Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Pastel Volteado de Piña V 2.0 por MrVanDeKamp2

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Ya lo había subido pero no pude recuperar mi otra cuenta :( ojalá les siga gustando :3

Un pastel volteado de piña

 

Habían pasado ya dos semanas desde que Mü, el “perfecto amo de casa” del santuario había roto el corazón de Aldebarán… Ya habían tenido sus peleas, pero ésta última vez, el Santo de Tauro había exagerado en como se “había portado Mü” que a los ojos de los amigos de éste, era una completa víbora, así que desde ese día, Aioria y Camus habían estado animando al Taurino, inclusive, poniéndose en esa infantil posición de “la ley del hielo” contra el pelilila.

Para su mala suerte, las parejas de éstos: Shaka y Hyoga respectivamente, también habían “sufrido” las consecuencias, cosa que por lógica, el León y el Acuariano les prohibieron hablarle también (sí claro, como si los fueran a escuchar).

 

En fin, el viernes de la segunda semana de los hechos, Aioria, quien había estado entrenando llegó directamente a la casa de Virgo, como buen león: cansado y hambriento. Saludando a Shaka quien entretenido, leía el periódico en la isla de la cocina.

 

-Estoy en casa- Avisaba arrojando su maleta de pesas en uno de los bancos.

-Hola cariño, ¿qué tal tu día?

-Pésimo, espera, ¿qué es eso?- pregunto señalando una rebana de pastel.

-Pues…- Shaka un poco extrañado, pero contestando inocentemente- Es una rebanada de pastel volteado de piña…

-Mmmm se parece mucho al que tu amigo Mü sirvió en la cena de la semana pasada… - dijo mientras olfateaba el pastel.

Shaka abrió los ojos como platos, pero Aioria no se dio cuenta del gesto, puesto que el rubio estaba volteado de espaldas.

-Bueno, pues no lo recuerdo, pero obviamente, Mü no pudo hacerlo, desde que me prohibiste que lo viera…

-¿Y de dónde salió?- Dijo el León incrédulo y sospechoso.

-Eeem… Yo… Yo lo hice ^^

-¿De veras? ¿El chico que compró pollo frito para navidad hizo un pastel de piña volteado?

Shaka rió nervioso –Bueno, no es tan difícil, son sólo… Piñas y un pastel volteado.

-¿Sabes qué? Me encantaría que me hicieras un pastel completo para mí…

-¿Qué? ¿ahora?

-Sí, claro… De hecho, me voy a sentar a ver como lo haces- Dijo el León sonriendo, mientas tomaba asiento en un banco- Y te puedo ver aquí… Paso por paso.

-Ahh bueno… Empezaré por sacar la harina… porque… pues… no se puede hacer un pastel sin harina ¿Cierto? Jeje ^^u

El León sólo asintió sonriente mientras el rubio sacaba un pequeño empaque de harina de una alacena y por accidente se calló sobre su camisa.

-¡Oh no! Se cayó encima de mí- El tono de su voz cambió: de nervioso a coqueto a partir de la segunda frase, mientras se desabotonaba la camisa- Creo que debería quitarme esto y… De hecho tú y yo podríamos ir a la habitación y…

Virgo caminaba seductoramente hacia Aioria, pero este lo detuvo en seco con una mano en su pecho, donde la harina había caído –Sólo haz el pastel- Le ordenó.

-Wow, en serio que estás hambriento… Bien, pero primero déjame cambiarme.

El León alzó una ceja y Shaka partió a la habitación.

-Quiere que le haga un pastel de piña- Sonaba quejumbroso al teléfono.

-¿El chico que ordenó comida rápida para navidad?- Le contestaba-preguntaba el pelilila al otro lado del teléfono.

-Eso ya lo dejó bastante claro, pero ¿Qué voy a hacer? Si no lo logro ¡descubrirá que nos hemos seguido viendo!

-Tranquilízate haré uno por ti

-No, no entiendes ¡el quiere verme hacerlo!

-Mmmm- pensaba el pelilila sacando un bowl- no te alteres, podremos hacer esto.

-¿Cómo?- Decía cada vez más angustiado el rubio.

 

-¡Bien! ¡Un pastel volteado de piña a la orden!- Casi cantaba el rubio mientras entraba a la cocina. Aioria lo esperaba impaciente. Lo que el castaño no notó, es que Shaka se había soltado el cabello (lo traía en una floja trenza cuando éste llego a casa).

-Primero, precalienta el horno a 350 grados- Decía el pelilila al teléfono mientras hacía lo mismo en su cocina.

-Primero voy a precalentar mi horno a 350 grados- Reía el rubio nervioso.

-Y luego vamos empezar con la cubierta de caramelo- indicaba el pelilila.

-Y luego voy a empezar con la cubierta de caramelo… Para lo cual voy a necesitar… Ah si azúcar- Se dirigía nervioso de nuevo a alacena- Azúcar morena- Se daba la vuelta torpemente sonriendo, mientras nuestro malhumorada Aioria lo seguía con la mirada.

-Y además de azúcar necesitaré… Mantequilla ¿Cuánta mantequilla?

-¿Con quién estás hablando?

-Con… con… con Buda… Ésta es su receta y… si hablo con el cuando cocino, siento que lo estuviéramos haciendo juntos- Sonreía aún más nervioso y con una enorme gota de sudor tras su cabeza- ¿Cuánta mantequilla Buda? Un cuarto de taza, muy bien- Decía mientras fingía hablar al cielo. El León miraba el techo extrañado.

 

Tras realizar todo el procedimiento por órdenes de Mü, al fin había logrado sacar a Aioria de la cocina, con la excusa de que el pastel se tardaría en hornearse y convenciéndolo de que tomara una ducha, Shaka se dirigía a sacar el pastel del horno. Al mismo tiempo Mü sacaba el suyo de su propio electrodoméstico.

Volteaban el pastel al mismo tiempo: El pastel de Shaka había quedado crudo, líquido literalmente del centro y quemado de las orillas, mientras que el de Mü había salido simplemente perfecto.

 

-Escuché como si el pastel ya estuviera listo- dijo Aioria entrando completamente desnudo a la cocina, bueno, sólo una toalla amarrada a la cintura cubría su extrema masculinidad.

 -¡¡No no, aún no está listo!!- Shaka cubría el pastel con una toalla de cocina mientras nervioso se posicionaba delante del platillo, intentando esconderlo tras su espalda.

 

Mü salía disparado con el pastel en una mano, corrió tanto como pudo pero en la segunda casa, como era de esperarse, se encontró a Aldebarán de frente. El gigante comezó a hablar tímido:

-Mü… Yo… Estaba pensando justamente en irte a buscar en este momento y…

-¡¡Fuera de mi camino!!- Aldebarán bajo la mirada, lo que hizo sentir peor a Mü- ¡¡Pastel caliente!!- Y siguió avanzando a toda velocidad por entre las casas.

 

Aioria se acercaba peligrosamente a Shaka, acechándolo como un león a su presa.

-¡¡El secreto está en en en el enfriarlo en la ventana!!- El rubio retrocedía, pero rápidamente puso el pastel cubierto en la ventana y se dirigió hacia Aioria, tocando sus trabajados pectorales (Sabía que ese tipo de caricias enloquecían al de rulos de miel) y empujándolo suavemente hacia atrás, y en un movimiento rápido, lo logró poner de espaldas al pastel.

 

-Mientras esperamos- Decía el rubio sosteniéndolo de los hombros- Hay algo que tengo que decirte… No se trata sobre el pastel, se trata sobre… ¡Hey!- Decía sosteniendo los hombros del más alto, puesto que volteaba curioso, devolviéndolo a su posición original- No es sobre el pastel, se trata de la confianza, ¿Sabes como me siento al pensar en que tú desconfías de mí y…- Vio de reojo como unas blancas manos ponían el pastel correcto en la ventana y lo tapaban con la toalla mientras el terrible invento de Shaka era sacado de escena- El pastel está listo- dijo en seco mientras se aproximaba a la ventana y lo tomaba, destapándolo y sorprendiendo al León.

-Aquí está: un perfecto pastel volteado de piña- decía orgulloso mientras se lo entregaba a Aioria- Ojalá la confianza fuera tan fácil de hacer…- Y se encaminó a la salida de la cocina, fingiendo indignación y suspirando de haber salvado su pellejo.

 

Pero el León le dio alcance, puesto que había dejado el manjar en la barra, y tomándolo por la espalda en un fuerte abrazo que hizo que la toalla callera, le susurró al oído:

-Olvida el pastel, se me ha abierto el apetito pero de otra cosa- mientras mordía el lóbulo de la oreja y comenzaba a frotar su miembro ya semi erecto contra el derrière del rubio.

Sonrojado, el rubio giró la cabeza y lo besó tiernamente. Comiéndose a besos, llegaron a la habitación, en el camino, Aioria se había deshecho de toda la ropa del rubio, y totalmente desnudos se tumbaron en la cama.

Tras incontables besos, el León bajó por el cuerpo del rubio y comenzó a darle placer a su miembro, levantó una pierna de Shaka, quien acarició su pecho con el pie y puso su tobillo sobre su hombro. Se acercaron más y más y de una perfecta estocada, Aioria logró estar dentro de él. Media hora de besos, jadeos y gemidos después, terminaron, casi al mismo tiempo, primero Aioria y luego Shaka.

Leo salió delicadamente de Shaka y se recostó, jalando al rubio, posicionando su cabeza sobre su pecho y acariciando esas doradas hebras, preguntó inocentemente:

-¿Podrías darme un poco de pastel de piña volteado?- Mientras su estómago gruñía.

Fin

 

Notas finales:

^^u bueno aquí de nuevo dando lata jeje


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).