—La misión Park. Hemos estado tratando de evitar este caso pero veo que mientras más corre el tiempo esto se hace más complejo. Y les explico el porqué.
El imponente hombre de traje negro exponía sus muy trabajadas diapositivas a los espías más capaces de toda Corea del Sur, la OSG es una organización secreta gubernamental con fines de salvaguardar los bienes e intereses del gobierno.
—Según fuentes muy confiables y arduas investigaciones, hemos llegado a una hipótesis. Park Taekyung; empresario, ingeniero y diseñador de grandes saltos tecnológicos se presume, que ha hecho fuerzas con industrias japonesas de dudoso origen y creemos que son con fines terroristas perjudiciales para la nación.
En la gran pared blanca se apreciaban imágenes de la casa, oficina, familia y movimientos del tal Park Taekyung.
—Pero, como dije esta misión no iba ser fácil, por ende tenemos que acudir a la operación MUO.
Todos en la sala se miraron confusos y empezaron a murmurar.
—Cállense, si me permiten… Este ha sido un caso que ha fallado en repetidas ocasiones, por lo tanto “MUO” es una operación que cae como anillo al dedo a la misión, nuestros superiores están decepcionados ya que nuestros mejores agentes no han podido llegar tan lejos. Por tanto la competencia es mayor y se cree que ya están tomando el caso Park en cuenta. Debemos actuar rápido si no queremos quedarnos en la calle. Y bien… propuestas…
En ese preciso momento el agente a cargo desencadeno lo que podría haber sido el inicio de la tercera guerra mundial.
—Mi Yuri puede hacerlo y todos ustedes están muy conscientes de ello.
—Disculpa, pero fue mi Baekhyun quien salvo el trasero a todos ustedes. ¿No recuerdan? Esta empresa iba en picada y logro resolver 3 de los más importantes casos en 2 meses gracias a su arduo conocimiento en artes marciales.
—Jajajaja por favor, si hablamos de hallazgos, temo mencionar que fue Yixing, al que el mismo gobernador reconoció y premio por su valentía en Singapur.
—Oh vamos Henry, supera eso. — Dijo cansada la agente Hyorin.
—Todos sabemos aquí que las estrellas son Baekhyun y Kyungsoo, recordemos que Mi bebe jaqueo a la NASA en repetidas ocasiones, es todo un cerebrito. — La mama de ambos chicos mencionados chocaron sus manos en son de victoria.
—Y qué hay de mí Minki ha demostrado mucha destreza a su corta edad.
—Ya, ya silencio, ¿has apuntado todo eso? — Eso último se lo susurro a su ayudante. —Bueno gracias por sus ofrecimientos pero igual ya teníamos algo en mente.
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En la habitación de los mini agentes se encontraban Kyungsoo y Baekhyun perdiendo el tiempo, eran amigos desde siempre sin contar que sus madres también.
—Waah… estoy tan aburrido. — Decía con la boca llena de papitas; Baek el experto en artes marciales Hyun.
— ¿Y qué quieres que haga?… — Respondió D.O sin verlo, que chateaba desde su ordenador. Si, el que le jaqueo a la NASA también chatea.
Indignado, Baek le lanzo el manga que se encontraba leyendo.
— ¡Aish! mamá me dejo sin comer. Y se fue a esa tal junta. — Hizo pucheros.
—Ya, deja de llorar… que mi mamá también. Ah, ya te pareces a Lay. — Se lamentó.
Fueron interrumpidos por un sonoro golpe en la puerta. Kyungsoo de mala gana se levantó para obligar a Baekhyun a que la abriera. (kkkkkkkk)
—Que chinchoso eres… Estúpido Dodo. — Eso último lo dijo entre dientes y resignado fue a abrir la puerta.
Un muchacho de estatura media, cabello castaño y con un mohín en los labios entro sin previo aviso a sus aposentos.
—Kyungsoo. Mi padre me dejo sin comer… tengo hambre, cocíname ¿sí? — El de puchero no paraba de tirar de la camiseta del de ojos grandes, demandando alimento.
— ¡Ya! Detente. — Intentaba zafarse del poderoso agarre del unicornio pero se veía imposible. —Pero si ya te enseñe.
—No, tu sabes lo rápido que se me olvidan las cosas… además no se prender la hoguera y se me quema el arroz.
Baekhyun estallo en risas por el doble sentido del “se me quema el arroz.”
Kyungsoo contenía una carcajada que termino escapándosele.
—Ay mi querido Lay, no es hoguera es hornilla y conforme al arroz no te discuto nada. — Al decir aquello le guiño a Baekhyun.
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—Tenemos que hablar con ustedes chicos…— Comento muy seria la mamá de Baekhyun.
—Vengan siéntense. — Hablo cálidamente el papá de Lay.
— ¿Sucede algo? — Preguntaron al unísono Kyungsoo, Baekhyun, Lay y Yuri.
—Bueno, lo primero sería felicitarlos, han sido elegidos para una de las misiones más importantes de esta corporación. — Esta vez habló el agente a cargo de la misión.
Baekhyun y Kyungsoo se sonrieron de lado y comentaron en voz baja.
—Crees que viajaremos de nuevo a Paris… es que en serio me dolió tener que abandonar a Missi. — Susurró Kyungsoo, hablaba sobre una chica francesa que conoció en una misión.
El castaño se burló. —Ya ni te debe recordar. Ojala vayamos a EE.UU, quiero patear a Mickey cuando pasemos por Disney.
—Lo que sea niño sin infancia. — Respondió un poco molesto por el comentario que hizo su supuesto amigo. Por la chica, no por lo de Mickey.
—Bueno chicos, en cada una de sus habitaciones está el formulario y los papeles que deberán asumir, también explica en detalle la misión. — Y antes de abandonar la sala, el agente recordó. —Se me olvidaba, ya entregadas las carpetas, no se aceptan devoluciones.
Sonrió maléficamente y salió con los mayores, dejando solos a los espías en cuestión.
Los menores se miraron entusiasmados, claro que con un poco de competitísmo.
—Wow, Yuri que raro verte involucrada en una misión “tan importante”. — Siseo Baekhyun haciendo comillas con los dedos en lo último.
—Piérdete, niño tocino. — Refuto molesta la mencionada, levantándose, y antes de que el otro pudiera defenderse, emprendió su marcha a su respectiva habitación.
— ¡Niño tocino! — Repitió burlón Lay, descostillándose de risa en el sillón. — ¡Ah! Tengo hambre. — Se quejó el unicornio.
D.O rodo los ojos y se dirigió a su alcoba acompañado de Baekhyun ya que ambos dormían ahí. Cuando llegaron, se encontraron con las carpetas y sus respectivos nombres. Solo tuvo que abrir el documento para pegar un grito al cielo.
A diferencia de D.O, Baekhyun se tomó la libertad de ojear todas las hojas viendo imágenes de los vestuarios de maid’s y uniformes escolares, fotos de una casa y la última imagen era la de un chico.
Y colocando una cara de horror, se llevó las manos al rostro.
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En las otras habitaciones Yuri reía macabra por su bromita inocente. Claaaro. Nadie notaría que había invertido los documentos en la oficina central y había escogido su rol, dejándole a Baek y a Kyung una sorpresita.
Lay en vez de leer el documento, descansaba sobre su escritorio, comiendo fideos sin preparar mientras veía su novela favorita. Se espantó al oír el estruendoso mugido de una vaca -según él- porque en realidad fue el grito de Kyungsoo.
Si el unicornio hubiera leído o al menos visto su carpeta, se habría enterado que su parte de la misión era enamorar al hijo del gran empresario Park.