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La loca familia de mi novio por kazukichanlove

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Notas del fanfic:

Hola queridas lectoras. Vengo a traerles una idea que me han pedido varias de mis fans una vez que se los comenté y aquí está. Les aseguro que les va a encantar. Como mero  requisito, los personajes de este fic pertenecen a su respectivo autor, pero algún día los tendré y haré yaoi en masa. 

Notas del capitulo:

Aquí les dejo el primer cap. Espero les guste y dejen muchos pero muchos  reviews con sus opiniones :D. A leer se  ha dicho. La narración corre por cuenta del sexy Suzaku.

Me removí incomodo desde mi posición y murmurando cosas inentendibles entre sueños, fruncí el ceño al sentir una molesta luz en mi rostro una y otra vez. De pronto un dulce aroma a café recién hecho inundó mis fosas nasales haciendo que me levantara como resorte y olfateando aun con los ojos cerrados. Me incliné un poco más alcanzando el aroma hasta que me fui hacia adelante y me estrellé contra el piso.

r13; ¡Jajajajajaja! ¡Suzu-chan, parecías un cachorrito buscando un hueso! ….

Fruncí el ceño y me paré buscando por el lugar al causante de la risa y del comentario  nada gracioso para mí. Ahí estaba la persona que se burlaba de mí, mi muy querido amigo Gino Weinberg, parado al lado de la cafetera sirviéndose una taza del humeante y sabroso líquido.

Gino es un chico muy alto y medio fortachón, de cabellos rubios en puntas cortas y pequeñas trenzas largas, de tez ligeramente  bronceada y ojos azules. Muy alegre y carismático, pero con una fama de casanova rompecorazones tan grande como el planeta Júpiter.

Por mi parte, mi nombre me llamo Suzaku Kururugi, tengo 27 años al igual que Gino,  soy alto también pero un poco menos fortachón que Gino, mi cabello es castaño y corto, mi piel es un poco más bronceada y mis ojos son verdes.

Gino y yo somos médicos, Gino es obstetra y pediatra mientras que yo soy cardiólogo y neurólogo, trabajamos en el hospital privado de Tokio, que es propiedad de mi familia. Gino y yo nos conocimos en el colegio de medicina, casualmente fue mi compañero de habitación y nos hicimos excelentes amigos. Éramos la pareja ideal según los profesores y demás médicos por la buena mancuerna que hacíamos en las prácticas, en fin somos un equipo invencible. Fuimos entrenados por Toudou Kyōshirō, una leyenda en el ámbito de la medicina y el mejor amigo de mi padre, actualmente es él quien dirige el hospital.

Nuestro  día a día es bueno malo y demás: pacientes llegando, viendo de todo, pero aun así amamos nuestra profesión.  Aunque provengamos de familias millonarias-y de que no sepa mucho de la familia de Gino-, acogimos una muy noble profesión.

Como ahora que se burla de mí, mi turno había sido muy largo junto al suyo y me estaba durmiendo en el sofá de nuestra área de descanso.

r13;Suzu-chan te serviré un poco de café, pareces un zombi.

Gino me sirvió una taza humeante y le agregó dos cucharadas de azúcar junto a dos de crema, justo como me gusta, para después dármela.

r13;Gracias, Gino, de verdad la necesito.

r13;Claro, porque si no espantarías a cierta personita.

Le di una mirada fea al igual que un suave rubor cubría mis mejillas, bebí un poco mi café pensando en que diría para no meter la pata porque Gino es una persona muy diestra en el arte del albur y siempre me agarraba de burla.

Escuchamos unos leves golpes en la puerta y Gino murmuró un suave adelante dejando entrar a nuestro grupito de enfermeras las cuales eran las únicas que nos caían bien y las únicas que sabían trabajar con nosotros. Gino y yo trabajamos con dos cada uno:

Gino trabaja con Nina y Milly: la primera tiene el cabello negro y rizado, la piel blanca y ojos  oscuros, es bajita, delgada y usa lentes. La segunda es alta y de un cuerpo escultural, tiene el cabello rubio caramelo, la piel blanca y los ojos azules.

Conmigo trabajan Kallen y Shirley: la primera es alta y de buen cuerpo, tiene el cabello rojo en puntas, la piel blanca y los ojos color aguamarina. La segunda es alta y con buen cuerpo también, tiene el cabello color rojizo anaranjado y muy largo, la piel blanca y los ojos en color miel.

Todas ellas buenas enfermeras, algo locas y uno buena horda de fujoshis bien hechas. Junto a ellas venían tres médicos más: Lloyd, Cecile-san y Anya. Lloyd es cirujano plástico, Cecile-san es traumatóloga y Anya es inmunóloga. Todos éramos una familia y nos queríamos como tal.

r13;Le trajimos los reportes de sus casos, Suzaku-sensei, ya están ordenados- Shirley me pasó las carpetas y las hojeé levemente mientras me tallaba los ojos. Vaya que si estaba cansado.

r13;Suzaku-kun, deberías irte a descansar, tuviste un turno muy pesado hoy- Cecile-san siempre se preocupaba por mi como si de mi madre se tratase. Le miré con cansancio y asentí. La verdad estaba muerto de sueño, quería irme a dormir a casa. El teléfono resonó y la primera en atenderlo fue Anya, terminé mi café y después Anya me miró con un rubor algo difuso en sus mejillas.

r13;Suzaku-kun, te buscan en la recepción.

Fui víctima de una horda de vapuleos y chillidos por parte de las mujeres presentes. Me paré con rapidez de mi asiento y salí veloz hacia la recepción donde me estaban esperando. Casi me llevo a una enfermera por mi carrera apresurada pero poco me importaba, incluso dejé la opción de usar el elevador y me volé las escaleras en varios saltos, hasta que llegué a la recepción.

Ahí estaba, sentado en un pequeño sillón de la recepción y hojeando un libro de portada azul, vestido con una chaqueta color lila claro, unos pantalones oscuros y unos mocasines negros, la persona que me tenía vuelto loco, la persona que me hacía suspirar cada mañana con solo venirme su imagen a mi mente. Al parecer escuchó mi carrera y levantó su vista de su lectura para después sonreírme de manera cálida derritiéndome en un instante.

r13;Suzaku.

No me pude resistir a alzarlo en brazos y darle vueltas como si fuésemos el príncipe y la princesa de un cuento de hadas para terminar dándole un suave y demandante beso. Aunque para mí lo es. Y como no, no podía resistirme. Mi vida está completa y satisfecha gracias a mi media naranja, a mi otra mitad, y otros halagos más. Mi muy amado y sexy novio Lelouch.

Lelouch es la persona más bonita, sensual, buena, cariñosa…y creo que me extiendo pero no me importa. Lo amo más que a mi vida. Lelouch es un bonito doncel de 23 años de edad, es un poco más bajito que yo con un cuerpo delicado y muy sensual. Lelouch tiene el cabello castaño oscuro casi negro, liso hasta el cuello, su piel es muy blanca y sus ojos, como amo sus ojos, son de una tonalidad amatista oscura y brillante. Lo amo, lo amo y no me canso de decirlo ¡Lo amo!

Él trabaja en una pequeña cafetería, la cual es suya, puesto que es chef a pesar de ser tan joven. Le habían ofrecido trabajar en lujosos restaurantes pero Lelouch rechazó muchas ofertas puesto que le gustaba la ciudad y prefería los lugares pequeños.  Debido a su profesión tiene un sazón divino, amo cuando cocina ^o^

Tuvimos que romper el beso por la falta de aire y después Lelouch plantó un pequeño beso en mi mejilla poniéndome de los mil colores y haciéndome sonreir como un idiota sin bajarlo de mis brazos. Escuchamos unos  chillidos de éxtasis y me volteé con mi amado en brazos para ver a mis enfermeras, a las de Gino, a Cecile-san y a Anya desmayadas con una profusa hemorragia nasal; Lloyd junto a Gino y mi sensei ayudaban a las mujeres porque estaban inmersas en un mundo de fantasía yaoi que nadie las sacaba.

r13;¡¡Lulu-chan!! ¡¡No me engañes con este roba-donceles-bonitos!!

Sentí una infinidad de tics venirse a mi frente por el apodo de Gino, el muy bastardo aun me lo reprocha. Creo que medio me odia pero me vale un pepino su opinión. Se preguntaran por qué Gino me gritó eso y hacia un berrinche como todo niño pequeño. Ahí les va la razón: Gino y Lelouch son primos, muy cercanos para mi malestar. Esto porque Gino aprovecha cada oportunidad para toquetear a mi novio y hacerme rabiar. ¡¡Pero fue por el imbécil este que conocí a Lelouch!! Se lo agradezco pero lo odio cuando me hace enfadar.

Bajé a Lelouch con cuidado justo cuando este se vio envuelto en el abrazo asfixiante de cierto rubio garrapata. Ya tenía un florero en la mano cuando vi a mi sensei darle a Gino un fuerte golpe en la cabeza con su querido periódico.

r13;¡¡Ittai!! ¡¡Toudou-sensei eso dolió!!

r13;Es para que aprendas a no ser un pervertido- mi sensei le agitó el periódico en la cara amenazándolo con volver a hacerlo, Gino se escondió detrás de Anya mientras mi sensei suavizaba su mirada al momento en que la posaba en mi novio-¿Cómo has estado, Lelouch-kun?

r13;Muy bien, Toudou-san, he estado de maravilla- mi tierno ángel se sonrió de manera cálida provocando que muchos se pusieran en faceta pervertida pero solo bastó una de mis miradas fulminantes para aplacarlos-espero que le hayan gustado los panecillos.

r13;Estuvieron deliciosos, no le he dado ninguno a nadie, ni siquiera a mi esposa- mi sensei rió recordando lo sucedido, aunque cometió un pequeño error: Gino y yo le robamos un par de esos deliciosos panecillos de durazno que tan celosamente reguardaba en el segundo cajón de su  oficina- tienes que traerme más, porque esos no me duraron ni tres días.

r13;Está bien, Toudou-san, a más tardar mañana los tendrá.

Que tierno es mi novio. Lelouch tenía a todos en el hospital comiendo de su mano: ¡Hasta a mi sensei, el cual era la persona más dura  y severa que existe en la tierra! Pero quien podría resistirse a esa carita tan dulce que tenía, adjuntándole a sus ojitos y a su sonrisa que harían retroceder hasta al ser más perverso de todo el mundo.

r13;Luces muy cansado, Suzaku- de pronto Lelouch se giró frente a mi tomando mi rostro con sus finas y suaves manos para mirarme detalladamente.

r13;Estoy bien, Lelouch, el turno fue algo largo pero estoy bien- aunque sé que no podría engañar a Lelouch debía intentarlo, Lelouch siempre se preocupaba por mí y por todas sus personas queridas.

r13;Déjame consentirte esta vez, ahora me toca a mí- su tono no dejaba a replicas y sinceramente me encantaba cuando Lelouch me consentía. Simplemente le asentí y él sonrió demostrando su gusto por haber ganado. Los demás presentes suspiraron por la escena mientras yo rodeaba a Lelouch con una mano en la cintura.

r13;Los veo mañana.

r13;Hasta luego a todos.

r13; ¡Adiós tortolos!

Lelouch y yo salimos de ahí en dirección al estacionamiento donde estaba mi auto: un bonito Aston Martin color negro. Me adelanté para abrirle la puerta a Lelouch pero este se mordió los labios y bajando su mirada luciendo un poco incómodo. Le di una sonrisa para confortarlo sabiendo que era lo que  lo aquejaba.

r13;Todo está bien, amor, no va a pasar nada.

Él simplemente me asintió antes de subirse al auto y colocarse el cinturón de seguridad, cerré la puerta con cuidado y me apresuré en subirme al asiento de piloto. Encendí el auto y luego el auto arrancó con lentitud, el trayecto a mi casa transcurrió lento y un poco tenso para Lelouch, en todo el camino cerró sus ojos y se concentraba en respirar profundamente. Me sentí algo culpable al hacerle esto pero debía hacerlo, tenía que superarlo.

Llegamos a mi casa, bueno, más bien mi mansión la cual estaba ubicada en las afueras de  Tokio. Es una mansión de tres pisos, con amplios jardines y una piscina olímpica, parecía un bello edén. Estacioné el auto en el garaje una vez arribado por completo y Lelouch abrió los ojos una vez que  el auto paró. Me dio una mirada avergonzada y tomé su mano, la cual estaba helada.

r13;Tranquilo, Lelouch, ya pasó. Todo está bien.

Me vi obligado a soltarlo para ir a abrirle la puerta, no bien salió del auto me abrazó con fuerza. Sentí su cuerpo tembloroso y convulso bajo mis brazos, lo apreté contra mí para confortarlo, sabía lo que estaba pensado y lo entendía.  Lo guie hacia el interior de la mansión justo en dirección a la enorme cocina de estilo japonés donde lo senté en una silla y le indiqué a una de mis mucamas que me sirviera un poco de agua.

r13;Respira, Lelouch, trata de relajarte- le extendí el vaso con agua mientras este lo bebía con torpeza y de manera temblorosa. Después de que lo hizo no pude evitar envolverlo en mis brazos de nueva cuenta, minutos después se calmó.

r13;L-Lo siento Suzaku…- posé un dedo sobre sus labios parando su oración y dándole una mirada serena.

r13;No tienes que disculparte, amor, es normal tu reacción pero poco a poco lo vas a superar, ambos lo haremos.

Le di un beso a sus dulces labios y después a su frente al mismo tiempo en que despeinaba un poco sus cabellos.

r13; ¿Por qué no cocinas algo para relajarte, Lelouch? Dijiste que hoy querías consentirme.

De inmediato sus ojos violetas se encendieron con un brillo especial logrando que mi preocupación desapareciera, la palabra cocina hacia maravillas en Lelouch.

r13;Está bien, amor, ve a darte un baño y yo preparo la cena.

Literalmente volé en dirección a mi habitación desnudándome apenas entre en ella y cogiendo un par de toallas de los cajones y entrando al baño de manera veloz; abrí las llaves del agua caliente sintiendo el contacto de esta con mi piel relajándome al instante. Tomé la botella del shampoo y tomé un poco de este para frotarlo en mis cabellos, realmente no tarde en enjabonarme puesto que no quería demorarme mucho.  En menos de quince minutos ya estaba bañado y solo me restaba el colocarme la pijama. No tardé mucho en colocarme una en color verde intenso de dos piezas. Recordando un pequeño detalle que tenía guardado en mi cajón del buró, fui de inmediato ahí y lo saqué: era un pequeño dije de plata en forma de gota con una amatista incrustada. Un detalle hecho y mandado a hacer pensando en Lelouch.

Dejé que el tiempo transcurriera para darle tiempo a Lelouch de cocinar a su espacio, además de que sabía que necesitaba tiempo a solas. Miré con cariño una fotografía de ambos durante un festival de primavera la cual estaba en mi buró en un marco plateado.

Me levanté dejando la fotografía en su lugar para encaminarme con mi obsequio escondido en mi bolsillo. Bajé las escaleras con cuidado sin hacer ruido y me escondí tras el pilar ya que había visto a Lelouch dejar un tazón con una ensalada deliciosa en el comedor y un par de mucamas lo ayudaban llevando una botella de vino, copas y el platillo principal. Ellas me vieron y les hice señas discretas para que no dijeran nada, ellas sonrieron cómplices sin alertar a mi novio. Me acerqué lentamente a él mientras ellas se retiraban y después lo abracé por la cintura depositando un beso en su cuello.

r13;Me sorprendiste, Suzaku, espero te guste la cena.

r13;De eso no tengo dudas.

Lo volteé suavemente y lo besé de manera lenta y suave, Lelouch no tardó en responder ante mi beso enredando sus manos en mi húmedo cabello y yo bajé mis manos hasta ponerlas en su delgada cintura para apegarlo a mí. Rompimos el beso por la falta de aire y porque mi estómago comenzó a hacer ruido.

r13;Será mejor que cenes, debes estar hambriento.

Ambos nos sentamos a cenar los diversos platillos que Lelouch había preparado: una pasta con albóndigas y salsa roja, una fina crema de verduras, la ensalada ya previamente vista y de postre un pay de chocolate. Lelouch sabía perfectamente como consentirme, amaba cada vez que él me cocinaba. Su comida era la mejor.

Después de la cena- y de que Lelouch se cambiara de ropa por un pijama de dos piezas en color violeta- nos dirigimos a los jardines para ver la luna y las estrellas desde mi cama colgante, era obvio que Lelouch se quedaría a dormir puesto que ya era tarde. Ambos nos recostamos en dicha cama con una frazada cubriéndonos a ambos ya que la noche estaba fresca y un poco fría. Lelouch se acomodó en mi pecho y recordé el obsequio que tenía en el bolsillo. Con maestría lo saqué de ahí y de su cajita para colocárselo a Lelouch en el cuello haciendo que este se sorprendiera y mirara curioso el detalle.

r13;Suzaku, gracias pero no tenías que molestarte.

r13;Eres mi novio, permíteme consentirte.

No dijo nada más acurrucándose más a mi pecho y yo lo rodeé mientras le daba un beso en su cabeza. Sabía que a Lelouch le encantaban estos detalles, y una de mis características es que soy muy detallista.

r13;Ya casi cumplimos dos años de salir juntos, Suzaku, dos años maravillosos- Lelouch se incorporó para verme con sus ojos violetas llenos de un brillo especial y una cálida sonrisa- ¿Recuerdas cómo nos conocimos?

Le sonreí en respuesta dándole un beso lento, ese fue el día más maravilloso de toda mi vida. El día en que encontré al amor de mi vida.

Notas finales:

¿Qué les pareció el cap? No olviden dejar sus comentarios, esta es la nueva bebe y que varias lectoras me pedían luego de mencionarles la propuesta.

En el próximo cap se narra el comienzo de la vida de pareja de estos lindos tortolitos. La primera parte. No se la pierdan.

Próximo cap: El comienzo de Suzaku y Lelouch parte 1.


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