ti."

"Jongin. Basta."

"¿Qué es lo que ve en ti?," pregunta, y la espalda de Sehun choca con la pared detrás de él. Jongin ladea la cabeza. "¿Por qué tú y no yo?"

"Siempre has sido tú," responde Sehun con dientes apretados, y Jongin niega.

"No. Te equivocas." Jongin se detiene justo frente a él, lamiéndose los labios. "¿Recuerdas aquella vez que viajamos a ese lugar en América del Sur? Me cogí a Lu Han, mientras estabas viendo."

Sehun traga cerrando los ojos. "Jongin, cierra tu maldita boc—"

"Pensaste que no lo sabía ¿no? Siempre has sido así de estúpido. Pensaste que no te vi poniéndote duro. La forma en te masturbaste cuando creíste que estábamos dormidos."

Sehun abre los ojos cuando siente las manos de Jongin frotándolo, acariciándolo. Él trata de empujarlo, pero Jongin lo sostiene contra la pared, sus dedos presionando contra sus jeans.

"¿Lo recuerdas? ¿La forma en que me lo folle?" Se detiene, mirando hacia abajo, sonriéndole con malicia a Sehun, "estás poniéndote duro, hermanito?"

"¡Deja de llamarme así maldito enfermo!" grita Sehun odiándose a sí mismo por sentir su miembro endureciéndose bajo las manos de Jongin. Jongin hace más presión contra su erección, y Sehun golpea la pared detrás de él. "Mierda. Detente."

"¿No quieres hacerlo?" Susurra Jongin, lamiendo la mandíbula de Sehun, "No quieres saber cómo se sintió Lu Han esa noche?" Él desabrocha los pantalones de Sehun, y el joven deja escapar un gemido ahogado cuando siente las manos de Jongin contra su piel.

"No. Dios, Jongin. Para—“

"Fóllame," susurra Jongin en su oído, mordiendo su lóbulo, y sólo en ese momento Sehun se da cuenta de que el muchacho dejó de sujetarlo hace mucho tiempo. "Justo como me folle a Lu Han esa noche," continúa, deslizando sus manos por la longitud de la polla dura de Sehun, presionando la punta con su dedo índice, "Fóllame como te lo follarías a él."

Algo estalla dentro de él y Sehun lanza a Jongin sobre la mesa. Cuando el chico intenta levantarse, Sehun lo empuja de nuevo, presionando su cara contra la madera. "Quítate los pantalones," le ordena con voz ronca y Jongin la risa se escapa de los labios de Jongin cuando ve Sehun ir a su habitación y volver de inmediato.

"¿No te gusta los juegos previos?" pregunta Jongin mientras Sehun se humecta los dedos con lubricante, insertando uno dentro de Jongin, haciéndolo gemir con dolor. "A Lu Han le gustan los juegos previos. Tienes que aprender eso."

"Cállate la boca," le dice Sehun mientras desliza otro dedo, y Jongin cierra los ojos, mordiéndose el labio.

"A Lu Han le gusta hablar durante el sexo, tal vez tú—¡Mierda!" grita Jongin cuando Sehun entra en él, agarrando fuertemente sus caderas para apoyarse. Jongin golpea la mesa con sus manos, con la cara desfigurada de dolor, y Sehun va aún más profundo.

Él embiste contra Jongin, enterrando sus uñas en su piel, escuchándolo jadear y maldecir. Sehun lo folla aún más profundo, más rápido, sintiendo el odio en su interior crecer con cada gemido que Jongin suelta, con cada golpe, con cada gruñido que se escapa de su propia garganta. Y Jongin ríe contra la mesa, presionándose a sí mismo contra las caderas de Sehun y Sehun echa la cabeza hacia atrás, soltando un fuerte gemido.

"Dios, Sehun. No pensé que fueras tan bueno."

"Cállate", Sisea, deslizando sus manos hasta la espalda de Jongin, rasguñando su piel desnuda mientras se viene en su interior.

Se desliza fuera de él, observando como Jongin respira con dificultad, yaciendo sobre en la mesa. Sehun se pone sus pantalones, dándose la vuelta.

"Vístete y vete."

"Sabes," dice Jongin, Sehun cierra los ojos, "todo estuvo muy bien, pero si quieres que funcione con Lu Han tendrás que trabajar en tus capacidades de comunicación."

"¡Vete!" grita, golpeando la pared frente a él, y Jongin sale de su casa, el sonido de su risa haciendo eco en las paredes. Sehun siente lágrimas de rabia ardiendo en sus ojos.

¿Qué he hecho?


--

"¿Jongin estuvo aquí?"

"Sí."

"¿Y--?"

Ambos están acurrucados en la cama de Sehun y Lu Han alza el rostro. Sehun planta un suave beso en su frente.

"Peleamos."

Lu Han suspira entierra la cabeza en el pecho de Sehun. "Nunca quise que las cosas terminaran así."

"Yo tampoco, pero Jongin es—"

"Difícil."

"Sí," suspira Sehun, "¿Ya hablaste con él?"

"No," Lu Han acaricia su pecho, haciendo círculos con sus dedos sobre el estómago de Sehun, "pero lo haré."

"¿Cuándo?"

"Pronto."

"¿Quieres que vaya contigo?"

Lu Han se ríe, dándole un golpe en las costillas, "Puedo cuidar de mí mismo, Tonto."

"Pero—" Lu Han le hace callar con un beso, y Sehun deja que su mente se llene con Lu Han y todo lo relacionado con él. Se permite dejar de pensar en Jongin, dejar de pensar en todo lo demás.

Finalmente están juntos.

Y ya no hay nada que pueda apartar a Lu Han de su lado, nunca más.

--

"¿Así que finalmente vas a dejarme?" pregunta Jongin, sorprendiéndolo. Lu Han lo mira con los ojos muy abiertos, y Jongin rueda los suyos. "Vamos ¿Por cuánto tiempo pensabas ocultármelo?"

Lu Han suspira colocando la última pieza de ropa dentro de su maleta. La cierra, mirando a Jongin, quien está apoyado en el marco de la puerta. "Estaba reuniendo el valor para decírtelo."

"Buena manera de decírmelo. Mientras empacas," ríe Jongin, y Lu Han baja la mirada, "¿qué? ¿Tenías miedo de que no te dejara ir?"

Lu Han traga saliva sintiendo un escalofrío recorrer su espalda mientras Jongin se acerca.

"Tú y Sehun me han estado tratando como si fuera un maldito monstruo últimamente. ¿Qué fue lo que te hice?"

Lu Han suelta un bufido. "Estás bromeando, ¿no?"

"¿Te refieres a esa vez que no te dije que Sehun estaba enamorado de ti cuando teníamos dieciséis? Porque, si Sehun te hubiera querido de verdad, él habría–"

"Para," dice Lu Han, tomando su maleta, "parar con tus mentiras. Para con tus manipulaciones. Ya tuve suficiente, Jongin."

Jongin se detiene justo frente a él, asintiendo lentamente. "Ok, entonces."

En ese momento, Lu Han jura poder ver un atisbo de tristeza en los ojos fríos de Jongin. Por un momento, puede ver al niño que conoció años atrás, el niño que le dijo que quería ser una oruga también. El niño que le demostró que no estaba solo, que no estaba loco por querer cambiar, por querer convertirse en algo hermoso. Por querer ser perfecto. Y es en esa fracción de segundo que Lu Han siente ser arrojado a la cama, Jongin poniéndose a horcajadas sobre de él, presionando una almohada contra su cara. Trata de luchar, trata de alejarlo, pero sus manos son demasiado fuertes y comienza a asfixiarse, sus pulmones doliendo con necesidad de aire, su garganta doliendo por la vida. Puede sentir sus uñas enterrándose en la piel de Jongin, rasguñándole la cara, y el chico le grita, poniendo aún más fuerza en la almohada.

No.

Todo se vuelve negro después de eso.

--

Jongin enciende un cigarrillo, mirando por la ventana.

El otoño siempre ha sido su época favorita del año. Los alguna vez florecidos árboles pierden su hermoso follaje, que se encuentra yaciendo en el suelo, seco. Muerto. Le recuerda que todo se marchita. "incluso la belleza," susurra para sí.

Se sienta en la cama, tomando el teléfono en sus manos, marcando el número que quería. Sólo toma tres tonos para que una mujer conteste.

"911 ¿cuál es su emergencia?"

"Hola, mi nombre es Kim Jongin, y he matado a mi novio." Él vuelve a mirar el cadáver de Lu Han, observando el color púrpura de su rostro, "y por favor, que sea rápido. Está empezando a oler."

--

"¿Cuál es tu animal favorito?"

"Una oruga," responde Lu Han y Sehun le sonríe. Es una mañana soleada y Sehun se está preparando para ir al hospital, con una maratón de 24 horas de trabajo esperando por él. Lu Han todavía está en sus calzoncillos, aun acostado en su cama, su torso desnudo bañado en la luz del sol.

"¿Por qué una oruga?," pregunta, y Lu Han se arrodilla en la cama, mordiéndose el labio inferior.

"Porque pueden cambiar. Se pueden transformar. Pueden llegar a ser algo hermoso."

Sehun se detiene de ajustar su corbata, y mira a Lu Han, quien se pone de pie para ayudarle. "Entonces, ¿tu animal favorito no debería ser la mariposa?

"No," dice Lu Han, arreglando su corbata, "ser perfecto es fácil, sabes? Pero el que se transforma. Ese es quien quiero ser."

--

"Kim Jongin," llama el oficial, y Sehun se remueve nervioso en su silla. Mira alrededor de la sala de visitas, las paredes blancas y la solitaria mesa frente a él. Se muerde los labios con ansiedad, tamborileando los pies en el suelo.

"¿Sehun?" dice Jongin con sorpresa, y Sehun siente que su estómago se hunde al verlo entrar en la habitación, usando un uniforme naranja, con el pelo desordenado. Está más delgado, pero sus ojos siguen siendo los mismos. "Dios, nunca pensé que recibiría una visita!"

"Mamá y papá están preocupados por ti. Por eso he venido. Querían saber si estabas bien."

"Estoy bien," dice Jongin, y cuando agita sus manos, sus esposas resuenan. "Excepto por estas cosas. Y la comida. Joder, echo de menos la comida de nuestra madre."

"Ella no es tu madre," dice Sehun, ojos fieros contra los de Jongin, quien se encoge de hombros.

"Eso era tan innecesario. Es la primera vez que nos vemos en un año ente—"

"Es el primer aniversario de la muerte de Lu Han," lo interrumpe Sehun, su voz temblando de ira. La sonrisa de Jongin se desvanece de su rostro.

"¿Quieres saber cuál era el problema con Lu Han? Lu Han siempre pensó que para ser hermoso, tenía que cambiar. Al igual que una oruga. Quería convertirse en una mariposa, pero ya ves," Jongin sonríe ampliamente, inclinando la cabeza, "él siempre fue una mariposa. Pero no sabía volar. Todo lo que tenía que hacer era encontrar a alguien que ya lo supiera."

"Él te encontró a tí," responde Sehun y Jongin se ríe de una manera que hace que sus entrañas ardan.

"Ya ves, ese fue su error. Y el tuyo. Yo nunca supe volar. Tu sí. Tú eres el viento. Todo lo que hice fue dar un paseo en tus alas, y todos ustedes se creyeron mi show. Todo era obvio, pero él prefirió pensar que era a mí a quien necesitaba, porque para él, tú eras un ser intocable. Lo único que hice fue asegurarme de que él nunca entendiera eso. Así que cuando lo hizo, no tuve otra opción más que arrancarle las alas."

"Estás enfermo," sisea Sehun, y Jongin sacude la cabeza.

"Te equivocas. Ellos me analizaron," él sonríe un poco, y Sehun aparta la mirada, siendo incapaz de seguir mirando su cara, "simplemente soy un mal perdedor."

"¿Por qué no me mataste a mí entonces?" Inquiere Sehun, con la barbilla temblando de rabia. Jongin sacude la cabeza, sonriendo.

"Lu Han era débil," explica en un tono como si le estuviera explicando matemáticas a un niño de primer grado, " tú eres fuerte. Si te hubiera hecho algo a ti, Lu Han se hubiera derrumbado en la locura. Tú permaneciste fuerte. Tú permaneciste cuerdo para comprender."

"Dios," Sehun respira, hundiendo el rostro en sus manos. Siente que va a vomitar en cualquier momento, y la falta de arrepentimiento en la cara Jongin le provoca aun más náuseas. Él lo mira de nuevo, y Jongin está jugando con sus dedos, luciendo aburrido.

"Sólo querías destruir todo a tu alrededor."

"Dios, eres tan dramático," se burla Jongin, y suena la alarma del final de la visita, "oh, ya es hora. Pero ya sabes, tienes que dejar de buscarle razones lógicas a todo. Las cosas terribles le suceden a la gente buena todo el tiempo. La cosa es que yo siempre supe que no era una de esas buenas personas. Tú eres una de esas buenas personas."

Se pone de pie cuando el policía se acerca a él, tomándolo rudamente por el brazo. Jongin mira a Sehun y sonríe.

"Y yo soy tu cosa terrible."

FIN.


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