"Está oscuro y no puedo ver nada
Extiendo mis manos, pero sólo siento el viento pasar..."
"No sé por qué, pero este lugar es extraño
Me estoy acostumbrando a esta miseria
Vivo como una sombra"
Era la primera vez que experimentaba aquello, ni siquiera lograba saber donde se encontraba, solamente, sabia que lo habían raptado hace ya mucho tiempo y ahora... Ahora estaba de rodillas, desnudo, con las manos atadas a un tubo que rosaba justamente contra su trasero, una erección que dolía pero que carecía de atención, sus pies descalzos libres, y su boca tenia un pañuelo atado alrededor de su cabeza para así impedirle el habla, también no tenia noción del tiempo, hace ya varios días que lo habían raptado y nadie hacia nada para rescatarlo, las lagrimas caían de sus enormes ojos sin cesar por sus mejillas, dándole una placentera vista a todos los hombres que estaban frente a él, libidinosos y esperando a ver quien era el comprador de aquella criatura pequeña y de piel Blanca, el ambiente era algo asqueroso, humo de cigarro por todos lados, el olor a alcohol y a vomito se podría distinguir a muchos metros del lugar.
-70,000 won!
-Yo 90,000!
-Pero yo doy 110,000 won!
Y en su poca conciencia pudo darse cuenta de lo que le estaban haciendo.
Lo estaban subastando.
"Con la esperanza inútil de que me mires por lo menos una vez
La conversación que tengo contigo toda la noche en mi imaginación
Estoy en tu interior (no puedo superarlo)
Sólo tú puedes iluminar mi entorno"
Las cantidades subían y subían cada vez mas, hasta que una voz gruesa se logró escuchar al fondo del lugar.
-150,000,000 de won por el chico, en este momento y, en efectivo.
"Se la luz
Brilla en mi negro y oculto corazón
Derriteme de ser congelado
Así podré ser muy deslumbrante
Nadie podrá mirarme"
Sin pensarlo dos veces, el juez encargado de los precios gritó "Vendido al hombre de cabellera rubia de al fondo" sin dar oportunidad a alguien más que tal vez quería gritar su suma.
El hombre sonrió victorioso.
"Se la luz"
Aplausos y murmullos desolados se escucharon en todo el lugar,mientras que el joven de ojos grandes que aun estaba atado, miraba expectante el momento, sin poder creérselo, y su pulso aumentó considerablemente hasta el punto en el que quiso morir por no poder respirar, pero unas toscas manos interrumpieron su acción al desatarlo sin piedad, por lo que al estar sin fuerza cayó de boca, golpeándose el rostro y sin poder sujetarse, nuevamente las manos lo tomaron, y como un costal, lo llevaron a una sala mucho mas oscura, donde después de colocarlo sin remordimiento alguno al suelo, le arrojaron una camisa.
-¡Póntela maldito bastardo, que pronto vendrá el infeliz por ti!-
Y lo dejaron solo, hundiéndose en su propio dolor, pero a la vez feliz, ya no sufriría siendo violado por los hombres de aquel lugar a cada minuto, sin embargo, no sabía como era aquel hombre que lo había comprado, solo sabía que su voz gruesa daba un sentimiento de rudeza y mandato, pero muy en el fondo pensaba que tal vez esa persona era buena y bondadosa.
"Te conviertes más clara en la oscuridad
Haciendo que mis ojos queden cegados
Fui y regrese por el lugar donde tú respiración me toca
Llenando los espacios vacíos y haciendo un tipo como yo en mi memoria"
"Ver más de ti desde el mismo lugar para mantenerte sin dolor
Eres todo lo que veo y todo lo que necesito
Sólo quédate ahí, por favor"
Recostó su cabeza en algún lugar por ahí, aun temblaba, antes de aquella subasta, el guardia que estaba en la puerta le había violado y algo había hecho con él, que le había provocado una gran erección y que con un mínimo toque sentía que se desvanecía por que aunque él en su conciencia tenia claro que no lo estaba disfrutando, su cuerpo decía lo contrario sin explicación alguna y al cerrar lo ojos, sintió como unas gotas frías de sudor deslizaban junto con sus lagrimas por toda la extensión de su rostro, y casi por obligación tuvo que llevar una de sus manos a su miembro que no dejaba de palpitar rogando por atención, al momento de rosarlo un fuerte gemido logró salir de su boca, con un movimiento de arriba hacia abajo hizo vibrar su cuerpo disfrutando aquello, nunca había pensado que en un lugar así podría sentir placer, arriba, abajo...
-Ajj...Ahh..aaa....aaa..gg....mmmm...- Se lograba escuchar, en el suelo trataba de sujetarse de algo con su mano libre, hasta que sintió otra mano tomar la suya y otra, retirar la mano que estaba en su miembro, siguiendo aquel maravilloso movimiento que sin duda era de su agrado, no tuvo el valor de abrir los ojos, aquello realmente era placer y no pudo evitar seguir gimiendo, hasta que sintió como lo iban recostando en el suelo y poco a poco desabotonando aquella camisa que apenas y le cubría, y ahí fue cuando abrió sus ojos, observando con sorpresa a aquel hombre que se acercaba a su rostro pero que llegó a su oído y del cual solo pudo reconocer su cabellera rubia.
"Se la luz, ho ho
Incluso si me tapo los ojos con las manos
No puedo borrarte"
-Soy JongIn... Tu comprador... Pequeño. - Una voz tan masculina en susurro que uniendo el éxtasis con la inquietud, el miedo y el nerviosismo le hizo temblar.
Cerró los ojos, un grito mas fuerte salió de su boca, al sentir como una mano pellizcaba su pezón y la otra presionaba su miembro, y que al momento de arrojar su cabeza hacia atrás logro sentir una lengua y unos dientes que raspaban toda la extensión de el cuello hasta el lóbulo de su oreja.
Se corrió, se corrió entre sus abdómenes mientras aquel apuesto comprador le había dado un gran placer al masturbarle y tocarle, sin siquiera conocerlo aún, sin saber por lo que minutos antes había pasado.
Fue cuando por un momento en aquella estadía, agradeció que, Kyungsoo, su nombre, apareciera en la lista de los subastados.
"Se la luz
Brilla en mi negro y oculto corazón
Derriteme de ser congelado
Así podré ser muy deslumbrante
Nadie podrá mirarme"