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Who is he? por ADP

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Notas del fanfic:

Imagen del fic:

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cr: yo.

Notas del capitulo:

Es mi primer fic, así que acepto cualquier sugerencia, queja, recomendación, consejo, abucheos, etc.

 

Disfruten ~.

Nadie lo conoce.

-Ya basta de tanto ruido y siéntense de una maldita vez.  Idiotas. –murmuró para sí mismo Wu Yi Fan, profesor de artes o intento de ello.-

 

Toda la clase se había sentado hasta que algo o alguien,  irrumpe en su salón. Maldice al chirrido de la puerta y luego casi vuela de su asiento por el ruido que ocasiona esta al cerrarse de un golpe.

 

-¿Pero qué demonios?  - escupió furioso.-

 

-Perdón por llegar tarde. –Cuestiona rápidamente con un tono de voz algo nervioso el chico de gafas gruesas- Es que el bus se atrasó, y sabía que no iba a llegar a tiempo. E-es la primera vez que sucede, juro que no pasará de nue- -El bajo de cabellos negros es interrumpido por el gran y enojado Yi Fan, quién se encontraba frotando su sien, tal vez para calmarse y no golpearlo por hablar tan rápido y no entenderle ni la mitad de lo que dijo.-

 

-Primero que nada, cállate. Segundo, ¿quién eres? –Preguntó acercándose a la lista de nombres.-

 

El chico hizo un leve mohín y soltó un “Ah” poco oíble.

 

Sonrió.

 

Otra vez, demonios.

 

 

 

Nadie lo nota.

 

Los pasillos de la Universidad KyuHee se encuentran llenos de estudiantes que van y vienen por todas partes, algunos con sonrisas, otros cabizbajos, tristes, etc.

 

¿La razón?

 

“¡Atención estudiantes de la Universidad KyuHee!

 Esta semana comenzarán los preparativos para la mejor fiesta de todos los años. Ya saben de cuál me refiero. “

 

Gritos resonaron por toda la Universidad.  El director Lee golpeó el micrófono haciendo que los parlantes soltaran un molestoso ruido. Los gritos se convirtieron en quejas y maldiciones por parte de los alumnos.

 

“Como iba diciendo, esta semana comienzan los preparativos para la fiesta Run & Gun. Me informaron que, ¡esta vez se realizará en nuestra Universidad! Sé perfectamente que no queda mucho tiempo para la organización, pero sé que lo harán bien. Así que, relájense, llamen a sus amigos y diviértanse.

Eso es todo”.

 

Los gritos volvieron a escucharse por todas partes, felices, emocionados y un tanto preocupados, pero no tanto porque sabían que en aquellas fiestas solo tenías que divertirte.

 

Pero había alguien del cual amaba ese tipo de fiestas.

Está en su mismo lugar de siempre sentado bajo ese árbol viejo y grande apartado de todo el campus. Leyendo un libro y tomando su capuccino de siempre.

 

-Vainilla. –Dice luego se sorber un poco él.-

 

Escucha los gritos que provienen de adentro y le agarra un poco de curiosidad, por lo cual, decide ir a investigar que sucede. Al entrar se sorprende al ver como una pareja se besa frenéticamente enfrente suyo.

 

-Agh, váyanse a un hotel. –Dice asqueado.-

Camina por los pasillos en busca de encontrar algo que le dé la explicación del porqué tanto alboroto. Un poco más allá de donde está, logra ver un cartel gigante con la siguiente información:

“Fiesta más esperada: Run & Gun.

¿Dónde?: Universidad KyuHee.

¿Cuándo?: Viernes “x” de este mismo mes.

¿A qué hora?: 12 p.m.

¡No te la puedes perder!

Si lo haces, eres un fracasado.  ;)”

 

Cuando decide ir por sus cosas, recibe un fuerte empujón por la espalda logrando que sus gafas caigan al suelo minado de estudiantes excitados.

-¡Demonios! –Dice preocupado. Se tira al piso y gatea en busca de ellas hasta que escucha un “crak” y sabe que todo ha acabado. Con la vista nublada se arrastra hacia ellas y se las pone.

 

-Están rotas… –Solloza. Logra ver la figura de su maldito “empujador” y lo maldice. Lo reconoce. Es el maldito “playboy”  o como él lo llama “el maldito negro que acaba de romper sus gafas, pero con un muy buen trasero y espalda ancha”.

Se levanta del piso y con un vidrio roto se dirige a buscar sus cosas para irse a su casa.

 

Nadie lo escucha.

 

-Tengo pensado la temática de los disfraces. –Dice la famosísima Krystal Jung. Conocida como niña mimada y hermana de la “diosa” Jessica Jung.

-¿Cuál es? –Pregunta Baekhyun.

-¡Podríamos venir vestidos como los del medio  oeste! –Suelta emocionada y con algo de ternura.-

 

Todos se miran para luego estallar en risas y responder con un fuerte y claro “NO”.

-Okay, entonces decidan ustedes. Manda de amargados.

-Pues, como la fiesta se llama “Run & Gun”, podríamos venir vestidos de negro y algo provocativos.  Para los que no saben lo que significa, es “correr y pistola”. Tiene un concepto algo sexy, o es lo que pienso. –Suelta Kyungsoo, con ya sus nuevas gafas. Pero nadie lo escucha, o eso cree.

 

El chico alto de ojos saltones y cara creepy, levanta su mano para expresar su opinión.

- Podríamos venir vestidos de negro y algo provocativos. Tiene un concepto algo sexy a mi parecer. ¿Qué dicen?- Sonríe con su perfecta dentadura. Todos asienten y se dirigen a felicitarlo por su magnífica idea.

 

Kyungsoo queda en blanco, ese gigante llamado Park Chanyeol, le acaba de robar SU idea.

Ignora todo lo sucedido, toma sus cosas y se va. No le importa saltearse las dos últimas clases, solo quiere irse de ese maldito lugar.

 

Y así es la vida de Do Kyungsoo, el chico del cual todos ignoran, pero nadie, absolutamente nadie, conoce su verdadero yo.

 

Ya es viernes por la noche y Kyungsoo se prepara para la fiesta.

Opta por unos pantalones blancos que se ajustan perfectamente a su trasero y muslos, una camisa en forma de “v” color azul y unas zapatillas de marca color negras.

Se dirige a su mesita de noche y saca una pequeña cajita. Se quita sus anteojos y se pone sus lentes de contacto. Se mira al espejo y se ve completamente diferente a como se veía antes.

-Me veo tan diferente a como aparento ser, pero me veo igual que en todas las noches. –Dice con una sonrisa pícara. –Hoy te vas a divertir Soo.

 

Sale de su casa y se dirige al lugar esperado.

Ve como la Universidad ya está llena de estudiantes de cualquier otro lugar, autos de marcas, luces enceguecedoras, la música a todo volumen, vecinos quejándose y como es normal en toda fiesta, estudiantes que están a punto de coger en medio de la calle, narcotraficantes, fumadores, algunos ya pasados de cervezas. Sin duda alguna se divertiría de ver como gente tan patética termina acostándose con quién sabe qué.

Camina hacia la entrada y nota como las miradas se enfocan en él, o tal vez en su trasero. Se siente un poco nervioso y traga cuando siente que se le apoyan por detrás.

“Mierda”.  Es lo único que logra pensar.

Siente como la mano de aquella persona baja hacia su pecho y su respiración es más pesada de lo normal. Su pecho sube  y baja, y logra escapar de su boca uno que otro suspiro cuando siente que le besa el cuello.  Trata de voltearse, pero aquél no lo deja, se dirigen hacia una parte oscura, fuera de la ruidosa música y de universitarios extasiados.

Aquél  lo estampa contra la fría pared. Escucha el ruido del cinturón caer al suelo y siente su rostro caliente. El otro le susurra cosas obscenas al oído y eso lo calienta más.

Ríe al recordar sus noches anteriores, donde él se dirigía hacia los demás a hablarles coqueto y provocativamente, pero como van las cosas será un cambio de planes. Él no será quién empiece con los besos, no, él será la maldita chica dejada y pasiva que se deja, y así será por toda la noche.

“Está bien cambiar un poco la trayectoria Kyungsoo, déjate llevar, haz que te coja cualquiera que se te acerque a ti. Por supuesto que tienen que estar pasables.”  Suelta una risita por su pensamiento y se pega más hacia la pared levantando un poco sus caderas.

Se da cuenta que ya no tiene puesta su camisa y eso lo saca de sus pensamientos. Aún no sabe quién está detrás de él, pero algo le dice que es el maldito negro que rompió sus gafas. El color de su brazo lo dice todo y su voz, por supuesto.

Su acompañante lo gira bruscamente para quedarse frente a frente, pega más su cuerpo contra el suyo y ahí es cuando sus dudas resultaron ser ciertas. Era él. Kim Jongin, su asesino de gafas.

Se miran por 5 segundos y ambas bocas ya están explorando sus adentros. Jongin muerde el labio de Kyungsoo haciendo que este sangrara y dejara una marca. Kyungsoo lo ignora, no está para quejarse de un simple sangrado.

El moreno comienza a desabotonar  el pantalón el otro, metiendo una mano bajo la tela de su ropa interior. Kyungsoo gime al sentir la mano del más alto apretando su trasero.

Los gemidos de Soo son más de seguidos, ya que Jongin deja pequeñas marcas por todo su pecho.

-Es excitante. –Suelta con voz ronca Jongin.

La ropa interior de ambos es lanzada lejos.  Jongin se detiene en el ombligo de su compañero y sonríe. Se levanta y posa una mano sobre la cabeza de Soo.

Jala el cabello de Kyungsoo y lo tira al suelo de rodillas.

-Mámamela. –Le obliga.

Kyungsoo sin dar vueltas posa sus carnosos labios en el miembro de Jongin.

El moreno se viene en la boca del otro y luego lo empuja con un pie, haciendo que se cayera sentado con las piernas abiertas.  Esa imagen volvió loco a Jongin.

Se posicionó arriba suyo y sin ningún rodeo o preparación, lo penetró. Se movía de manera brusca y Kyungsoo gemía con intensidad. Lo disfrutaba como nunca.

-¿Dónde has estado en toda mi vida? –Murmuraba Jongin  al oído del más bajo. -¿Quién eres?- Kyungsoo no respondió.

Ambos se vinieron, Jongin por segunda vez, pero dentro del más pálido, y Kyungsoo entre los estómagos de ambos.

El más alto se puso de pie, se vistió y antes de que se vaya, tomó de la nuca Kyungsoo y lo besó con locura.

El más bajo quedó sentado en el suelo. Se levantó con cuidado y se vistió.

-Me duele el culo. Maldito negro. –Dijo con un leve sonrojo en el rostro. Se sorprendió por el repentino sonrojo. – ¿Acaso me sonrojé? Es imposible, tan solo fue una vez y no volverá a suceder.

Y así era la regla de Kyungsoo, una vez con cada persona, nunca dos veces.

 

Caminó entre la multitud y nuevamente sintió unas manos, pero esta vez le cubrieron los ojos.

-He estado esperando a alguien como tú, tan pequeño y un blanco fácil.-Le dijo cerca de su oído, luego lamió el lóbulo de su oreja. Kyungsoo gimió.

Nuevamente fue llevado fuera del ruido, pero esta vez no fue arrojado contra la pared, no, esta vez fue recostado contra un escritorio. No cualquier escritorio, el escritorio del profesor Yi Fan.

 

Oh, wow.

Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal cuando vio que resultó ser él.

Yi Fan comenzó a desabotonar su camisa y levantaba la remera de Kyungsoo a la altura de su cuello, mostrando sus pezones erectos. Se posicionó arriba suyo y los comenzó a lamer. Con su mano izquierda tenía levantada su remera y con la izquierda lo masturbaba.

-¿Ya estás duro con tan solo un toque? – Su voz salió más sensual y ronca de lo normal.

Se deshizo de la ropa de ambos y lubricó sus dedos con saliva. Comenzó introduciendo un dedo en la entrada de Kyungsoo, pero luego se dio cuenta de que este ya estaba bastante espaciado. Así que introdujo tres dedos a la vez haciendo que Kyungsoo soltara un grito y se retorciese por el dolor.

-S-Son solo tus dedos y… ¡Demonios! ¡Son enormes! – Gimió.

El rubio rio.

Sacó sus dedos de su entrada cambiando por su miembro.

El rostro de Kyungsoo se volvió más pálido. Tenía una mirada de estar en shock.

Comenzó a moverse despacio, pero el más bajo le dio una señal de que se moviera más rápido. Y así lo hizo.

Rápido era sinónimo de brusquedad. La habitación apestaba a sexo, ellos olían a sexo. Salpicaduras de semen saltaban por los movimientos de sus pelvis. Era tan excitante para Yi Fan sentir como su compañero clavaba sus uñas a su espalda, no era un masoquista, pero le gustaba.

Cuando salió de él y se puso de pie correctamente, la imagen de enfrente de él lo enloqueció. Sacó su celular de sus pantalones tirados y le tomó una foto. Kyungsoo rápidamente se sentó y le dijo que la borrara. Yi Fan se puso su ropa interior y antes de irse se acercó hasta donde estaba el de ojos más grandes y le murmuró cerca de su oído, “No te preocupes, solo la tendré para mí. La veré para masturbarme”.

Kyungsoo se sonrojó y soltó un suspiro. El más alto soltó una carcajada y salió del salón.

 

Kyungsoo, ya vestido, salió del curso y nuevamente se dirigió a la fiesta.

Pudo notar como la gente había disminuido y las razones eran demasiado obvias.

Caminó hasta la barra de tragos y sintió una voz grave cerca de su oído diciendo un simple ”Hey”. Tuvo un leve escalofrío pero le dio igual, se volteó frente a la persona  detrás suyo y se asustó un poco por su sonrisa.

“Diente blancos, una sonrisa única.” Rio. “Park Chanyeol” .

-Hola. –Dijo con una sonrisa seductora. - ¿Tú eres? –Mintió al no conocerlo.

-Park Chanyeol, pero solo llámame Chanyeol. –Le contestó coqueto.

-Oh.

-Eres hermoso, ¿te lo han dicho?-Sus ojos lo analizaba de arriba a abajo.

Kyungsoo tuvo un leve sonrojo y miró hacia un costado con una sonrisa un tanto nerviosa.

-¿Qué es lo que quieres? –Rio. Él sabía perfectamente de lo que intentaba hacer el más alto.

Chanyeol se puso serio y pasó su mano por sus cabellos tirándolos hacia atrás.

-Iré al grano, ¿okay? Quiero cogerte.

Kyungsoo casi tira lo que sea que estuviese tomando.

-Tan directo.

 

-¡Ah! –Gimió Kyungsoo aferrándose un poco más hacia Chanyeol.

El lugar en donde se encontraban no era más que la oficina del director. Vaya lugar para hacerlo.

 Chanyeol besaba el cuello del más bajo. Mordió su lóbulo de la oreja y comenzó a unir con su saliva, los lunares de Kyungsoo.

Cuando se vino dentro de él lo giró para ponerse en cuatro. Con su lengua comenzó a lamer la próstata del otro. Kyungsoo no paraba de gemir, de gritar por más, y eso definitivamente hacía que el miembro de Chanyeol se volviese a poner duro.

Cuando el más bajo no pudo más, se vino en el suelo y cayó sobre él.

Chanyeol se levantó y se abrochó los pantalones. Lo miró por última vez y se fue.

Kyungsoo se preguntaba del porqué todos lo dejaban tirado en el piso y nadie tenía la amabilidad de ayudarlo a levantarse.

“Es porque soy una puta entrega fácil.” Pensó.

 

Cuando llegó a su casa, tomó un baño y se acostó a dormir. No sin antes quejarse del dolor de su cavidad anal.

 

Ya era Lunes y debía asistir a la Universidad. Se quería reír cuando viese a los tres con quién se acostó. Ellos no tenían idea alguna de quién se trataba.

Aguantó la risa cuando los vio parados al lado del bebedero. Al pasar al lado de ellos casi tuvo un paro al corazón al ver como el profesor Yi Fan mostraba la foto que le había tomado después del acto. Los otros dos decían alterados “¡Es él!”.

Cuando se iba a ir chocó contra un basurero tirando todo lo de adentro. Todos voltearon y comenzaron a mirarlo.

-¿Quién eres? – Dijeron los tres en unísono.

-Nadie del cual ustedes conozcan. –Respondió.

-Parecía como que nos escuchabas. ¿Acaso viste u oíste algo? – Preguntó con el ceño fruncido el rubio.

-N-No, para nada. – Exclamó nervioso Kyungsoo.

-Como sea. Mañana seguiremos hablando, o tal vez más tarde. Nos vemos. –Soltó el moreno para calmar el ambiente.

Los tres se fueron tomando diferentes caminos.

 

Kyungsoo pudo respirar tranquilo y se dijo mentalmente que acostarse con ellos nunca más lo haría.

 Fin.

Notas finales:

Espero que les haya gustado. 

 

8)


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