Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Medimago Personal por LovelyDarkness

[Reviews - 204]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cap. 1

El bullicio a su alrededor se detuvo un momento para luego reavivarse con más ganas.

Elevo la vista de su café, ya frio, y miro lo que había causado el abrupto silencio y el aumento en los murmullos en la cafetería. Su corazón se detuvo un momento y su respiración se agito, pero supo controlar a la perfección su expresión.

La causa del furor fue que un auror acababa de entrar en la cafetería del hospital. Pero no era cualquier auror. Se trataba nada más y nada menos que de Harry Potter, el Salvador del Mundo Mágico.

Su antes aleonado cabello estaba perfectamente dominado, peinado hacia atrás, salvo por unos cuantos mechones de pelo que caían de forma rebelde por su frente.

Vestía con un traje negro, típico de los aurores, que hacia resaltar su piel, blanca como la leche y con un suave bronceado apenas perceptible.

Sus ojos, de un intenso y vivo verde esmeralda, miraban todo a su alrededor con aparente calma, tras sus finas y redondas gafas.

Con las manos en los bolcillos camino hasta una de las mesas más alejadas, sentándose en ella en silencio.

Suspiro y volvió la vista a su café. Unos ojos gris platino, con tenues reflejos azulados, le devolvieron la vista.

Un mechón de pelo, de un rubio platinado, se deslizo por su frente hasta casi mojarse en el café.

"¿Cómo demonios me enamore de ese hombre?" pensó azorado, la pálida y nacarada piel de sus mejillas se tiño de rojo levemente "¿como yo, Draco Malfoy, termine perdidamente enamorado de Harry Potter, el-niño-que-vivió?"

Unos cálidos dedos le recogieron el mechón y se lo puso tras la oreja, sintió un cálido aliento en su cuello y una dulce voz femenina susurrarle en el oído.

-deberías decírselo, Draco-el aludido pego un pequeño salto en su asiento y se giro encontrándose con unos profundos ojos negros.

La persona se sentó a su lado y le sonrio, unos mechones oscuros enmarcaban el afilado y hermoso rostro de la joven sentada a su lado. Su piel trigueña resaltaba con la camisa color melocotón que traía puesta bajo la bata de hospital.

-no sé de que hablas, Pansy- respondió el rubio, volviendo la vista al café. Saco su barita y lo calentó para luego darle un pequeño trago.

-sabes de que hablo, Draco-hizo un gesto con la barbilla señalando a Harry, que tomaba café en una taza, sentado junto a otro auror y hablando quedamente-debes decirle que te gusta, Draco

-¿y qué ganare con eso?-suspiro el rubio, mirando disimuladamente al moreno, que le sonreía a la recién llegada Hermione Granger y como el otro auror los dejaba solos.

-pues, te quitarías un peso de encima-la chica le sonrio con pesar, paso otro mechón rubio tras lo oreja del dueño-este amor te está matando, Draco, desde cuando te gusta, 2 años, 3?

-5 años-respondió, dando otro trago al café

-¿ves?-la joven doctora le arrebato el maltratado vaso de café y lo lanzo a un zafacón que estaba cerca-Draco, puedo ayudarte, un filtro de amor...

-Pansy, basta-corto el rubio exasperado


Mientras la pareja discutía, un moreno observaba atentamente cada una de las acciones del rubio.

"Desearía poder leer sus labios" pensó, recorriendo los finos y delicados labios nacarados con los ojos "aunque hay mejores usos para esa boquita" se paso la punta de la lengua por los labios, como si saboreara algo y sonrio de medio lado.

-Harry hasta cuando planeas observar a Malfoy?-pregunto Hermione fastidiada, mientras jugueteaba con su taza de café

-¿disculpa?-el aludido la miro y alzo una ceja-no te entiendo, Herm

-a mi no me engañas-respondió la castaña posando sus ojos color chocolate en la mirada esmeralda del moreno-se que te gusta, Ron y yo lo aceptamos hace tiempo, ¿porque no se lo dices y ya?

-en primer lugar, no me "gusta"-hizo unas comillas con sus dedos, fastidiado-en segundo, no tengo nada que decirle a Malfoy

La castaña abrió la boca para protestar, pero la cerro y sus ojos se desviaron a la mesa del rubio. Harry tambien miro.

Draco se había levantado de forma violenta, atrayendo las miradas de todo el mundo, cosa que no le importo. Paso su mano por sus despeinados y largos cabellos, que ya le rozaban los hombros y no estaban estrictamente peinados, como cuando iban a la escuela.

Tomo su bata y se la colgó en el antebrazo, tomo otras cosas y enfilo camino a la salida de la cafetería, seguido por Pansy, que murmuraba cosas sin obtener respuestas del rubio.

Harry no pudo evitar mirarlo embobado. Desde sus finos y lustrosos zapatos negros, su pantalón negro de la tela más fina -supuso-, su camisa azul celeste mangas larga y su corbata gris platino con finas rayas negras, hasta su largo y sedoso cabello rubio, que enmarcaba sus finos y afilados rasgos, asiendo resaltar sus ojos gris azulado. Suspiro inconscientemente. Ciertamente el joven medimago se veía arrebatadoramente guapo con su atuendo elegante pero desenfadado.

Pansy se puso a la altura de Draco y ambos pasaron al lado de la mesa del moreno, el cual alcanzo a escuchar un pedazo de la conversación.

-... Debes decirle, hay cosas que no se pueden guardar por tanto tiempo Draco-decía Pansy, haciendo gestos con las manos, tratando de hacerle entender al rubio

-Pansy Parkinson, ya te dije que no-respondió exasperado, haciendo una mueca de fastidio-y ni se te ocurra interferir

Al pasar a su lado, casi rozándolo, para pagar el café, Harry olio la esencia de Draco, la cara colonia francesa que debía de llevar mezclado con el aroma nato del Slytherin que tantos dolores de cabezas le causo en la escuela. Los pulmones de Harry se llenaron del suave y abrumador aroma, provocándole el casi incontrolable deseo de jalar al medimago y besarlo frente a todo el mundo.

Si bien había aceptado su homosexualidad, ese no era precisamente el lugar adecuado para demostraciones de ese tipo, con una persona por la que no sentía nada...

-bueno, tal vez si me guste un poco-dijo Harry, desviando sus ojos a los de Hermione, que le dedico una sonrisa de "te lo dije"-pero solo un poco

-anda Harry, que tienes un buen tiempo babeando por Malfoy, buscas casi cualquier excusa para venir a San Mungo-la joven rio-¡creo que hasta serias capaz de enfermarte a propósito solo para que el te atienda!

Harry miro nuevamente a Draco, que salía con cara de hastió seguido por Pansy y suspiro, desvió sus ojos al café y medio sonrio.

-¿crees que sea buena idea?-pregunto dudoso-me pareció que Pansy le animaba a confesarle a alguien que le gusta

-puede-la castaña se encogió de hombros-pero sé que no tiene pareja actualmente, y si le gusta alguien, tu pues enamorarlo, ¿no?

-¿tú crees?-el moreno alzo los ojos esperanzado

-inténtalo-Hermione le sonrio

Harry le devolvió la sonrisa, apuro el café y se levanto rápidamente. Hermione se rio levemente al verlo pagar apurado y casi correr por donde apenas unos minutos había salido el medimago.

El moreno corrió por los desiertos pasillos y no muy lejos diviso la melena rubia del medimago, que agitaba la cabeza en negativa con violencia. Frunció el ceño y se acerco, asegurándose de que no lo vieran.

-Draco, cariño, ¿qué es lo peor que podría pasar?-pregunto Pansy, acariciando su mejilla

-¿te parece poco el que, no solo tener que soportar la negativa, si no tambien que me humille públicamente?-cuestiono el rubio, alejando suavemente la mano de su amiga

-no creo que él sea capaz de...

-me odia Pansy!-exploto el rubio alzando los brazos, el moreno observo sorprendido como los ojos grises se llenaban de lagrimas-nos hicimos la vida imposible en el colegio, casi lo matan por mi culpa y después de la guerra ni nos dirigimos la palabra

"¿De quién demonios habla?" Pensó el moreno

-es... Es una tortura verlo por los pasillos de San Mungo casi todos los días-dijo enjuagándose las lagrimas

-cariño, si se lo dices, será más fácil

-no soportaría la vergüenza de verlo por aquí si se lo digo, Pansy, no hablamos de cualquier persona

-escúchame, Draco-Pansy tomo su rostro entre sus manos-¿eres un Malfoy, recuerdas? ¿Desde cuándo te importa lo que digan las personas?

-me importa un pepino eso, Pansy-respondió respirando profundamente y tomando el control de sus emociones-lo que si me importa es que la persona que me gusta, a la que quiero, me humille de cualquier forma inimaginable

-¡estamos hablando de Potter por Dios santo!-exclamo Pansy soltándolo-tiene corazón de pollo, no creo que te humille

"¿Draco está enamorado de mi?" El moreno los miro incrédulo, sin poder creérselo "desde cuando lo llamo Draco?"

-uno nunca sabe Pansy, las personas cambian

-yo podría ayudarte...

-ni lo intentes Parkinson-corto fríamente el rubio, dedicándole una mirada airada a la morena-si te atreves a interferir, te juro que vas a desear no haberme conocido-paso una mano por su cabello y relajo tan solo un poco sus facciones-soy un Malfoy, y sabes que cumpliré con mi palabra, Pansy

-pero Draco...

-doctor Malfoy-ambos jóvenes se giraron a la voz que acababa de interrumpir-tiene una emergencia en el 4to piso

-gracias-se giro a Pansy y le sonrio-si de verdad eres mi amiga, no aras nada Pansy-beso su frente y siguió a la enfermera, colocándose su bata.

Pansy y Harry -este último a escondidas- le observaron mientras se alejaba. Pansy suspiro y sonrio con tristeza.

-aunque sea lo último que haga Draco, yo me asegurare de verte feliz, con o sin Potter

Suspiro y camino en silencio hasta desaparecer por otro pasillo.

Harry salió de su escondite y observo el lugar por donde se había ido el rubio con aire ausente. Aun no podía creer las palabras de los medimagos. ¿En verdad Draco le amaba? ¿Desde cuándo? ¿Su presencia ahí le afectaba tanto?

Negó suavemente y sonrio. "Bien, Draco, creo que no será tan difícil conquistarte después de todo" pensó.

Escucho unos pasos a su espalda y se giro. Hermione caminaba despacio y se detuvo a su lado.

-¿vamos a ver a Ron?-pregunto indecisa

-claro, ¿en qué piso esta?-la tomo suavemente del brazo y caminaron hasta las escaleras

-4to piso-respondió sonriéndole agradecida.

Harry le devolvió la sonrisa y empezaron a bajar las escaleras.


Un rubio caminaba apresurado por el largo pasillo del cuarto piso, leyendo un pergamino y buscando la habitación donde le esperaba su paciente. Cuando la encontró suspiro, puso una mano en el picaporte y, estando a punto de abrirla, escucho una voz que le pareció conocida.

-no necesito eso-grito la voz, de forma ahogada, haciéndole sonreír ladino

-pero joven...

El rubio abrió la puerta y grande fue su sorpresa ante el cuadro que tenía enfrente.

Un par de enfermeras estaban casi echadas sobre un joven y otra estaba frente a él, tratando de encertarle una aguja.

Draco sonrio de lado divertido y carraspeo, llamando la atención de las tres enfermeras, que se sonrojaron violentamente.

-¿qué sucede?-pregunto

-el paciente no quiere que le pongamos un sedante, doctor-respondió una de las que estaban sosteniendo al paciente, enderezándose

Draco se acerco y alzo una ceja al ver de quien se trataba.

Postrado en la cama, en actitud de defensa pero con una mueca de dolor, estaba un peli rojo que le resulto sumamente familiar, vestido con la típica bata azul cielo que usaban los pacientes y cubierto hasta la cintura por una sábana blanca.

El joven elevo su rostro pecoso y sus ojos azules se abrieron sorprendidos al chocar contra los orbes grises.

-¡Malfoy!-chillo, pasmado, para luego hacer una mueca adolorido.

El aludido hizo una seña y las enfermeras salieron resignadas. El peli rojo suspiro agradecido y se sentó en la cama, haciendo muecas de dolor.

Draco le observo atentamente.

Tenía el labio partido y se estaba amoratando alrededor de la comisura, en su pómulo derecho se estaba formando un cardenal morado verdoso, que resaltaba horriblemente con la blanca piel plagada de pecas.

Siguiendo con el escrutinio, bajo los ojos encontrándose con otros tantos cardenales alrededor del cuello del joven, como si lo hubieran estado ahorcando; las mismas marcas se observaban en su brazo izquierdo, su antebrazo izquierdo estaba hinchado y rojo.

-¿te rompieron el brazo?-pregunto acercándose.

El pelirojo se echo hacia atrás instintivamente, ganándose un bufido por parte del medimago.

-no muerdo Weasley-dijo fríamente.

Alargo su mano y tomo con delicadeza el brazo del Weasley, el cual hizo una mueca cuando los largos dedos del rubio tantearon el antebrazo.

-tambien las costillas, creo-dijo el peli rojo.

Draco asintió, soltó el brazo con delicadeza y pasó sus dedos por los costados del joven, tanteando despacio.

Se detuvo cuando el peli rojo gimió adolorido. Tanteo el costado izquierdo y luego el derecho, deteniéndose de nuevo.

-a ver-tanteo despacio, rozando apenas-tres costillas rotas, vaya Weasley, te molieron

-muy gracioso, Malfoy-refunfuño el aludido.

Draco no respondió. Retiro la sabana y observo sus piernas, llenas de rasguños y moretones y se detuvo en el tobillo izquierdo, que estaba enrojecido e hinchado.

Llevo su mano ahí, levanto la pierna y movió el pie en círculos, con sumo cuidado, ganándose un quejido adolorido.

-tienes el tobillo dislocado, Weasley-dijo, colocando la pierna en su lugar-¿qué demonios estuviste haciendo?

-eso no es de tu incumbencia, Malfoy-respondió huraño

-como el medimago que te está atendiendo, me interesa, Weasley-dijo con simpleza Draco, saco una pluma muggle (N/A: un lapicero, lapicera o como quieran llamarla) y anoto algo en el pergamino que tenia-así que no retrases mi trabajo y habla, no eres mi único paciente

La puerta se abrió a su espalda, pero él la ignoro, centrando toda su atención en el pergamino.

-me asaltaron-respondió el peli rojo, desviando la vista-había dejado la varita en casa, así que no pude defenderme mucho

-una irresponsabilidad por parte tuya, pero no me sorprende-respondió el medí mago, sonriendo burlón.

Un carraspeo hizo que ambos desviaran la vista a la entrada, donde un moreno de ojos verdes estaba recostado en el marco de la puerta.

-¡Harry!-chillo el Weasley, para luego hacer una mueca de dolor

-no puedes estar aquí, Potter-dijo calmadamente el rubio, volviendo su vista al pergamino-y tu Weasley, contrólate

-me alegro que estés bien Ron, es mi deber como auror interrogarlo, doctor Malfoy-respondió el moreno

-podría esperar fuera-el rubio dejo el pergamino y se giro para encararlo, cruzándose de brazos

-prometo no entrometerme-respondió el moreno, alzando las manos

Draco hizo una mueca y suspiro negando suavemente, agitando levemente su cabello.

-bien, Weasley-dijo tomando nuevamente el pergamino-una poción repara huesos para estas costillas y el brazo, una pomada para esas heridas y para tu tobillo te pondremos un cabestrillo-anoto todo en el pergamino y lo miro-te quedaras unos días

-pero...

-pero nada-corto el rubio-vendré en un momento para asegurarme de que se te administre el tratamiento

Dio media vuelta y salió de la habitación, pasando al lado de Harry.

El moreno se acerco a una silla que había cerca y se sentó al lado de la cama.

-te vez horrible Ron-le dijo sonriéndole

-gracias-respondió sarcástico-¿es cierto eso de que me interrogaras?

-¿de verdad te asaltaron y dejaste la varita en casa?-Ron rio suavemente y asintió

-Herm va a matarme cuando se entere-gimió con fingido pavor

-está afuera esperando poder entrar, pero creo que Malfoy no se lo permitirá ahora

-y, Dios me perdone, se lo agradeceré, no quiero que Herm me vea así, aunque he estado en peores condiciones

Ambos rieron y suspiraron.

-se lo diré-dijo el moreno de repente

-¿el que a quien?-cuestión Ron, confundido

-le diré a Malfoy que me gusta-respondió sonriéndole tranquilamente

-¿crees que sea una buena idea?

-no lo sabré hasta que lo haga, pero no será ahora

-tomate tu tiempo amigo, el hurón es muy complejo.

Ambos se sonrieron. Un carraspeo hizo que ambos miraran hacia la puerta. Draco estaba parado bajo esta y les miraba sin expresión alguna. Entro en la habitación y se acerco a Ron.

Harry se levanto de un salto y se alejo. Una enfermera entro con una bandeja y un montón de cosas en ella; la coloco en la mesita de noche al lado de la cama y miro a Draco esperan instrucciones.

El rubio tomo la poción en sus manos y se la alargo a Ron.

-bébetela, tiene un sedante tambien para que no te duela tanto

-vaya hurón, ¿tú preocupado por mi?-ironizo Ron arrebatándole el vaso. El aludido sonrio y negó suavemente con la cabeza.

-si no fuera un buen medimago, comadreja, dejaría que te retorcieras de dolor-respondió simplemente

-¿tú? Un buen medimago?-cuestiono el peli rojo, bebiéndose la poción de un trago para luego hacer una mueca

-por supuesto, soy un Malfoy, excelente en todo lo que hago-respondió, ufano, el rubio.

Ron hizo un gesto y sus parpados empezaron a cerrarse.

-bien-dijo el rubio-aplica el ungüento Caty, yo me encargo del tobillo

La joven asintió, tomo un pequeño potecito, lo destapo y empezó a aplicarle la gelatinosa pasta por los moretones y cortadas.

Draco tomo lo necesario y parándose frente al pie de Ron, le coloco una tablilla y vendo el tobillo, apretando con fuerza para asegurarse de que no se soltara, ganándose uno que otro gemido adolorido del peli rojo, que poco a poco se fue quedando dormido.

-listo-dijo luego de unos minutos, le hizo una seña la enfermera que recogió todo y salió

-¿estará bien?-pregunto Harry, que había observado todo en silencio, haciendo respingar al rubio

-no es nada grave, Potter, solo necesita descansar-respondió el rubio fríamente anotando algo en el pergamino-y es precisamente lo que le dejaras hacer, así que vete y dile a Granger que regrese mañana

-pero...

El rubio se giro y lo fulmino con la mirada.

-mira, Potter, me importa un pepino que seas un auror-dijo lentamente, arrastrando las palabras-podrías ser el mismo ministro y ni aun así te dejaría quedarte, así que largo, me haces perder el tiempo

-déjame quedarme, Malfoy-Harry le miro suplicante y el corazón de Draco corrió desbocado

Pero como siempre no demostró sentimiento o reacción alguna en su rostro. Le miro calmadamente y hablo despacio, tratando de no dejar colar su rabia y nerviosismo.

-Potter, no es no, si estuvieras en la misma situación tampoco te permitiría vistas hasta asegurarme que estas bien

-y por qué arias tal cosa por mí, Malfoy?-pregunto Harry acercándose a Draco, que se puso más nervioso, especialmente porque el moreno era unos centímetros más alto. Pero tan solo unos centímetros, se dijo así mismo.

-porque soy un buen medimago, Potter-el rubio le empujo suavemente-ahora vete-le empujo de nuevo hasta llevarlo a la puerta

-por favor, Draco...

-no me tutees Potter-siseo dándole un último empujón, sacándolo del cuarto-no te he dado permiso de eso, y ya te dije que no

Salió y cerró la puerta tras de sí. Harry le miro frunciendo el ceño y le iba a responder con una retaría cuando una voz le interrumpió.

-Draco-el aludido se giro a la voz y pestañeo sorprendido.

Un joven acababa de llegar. Era alto, de la estatura de Draco posiblemente y sonreía tímidamente. Su pelo castaño, recortado hasta las orejas, estaba desordenado, como si se lo hubiera despeinado nerviosamente; sus ojos castaños miraban ansiosos a Draco. Su piel, casi del color de la de Harry, se tiño de rojo suavemente.

Hermione y Harry miraron sorprendidos al recién llegado.

-Neville, ¿sucede algo?-Draco le miro confundido y arrugo el ceño

La castaña y el moreno parpadearon sorprendidos. "Neville?" Pensaron.

-tengo a alguien interno en emergencia en el 3er piso, atacado por una Tentacula-informo el castaño-hola chicos-saludo brevemente para centrar su atención en Draco

-y yo tengo que ver porque...-ironizo Draco haciendo un gesto de impaciencia

-necesito me ayudes con una poción para evitar que el veneno le mate, además de que tiene algunos huesos rotos y no sé que mas y debes revisarlo-el castaño trago saliva-eres el único doctor libre en este momento

El rubio bufo, echándose unos mechones del rostro hacia atrás y asintió, se giro a la pareja que los miraba sin poder creerse que ese par se hablara con tal familiaridad.

-Granger, Potter, ni se les ocurra entrar-advirtió señalándolos a ambos con su pluma-vamos Neville

Ambos emprendieron el camino hacia el lado contrario de donde se encontraban y se perdieron tras uno de los pasillos.

-¿qué demonios fue eso?-pregunto Hermione, saliendo del estupor

-no tengo ni idea Herm, pero mejor hagamos caso-respondió el moreno-además tengo que hablar con alguien, ¿me acompañas?

La castaña asintió y ambos caminaron en silencio.


-----------------------------------------------------------
Draco y Neville prepararon la poción lo más rápido que pudieron y se la administraron al paciente, que tambien tenía varias costillas rotas y sangraba internamente.

Luego de horas para lograr estabilizarle, Draco caminaba cansado, viendo otros pacientes que tenía en observación, firmando permisos de dimisión y admisión de pacientes a diestra y siniestra.

Al último paciente que vio ese día fue a Ronald Weasley, que había despertado ya y rumiaba su suerte, mirando furioso a un punto inexistente en la pared.

-Weasley-el aludido pego un saltito y miro al rubio molesto-un par de días aquí no te matara-continuo tranquilamente el rubio mientras entraba y revisaba el suero.

-no eres el que esta postrado en esta cama-se defendió el peli rojo

Unos toquecitos tímidos en la puerta evitaron que Draco contestara; miro por encima del hombro e hizo una mueca al ver a Hermione y a Harry parados bajo el marco

-no me dejaran en paz hasta que los deje entrar, ¿cierto?-pregunto cansadamente, ambos negaron y el bufo-bien, pero solo un rato.

Hermione sonrio y entro rápidamente, sentándose al lado de Ron, que le sonrio con pesar

-gracias Malfoy-dijo, para luego besar dulcemente a Ron en la mejilla, que sonrio a pesar del dolor

-eso déjenlo para cuando salgas del hospital, Weasley-rezongo el rubio, haciendo una mueca de asco, para ocultar la envidia que le causaba aquello, pensando que ese par era una pareja feliz.

Ambos rieron como adolescentes cachados por sus padres y asintieron dócilmente. Harry les observo y sonrio de medio lado, sentándose en un silloncito, un poco alejado de la cama.

-bien, mañana se te aplicara de nuevo el ungüento y revisare esas costillas-dijo Draco tomando nota-cualquier cosa que necesites, toca ese botón y una enfermera vendrá enseguida-concluyo señalando el dicho botón

-gracias Malfoy-Ron le sonrio agradecido y el rubio alzo una ceja

-es mi trabajo

-Draco-todos elevaron la vista a la puerta y observaron a Pansy-ya término mi turno, ¿nos vamos?

El aludido miro su reloj y suspiro.

-descansa Weasley, Granger y Potter, tienen media hora-y dicho esto salió tras Pansy.

Estando solos, Hermione miro a Harry y alzo una ceja.

-¿qué tanto hablaste con Parkinson?

-nada especial-respondió el moreno encogiéndose de hombros-solo le pedí ayuda para conquistar a Draco

Ron y Hermione se miraron y suspiraron, esperando que el plan de su amigo funcionara.


Draco y Pansy salían de San Mugo y se despedían, cada uno tomando un rumbo diferente.

Envuelto en una gabardina negra y con una bufanda gris envuelta en su cuello, Draco caminaba por las calles del Londres Mágico.

Un graznido frente a él le hizo detenerse, alzo la vista y levanto una ceja al ver frente a sí, posada sobre un poste, a una lechuza mensajera. El pelaje castaño del ave brillaba con las luces que alumbraban las calles. En su pico llevaba un pedazo de pergamino.

-¿eso es para mí?-pregunto inútilmente al ave. Se acerco a ella y le quito el pergamino.

Acaricio su cabeza y el ave emprendió el vuelo.

Draco observo la carta con curiosidad. Al frente, con una hermosa caligrafía estaba escrito su nombre.

La abrió y sus ojos se abrieron desmesuradamente y sus mejillas se tiñeron de rojo al leer el mensaje, en una perfecta y elegante letra.

"Querido Draco Malfoy

Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que te escribí. He de decirte que ser medimago te va muy bien. Tanta arrogancia y elegancia tuya... Nunca pensé que fueras tan bueno.

PSD: tu bata de medimago te hace ver condenadamente sexy, me pregunto qué tal te verías sin ella y sin nada encima

Tu admirador secreto"


Avergonzado, Draco arrugo el pergamino y lo metió en uno de los bolsillos de su gabardina.

Molesto con sigo mismo, desapareció para aparecer en su departamento.

Se deshizo de la gabardina y la dejo caer en el sofá.

-¿por qué ahora?-dijo en voz alta a nadie en especial-¿por qué ahora vuelves a aparecer?-miro la gabardina y suspiro.

Entro en su habitación, se dejo caer en la cama boca abajo y escondió el rostro en la almohada y suspiro.

"Maldito Harry Potter por gustarme tanto" pensó "maldito ese admirador secreto por aparecer de nuevo" cerró los ojos y una solitaria lagrima rodo por su mejilla "tal vez Pansy tenga razón, este amor no correspondido me matara algún día"

Y con estos pensamientos, se dejo arrastrar por las aguas del sueño.

Continuara...

Notas finales:

._. espero les guste!!

 

Si alguien ya lo leyo en Slasheaven o en Lagrimas del Fenix... pues no se encontrara nada nuevo XD

 

Espero comentarios >w<

 

PSD: creo que borrare las otras 3 historias mias ._. no me llegan ideas D:

 

La portada... por si les interesa http://janearkensawthekille.deviantart.com/art/Mi-medimago-Personal-398485872


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).