Calor.
En aquella gran sala vacía, repleta de mesas, libros y demás ordenadores, tras un sol primaveral entrando por los grandes ventanales de cristal, el calor junto con la situación en la que ahora se encontraba no le favorecía nada.
Pero, ¿De qué podía quejarse el, si debiera haber sido el primerp en detener todo eso?
Sus manos masculinas se paseaban por su cuerpo, acariciando con suavidad, agarrando allí donde le permitía. Su espalda, sus piernas, su trasero, su rostro, incluso su pecho , rebelando así una piel suave y blanquecina.
-Profesor…-gimió el sonrojado fuertemente, sintiendo la lengua pasar por su cuello, aplicando en ello en pequeño mordisco, allí donde se unía cuello y hombro.
Con una sonrisa orgullosa, el hombre rodeó su espalda y la pegó a su cuerpo, uniendo sus labios en un beso profundo y demandante. El cerró sus ojos, aferrándose a su camisa, muerto de vergüenza, jadeando bajito, sintiendo una de sus manos acercarse peligrosamente a su intimidad, . Abrió sus ojos de pronto y sin saber cómo, sacó fuerzas y le empujó.
Él, con esa sonrisa sugestiva, se cruzó de brazos mientras el otro apartaba la mirada, abochornado.
-Otra vez- replicó él, con ese tono de voz grave y serio, pero con cierta diversión
El le observó mientras se arreglaba la camisa abierta. Él era Bang Yongguk. Alto, de cabello pelirojo muy revuelto, piel morena y de unos increíbles e únicos ojos cafes. Atractivo, de 23 años, con un buen trabajo, un apartamento en un lujoso edificio, contaba con el dinero suficiente para hacer con su vida lo que quisiera, incluso con la vida de los demás.
Pero no. Él seguía ahí. En aquel lugar, sin duda alguna de retirarse de ese lugar.
Posiblemente algún motivo le ate.
El, que se había quedado pensativa y muy sonrojada, se bajó de la mesa y empezó a abotonar su camisa, sintiendo su piel todavía caliente y muy sensible.
-L-le dije que a-aquí…podrían descubrirnos- susurró el, elevando sus orbes cafes unos segundos, sólo para seguir viendo esa sonrisa en su rostro.
Y el choi junhong , de cabello color azul muy oscuro, de piel blanca, ojos cafes, mejillas sonrojadas y labios rosados. Lindo, ; con un uniforme que consistía en patalon azul maria y camisa blanca con el escudo de la escuela.
-Y yo que dejaras de tratarme de usted- apuntó él, agarrando entre sus dedos la camisa de el para abrocharla él mismo- después de todo, hace mucho que nos conocemos-
junhong desvió su mirada, sintiendo su cara ardiendo.
He ahí el porqué de sus palabras. El porqué de su miedo y su vergüenza.
El era tan sólo un alumno y él…el profesor de química.
Y ese "hace mucho que nos conocemos" viene dado desde principios de nuevo curso. Ella iba a segundo cuando él entró nuevo. No supo que ocurrió, ni cuándo ni cómo, tan sólo algo fuerte latió en su pecho al verlo y cuando se quiso dar cuenta ya llevaban más de seis meses. Pasaron y todavía pasaban entre besos, caricias y escenas subidas de tono, los días de clase como si de una pareja normal se trataran. No tenían nada formalizado, pero estaba claro que tanto el uno como el otro no toleraban que se relacionaran, en sentido afectivo, con otras personas.
Así que mantenía su relación como un pequeño secreto que nadie debía descubrir.
Sin embargo…su profesor, siempre se encargaba de estropearlo todo.
Justo como ahora…
-Profesor- susurró el, con una gotita tras la nunca mientras bang, incapaz de continuar abrochando, se había dedicado de nuevo a su cuello.
Porque yongguk no era un profesor normal. Él, admitía con orgullo, que lo deseaba, a cualquier hora, cualquier día y cualquier momento. Daba igual que estuviera en la sala de profesores o en la calle, esa parte pervertida de su profesor siempre intervendría para dar con todo al traste.
-Nee, zelito , hace mucho que no hacemos cochinadas, ¿por qué no te quitas ese umiforme y
-hyung intentó sonar duro, aunque sabía que de eso poco podía hacer el. Pero lo intentó y le miró, serio, aun con sus mejillas algo encendidas.
Él apartó sus manos, alzándolas al aire y rodando sus ojos, con una sonrisa. Se alejó un par de pasos, viendo como el terminaba de ponerse la camisa.
-No es justo-replicó él, sonando algo infantil mientras viraba su rostro a un lado, con el ceño levemente fruncido.
-¿Q-que no es justo?-se sorprendió- profesor estamos e-en el instituto no puede querer…-
-Sabes que me da igual dónde y cómo- metió las manos dentro de la bata, enfurruñándose más, dejando a un sorprendido y sonrojado chico.
-P-pero…-buscó alguna excusa que le sirviera para huir de esa pequeña discusión que muy a menudo sostenían, pero como siempre, no encontró nada con lo que apoyarse.
Su mente no perfilaba bien las cosas.
Suspirando, sus mejillas volvieron a coger color y desvió la mirada.
-S-si quieres…e-está noche…-una sonrisa altiva curvó los labios del mayor, que mantenía su mirada escondida bajo su fleco- -y-yo…podría…-continuaba junhong, abochornado, -P-podría ir…-
-Eso está más que hablado-
Y cuando el quiso alzar la mirada, sus labios volvieron a encontrarse. Abrió sus ojos al completo, mientras era sujetado del brazo por este, pero enseguida cerró sus ojos y se agarró al cuello de su bata, poniéndose de puntillas para presionar más ese beso.
Lo único irónico de todo eso, era que, a pesar de ser el el alumno y él un profesor, los dos parecían quererse igual o aun más fuerte que una simple pareja.
entró en su clase, cabizbajo, dirigiéndose prontamente a su asiento, no queriendo llamar la atención.
-¡junhong!-
Alguien le saltó a la espalda,.
-minwoo -exclamó el abochornado,.
Su amigo, de cabello castaño corto y ojos negros tenía por costumbre hacerle eso.
-¿Dónde te metiste?-preguntó ricky, su amigo -Desapareciste toda la tercera hora-, cruzándose de brazos ante el, mirándolo de forma sospechosa.
-N-no me encontraba muy bien- respondió el, nervioso, bajando de su espalda a minwoo- estuve en la enfermería…-
-¿Es de nuevo ese maldito dolor de cabeza?- preguntó preocupado ricky
asintió, volviendo a sentarse.
No le gustaba mentir a sus amigos; decirles que siempre que no estaba en clase era porque se encontraba enferma era una de las pocas cosas que le gustaba hacer, pero sí que quería que se enterara de su relación…
-Deberías ir al médico-dijo minwoo, sentándose en su mesa, de espaldas a el- esos dolores son muy problemáticos-
.
.
-¿Goukon?-
-Exacto-
Un animado ricky plató sus manos sobre la mesa, sonriente.
-¿Y para que quieres que vayamos a un sitio como ese?-preguntó minwoo, llevándose un poco de arroz a su boca
-¿Cómo que para qué?- puso los brazos en jarras- ¿Para qué sirven las goukon eh?-volvió a plantar las manos en la mesa- esta noche, quiero ver a todos en la cita-
junhong se atragantó con su tortilla.
-Así que afirmas que es una cita- comentó minwoo, con un tic en la ceja
-Seremos 3 chicos para 3 chicas de otra escuela. ¿No es emocionante?-miraba el a un punto de la clase, con los ojos brillantes-¿Cómo serán?-
-emm chicos
-Y no quiero ninguna excusa- volvió a mirarle, entrecerrando la mirada de forma furibunda, sobre ellos- esta noche, alguno de nosotros deberá salir con una novia-
Los 2 chicos escupieron su comida, sonrojándose furiosamente.
-¿Un-una novia?-balbuceó minwoo asombrado
-Posiblemente las que vengan esten solteras. Además,- sonriendo, volvió a sentarse, inclinándose un poco hacía ellos- me han comentado que son estudiantes del instituto femenino sopa-
-Chicos…-
-Y también me han dicho- se acercó más I- que son lporristas . Además, por supuesto, de ser terriblemente guapas-se cruzó de brazos, sonriendo altivo- y bien, que me decen ? se apuntan ahora o…-
-Chicos…-
Por fin junhong consiguió que le oyeran y bajó su mirada, sonrojado.
-Y-yo no puedo-
-¡¿Qué?-
-Y-yo no puedo ir…lo siento-
-zelo -el respingó cuando ricky plantó las manos muy cerca de su comida , asustándolo al ver su mirada y su aura negra flotando alrededor-¿qué has dicho…?-
-L-l-l-lo siento Ricky-hyung…-sollozó el- p-pero no puedo…-
-¿Acaso zelito ya está saliendo con alguien?- preguntó minwoo, provocando que las miradas fueran hacia junhong
S-salir…
Abrió sus ojos como platos, sonrojándose aun más. Ahora, tenía los ojos de sus amigos puestos en el. Que diría. Que debía hacer. Que se inventaría ahora. No podía ir a un lugar de esos, si yongguk llegaba a enterarse…no quería imaginarse la que le podría caer.
-L-lo siento…-pero ricky la agarró del cuello de su camisa y la alzó-
-No tendrás novia, ¿verdad?-
El negó fervientemente, ayudado de sus manos.
-¿No estás ocultando nada, verdad,?-
-N-no –respondió todo nervioso y sonrojado- E-es imposible. Y-yo no…-pero ricky lo soltó, sonriendo más tranquilo.
-Bien, pues esta noche quedamos en la cafetería- y tras esas palabras, dejando a 2 asustados chicos siguió comiendo
.
-¿Una goukon?-
-Así es- confirmó himchan , un profesor de otra clase, de cabello negro, alto y muy apuesto, el cual tenía a más de media alumnado tras él- lo escuché de uno de los chicos de tu clase-
Bang se frotó el mentón con ambos dedos, interesado por ese tema. Él había asistido a muchas citas de esas a ciegas que sus padres le preparaban sin consulta alguna, y sabía que eran un tostón. No sólo por adivinar la persona que le irían a presentar, sino también sabía que eran una pérdida de tiempo.
Lo mejor era encontrar a la persona destinada, sin necesidad de concertar una cita
-Pues espero que les vaya bien- comentó él, girando su silla, dispuesto a ponerse de nuevo al trabajo- aunque dudo que alguna de esas chicos llegue a fijarse en los chicas de este curso- sonrió divertido- son demasiado…diferentes-
-Son ellos, no ellas- apuntó himchan , sirviéndose una taza de café- los chicos se encontraran con las alumnas de la escuela sopa-se apoyó contra la mesa, aspirando el aroma a café- y se llevan una mina de oro, amigo. Entre esos chicos esta choi junhong
bang detuvo su quehacer.
himchan suspiró
-Si fuera 10 años más joven, juro que no dejaba escapar a ninguno de ellos-
-Eres un profesor- le recordó yongguk, girando su silla y mirándole con algo de molestia.
-¿y qué? Eso no significa que no pueda admirar la belleza juvenil- dio un tranquilo trago a su café mientras un tic aparecía en la ceja de bang
-Deberías ir a mirarte ese cerebro- se levantó de la silla, quitándose su bata
-¿A dónde vas?- le preguntó himchan al verlo salir
-A clase, a donde más- y sin más cerró, dejando a un relajado himchan con su taza de café
-idiota -murmuró, antes de que sus labios sonrientes se toparan con el frío de la taza.
Bien… ¿Cómo he llegado hasta aquí?
Con unos jeans entallados negros que daban la apariencia de cuero una camisa azul con una playera negra abajo y un collar colgando de su cuello
-Las chicas ya están dentro- dijo Ricky - chicos, ya saben lo que tienen que hacer-
Zelo y minwoo asintieron, nerviosos , sin embargo, junhong se quedó fuera, observando esa gran cafetería, pensando en lo que podía hacer para retirarse antes con una buena excusa sin tener que ofender a sus amigos ni a las otras chicas.
Estaría ahí cinco minutos, hablaría con ellas y después se excusaría diciendo que lo reclamaban en su casa antes de hora o algo por el estilo. Seguramente algo se le ocurriría.
Alzando su puño al aire, asintió con firmeza y dirigió su mano al pomo de aquella cafetería. Pero alguien se le adelantó y agarró la suya. Cuando viró su rostro, sus ojos se abrieron al completo, asombrándose. Boqueó repetidas veces, sin llegar todavía a pronunciar su nombre.
-G-G-guk…-pero el pelirojo estrechó fuerte su mano y jinhong gritó cuando la escuchó crujir. Con los ojos llenos de lágrimas, volteó a mirarle. Una mirada sombría, una sonrisa cínica en los labios…
Oh no
-Así que pensabas asistir- su voz sonó turbia, grave, furiosa, provocando un gran miedo en su cuerpo. La mano se estrujó más fuerte y grandes lágrimas resbalaban ya por las mejillas de zelo.
Estaba enfadado
-hyun,,,g …-
Una vena apareció en su cabeza mientras sus dientes se apretaban y mostraban unos afilados incisivos. zelo volvió a gritar cuando este lo cargó de pronto sobre su hombro, colocando una mano en su trasero.
-¡junhong!- minwoo salió junto con Ricky de la cafetería, sorprendidos
-Profesor…-susurró asombrado Ricky
-Lo siento chicos, pero me lo llevo-gritó él, sin apenas voltearse
-¡minwoo –hyung Ricky hyung!!!-llamó a sus amigos, asustado- ¡Por favor…!-
-Si sigues gritando y dando patadas como un loco te bajaré la ropa interior y te pegaré en el culo como castigo-
Por un segundo, esa amenaza lo mantuvo quieto y callado, sospechando que posiblemente eso iría a pasar si realmente no hacía lo que le decía. Bang yongguk era capaz de hacerlo, lo creía seguro. Pero…
Se cruzó de brazos, empezando a sentir calor en sus mejillas.
-Eres un pervertido- masculló
-Di lo que quieras-
Infló sus mofletes
-I-iba a decírtelo, ¡pero no encontré el momento!- él no habló así que continuó-tan sólo quería charlar cinco minutos con ellas y luego marcharme. No…no me lo había tomado en serio. Además…no pude negarme. ricky…a veces da miedo- no hubo respuesta y bufó frustrado, dejando caer sus brazos, ya cansado y rendido. Contra él no podía hacer nada. Y mucho menos cuando se enfadaba y no le dirigía la palabra- lo siento…yongguk hyung-
Se detuvieron ante un semáforo en rojo, sin que ninguno de los dos dijera nada, sin que zelo pudiera evitar sonrojarse al ver que las personas de su alrededor les miraban extrañados.
No era normal andar por la calle con un chico en hombros
-No pienses que de esa forma conseguirás ablandarme-habló repentinamente él, estrujando la pierna que le tenía sujeta, volviéndole a hacer gritar.
-¡Mooou! ¡B-bajame! ¡Bájame viejo verde, profe pervertido, sinvergüenza que quiere hacerlo en todas partes..!-pataleaba y lloraba el.
-Qué se le va a hacer…-junhong calló de pronto- desde que estoy contigo he perdido por completo la razón-
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El semáforo se puso en verde y bang continuó el camino, dejando tras ellos a gente extrañada.
-tonto- masculló el, sonrojado, aferrándose a su camisa, mordiendo su labio, evitando de esa forma que las lágrimas pudieran caer de sus ojos.-Yo también…he perdido la razón-
Una sonrisa curvó los labios de yongguk.
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Sus uñas descendieron por su brazo, dejando marcas de arañazo por su piel morena, su respiración era agitada, subiendo y bajando sus mejillas estaban muy sonrojadas y su cuerpo se movía al vaivén del cuerpo de bang. Sus piernas enredadas en su cintura, sus labios encontrándose entrecortadamente, una fina capa de sudor entre los cuerpos unidos; jadeos, gemidos, dientes, lengua y uñas. Aquella demostración de amor siempre terminaba convirtiéndose en algo único y salvaje.
Algo que pertenecía a ellos. Cuerpo y sentimiento encontrados en uno.
-junhong…mírame-
Entre calores, zelo abrió sus ojos, perdiéndose en su mirada teñida de cafe oscuro. bang besó sus labios, su mentón, su cuello, queriéndose quedar con cada rincón de su cuerpo. El pequeño agitado, bajo su mano de su cuello y acarició su mejilla, rozando con el dedo su labio inferior.
-Te quiero- murmuró, volviendo a poner la mirada en sus ojos.
Yongguk lo miró por largos segundos, negando luego con una sonrisa, pasando un brazo por su nuca para subirlo y volver a juntar sus labios. Zelo pasó los brazos por su cuello y se pegó a su cuerpo, correspondiendo a ese beso demandante.
Porque sabía que él también le quería. A su forma, con toda esa pasión, pero si, le amaba.
=FIN=