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Humpty Dumpty (2min) por choiannie

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Notas del fanfic:

AU

 

Lee Taemin es un chico que esconde un gran secreto detrás de su sonrisa muerta, Choi Minho un joven que no conoce nada sobre esa situación.

Notas del capitulo:

Muchas gracias por leer.

Los peligros de cortarse son evidentes, como el riesgo de perder demasiada sangre o de contraer una infección. Pero también hay peligros emocionales ocultos en la conducta de cortarse: puede convertirse en un hábito hasta el punto de que algunas personas se hacen «adictas» a esta forma de autolesionarse…

 

Taemin cerró con notable pesadez el libro de Psicología, ya cansado de leer sobre ese tema, y lo lanzó sobre la cama al mismo tiempo que dejaba caer su cuerpo sobre la misma y se permitía hundirse en sus pensamientos. El libro detallaba sencillamente el tema de las autolesiones, la vía a la cual recurre una persona que sufre tanto psicológicamente que decide olvidar ese sufrimiento mediante el dolor físico, pero esa página hablaba exactamente de los cortes. Hablaba sobre el porqué las personas decidían cortarse, como se cortaban, donde lo hacían, cuáles eran sus métodos favoritos para hacerlo, como identificar a una persona que se corta, como detenerla… ¿Por qué tanto empeño en conocer todos esos detalles, si al final nadie le presta importancia a las personas que están alrededor? Todos viven en su propio mundo…

 

El chico rueda sobre la cama, inquieto, buscando sacar todo ese tema de su mente porque no es algo de lo cual le agrade mucho saber, tampoco hablar ni leer. Pero, si lo piensa detenidamente… puede que ese libro lo ayude un poco. Si aprendía un poco sobre la perspectiva que tienen las personas ‘normales’ sobre el tema quizá, solo quizá… podría ayudarse a ocultarlo mejor.

 

Sí… Lee Taemin es una persona que se corta.

 

¿Quién pensaría que un chico aparentemente alegre se provocaría daño a sí mismo? ¿Quién iría a pensar que en su posesión tendría una pequeña y delgada hoja metálica que sería la misma que atravesaría su piel todas las noches? Su profesor siquiera lo había considerado cuando le asignó leer ese libro ¿Verdad? Pero no todo es lo que parece. El chico de rostro alegre del salón no era quien aparentaba. Pero ¿Quién entendería? ¿Quién sabría? No valía la pena intentar explicarlo. No valía la pena hacerlos entender cómo se siente. Nadie le haría caso, lo tomarían como a un loco ¿Verdad? Lo internarían en algún tipo de clínica psiquiátrica ¿Verdad? Actuarían, intentarían hacerle creer que se preocupaban por él y luego le darían la espalda y lo olvidarían en aquel lugar. Lo dejarían abandonado, sin esperanza… solo él y sus cicatrices quedarían juntos.

 

Con urgencia se levantó de la cama y se dirigió hacia el baño. Entró y cerró la puerta detrás de sí, no quería que nadie escuchara ni el más mínimo sonido de lo que haría. Le estaba pasando otra vez, sentía ese odioso nudo en la garganta que no le permitía respirar… se sentía desesperado, ahogado, abandonado. Solo, absolutamente solo. Abrió el botiquín y tomó una pequeña caja de allí. Sin duda alguna surcando su mente, la destapó y tomó esas delgadas hojas metálicas que tanto lo comprendían… Mientras las observaba, recordó esa triste historia... esa que su padre solía contarle cuando era un niño.

 

¿Conoces a Humpty Dumpty? ¿No? ¿Quieres conocerlo? De acuerdo. Te daré un acertijo:

Humpty Dunpty estaba sentado en un muro
Humpty Dunpty sufrió una gran caída
Ni sesenta hombres, ni sesenta hombres más
fueron capaces de dejar a Humpty como solía estar.

 

Repentinamente, sintió ganas de cortarse otra vez.

 


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