Hacía mucho que Wu YiFan había dejado de pensar, había dejado de razonar desde el momento que aquella cabellera castaña se movió junto al viento, y se alboroto, provocando que sus delicadas manos viajaran por su adorable rostro blanco para apartar los mechones de cabello que caían en su cara. En aquel momento observo por primera vez lo hermoso que era Zhang Yixing.
No era que el pensará que Lay era feo, no, sabía que su compañero de grupo era quizá uno de los chicos más apuestos que había conocido en mucho tiempo, lo que no entendía del todo era como había pasado de ser “guapo” a “él ser más perfecto que hubiera posado los pies en esta inmunda tierra” y aquello comenzaba a ponerle los pelos de punta, porque Wu YiFan no solo se sentía atraído por un hombre, si no por el compañero de grupo que cuidaba de él como si de un hermano se tratase y justo ahora caminaba a su lado, caminaba como si nada, aguantando la respiración para que su aroma dulce a vainilla no inundara su perceptiva nariz, caminaba con los audífonos puestos, para que su voz melodiosa no llegara a sus oídos, caminaba lejos de él para que la tentación de tomar aquella mano y disfrutar del tacto de su piel no le ganará. A esas alturas, Wu YiFan no estaba dispuesto a aceptar que su felicidad, tristeza y debilidad tenían nombre y forma terrenal:
Se llamaba Zhang Yixing.
Lay caminaba despreocupado, en realidad, el hacía las cosas de forma tan despreocupada que Kris solo terminaba más preocupado de lo que debería, camina detrás de aquel chico sin quitarle la vista de encima, viendo como las personas se dedicaban a esquivarle mientras el llenaba sus pupilas con algún juego extraño y música… YiFan piensa que de vez en cuando Yixing debería elevar la vista, por lo que cuando entran a aquel departamento compartido puede respirar con tranquilidad: Su compañero seguía vivo.
El día agotador recae en los hombros de los 12 miembros, se comienzan a dispersarse entre la cocina, el baño y sus dormitorios, pero Yixing no, el se acerca costosamente hasta el sofá y se deja caer sin mucho cuidado, dejando que su cabeza se balancee, presa del sueño al rubio le parece una de las escenas más lindas que hubiera sido capaz de observar, sin pensarlo mucho y sin deseo alguno de reprimirse en aquel momento se sienta al lado de Lay, quien casi por instinto busca un deje de calor por lo que su cabeza termina sobre el hombro de YiFan, bajando más y más a su pecho conforme el sueño se apodera de su cuerpo. El mayor está encantado y desesperado en partes iguales, porque tenía ahí lo que llevaba el día entero evitando de forma patética, lo tiene ahí casi dormido sobre su pecho y ya no puede evitar que el aroma a vainilla llegue a su nariz, ya no puede evitar que sus manos entren en contacto con su piel y no puede fingir no verle. Opta por un camino peligroso: lo envuelve entre sus brazos.
Se podría comparar la dulzura y suavidad del tacto con el de un algodón azucarado, el agotado cuerpo del menor buscaba de forma intensa un poco más de alivio, un poco más de calor y esos brazos le daban todo lo que necesitaba: Yixing no necesita abrir los ojos para saber de quién se trata, ese aroma varonil, ese agarre fuerte pero no duro ese respirar agitado y los largos dedos que ahora encuentran su hogar en su espalda, en aquella espalda adolorida, solo pueden ser de su líder, de su (así le gustaba llamarlo, solo para imponer un poco de su deseo de propiedad) Wu YiFan.
-Hueles a sudor- Susurra Yixing con una vocecita tan encantadora que Wufan puede sentir su pulso acelerarse y ruega, ruega porque el menor no lo escuche, tiene esperanzas, por lo que intenta ignorar el hecho de que el castaño está totalmente apoyado sobre su pecho.
-Tú igual…
-¿Deberíamos tomar un baño?
-Sí, es lo más prudente.
Pero Yixing no se levanta, no es que no quiera, es que esta quizá demasiado adolorido para pensar en el hecho de tener que ponerse de pie por lo que agradece de sobremanera a esos fuertes brazos que lo elevan sin prácticamente ningún problema para guiarle hasta el sanitario, una vez dentro y con la regadera a una temperatura agradable YiFan da la vuelta, dispuesto a dejar al menor solo.
-Kris… -El nombrado da la vuelta de forma lenta, observando a un Yixing sentado sobre el retrete, con aquel rostro tierno de “no rompo ni un plato” con sus labios formando una mueca peligrosamente adorable.
-¿Mande?- La voz del rubio sale quizá más ronca de lo que hubiera esperado, no es porque la imagen de afecte (que si lo hace) no claro que no.
-Báñate conmigo.
-¿Te crees Tao ahora?
La risa de Yixing llena los oídos de YiFan como música, suave, delicada y sumamente melodiosa.
-Me duele la espalda Kris, en serio no puedo pasar mucho tiempo de pie –YiFan siente su corazón latir de forma desbocada, porqué Yixing busca su protección como siempre lo ha hecho, así como él busca la suya, por ese acuerdo silencioso y secreto que cuidarse uno al otro y no estaba dispuesto a romperlo, sin mucha respuesta comienza a deshacerse de su ropa sin mucho pudor, Lay sonríe y hace lo mismo con movimientos lentos y calmados. Kris no puede evitar posar la mirada en tan perfecta escultura.
-Ven… -Es lo único que dice al tiempo que estira los brazos y Yixing se arroja sobre estos. No es la primera vez que se duchan juntos, pero es la primera vez que siente su piel tan cerca sin ninguna capa de ropa que le estorbe y entonces cree estar en el mismo paraíso.
Las gotas de agua ahora caen sobre ambos cuerpos y YiFan no puede evitar hacer la observación de lo perfecto que se amoldan sus formas a las del menor, en cambio Yixing mantiene sus manos firmes en la nunca del mayor, porque le duele mantenerse de pie, porque ha encontrado un excelente colchón el en hombro de Kris, porque no quiere que lo suelte y porque el sentir de sus pieles en contacto le encanta, mucho más de lo que es capaz de admitir.
Kris comienza a acariciar la espalda ajena, desea pensar que es costumbre más que deseo hasta que da con su espalda baja logrando un grito ahogado del castaño en su oído seguido de pequeños quejidos mal disimulados.
-Te lastimaste de nuevo y no le dijiste a nadie Yixing.
-Estoy bien, descansaré hoy y mañana estaré bien.
YiFan hace una lista de todas las partes que para el parecen vulnerables en Yixing: Su piel blanca y delicada, su cintura pequeña, su vientre plano y perfecto, su ombligo dulce, su cadera prominente, su trasero redondo, su pene, su ingle. Tiene piernas musculosas, de eso no se preocupa, pero tiene miedo de que sean de alguien más, tiene brazos delgados que se envuelven perfectos en su cuello. Sus labios, sus labios también son delicados, lo son porque guardan una sonrisa que refleja la pureza de su tierna alma y una tranquilidad pocas veces vista.
Y después de tan detallada lista YiFan ha llegado a la conclusión de que quiere crear una fuerte armadura, un lugar donde protegerlo, un lugar donde nadie pueda dañarlo y es cuando Yixing suspira de nuevo que se da cuenta que dicho lugar con sus brazos, sus propios brazos son el espacio que Yixing anhela y que YiFan protege.
Sin palabras, solo gotas de agua y pequeños suspiros, de esa forma susurran uno al otro sus ocultos sentimientos, YiFan no quiere salir de ahí y tener que ignorarlo de nuevo por miedo, Yixing no quiere salir de ahí y sentirse de nuevo vulnerable.
-Ven… te voy a lavar- La distancia es tan poca que las palabras no necesitan ser muchas, ni siquiera muy altas. Las manos de YiFan viajan hasta el cabello del menor y se quedan ahí, retirando la suciedad de su cabello y con el jabón baja por su cuerpo quitando la pequeña capa de sudor, pero no, para Yixing es más, el dolor se va junto con el agua, y siento su pecho inflarse por la calidez con la que es tratado.
-Tienes tus momentos YiFan-Habla con un tono coqueto contra el oído del mayor, haciéndole recordar lo juguetón y travieso que el unicornio puede llegar a ser.
-¿Mis momentos de qué?
-De dulzura… puedes llegar a ser muy cariñoso.
-Contigo
-Eso espero.
-¿Eso es acaso una declaración de celos, Yixing?
-¿Tan difícil te sería aceptarla, YiFan?
Kris no quiere decir nada más, quiere crear la ilusión en su mente de que esos celos significan algo y con eso quiere ser feliz, porque sería muy bueno para ser tan real.
-Vámonos… creo que es tiempo de salir de aquí.
Cual lacayo, Kris sigue las ordenes del menor, tomándolo de la cintura de nuevo y lo envuelve en una toalla, de nuevo observa sus formas y se da cuenta que también le excitan, porque también cada curva que recorren las gotas de agua es pecado en su expresión más pura, es simplemente Yixing.
-¿Te gusta lo que ves, acaso? –La voz del menor le hace elevar el rostro, dándose cuenta que lleva más de un minuto perdido ente el pecho, vientre y ombligo de su compañero.
-¿Tan difícil sería aceptar eso? –Regresa la moneda que el menor le había tirado antes y se gana una nueva risa. Podría usarla de tono de despertador, celular, escucharla diario y jamás se aburriría de ella.
Salen al fin de aquel baño bajo la atenta mirada de LuHan, SuHo y Tao.
Yixing observa cada una de ellas: LuHan acaba de abrir los ojos más de lo creía capaz y ahora le dedica una sonrisa cómplice, sería mentir si dijera que no sea acaba de sonrojar.
Sigue SuHo que mira directamente a Kris, aunque no le da tiempo de descifrar la mirada del rubio antes de que la desviara.
Y sigue Tao, ese niño que mira inocente a Kris y desvía su mirada triste a Yixing, quien solo le dedica una de “Perdón”
Yixing quiere ignorar esa mirada y lo logra en cuanto cruza el umbral de la habitación que comparte con Kris, siguen desnudos, aunque el agua abandono sus cuerpos hacía un rato, extrañamente es de esa forma en la que Lay tiene deseos de dormir, por lo que apenas le sueltan se tambalea hasta su cama, metiéndose bajo la delicada sabana que le recibe de forma cálida.
Kris no es capaz de aceptarlo, no es capaz de aceptar que la protección que ha creado alrededor se Yixing se desmorone y se vuelva a erigir por una estúpida sabana, es ahí cuando se da cuenta de su nivel de posesividad, pero no le importa.
Se cuela en aquella cama aún cuando Lay sigue despierto y abre los brazos para recibir el cuerpo del menor quien no opone resistencia, apoya la cabeza en aquel masculino pecho, coloca sus manos en sus perfectos abdominales y cierra los ojos en medio de el más absoluto cansancio, al final ambos se dejan llevar por un sueño absoluto.
Yixing despierta en una posición totalmente diferente a la que recuerda cuando cerró los ojos, pero no le importa mucho moverse pues puede sentir los largos dedos de YiFan jugar con su piel, sonríe mientras intenta reconocer las formas que sus dedos crean, pensando que adivinar los dibujos de Kris será un reto divertido.
El primero es el logo de EXO, el hexagonal.
Le sigue un corazón de forma extraña,
Lo siguiente Yixing no es capaz de reconocerlo, al menos no las primeras veces, pero el patrón se repite, una y otra vez.
Le toma un par de minutos adivinarlo, pero cada movimiento en su piel es realizado con una precisión absoluta, sin titubeo alguno.
“我爱你”
¿Qué?
Trazo tras trazo el corazón del castaño late con más y más fuerza al terminar por comprender lo que dice.
-¿Hasta cuando fingirás que estas dormido?- Susurro el rubio al tiempo que sus labios se encontraron directamente con el hombro del menor, una acción tan simple, que termino por hacer estremecer al más joven de los dos.
-¿Cuánto tiempo llevas despierto?
-Media hora, quizá un poco más.
-¿Llevas todo ese tiempo dibujando en mi espalda?
-No, estuve unos 10 minutos mirándote dormir.
-Eso suena muy homosexual YiFan
-Sí, porqué dos hombres desnudos y abrazados a las 6 de la mañana es quizá lo más heterosexual del mundo.
-¿Qué estabas escribiendo?
-¿No lo reconociste?
Un silencio inundo aquel lugar, uno que solo rompía el acelerado corazón de Yixing y la calmada respiración de YiFan.
-Wo ai ni… -El susurro de Lay fue tan suave, tan bajo que si no hubiera sido por la cercanía se hubiera perdido en el aire.
-Dilo más fuerte.
-Wo… wo… ai ni.
-No titubes, solo dilo.
-¡Wo ai ni! –Kris estaba seguro que Yixing había intentado gritar sin éxito alguno, pero no era necesario, lo había adivinado, le había entendido.
-¿Y tú que respondes a mi original confesión?
Yixing dio suavemente la vuelta, quedando frente a frente a aquel rostro de proporciones perfectas, y de forma que YiFan solo pudo catalogar como “tímida” coloco sus labios delgados sobre los del rubio. Dejaron que las palabras sobraran en aquel momento, dejaron que el momento se grabara en sus mentes.
De forma suave, de forma lenta, de forma cariñosa el cuerpo de YiFan se posiciono sobre el del castaño, sus pieles rozaban en un momento que solo les pertenecía a ellos, sus labios se encontraban de nuevo, pues habían encontrado su otra mitad, cada movimiento y cada sensación estaba expuesta, el cariño florecía entre risas y palabras cariñosas, entre dibujos sobre la piel.
En ese momento YiFan comenzó a hacer de nuevo el conteo de cada parte vulnerable de Yixing:
Comenzó con sus labios, que ahora sabía eran dulces eran risueños y eran provocadores. Los beso hasta quedarse sin aliento, los disfruto sabiendo que no era capaz de cansarse de ellos.
Continuo con su cintura pequeña, la cual tomo entre sus manos, la cual recorrió con su lengua, la cual delineo con su deseo carnal, al igual que su vientre plano, su cadera prominente, su pene, su ingle.
Conoció el verdadero poder de aquellas musculosas piernas mientras se enredaban alrededor de su propia cadera, sintió aquellos brazos delgados tomar venganza por el dolor que poco a poco le provocaba y al final de ese día, Kris cumplió su objetivo:
Creo una perfecta armadura para las debilidades de Yixing, una armadura hecha con piel, sudor y besos, una armadura que quizá derramaría carne y sangre, pero en aquel momento le parecía inquebrantable.
Una armadura hecha de su propio amor, una armadura forjada en el corazón de Wu YiFan, para el único uso de Zhang Yixing.