Después de haber derrotado a Smaug tenían que deshacerse de él y vaya que no era una tarea que cualquiera quisiera hacer, sino que su grado de descomposición transcurría tan rápido que a los pocos días el olor comenzaba a hacer estragos en la ciudad.
- Aghhh el olor es horrible- se quejaban las señoras de la ciudad mientras tapa su nariz con una mascara
- ¡BILBO! – gritó Thorin desde el frente de la fila que sus hombres creaban alrededor del dragón. Abriéndose paso entre los aldeanos que querían “ayudar”; cosa que no era en lo más mínimo cierto, era más bien para quitar algunas joyas y monedas de oro de la piel del dragón, pero uno de los que lo logro había enfermado desatando el rumor de una maldición de que si uno trataba de tomar algo de la piel fétida del dragón la maldición caería sobre él
- ¿S…sí?- pregunto tembloroso mientras se abría paso entre la gente- con permiso….con permiso, abran paso- al llegar vio la horrible escena, inmediatamente dio la media vuelta. La piel roja había desaparecido ahora era negra como la noche, esos ojos amarillos como el oro eran grises como las lomas de los cerros arrasados por el fuego. Escudo de Roble sonrió de lado
- Bilbo- pronuncio su nombre en un tono melódico, el hobbit se abrazo a sí mismo y tembloroso giro la cabeza para por el rabillo de su ojo ver al moreno
- ¿qué sucede?- su voz se quebraba, sabía hacía donde iba todo esto
- En todo nuestro viaje Gandalf nunca se canso de decir una y otra vez que los Hobbits eran muy rápidos y escurridizos ¿verdad?- el castaño asintió
- En efecto, lo somos. Lo pudiste comprobar cuando traje la piedra de regreso conmigo- seguía temblando
- Pues bien has de nuevo honor a tus ancestros y colabora a limpiar esto- Killi se acercó a él y le dio un cubre bocas y una escoba
- No…yo no, yo…- miro de arriba abajo sus nuevos compañeros de trabajo
- ¡QUÉ TENGAS BONITO DÍA!- los demás dejaron sus cosas y se dirigieron a la taberna para poder festejar de nueva cuenta la victoria sobre el Dragón y que al fin pudieron recuperar su morada.
- Si…claro, gracias Gandalf, gracias- se coloco el cubre bocas, contemplo la escoba y trato de empujar al gran dragón hacía lo profundo del bosque donde pudiera hacer una zanja y soterrarlo – no creo que deba… ¿cortarlo? No…Bilbo, tú no eres una bestia, debe de haber una manera en la que puedas solucionar las cosas- se le quedo mirando al gran pedazo de carne durante unos instantes - ¡Por las barbas de mi abuela!- le dio una patada sin pensarlo y reaccionando con temor a que pudiese explotar, pero nada sucedió.
- Vaya, si que está duro y frío…Smaug…-recordó todo lo sucedido hace días atrás, esa conversación, como se pavoneaba con el oro…su pecho lleno de joyas, sus ojos… ¿qué estaba pensando? Era un dragón, por los cielos.
- Soy fuego…soy muerte- se escucho provenir del cuerpo inerte en un susurro casi ahogado por la muerte, lastimero – soy muerte…soy- era imposible , alguien le jugaba una broma, el gran dragón estaba muerto el había visto como la flecha atravesaba su corazón como descendía del cielo en picada para su muerte
- ¡Sal de ahí, no es bueno hacer bromas! – de nuevo se escucho “soy muerte” – se acerco a la altura del hocico de la bestia, tenía sus ojos abiertos, la sangre se le helaba al ver hacía el interior de la pupila sin vida - ¿Smaug? – pregunto temeroso y con un nudo en la boca del estomago – lo miro por unos instantes pero nada. Se dio al media vuelta y se recargo en el reptil
- Lo siento, no quería que las cosas acabaran así…- sin darse cuenta las pupilas grises se volvieran doradas, el corazón comenzó a latir haciendo que Baggins se girara asustado -¿SMAUG? – un fuerte gruñido lo dejo sordo por unos segundos , el dragón alzo su cabeza , desplego sus alas envolviendo su cuerpo, un gruñido más y todo acabo
- Soy fuego….soy muerte, Bilbo Baggins- se escucho dentro del bulto que se dejaba ver en medio del bosque. Atardecía y pudo ver gracias al ocaso de nuevo esa escasa piel roja de nuevo, con tonos de oro en ella. Poco a poco abrió sus alas y dejo ver un cuerpo humano con alunas partes de dragón, su cabello negro con destellos rojizos y unos ojos dorados penetrantes.
Cayo de sentón, temblaba. Smaug a gatas por su débil cuerpo se aproximo a él, olfateando el miedo que su presa sentía, hasta que lo acorralo contra un gran arce, sus manos parecían garras por sus enormes uñas negras, algunas escamas cubrían su delgado y fino cuerpo. Pendientes colgaban de sus lóbulos, cadenas de oro pero sus ojos eran las joyas más hermosas que había visto en toda su vida.
- No, me mates…yo, yo no quería que- lo tomo de la cara , hundiendo sus dedos en las mejillas del otro
- ¿crees que iba a morir sin antes darle una lección o la muerte al culpable de sacarme de mi montaña? No, Bilbo Baggins, no morirás sin antes pagar- alzo su mano izquierda y junto sus dedos formando una especie de flecha con ella. El rubio apretó sus ojos por el temor, sudaba frío… ¿había acabado? Abrió sus ojos y vio como Smaug contenía su risa
- ¡eres un cobarde! – lo soltó del cuello de la camisa , temblando y tratando de respirar , de no llorar- tranquilo, no te mataré, solo que serás mi sirviente , serás mi esclavo-
- ¿cómo tú?- lo señalo
- No por nada soy un dragón, cuando muere mi cuerpo original tengo el poder de ser humano como cuando una vez lo fui, hace muchos soles atrás, está es una de mis formas, lo que mataron fue mi contenedor. No te preocupes no puedo hacer daño, pero no puedo ser completamente un hombre, sino un mitad dragón, espere a que te enviaran a mí y aquí estás. Pagaras en vez de esos enanos- introdujo su cola por debajo de la ropa del hobbit , jugando con su vientre
- ¿qué? ¿qué haces? – bajo por su entre pierna y enredo su cola en el sexo del rubio , con la puna de su cola la introdujo en el pequeño orificio , haciéndolo gemir y cubrir su boca
- No querido Hobbit, déjame escuchar tu voz- saco su cola y con ella inmovilizo las manos del pequeño
- No, no…por favor Smaug- extendió sus alas y el rodeo con ellas, con sus manos libero el cuerpo del hobbit de su ropa, dejando ver todo lo que había imaginado en esos días. Exhalando humo por su boca y nariz se acerco, el olor a quemado envolvió sus sentidos, haciendo que jadeara cada vez más , olía a hojas de maple quemándose
- Smaug…- chillo haciendo que lo tomara de la cara y lo besara con demanda, que tenía que ser pagada por su traición – me intoxicas…- se despego de él para que sus pulmones pudieran respirar aire puro
- Soy fuego, recuérdalo- rió bajo, exponiendo esa hermosa sonrisa que lo caracterizaba. Smaug se despojo de sus ropas e hizo que Bilbo quedara en cuatro, bajo hasta su entrada y con lengua un poco larga y puntiaguda comenzó a lamer, succionando una y otra vez
- No…deten…-introdujo un dedo, despacio sin herir, en círculos para dilatar la entrada, cuando vio que el otro no se quejaba ni apretaba los dientes deslizo el otro dedo. Sin querer, Bilbo comenzó a mover sus caderas
- Dices que no y mira como tu culo se mueve para pedir más- las mejillas del rubio estaban rojas, con unas lagrimas de placer gimió mas. Se enderezo y tomo su falo, comenzó a masturbarse a si mismo, viendo como el ano del oro se contraía demandando que alguien lo profanara
- Por favor…- suplico y levanto mas su trasero haciendo que el dragón se relamiera los labios. Se puso sobre él y comenzó a llenarlo de besos en los labios, distrayéndolo de todo…
- Relájate, si te tensas mas dolerá mas
- ¿no soy al único que se lo has hecho, verdad? – frunció su ceño en expresión de enojo
- Bilbo…- introdujo su miembro, dejando que poco a poco se domara al gran tamaño, al gran miembro de Smaug. Cuando vio que su compañero se destenso comenzó a penetrarlo con largas y profundas estocadas, hasta que su ser pidió más, dominar aquel cuerpo tan pequeño que sus alas cubrían, aumento la velocidad sujetándolo de los brazos para que su espalda se arqueara y le permitiera llegar mas profundo, lo consiguió, tocando su próstata , un gran gemido se dejo escuchar por todo le bosque
- ¿quieres que nos descubran?- lo miro de reojo
- No…no…- mordió sus labios para esconder la excitación que salía de su cuerpo pero el otro no le daba tregua alguna hasta que se corrieron
- Eres tan apretado Bilbo…- lo rodeo con sus alas y lo abrazo
- C…claro, soy…¡era! Virgen ¿qué querías? –
- Hobbit, tranquilo…- ya casi era de noche, las luces poco a poco se dejaban ver en la ciudad
- ¡Thorin! – recordó que no había llegado al bar, así que pronto irían por él. Al escuchar ese nombre Smaug gruño , abrazando fuere a su presa
- ¿por qué te preocupa tanto ese enano?
- “ese” enano, es un amigo, ha salvado mi vida, y es un buen amigo. No hay tiempo para explicaciones, debes ocultarte, vendrán por mi- ambos se vistieron
- Quiero que te quedes alejado de él, Bilbo- arqueo la ceja
- ¿cómo? Si somos amigos- se acerco a él y lo acorralo de nuevo, exhalo humo por su nariz
- Y tú eres mi esclavo , recuérdalo- inhalo ese dulce aroma a temor que causaba en el pequeño, cuando pego su cuerpo a él pudo sentir la erección que el gran dragón tenía en sus pantalones
- Está bien, pero ve y escóndete, no quiero que te maten
- Si eso no paso una vez, no habrá una segunda- Smaug emprendió la retirada pero sin dejar de vigilar a su víctima. Unos minutos después todos los enanos llegaron
- ¡BILBO! ¡BILBO!- se dejaron ver las linternas de aceite, el teatro comenzaba, cuando todos llegaron a rodearlo se quito el cubre bocas y calvo la pala en la blanda tierra
- Uff…ha sido el peor día de mi vida- se limpió el sudor de al frente
- ¡por mis barbas! ¿has podido tu solo mover semejante cadáver? – grito Dorin
- Bueno, si…supongo- desde las alturas el dragón los vigilaba
- Nuestro hobbit merece una buena fiesta- todos se llevaron a empujones al pequeño quien preocupado miraba atrás hacía los arboles
- ¿algo anda mal Bilbo?- el otro bajo su mirada del cielo hasta al altura de la de Thorin
- ¿qué? No,no- se unió a la fiesta sin ánimos
- No ¿eh?- Escudo de Roble espero que todos se alejaron lo suficiente y miro hacía la copa de los arboles del bosque. Los ojos dorados se posaron en el enano, entrecerrándolos.