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AMORIS CAUSA por Whisperyuki

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Notas del fanfic:

LOS PERSONAJES DE HARRY POTTER PERTENECEN A J.K. ROWLING ASÍ COMO A LA WARNER BROS. ESTE FIC SE HACE SIN FINES DE LUCRO.

Notas del capitulo:

 

 

Ron tenía un amor secreto.

Así, simple y conciso.

Aunque a la descripción debería agregársele platónico e imposible.

Tenía trece años cuando le conoció. Sus hermanos parloteaban en la mesa sobre el tema que invariablemente ocupaba las conversaciones matutinas en las vacaciones, Quidditch. Mientras Percy desestimaba la banal conversación alegando sabe que cosas, los gemelos escandalosamente tiraban por la borda la velada reprimida y platicaban sobre el último descubrimiento en el mundo del balón mágico.

-Te lo digo, es el mejor que hay. Es un prodigio.- George marcaba su punto pinchando la pobre revista de deportes fuertemente.

-Naaa, yo creo que exageras.- Replicó Fred.

-Pero mira sus estadísticas.- George levantó la revista de la mesa, plantándosela en la cara a Fred, quien de un manotazo la mandó a volar y terminó estampándose en la cara de Ron, resbalando como baba para luego caer en un ruido sordo sobre la mesa, mostrando en sus hojas la razón de tanto alboroto.

La foto entre las páginas mostraba a un joven moreno y fuerte, de presencia impresionante. Alzaba su mano en señal de victoria, empuñando la snitch que había atrapado tras un vertiginoso vuelo.

Ron tomó con reverencia la revista, viendo hipnotizado la figura ambulante.

Allí estaba su primer amor.

Con cuanta ilusión espero la Copa Mundial de Quidditch, solo para mirarlo aunque fuera de lejos. Una leve sonrisa se dibujó en su rostro ante el recuerdo. Como había gastado su poco dinero en comprar cualquier objeto relacionado con él y como los guardó diligentemente, hasta esa noche en que los destruyó víctima de los celos infantiles.

En aquella época había creído a pies juntillas que lo que le había causado él era una gran admiración, luego una gran rabia al verlo con su amiga y después novia. Todos esos sentimientos revueltos fueron aclarados el día que Bill tuvo su aniversario de bodas y aquel hombre fue invitado a la celebración.

Ese día, aquella misma rabia que había sentido años atrás al verlo con Hermione, con la cual ya había terminado y vuelto a ser amigos, volvió a vivirla, pero pudo ver con claridad a quién iba dirigida. Su furia no se destinó al famoso jugador de Quidditch, sino a la mulata amiga de Fleur, quien coqueteaba con él.

Huelga decir que ese día terminó más borracho que una cuba tras la juerga que se montó ante la magnitud del descubrimiento.

A partir de entonces quedaron atrás los días de desvenarse los sesos intentado comprender el por qué sus relaciones no progresaban, de no entender que le hacía falta para ser feliz. Lástima que al descubrirlo no le ayudara ni un poco a serlo.

Mientras terminaba de llenar los reportes en los que monótonamente trabajaba desde la mañana, se auto compadeció de lo infantil e imposible de su amor. Después de todo ¿Quién era él? Un simple héroe de guerra olvidado como tantos otros, que había terminado trabajando en el Ministerio en el Cuerpo de Aurores. El poseedor de sus suspiros era otro cantar; multi-reconocido y multi-premiado jugador de Quidditch. Amigo y deseo de muchos.

En momentos como esos como deseaba seguir teniendo su vieja varita rota, para poder enviarse accidentalmente un Obliviate, y poder olvidarse de su anhelo. Porque Ron no solo había descubierto aquel día su inclinación sexual, sino también que solo aplicaba con el moreno. Muchas noches de juerga habían terminado en la alcoba de un hombre desconocido, prestos los cuerpos para tener sexo, para que su cuerpo terminara presa del pánico y asco por ser tocado por otro que no fuera él, mandando todo a la mierda, y de paso al pobre infeliz en cuestión que terminaba noqueado sin enterarse muy bien el que pasaba.

Rodó sus hombros para alejar el estrés, su cuerpo inclinado sobre el escritorio terminó por recostarse sobre sus brazos en la mesa, permitiéndose un respiro, cuando otra verdad que le irritaba se le restregaba en la cara: seguía siendo virgen.

Bueno, no virgen, virgen lo que se dice virgen inmaculado de blanco para el altar, pero sí de cierta parte de su anatomía. Eso era lo más patético de si ¡Su mente y corazón se habían confabulado para guardarse a un hombre que de seguro ni recordaba que existía en este mundo!

Merlín, ¿qué hombre a sus veintiocho años seguía siendo virgen? por favor, levante la mano ¡Oh, pero sí es Ron! Que sorpresa.

Candice, la nueva recluta y apoyo en la oficina (entiéndase, por ser la nueva le tocaban las tareas que nadie quería, como el papeleo o traer el café) se le acercó, con su labio crispado hacia arriba-Señor, el Jefe quiere verlo en su oficina.- masculló molesta por ser usada una vez más como la chica de los recados.

-Gracias.- Ron se sentó erguido al acto. Tomó sus reportes y los alineó, entregándoselos a la rubia- Lleva esto por mí al archivo ¿Sí?- No era una pregunta, era una orden, que la chica con toda su furia aceptó. Bueno, al menos una pequeña alegría malsana le causó que la chica acatara sus órdenes sin rechistar, pensó mientras caminaba a la oficina de su jefe. Tenía sus ventajas ser el brazo izquierdo del Jefe Aurores.

Aun cuando muchos creyeran que el puesto se lo había “ganado” por influencias, nada era más lejos de la verdad. Cierto era que Harry era su amigo y jefe en el cuerpo de Aurores, pero había demostrado en tiempos anteriores su valor y capacidades; así que era por derecho propio que se había ganado su lugar en el departamento. Los que pensaban que era “recomendado” le venían valiendo un bledo.

Tal como esperaba, nadie más que el moreno se encontraban en la oficina tras abrir la puerta.

Harry dio un cabezazo de saludo, que Ron interpretó después de años de experiencia. Significaba “primero cierra bien, luego hablamos”. Así lo hizo.

Esperando con paciencia a que la puerta estuviera convenientemente cerrada, el moreno lanzó cuanto hechizo silenciador conocía.

-Bien ¿Ahora que tenemos?- Sin más preámbulos Ron preguntó, sentándose en la silla frente a Harry. Las formalidades estaban de más e irse por las ramas era una pérdida de tiempo tonta.

-Vigilancia.- Fue la escueta respuesta.

Ron arqueó su roja ceja en muda interrogante ¿Una vigilancia? ¿Hablaba en serio? Bueno, sí se pedía tal hermetismo solo al cruzar la puerta era serio ¿pero en serio?

Ron ya se podía ver innumerables noches sin dormir, escondido en las sombras a la intemperie, solo…

Que depresivo estaba hoy, carajo.

-¿Y puedo saber a quién? Quiero saber que necesito llevar.- Claro, pueden ser armas de fuego muggles, o una almohada, o una revista apta solo para cierto sector de caballeros para entretenerse en esas frías noches interminables.

La dura mirada de su jefe no presagiaba nada bueno, para nadie.

-¿Recuerdas a Gellert Grindelwald y su historia?-Preguntó sin rodeos.

Poco, pensó Ron, tomando en cuenta que la clase de Historia era más la hora de la siesta, y la escueta información que había leído a la muerte de Dumbledore sobre el mago no era precisamente fiable.

-Como sabrás- continuó Harry - el hombre fue el mago oscuro más notorio en la primera mitad del siglo XX. En fin, historia vieja, hasta hace poco.- Los verdes ojos se tiñeron de preocupación –Una serie de asesinatos no resueltos en diversas partes de Europa acaecieron, con muestras de magia negra. Al principio, se catalogaron como casos aislados realizados por magos disidentes; hasta la muerte de Sven Asov.

Ronald recordó el gran circo mediático, meses atrás, tras la lamentable muerte. Asov era un prominente sueco, que fue encontrado muerto de una manera bastante horrible en su casa por su hijo, que regresaba a Suecia después de una excursión. Grandes olas se formaron por lo virulento del ataque, además que el hombre era una persona muy querida, sin antecedentes o nexos con algo turbio.

Harry abrió un cajón de su escritorio, sacando una fotografía que sostuvo frente a si, sin mostrar la imagen aún. – Esta es una copia de una fotografía tomada a Asov. La tomaron después de que el equipo de Fuerzas Especiales

Eso le llamó la atención- ¿En un caso de asesinato? Sabía que Asov haya  había sido importante, pero no tanto.

-Fue mucha la presión por parte de la familia y allegados de la víctima.- Harry le extendió la foto, compartiéndosela al pelirrojo, quien la tomó y miró tranquilamente. Mostraba el cuerpo inerte del pobre hombre de cuarenta años sobre la plancha de la morgue. Su cuerpo era una masa deforme, sus ojos estaban inyectados en rojo, sus pupilas dilatadas en una dimensión casi imposible que casi no dejaba ver el iris otrora gris.- Una escena perturbadora, por supuesto, pero nada que fuera diferente a un caso de magos oscuros queriéndose hacer notar, hasta que la miro con detenimiento. Una horrible sensación le recorrió cuando reconoció el símbolo desdibujado en la pupila izquierda: un círculo inscrito en un triángulo equilátero, los dos divididos por una línea vertical. Pronto, la mente de Ron empezó a conjeturar, viendo las posibilidades; o era lo que realmente solo Hermione, Harry y el sabían o era - El símbolo de Grindelwald.- susurró.

-Exacto.- Confirmó Harry, sonriendo satisfecho por como Ron había llegado a la conclusión tan rápido- Varias conjeturas rondaron, la más aceptada era de un grupo de neo seguidores del movimiento estaba surgiendo en Suecia. No se presentó ningún caso igual en un tiempo, así que el caso se enfrió.

-Comprensible- Pensó Ron. Los casos nuevos siempre apremiaban.-Continúa.

-Lamentablemente sucedió otro caso en Ucrania.- Dicho esto sacó otra fotografía, esta mostraba a una mujer castaña de mediana edad, conservada en magia. No mostraba signos de tortura, pero sí de violencia. -Se realizó una necropsia por estudiantes de Medimagia a una mujer indigente que había muerto semanas después de Asov. Fue por simple casualidad que el maestro, quien trabaja también como consultor  de las Fuerzas Especiales, hiciera el conjuro que lo reveló.

 -Suerte que lo notaran.- Dijo Ron.

-Cómo puedes ver, el mismo símbolo, mismo lugar. La información del descubrimiento se compartió con los departamentos de Aurores en Europa Continental, lo que revivió el caso y lo convirtió en asunto internacional. Se pidió a los países donde había casos no resueltos realizaran estudios; poco sirvió, a varias las víctimas ya no les podían hacer necropsias por el estado de descomposición, en otros los familiares se negaron.- Harry hizo una pausa para beber algo de agua- Hubo un auror retirado que empezó a estudiar el caso por su cuenta. Después de mucho indagar y desechar posibles víctimas encontró algo. Las víctimas eran diferentes. Diferentes estatus sociales, diferente género, diferentes señas. No había nada de relación entre ellos, aparte del símbolo, solo su procedencia.

Ron ladeó su cara, expectante-¿Su procedencia?

Una punzada sintió Ron, un pequeño y lejano recuerdo rondaba en su cabeza.

- Todos eran descendientes de personas asesinadas personalmente por Gridelwald en la zona de los Balcanes, para ser más precisos, sus nietos. Inclusive en la misma fecha cuando las mató, coincidía.

-Por Merlín…

- Aún hay varias personas que corren peligro. Ya se ha colocado vigilancia discreta a cuatro de las cinco personas que faltan. No se quiere que esto provoque histeria colectiva, así que todo está siendo llevado con total secretismo.

-Y supongo que la que falta es la más alejada en la fecha del “aniversario”.

-Por el contrario, es la más cercana. El Ministerio búlgaro nos pidió apoyo.- Aventuró Harry, que lucía incómodo- Es muchísimo más reconocido que las otras víctimas, y para rematar, está de gira y la fecha coincide con su permanencia en Reino Unido. Así que ya te imaginaras como están.

Búlgaro, nieto de un muerto por Gridelwald, famoso. A Ron cada vez le gustaba menos esto. Un horrible presentimiento surgió- Por favor, dime que no es quien creo que es.-Rogó Ron, parándose abruptamente de su asiento, palmeando con fuerza el escritorio mirando fijamente hacia Harry. No le importó verse desesperado ni el tono de ruego que impregnó su voz.

Harry se revolvió en su silla, desviando su mirada, sin atreverse a ver a los ojos de Ron-Es Viktor Krum.

Ron se dejó caer en la silla, abatido.

-Sé que no te agrada, pero confió que podrás cumplir la misión, Ron. Solo en ti puedo confiar para esto.

Los sentimientos de Ron entraron en conflicto. No sabía qué hacer. Por un lado, aunque Harry sabía sobre su preferencia, nunca le había dicho quién era la persona que, bueno, eso. No era momento de confesarlo, Harry pensaría que estaba inventando una excusa para escabullirse del trabajo. Aparte que con los antecedentes que tenía con el moreno no iba a ser muy creíble tampoco. No podía defraudar a Harry, no de nuevo por un sentimiento no correspondido.

-¿Cuándo empiezo?

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado.

Esta historia me ha dado vueltas y vueltas la cabeza, al grado de interferir en el seguimiento de otras que tengo pendientes.Comentarios y rechiflas, plis, denle en review.

Usagi lo subo en un rato más, gracias por su paciencia.


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