Capítulo LIV: La carta de Sawada Tsunayoshi.
Mansión Vongola, Ciudad de Kokuyo. 10 años en el futuro.
Tsuna observó el amplio comedor. Estaba sentado en la cabecera, a su lado derecho estaba sentado Hayato-kun. Mientras que del lado derecho estaba sentado Lambo. Al otro extremo de la cabecera estaba sentada Yuni, mientras a su lado derecho estaba sentado Gamma y en la izquierda se encontraba Irie-san.
Ubicado a un lado de Hayato estaba Takeshi y aun lado de Lambo estaba sentado Ryohei.
Los guardianes de la niebla y la nube brillaban por su ausencia.
— Hibari, dijo que iba a cenar en su habitación —comentó el guardián de la lluvia.
El ambiente se sentía tenso.
— Irie-san —hablo Tsuna— acerca de la carta que dejo mi yo de esta época.
El pelirrojo se mantuvo en silencio.
— Hibari-san, tomó la carta —comentó el pelirrojo—. Dijo que lo mejor sería que cenaras primero —comunicó el castaño.
La tormenta y el trueno notaron el poco ánimo y ansiedad del cielo.
— Juudaime, debe cenar apropiadamente —pidió Gokudera.
— Tsuna, animate —habló Lambo—. Ya veras como le patearemos el trasero a ese sujeto.
Los menores comenzaron a conversar rompiendo la tensión del momento. Yuni veía divertida a los jóvenes de su edad conversar. Por lo que le comentaban sus amigos, Tsuna comprendió que Yuni al parecer les había contado acerca del plan de su “yo” de esta época y de la anterior jefa de Giglio Nero.
La cena paso de alguna forma sin inconvenientes. Hibari entró a la estancia al mismo tiempo que Rokudo Mukuro.
Tsuna vio como el guardián de la nube le extendía el sobre, dudo sobre si debía tomarlo o no…
— No tenemos todo el día, herbívoro —le recordó Kyoya.
El menor tomó el sobre, rompió el sobre por el lado derecho. Reconoció su letra, pero parecía un poco más ordenada.
Para: Sawada Tsunayoshi.
De: Sawada Tsunayoshi.
Se que en este momento todo te parece una locura, y tal vez pienses “¿En qué demonios pensaba?”. Pensaba en familia, ellos siempre han sido lo más importante para mí, y sé que opinas lo mismo, porque somos la misma persona. Este plan es sumamente arriesgado, por eso lo hice esperando que todo fuera para mejor.
Byakuran Gesso, no es un hombre normal. No conozco sus ambiciones, ni sus metas, ese hombre es un enigma. Pero hay algo que tengo claro…
“Harás lo que sea para proteger a tus amigos.”
No te culpo si tienes miedo, todos lo tenemos. Algunos lo disfrazan mejor que otros, otros simplemente lo ignoran, pero siempre esta ahí. Y solo eres capaz de vencer ese miedo cuando “luchas por tus seres queridos”.
Tengo una teoría, respecto a Byakuran. Y es tan simple que pensarías ¿porque hace todo esto?.
Así somos los humanos “deseamos lo que no podemos tener”.
Envie a tres de mis mejores amigos para que entrenen a tus guardianes, si mis cálculos son correctos Byakuran comenzará su ataque en un mes.
Suerte…
Saludos, Sawada Tsunayoshi.
Posdata: siento que mi carta sea tan corta. Pero se que lo deducirá Tsuna.
Tsuna estaba sin ideas, esperaba que la carta le diera una idea de como vencer a Byakuran. Pero…
¡¿En qué diablos pensaba el Sawada Tsunayoshi del futuro?!
Continuará…
***
Bonus chapter: Problemas en Varia (Cuatro años en el futuro)...
La situación no era de las mejores. Usualmente nada le importaba, ni le aquejaba al “Cielo furioso” de Varia. Pero ahora el cielo furioso, alias Xanxus, estaba de un humor de perros.
— Eh, Xanxus-san —llamo Tsunayoshi mientras miraba al de mirada carmesí.
— ¿Que quieres? —gruño.
— Estás muy tenso —afirmó el de cabellos castaños—. El amor te pego duro —musito Tsunayoshi mientras una ligera sonrisa se dibujaba en sus labios.
— Yo, enamorado. No me jodas.
— Admitelo Xanxus-san. Mamá, opina lo mismo que yo.
Xanxus no comento nada. A decir verdad, Nana siempre había sido una mujer con una intuición comparable a la del viejo.
— No debe ser nada grave —opinó—. Además Shamal lo esta revisando en estos momentos.
Xanxus estaba fastidiado. Miraba su maldito reloj cada cinco segundos. A decir verdad, a él no le importaba ese sujeto. Asintió para sí mismo. Tsunayoshi observaba un tanto divertido la escena. Xanxus estaba fastidiado de esperar, y como siempre hizo su santa voluntad. Se levantó del sillón, y abrió la puerta en la que se suponía que estaban esas basuras.
— ¡¿Que carajos haces?! —gruño al ver que Squalo no tenía puesto ninguna playera o algo que cubriera la parte superior de su cuerpo.
— Xanxus es obvio que estoy revisando al paciente. Que esperas —musito Shamal—. Pero bueno ya que estas aqui supongo que sera algo bueno que hable con los dos.
— Deja de molestar idiota. Y dime que demonios tengo —preguntó impaciente Superbi.
— Me comentó Tsuna, que salieron a una misión —comenzó a divagar el doctor.
— Habla de una maldita vez —amenazó Squalo mientras sacaba su espada— o te rebano el cuello.
— Oh, eso —Shamal sonrió—. No es nada grave, estarás incapacitado por lo menos un año, nada de misiones, solo trabajo de escritorio —comenzó a recomendar.
— Es tan grave que esa basura, se haya desmayado en plena misión.
— No, de hecho no se como se lo tomen. Pero Squalo esta embarazado, tiene dos meses.
Superbi miró atónito a ese sujeto. Y sin dudarlo apuntó su espada al cuello de Trident Mosquito.
— Deja de bromear, bastardo.
— Oh, vamos —Shamal reviró los ojos—. Como bromear con algo así.
Por lo tanto, Superbi Squalo, tomó la decisión más sensata,
— Maldito cabrón —apuntó la espada a Xanxus—. Pero no querías usar el maldito condón.
Y así estaban las cosas. Con medio hospital destruido. La futura paternidad de Xanxus y Squalo. Las cosas terminaron en caos total. Xanxus no podia entrar al castillo Varia a no ser que estuviera preparado y listo para ser asesinado por el espadachin. Y ahora estaba viviendo de alguna forma en la mansión de la décima generación de Vongola.
Xanxus estaba paseando. Es más no tenía ni la menor idea de qué hacer. Era…. bueno ¡¿él siendo padres?!. Claro que Timoteo estaba más que feliz por ser abuelo, incluso ya estaba buscando ropa para bebé y algunos accesorios.
***
Castillo Varia…
Sin embargo en el castillo de los Varia, las cosas no eran tan sencillas. Squalo estaba de un humor de los mil demonios.
— Vamos, Squalo-chan —hablo Luss emocionado—. ¡Un bebé!
Squalo suspiro. No era como si se considerara una persona paternal. Es más, —¡¿que demonios haría con un bebé?!—. Los Varia estaban intentando levantarle el ánimo a su amigo.
— Xanxus-sama debe estar emocionado —momento sin pensar en la reacción de sus palabras Leviathan.
Los inteligentes se alejarón del peligro. Solo escucharon un par de gritos del pobre guardián del trueno.
***
Mansión Vongola, de la décima generación…
Tsunayoshi estaba sentado en el sofá mientras tenia sus dedos entrelazados.
— Kufufu…
El castaño se dio cuenta de que Mukuro o veía un tanto divertido.
— Parece que planeas una maldad Tsunayoshi-kun —aseguró el ilusionista.
— Mukuro.
— Y bien, ¿cuál es el plan?
— Tengo algo en mente.
— Algo así como hacerla de celestino —comentó Rokudo mientras observaba al castaño.
— Hable con Nagi. Al parecer Squalo-san, esta muy susceptible.
— Y como no… no todos los días te dicen que estas embarazado.
Tsunayoshi sonrió. Así era Mukuro, sarcástico.
— Necesitamos que se arreglen las cosas. Hayato, Kyoya y Xanxus-san terminaran destruyendo el lugar . Es una suerte que Bianchi viniera de visita, y que Kyoya este de misión.
— Y… ¿cual es el plan?
La sonrisa de Tsunayoshi le dijo todo.
***
Xanxus entró en el castillo. El no era ningún maldito cobarde. De inmediato, Xanxus sintió el aura asesina de Squalo.
— ¡¿Que carajos quieres?! —grito Squalo.
— No podemos seguir así.
— Aja —gruño el de cabellos plateados—. Y cual es tu grandiosa idea, porque la última no terminó bien —comentó sardónico.
— Casemonos.
— ¡¿EHHH?! —musito Squalo—. Esa es tu grandiosa idea. Xanxus. Has perdido la cabeza. No las pasamos jodiendo.
— Oh, yo se que te gusta —comentó Xanxus.
— Aja, y qué haremos con el bebé…
— No las arreglaremos —aseguro.
Los demás integrantes de Varia estaban ahí, usando una cámara de video. Leviathan estaba llorando de felicidad, mientras que los demás no decían nada.
— Squalo-chan acepta —hablo sin pensar Luss.
— Salgan todos —ordenó Xanxus.
— Ushishishi —sonrió el rubio— al parecer fuimos descubiertos.
— ¡¿Que demonios hacen espiando?! —gruño Squalo.
— Vamos Squalo-chan, este es el momento en el que saltas a los brazos de Xanxus-sama.
Squalo enarcó la ceja, mientras Mamom sostenía la cámara.
— Vamos Squalo, todos sabemos de sobremanera los defectos del jefe.
— Pero lo importante es que se aman —comentó Nagi.
Los integrantes de Varia observaban a Nagi en mutismo.
— Yo lo creo —admitió Nagi—. De no ser así, Xanxus-sama nunca le pediría matrimonio a Squalo-senpai.
— Es obvio, que el jefe —habló el menor del grupo, un niño de cabellera verde—, ya se dio cuenta que nadie más lo va a querer, con ese carácter que se carga, con lenguaje lleno de impropios. Solo Squalo-senpai es tan valiente como para querer a alguien así.
Los integrantes restantes del grupo de Varia miraron a Fran en silencio. Cómo podía ser ese mocoso tan honesto y no estar aterrado de morir en los próximos segundos.
— Ushishi, mocoso en verdad no te interesa tu vida —comentó el rubio.
Squalo bufo molesto. Estaba seguro que esos malditos estarían molestando día y noche para que se casara con Xanxus. Pero… él no está listo, es más nunca lo había considerado posible. Solo existía una persona capaz de manipular a Xanxus.
— Lo meditare —comentó Squalo mientras comenzaba a subir por las escaleras.
Continuará…
***
Notas finales: es el cap mas corto que he escrito, pero Inspiración-san, anda de infiel con ideas para fics nuevos. Perdon por el retraso.