Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Alter Ego. por Agatha Shadiness

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. 

Advertencias: OOC. UNIVERSO ALTERNO. 

 

Alter Ego.

 

Primera parte: Joey.

Hoy, el sol brilla con contagible ternura, las precarias sombras de las bancas en tu preparatoria apenas dan un poco de alivio fresco. Y te repito lo de hace diez segundos: ¡Hace un calor de los mil diablos!, se trepa por la cabeza, sube y sube y sube como la temperatura en los cuerpos y se atora en la sien. Maldición, hierve como lava.

Entras despacio al salón con tu característica pose altiva y segura, barbilla en alto, espalda completamente recta, mirada despectiva y la mano derecha dentro del bolsillo del pantalón, con el índice hacia fuera para asegurarte poderío, mientras que la izquierda sujeta fuerte y a la vez suave tu costoso maletín. La escuela no es ni la mitad de lo que te mereces, no es ni un cuarto, ni un quinto siquiera. De hecho parece una porquería, una preparatoria para clase baja, zarrapastrosos y pulguientos que no tienen bocado que tragar pasada la media noche, pero tú no amigo mío, tú eres jodidamente rico. Eres tan rico y poderoso que, cuando vas al baño puedes darte el lujo de usar cien dólares como papel higiénico, sin que la necesidad lo amerité, así de rico eres compañero.

Y mira nada más, ahí, sentado en una esquina del salón está la clave de tu vida, la razón de tu estancia en este cuchitril escolar, con los cabellos tan revueltos como una maraña de estambres rubios, los ojos melados puestos en la única mugrosa ventana del aula sin intención alguna de poner atención a clase, pero qué novedad. Lo mejor es que nadie se atreve a molestarlo porque saben que es tuyo, si. Tuyo solamente y de nadie más, aquel que siquiera piense negarlo morirá lenta y desagradablemente, muy, pero muy lentamente.

Wheeler. Así se llama ese hermoso rubio delgado que te tiene hecho una fiera, quieres morderlo, comértelo, lamerlo hasta dejarlo en los huesos y luego besarlo con todo la efervescencia ardiente que llevas por dentro, pero en lugar de eso te sientas delante, justo frente a  la resquebrajada pizarra blanca, viendo entrar enseguida al resto del grupo y al maestro de matemáticas, preparas tus cuadernos y te dedicas el resto del día a ignorar la clase, como siempre. Y es que pensar que el perfecto rubio está detrás de ti listo para la acción, te pone duro a mitad de clase y no te deja terminar de estudiar, aunque para el caso es igual, te importa un soberano cacahuate porque eres un maldito genio y lo demás no necesita mucha explicación.

 

 

 

 

Hoy, el sol brilla de nuevo en lo alto del cielo,  mierda, hace más calor que el día anterior, sudas como puerco compañero. Odias sudar, te quita la perfección a la que estas acostumbrado y sobre eso también el estúpido maestro de deportes te ha pedido que participes en uno de sus inútiles jueguitos absurdos. Idiota profesionista mediocre, piensa que quitará la obesidad de la preparatoria con sus imbéciles jueguitos de pelota, ¡Espurio ingenuo!, nada de eso depende de él, ya debería saberlo ese licenciadillo de mierda. Furioso, avanzas con la pelota entre tus manos, la botas con fuerza y terminas encestando en la canasta de los rivales.

Marcador:
Equipo azul 9 puntos.
Seto Kaiba (Y estorbos del equipo rojo) 15 puntos.

Ganaste. Digo ganaron. Felicidades, eres jodidamente perfecto, ya que se lo confirmaste al maestrucho de quinta y de paso a todos los inútiles de tu grupo, puedes ir a tomarte una buena ducha, porque sinceramente apestas.

¡Oye! Oye, espera no te vayas tan rápido, mira... Mira bien a tu derecha amigo, el lindo rubio tiene sus ojitos melados puestos en tu personita, lo has impresionado semental. Anda. No te quedes pasmado palurdo, ¡Debes hacer algo carajo! ¿Qué no es lo que siempre andabas mendigando? Ayyy mi rubito. Ayy.

—Hola. — Pff. Que original, un “hola” de lejitos y un saludo con tu mano delgada, acompañada de una sonrisa muy disimulada de: Intento seducirte para que me dejes joderte. Kaiba déjame decirte: Eres una ostra en el amor.

Pues bueno al menos el rubio sonríe también y te contesta el saludo, ya es algo viejo calamar. Ahora si, a ducharte porque déjame recordarte: A-PES-TAS.

 

 

 

 

Hoy. Si, otro hoy.

Hoy el día te ha sido como una maldita loza ¿no amigo?, te ha ido sádicamente mal. Y es que, después de un día de mierda en la escuela, pues tu rubio no fue a clases por motivos que desconoces (aunque algo me dice que ya investigarás), te esperaba el trabajo acumulado de días enteros, juntas y más juntas, dolores de cabeza, enojos, frustraciones, bajas ventas, corporaciones que compraron algunas partes de tu empresa y....mmm paremos ahí porque ya hasta yo tengo dolor de muela.

Y ahora sí, ha descansar como Dios manda, en tu camita, con tu hermanito menor acariciándote el cabello, porque sólo él te consiente en todo el mundo, por eso lo adoras. Es el único que sabe cómo tratarte.

—Seto deberías comer algo antes de dormirte, te vez un poco pálido hermano.

Oh sí. Moki es lo único que vale la pena en tu vida, casi lo único, tu  rubio también cuenta. Pero Moki es tu hermanito menor él siempre ha estado contigo, nunca te traicionara, lo amas como el hermano mayor que eres y lo cuidas mejor que uno, le sonríes con cansancio, te sientes un poco mal. No, no un poco mal, mareado y con nauseas, para qué me mientes si yo te conozco mejor que tú mismo, ¿eh? No hay nada que me puedas esconder.

—Seto— Te llama tu hermanito, pero ya casi no lo escuchas. —Seto...llamaré a un médico.

Y lo último que sabes es que la conciencia ha quedado relegada a la oscuridad. Moki, aunque tú no lo veas, se asusta y llama a los sirvientes, ellos te cuidaran mientras él va por un médico.

Y adivina qué compañero, debiste hacerle caso a tu hermanito, resulta que olvidaste comer desde hace tres días y ahora tienes una anemia del demonio. Serás idiota.

Eres el único idiota ricachón que conozco y se está muriendo de hambre.

Anda Kaiba, despiértate y come algo.

 

 

 

 

Hoy. Hoy si es jodidamente mal día, la cabeza te da vueltas, parece carrusel descompuesto. Te punza un brazo y yo te diré por qué, has tenido una intravenosa las últimas seis horas, el doctor le dijo a tu hermanito que estabas deshidratado y tenias anemia, aún no es grave, pero debes comenzar a comer mejor, para el caso que harás amigo. Lo más seguro es que te pases las recetas medicas por donde mejor te parezca y regreses a tus hábitos de trabajólico imparable. Haya tú y tu esqueleto, luego no vengas a llorarme a mí.

En fin, te quitaron la dichosa agujita hace como una hora y dijeron que tardarías uno minutos en despertar, pero bella durmiente, te seguiste de largo. ¿La espalda?, oh si, estás entumido porque no estás acostumbrado a dormir tanto tiempo, apuesto a que si te paras en este instante tus piernas se hacen de gelatina y te vas de bruces al suelo. Oye, afuera hay alguien tocando la puerta, lo más probable es que sea tu dulce hermanito que viene a ver cómo te sientes, di que estas mejor porque si no él se va a preocupar más y eso Kaiba no puede ser. Tu hermano antes que nada recuérdalo.

—Pase. —Eso, contesta con seguridad, como que no te duele nada. Ese es mi Seto.
—Hola— La vocecilla que saluda no es la de tu hermano, es la del chaparro de tu salón, un tal Mutho Yago, nonono....Yulo... ¡No amigo! Has memoriam, ¿para qué te sirve ese cerebruto? ¡Yugi! Eso es, Yugi.
—Yugi — ¿Como que últimamente pareces un clon mal hecho de eco no? Osea, pudiste haberle preguntado qué  quiere y sólo repites su nombre como epígrafe santo, ¿qué te pasa Kaiba, se te están carbonizando las neuronas con la PC?
—Buen día. ¿Cómo te sientes?
—Perfectamente, no sé porque aún me tienen aquí. — ¿Oye amigo, es esto lo que pienso?, eres perverso Kaiba. Tú sabes que ese enanito es amigo cercano de tu rubio ¿verdad?.... ¡jo, jo, jo! Túsí que sabes cómo hacerla campeón.
—Seguramente podrás salir en unas cuantas horas, quería dejarte este presente, es de parte del grupo. — Mira nada más el tal Yulo te ha dejado una canasta de dulcecillos sobre el buro de tu derecha.

¡Eh! No seas tacaño y compárteme, sabes que amo los chocolates.

 

 

 

 

Hoy. Uff, cuánto tiempo ha pasado desde el último hoy. Mira nada más como avanzan rápido las cosas, eres bien amigo del tal Yu…Yu…. Eh,Yu….Yu… ¡No te burles que tu mala memoria fue contagiosa!, tonto. Bueno ese no es el punto, ahora como estás cerca del chaparrón ese, puedes estar cerca del rubito, que aunque no te habla mucho te voltea a ver muy seguido. Y no sabes compañero, el rubio te come con la mirada, en especial cierta parte baja de la espalda.

¡Epa!, no te me sonrojes, ni que tu no le husmearas el aquellito cada vez que puedes. ¿Qué soy vulgar?... ¡Tu madre!....Me importa poco si no tienes.Naca tu cola. Maldito malagradecido yo tantos ánimos que te doy.¡Y encima termine perdiendo mi tiempo al investigarte el rubito para ti!…

Ahh. ¿Con que ahora si te agrado eh? ¿Y quieres saber qué investigué? Bueno, pero sólo porque estás más bueno que el pan. Burro Kaiba.

Pues veras, el rubio, tu rubio bonito, trabaja por las tardes en una cafetería como mesero, la paga es mala y no le alcanza ni para comprarse un jodido desayuno decente. Si menso, como esos que tú desperdicias diario. Luego, no tiene hermanos, hermanas, tíos, sobrinos, padre, madre ni perro que le ladre. Esa susodicha lo abandonó de bebe, su padre se suicidó, tenia depresión, que por cierto lo llevó a la locura y además era un perezoso alcohólico, lo único que hacía era pegarle tremendas golpizas al rubio que lo mandó un par de veces al hospital. Uff. Eso de haberle quebrado un brazo con un bate, ¡maldito gordo! Ojalá se pudra en el infierno. Si, ya sé compañero, si pudieras lo harías pagar caro. Lo sé, lo sé.

Pero bueno, eso no es todo. ¡Eh! No te sorprendas, que el pobre amiguito no ha tenido una vida nada fácil, así que mejor acomódate bien bonito en tu asiento caro de ésta oficinilla linda que tienes, porque esto va para laaargo.

¿En qué iba?, oh si, tenía una hermanita menor, una tal Serenity, creo. Total, esta chamaca era su adoración, le tenía harta estima, era su única razón de ser. Si Kaiba, como Moki para ti. A ver, luego se supone que la chiquilla salió melindrosa y no le gustaba estar en casa, decía que veía a su padre sentado en la sala, ya sabes compañero, eso de la locura es hereditario y pues la tal Serenity ya hasta lo alucinaba.  Así que se iba a caminar a un parque. Y ya sabrás, ahí estaba ella en la acera sin prestar atención a los autos, un conductor ebrio se subió en la banqueta y pues ahí quedó la pequeña Serenata, esparcida entre el parque y la calle frente a su apartamento, creo que hasta las tripas tuvieron que recoger con pala.

Respeto para los muertos mis trolas. Muertos están, ni modos que vengan a jalarme las patas, muertos se quedan. Pero carajo, no te ofendas, que no creo que tu ex-futura-difunta-cuñadita se interese mucho en ver cómo defiendes su honor. Y deja de interrumpir. Total que, para colmos de males tu rubito lo vio todo, ya te dije que no te sorprendas, este chico no la tuvo nada fácil, como te dije, lo vio todo desde la ventana de su casa, donde solía cuidar a su hermanita mientras ella tomaba sus mortales caminatas en el parque.

Ya ves, te he dicho que el ejercicio no es tan saludable como se cree, es un mito. Pero estoy divagando, porque resulta, como ya te había dicho, que el chico salió como loco a buscar a su hermanita, pero la encontró, más bien las encontró, esparcidas en la acera y bien difuntas. Pobre chico, la ha llorado como no tienes idea. Luego de eso tuvo que pasar las de Caín para darle cristiana sepultura. Pues sería tarugo, pudo haberla dejado en la fosa común ¿no?, bueno pero no quiso. La enterró con todo y ceremonia, quedó endeudado hasta el tuétano con la funeraria y de ahí su trabajo nocturno.

Sí, el rubio tiene un trabajo nocturno también, para pagar aún los gastos del funeral barniza muertos. ¿Qué te parece, a que esa no te la sabias?, ya vez como si te conviene juntarte conmigo. Ya te he dicho que no me faltan tornillos en la cabeza. ¡Ya pues! No te enojes o no terminas de oír la historia.

Y no me interrumpas Kaiba. Después de eso, el chico entró en la preparatoria, ¡Sí! Genio, apenas tenía doce años cuando todo eso sucedió, a sus quince entra en tu escuela y de ahí en adelante su vida es: Hambre, sueño, cansancio, frío, hambre, sueño, cansancio, frío…La la la, así hasta hoy.

¿Cómo que si eso es todo? ¿Pues qué quieres un cuento para dormir o qué?

Por si no lo notaste te acabo de contar gran parte del pasado de tu rubio, así que agradece como se debe.  Oye y por qué pones esos ojos raros, tienes pensado algo, ¿cierto?

Bueno, ya lo sabré luego, ¡cuando te vea montando como desaforado el lindo traserito del rubio!...

…#$&%!!!!

¡La tuya Kaiba!

 

 

 

Hoy es un buen día compañero. ¿Vas a elegir el  Mustang para ir a la cita? Wow, ni yo me la creo, la cita. Déjame decirlo de nuevo para asegurarme que es real: Vas a la cita. Por fin tu primera vez en compañía del rubio, pero mírate nada más, vestido con ropa decente hasta pareces un hombre Kaiba. ¡Qué! Tú me dijiste que ante todo sinceridad. Además, hay que admitirlo, te vez jodidamente guapo. Ese traje negro hacer resaltar tu linda piel pálida y lisa, conjunto con tu camisa azul marino y esa corbata brillante. Oye, si te sigo viendo me derretiré. Creo.

Eso es, menea el trasero mientras bajas del auto para ir por el rubio. Jeje…ya te desesperaste y has tocado la puertecilla de madera por tercera vez, paciencia,  que el rubio lo vale.

¡Worales! Y yo pensaba que te veías candente Kaiba, pero el rubio ooh… ¡oh! Creo que me cambiaré de bando. Mira nada más, quién iba a creer que semejante inocentón tuviera en su guardarropas un pantalón de cuero negro y esa camisa perlada de seda, joder Seto, no te vayas a correr sólo de verlo eh. O se te mancha el pantalón. Bueno, deja de babear como perro e invítalo a subir.

—Buenas noches Kaiba.
—Buenas noches, sube. —Ohh, que cortés, hasta le abriste la puerta, sin duda te urge llevártelo a…. No me veas así, expiras lujuria por el último de tus rincones.
— ¿A dónde iremos?— mmm, que lindo se ve con sus mejillas sonrojadas, ternurita.
—Hay un restaurant a unos kilómetros, podemos cenar ahí.
— ¿Es sencillo?
— ¿Te refieres a común?— ¡Soperutano Kaiba!, no esperarás que él este acostumbrado a tragar huevos crudos de pescado y mocos de concha, digo, caviar y ostiones.
—Bueno, para gente como yo. Emm, Kaiba es que no sé si tenga el suficiente presupuesto para cenar en un lugar lujoso. —Awwwm que lindura de niñito, Seto te juro que si no te lo comes tú, me lo como yo. Así que ponte las pilas o te lo robo, geniecillo cabeza hueca.
—No digas tonterías yo te invité y no debes pagar nada, además si hubiera lugares para que la gente como tú cene, ni siquiera yo podría pagarlos con toda mi fortuna.

1…2…3… ¡¡¡Auuuuuuu!!! Fanfarrias y más fanfarrias, ole campeón, hasta que al fin das una, ahora sí, síguele que esto se está poniendo bonito de bueno.

—Gracias. – Vez, se sonrojó.
—Iremos a donde tú desees.
— ¿De verdad?— Oh, hay ilusión en sus ojitos, hazlo feliz.
—Claro.
—Quiero ir a comprar hamburguesas.
— ¿Hamburguesas?— Pan con carne en medio Kaiba. Oh, míralo sigue con ojitos de ilusión. — Donde tú quieras.

Umm que linda cita.

 

 

 

 

Hoy, hoy, hoy…que felicidad cargas en la cara amigo. ¿Cuánto tiempo ha pasado?, días,  meses, semanas años. Uff, envejecemos amigo. Ya sales con el rubio, son unos lindos novios que pasan todos los días pegados uno de otro. Si, se dan besos, abrazos, apapachos, etc...etc.

El amor gay es bien lindo. Pero más el sexo gay, así que como decimos en mi patria: Desembucha o te destripo para ver que traes dentro. ¿Cómo que no sabes de qué hablo? Mira mugroso Kaibita no te hagas buey. Cuéntame ya, como está la cosa entre ustedes, ¿Eres tu él que va arriba o abajo?

¡Ya! Que me cuentes, para eso hasta te investigué el número de zapatos de tu rubio novio. Cómo que es privado, privado mis huevos, ¡me cuentas o ya verás!...

Oye, mira eso, tu novio está entrando a la preparatoria, ¿por qué se ve tan asustado eh? Anda ve a ver qué le pasa, porque desde aquí parece lloroso y como si alguien lo hubiese golpeado. Pero muévete mi Seto, que el pobre es tan flaquito que viene a punto de desmayarse.

A ver qué carajo le pasa. Si, pues esta golpeado, un moretón en la mejilla, golpes en los brazos, ¿pero qué demonio le sucedió?, tiene la ropa descompuesta, oye ¡Eso es sangre!, sangre viajando desde sus costillas hasta el piso donde cae casi sin sentido y ¿por qué diablos nadie hace nada?, todos se quedan viéndote con cara de idiotas, anda Kaiba, has algo.

—¡Ayúdenme!— Eso es, sostenlo entre tus brazos, que nadie diga que no lo proteges como novio devoto que eres. Grita, grita amigo, hasta que alguien te auxilie, ¡Grita Kaiba, que tienes al amor de tu vida entre tus brazos muriéndose! ¡Grita o nadie vendrá a salvarlo!

—Seto…— Ay no. ¡¿Qué es esto, por qué tose?! ¡Kaiba has algo se está ahogando, has algo o se muere! ¡Kaiba! ¡Maldición!

— ¡Ayúdenme! ¡Llamen un médico! ¡Por favor!— Oh mira, es Yugi, está asustado, tiembla como hoja al viento, se acerca un poco, ¡No! ¡Que no toque nada!

—Tranquilo— Te habla desde lejos, estúpido enano, tu rubio se desangra entre tus brazos y él te dice “tranquilo”. —Todo va a estar bien Joey. Tranquilo amigo.

A ver. ¿Por qué llama a Joey y te mira a ti?, ¿acaso ese enano perdió la cabeza?

— ¡Deja de jugar Mutho, Joey está aquí en mis brazos, desangrándose, tráiganme un maldito médico, ahora!— Eso es, ruge dragón, que hagan lo que les ordenas, pero ya o el rubio se muere.

—Amigo, ¿de qué hablas?, tú eres Joey.

— ¡Estas completamente loco Mutho! ¡Deja de decir tonterías y trae un maldito médico!

—Joey, amigo. — ¿Qué es esto, por qué el enano te mira como si hubieras perdido la cabeza? Oye amigo. Oye, todos se están haciendo circulo a tu alrededor.

— ¡Ayúdenme! ¡No se queden viendo!  ¡No pueden ver que se muere! —Sujétalo, ¡No llores Kaiba! Este no es el Seto Kaiba fuerte que puede solucionarlo todo, anda ¡Has algo carajo!

¿Oye, quiénes son esos, por qué traen una bata blanca, no será lo que estoy pensando?

—¡¡¡NOOO!!!!— ¡Qué diablos creen que hacen! ¡¿Por qué te sujetan, por qué te amarran, por qué diablos han dejado a Joey tirado en el piso sin ayudarlo?!— ¡Suélteme! ¡Suéltenme ahora! ¡Déjenme, Joey! ¡Joey! ¡Joey!

Un piquete doloroso. ¿Eso sentiste?, ¿todo se te nubla? Malditos bastardos, están dejando morir a tu rubio y tú, ¿por qué ya no peleas?, demonios Kaiba pensé que amabas más a Joey. ¡Pelea mierda!

¿Cómo qué estás muy mareado? ¿¡Y qué!? Joey se desangra, está muriendo en un charco de sangre en el piso de la cancha. ¿Es qué acaso no te importa?

¿Sueño?
¡No me vengas con tonterías!
¿Pesado?
¡Despierta!
¿Dolor?
¡Despierta Kaiba!
¿Vacío total?
¡Demonios, despierta maldición!…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).