Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juntos por Feel Good Yaoi

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Tercer fanfic que participa en el concurso navideño de la Scanlation Feel Good Yaoi

 

 Juntos

By: RiSaNa_Ho

.

…oooO*Oooo…

.

Sasuke se removió entre las sabanas cuando el inconfundible tono de su móvil terminó con el agradable silencio de su habitación. Parpadeó un par de veces y tardó unos segundo en despertarse por completo, estiró sus brazos removiendo cada uno de sus entumidos músculos y, una vez en condiciones, buscó el origen del ruido, encontrando su objetivo sobre el buró. Sabía a quién pertenecía aquel mensaje. Desbloqueó la pantalla y leyó la sencilla nota:

«De: Naruto Uzumaki. Título: ninguno

Buenas! Que tengas un excelente día, teme :D»

A cualquier persona le parecía algo absurdo interrumpir un descanso a temprana hora sólo por leer unas cuantas palabras, no obstante, para alguien como él representaba mucho. Cada vez que Uzumaki salía en dirección a su trabajo le enviaba un mensaje para despertarlo. Y en los dos años lejos de ése idiota rubio le habían enseñado –aún en contra de su voluntad y orgullo– a valorarlo. Ahí solo, resguardado de las miradas escépticas, sonrió ligeramente. Apenas levantó una comisura de sus labios, pero significaba un gesto bastante sobresaliente. Desistió de sus pensamientos cursis y sus dedos teclearon a prisa una respuesta corta.

«De: Sasuke Uchiha. Título: ninguno

Buenos días, ¿desde cuándo tan madrugador, dobe? ¬¬»

No esperó respuesta, apagó el aparato y lo dejó nuevamente sobre el buró. Sabía que Naruto no le contestaría hasta la noche con un; «Todo bien, descansa». Bajó de la cama, caminando directo al baño, necesitaba una ducha antes de prepararse para su primera clase. En el trayecto miró la fecha de su calendario.

No podía creer que habían pasado dos años con la misma rutina.

Medio hora después, listo para iniciar su jornada, entró a la cocina para preparase el desayuno. Mientras esperaba su café un maullido y un ronroneo atrajo su atención, miró a sus pies y sintió la cabeza del regordete felino frotándose contra su pierna. ¡Cierto! Debía darle comida al gato. Su único compañero desde que lo iba a visitar a su balcón. Sacó una lata de atún y vertió una porción considerable en el recipiente. Colocó el platito en el suelo, y en esa misma posición –cuchillas–, pasó su mano sobre la cabeza del minino. Cuando acariciaba el suave pelaje del gato recordaba el cabello rubio de Uzumaki. Muchas veces antes lo había hecho; cerrar los ojos e imaginar que Naruto estaba acostado a su lado, a unos centímetros de él, y no a kilómetros de distancia. Patético. Jamás admitiría que ese abrazo ilusorio lo reconfortaba. Al igual que sentir sus labios sobre los suyos, sus brazos rodeando su espalda, esas sonrisas tontas o el calor de su cuerpo.

Mordió su labio al sentirse vulnerable. ¿Quién imaginaria que él tendría ese tipo de sentimientos? Sólo Naruto. Los demás no le importaban.

Muchas veces, durante ese tiempo, estuvo a punto de escribirle: «¿Puedes venir?» Pero su gran orgullo no le dejaba finalizar la frase, al final siempre acababa enviando un mensaje en blanco. Y aún sin una sola palabra, Naruto le marcaba y le decía que iría a verlo.

La ultima vez no pudo evitar sonreír l terminar la llamada.

Sin embargo, recientemente los mensajes habían disminuido, los días en donde a cada momento Naruto mandaba mensajes para saber que hacían, comían o simplemente para insultarse, parecían haber llegado a su fin. ¿Naruto estaba cansándose de su relación a larga distancia? ¿Había encontrado a otra persona? Dicen que amor de lejos, amor de pen…pensarlo mucho. ¡No! Uzumaki podría ser un idiota hiperactivo, pero era un idiota hiperactivo sincero. Si existiera otra persona lo sabría.

Bufó molesto.

No ganaría nada pensando suposiciones tontas, debía darse prisa para llegar a su clase.

.

N&S

.

Naruto limpió el sudor de su frente con el brazo, escuchó la alarma de salida dando por terminada su jornada laboral, trabajar en la industria de la construcción era pesado, sin embargo la paga reducía el dolor físico. Recogió sus cosas dispuesto a ir directo a casa y tomar un merecido descanso. Al salir sintió la vibración de su móvil en el bolsillo de su pantalón, lo sacó a prisa y leyó de manera rápida.

«De: Sasuke Uchiha. Título: ninguno

Descansa, usuratonkachi»

Dos palabras que le hicieron sonreír, y sentirse culpable al mismo tiempo.  

Sus constantes mensajes con Sasuke habían disminuido. ¡Una acción inverosímil! Casi tenía que amarrarse las manos para no sacar su celular y enviarle un mensaje, o llamarlo y escuchar su voz. ¿Por qué? Porque decidió –y prometió a sí mismo– que haría lo suficiente para reducir la distancia que los separaba. Gracias a su arduo trabajo consiguió el dinero suficiente para alquilar un cuarto en la ciudad, estudió como loco para entrar a una universidad cercana a la de Sasuke y con ayuda de la beca reduciría los gastos.

Además, confiaba en Sasuke. Aunque la preocupación por saber que cada semana una chica le declaraba su amor al pelinegro le estrujaba las entrañas, confiaba en él. Sólo necesitaba una semana más.

Siete días y lograría su objetivo, valdría la penas su abstinencia de contarle la noticia a Sasuke.

—Estaremos juntos-ttebayo.

Y sonrió.

.

N&S

.

El viento sopló fuerte, removiendo con insistencia sus mechones brunos, recargó sus brazos sobre el barandal de su ventana y observó la imagen urbana de la ciudad. Vivía en el tercer piso y aquella vista le agradaba bastante, al grado de pasar sus tardes libres en la misma posición. Sin embargo unos cuantos gritos le hicieron mirar hacia abajo, encontrándose con un camión de mudanzas, dos hombres sacaban algunos muebles, gritaban entre ellos para cargarlos y entraban tambaleándose. Al parecer un nuevo inquilino acababa de mudarse. Recordó que el único apartamento disponible estaba al lado del suyo. ¿Qué clase de persona sería su nuevo vecino? Jamás fue curioso ni entrometido, aunque las pertenencias de aquél recién llegado le parecían peculiares. ¿Una caja de ramen instantáneo? ¿Quién tendría tan pésimo gusto culinario? Sólo conocía a una sola persona, y pensar que otro sujeto compartía ese mismo gusto le causaba dolor de estómago. Frunció el ceño y apretó los labios.

Dobe.

Aquél idiota tenía una semana sin mandarle un maldito mensaje. Y peor aún, cada vez que intentaba preguntarle, desistía al segundo. ¿Cómo era posible? Ahora solo deseaba tenerlo frente a él y darle un puñetazo en la cara por sacar aquél lado indeciso de su personalidad. Su humor empeoró. Observó nuevamente la mudanza, sin inatención de parecer un buen vecino, no perdería el tiempo presentándose a un tonto que no tenía ganas de conocer. Cerró la ventana de un tirón y se recostó sobre su cama con la intención de dormir tempano, pero el sonido de algunos golpes en la puerta interrumpieron su cometido. Fastidiado abandonó su habitación, yendo en dirección a la entrada.

—¡Voy!

¿Quién podría ser? No esperaba a nadie, y el insistente golpeteo comenzaba a irritarle. Sasuke abrió de golpe, preparado para mandarle una cruda mirada al individuo que osaba quebrar la madera de su puerta, aunque ni siquiera pudo soltar la primera palabra cuando el sujeto saltó sobre él para abrazarlo con demasiada fuerza. Estuvo tentado a golpearlo, pero al identificar esos inconfundibles cabellos rubios se dio por vencido. Sus propios brazos parecieron tomar vida propia y apretaron la espalda de Naruto, juntado más sus cuerpos. ¡A la mierda su orgullo! Había extrañado el calor de ese imbécil.

Naruto lo soltó, solo para mirarlo directo a los ojos; azul y ébano se encontraron, y no requirieron de las palabras para decir lo que sentían. Ninguno de los dos perdió la oportunidad de unir sus labios en el primer beso de la tarde. No dentro de un sueño o un anhelo, sino la realidad. Una realidad que les daba la oportunidad de estar reunidos otra vez.

—Estoy en casa, teme.

—Bienvenido, dobe.

Uzumaki rió, y entre algunos tropezones ambos entraron al pequeño apartamento. El rubio observó el sillón a su alcance y no dudó en llegar hasta éste y dejarse caer; él sobre Sasuke. Uchiha quiso protestar, pero tenía una pregunta más importante.

—¿Qué haces aquí, Naruto?

¿Sería sólo una vista?

Uzumaki no dejó de sonreír.

—A partir de hoy soy tu nuevo vecino. ¡Tendrás que soportarme!

Sasuke no comprendió al momento, requirió de unos cuantos segundo más para salir de la impresión. ¿Vecino? ¡Vecino! El rubio asintió, y sin necesidad que más preguntas por parte de Uchiha, comenzó a explicarle sus planes; sobre sus ahorros y el examen de admisión a su nueva universidad. Aunque no pudo escapar del golpe que Sasuke le dio cuando éste entendió la razón de sus escasos mensajes. ¡Y él preocupándose por cosas absurdas!

Sin embargo no puedo evitar sentirse plenamente feliz al saber que finalmente estarían juntos, tal vez no en la misma casa… ¿Pero qué importaba? ¿Qué era una pared de diferencia comparada con varios kilómetros?

Nada.

Y Sasuke volvió a sonreír, sin importarle que Naruto lo observara, porque el rubio también lo hacía.

No más mensajes, no más correos de voz o video llamadas… Su relación a larga distancia por fin había terminado.

Fin

Notas finales:

Si te ha gustado esta historia pasa a votar al blog de FeelGoodYaoi. Cierre de votación el día 3/01/14


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).