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Impossible por sehunnie swift

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El tiempo pasaba tan efímeramente como las hojas abandonan su color verde para tomar un tono rojizo con la llegada del invierno. Piensas que no llegará o, simplemente, no le prestas atención. Pero cuando quieres darte cuenta, todo está ahí. Las cosas han cambiado y no volverán atrás. Esas hojas que antes fueron verdes y ahora son granate, no volverán a tomar su verde inicial, pues abandonarán la copa del árbol con la llegada del invierno. Como si nunca hubieran estado ahí.

Si a Sehun le hubieran avisado de que con el tiempo la misma regla era aplicada, hubiera aprovechado con mayor énfasis cualquier oportunidad que le hubiera sido brindada. Pero no se puede volver atrás y había que continuar adelante, pues otra primavera siempre llega. No son las mismas hojas que hubo en un pasado, estas nunca podrían ser reemplazadas. Pero las nuevas intentan traer la belleza de regreso, intentando tapar a grosso modo el dolor y la soledad que la partida de las otras dejaron.

Su madre siempre le dijo que el amor podía ser lo que le hiciera feliz, pero también lo que lo llevara a un pozo de oscuridad cuyo centro era un corazón roto. Pero Sehun podría afirmar a ciencia cierta que todas las caricias, sonrisas, besos robados y noches en los brazos del otro merecían la pena aquel sufrimiento. Pero, ¿realmente lo hacía?

Luhan no sabía de sus sentimientos hacia él. Y si lo hacía, Sehun no estaba al corriente de ello. Compartieron muchas cosas en un pasado, muchas cosas que hicieron que se enamorara de su hyung sin ni siquiera darse cuenta. Pero su cuerpo reaccionaba ante él: sus manos comenzaban a sudar, los latidos de su corazón se aceleraba y las palabras quedaban atascadas en su garganta.

Siempre fue Luhan quien le sacó una sonrisa cuando solo quería llorar. Pero también, siempre fue Sehun el que estuvo apoyando al otro chico cada vez que la persona con la que se había encariñado le dejaba o el que lo consolaba cuando ponían aquellas películas en las que Luhan siempre acababa llorando como un niño pequeño.

Hacía más o menos un año que las cosas habían cambiado. Las sonrisas, los secretos y el tonteo se hicieron cada vez más presentes, lo que desembocó en besos desesperados, frenéticos y en búsqueda de algo que ninguno de los dos parecía ser capaz de ofrecer. Los besos llevaron a algo más, algo más profundo y que se escapaba de los límites, algo que les estaba llevando hacia un final que ninguno de los dos pudo prever. Sehun se enamoró hasta la médula de su hyung. Pero, por su parte, Luhan nunca sintió nada, como si el otro chico hubiera sido solo un juguete que podía armar y desarmar a placer, sabiendo que siempre estaría ahí para él cuando lo necesitara. Y aunque no fuera así, el sentimiento parecía el mismo.


Muchos fueron los momentos vividos, demasiados como para poder narrarlos todos. Pero, ya fueran segundos o minutos, todos calaron en el interior de ambos, tan profundo e insondable que nunca sabrías cual es su final. Para uno, su primer amor. Para otro, su mejor amigo.

Hacía un tiempo, una calurosa tarde de verano en la que tenían el día libre que decidieron salir a dar una vuelta. El sol brillaba con intensidad, como queriendo transmitir alegría y felicidad a todos. Parecía imposible que las nubes, simples y delgadas masas de H2O, pudieran tapar aquel círculo brillante grande cuyo calor confortaba a Sehun. A veces las cosas más pequeñas y a las que menos importancia damos producen las consecuencias más grandes.

Tras discutir brevemente sobre donde podían ir, Sehun convenció a Luhan para ir al acuario. Sehun encontraba una gran belleza en los animales marinos, en la manera en la que se desplazaban y sobrevivían. Ellos no se enamoraban y no sufrían. No como él. A veces hubiera estado bien ser un pez.

Pero Luhan pronto se cansó, alegando que los animales marinos no eran lo suyo. Sin darle tiempo a cuestionar, arrastró a un confuso Sehun al coche, el cual se sentó en el asiento del copiloto a espera de donde su hyung quisiera llevarle. Tras media hora de un silencioso viaje excepto por la suave música que emitía la radio, llegaron a un lugar a las afueras. Demasiado a las afueras, pensó Sehun. Solo se veía un bosque extenderse ante sus ojos y frunció el ceño.

Luhan salió del coche y le arrastró hacia el interior de aquel lugar. Sehun quería discutir y preguntarle que qué estaba haciendo, pero se dejó llevar. Al cabo de un par de minutos llegaron hasta una enorme pradera llena de flores. Había flores de todo tipo, colores, tamaños y formas. Luhan sonrió y extendió los brazos, para luego tumbarse en aquella cuna de flores con una sonrisa que derretía a Sehun en su rostro. Sehun le siguió y se sentó a su lado.

Las horas pasaron y la conversación fue mínima, pero a ninguno pareció importarle. Perdieron la noción del tiempo y solo sus manos se rozaban.

Si alguna vez estoy muy, muy lejos de ti y me echas de menos, ven aquí. Ellas te llevarán de vuelta a mi...- dijo Luhan mientras sostenía una pequeña flor de un color rosa claro y la miraba fijamente como si fuera la cosa más bonita que hubiera visto jamás.

Y Sehun volvió. Volvió allí, aunque la mera idea fue estúpida. Pero Luhan le dijo que las flores le llevarían de vuelta hacia él. Entonces, ¿por qué no lo hicieron?

El dolor que sentía Sehun cada vez que veía a Luhan en brazos de otro hacía que su corazón se sintiera como si estuviera siendo apretujado contra el suelo. Y de alguna manera, así era. Luhan le había arrancado el corazón del pecho en carne viva, después lo había apretado, estrujado y jugando con él a su antojo, para después tirarlo al suelo y pisotearlo como si fuera un trozo de papel. Sehun intentó volver a colocarlo en su sitio e intentar reparar los pedazos. Pero, al igual que un intentar hacer un puzzle con las piezas de otro, los trozos de su corazón nunca pudieron volver a encajar en su sitio. Y aquellos picos irregulares que quedaron le desgarraban por dentro cada vez que veía la sonrisa de su hyung causada por otra persona. Quería ser de nuevo la causa de sus sonrisas y ser el que le consolara cuando Luhan sintiera que el mundo se le caía encima o que la presión le estaba destrozando.

Luhan nunca fue suyo como para reclamarlo y Sehun lo sabía. Aún así, su estúpido corazón mantenía una pequeña de esperanza que se apagó como si intentaras encender un mechero al aire libre en un día muy lluvioso. Y entonces todo acabó. No fue rápidamente, en realidad. Las cosas se enfriaron, poco a poco. Ninguno de los dos se dio cuenta hasta que la conversación entre ellos decayó a expresiones de cortesía como ''buenos días'' o ''hola''. Eso fue lo único que quedó.

Sehun se arrepentía, quería volver atrás. Pero se mantuvo alejado, pues no quería volver a sufrir. Prefería observar a Luhan de lejos, pues verlo sonreír y ser feliz, aunque fuera en manos de otro, le hacía feliz a él.

Un día cualquiera de invierno, hubo una ceremonia de premios. Sehun últimamente no prestaba atención a otra cosa que no fuera el trabajo, pues era lo único que hacía que su cerebro pensara en algo que no fuera Luhan. Le mantenía ocupado y él estaba feliz con eso.

Las cosas pasaban ante él como imágenes difusas y borrosas, sin prestar atención realmente a nada en absoluto. Supo que bajó del coche, entró en el recinto y se sentó en la mesa. Hizo como que prestó atención a las actuaciones, pero a lo único que se dedicaba era a mirar de reojo a Luhan, siempre teniendo mucho cuidado de que sus miradas no se encontraran, pues si lo hacían, sería su perdición. Siempre quedaba perdido en los ojos de su hyung, le atrapaba de tal manera que perdía la noción del tiempo. Quizás habían pasado meses o años, pero para él habían sido solo segundos los que le había mirado y eso nunca era suficiente.

Le vio sonreír y aplaudir. Sehun elevó las comisuras de sus labios hacia arriba, inconscientemente. Casi se había olvidado de lo que era ver la sonrisa de Luhan, la cual siempre le hacía sentirse como si estuviera flotando en una nube, simplemente para después chocar contra el duro y frío suelo cuando veía que no sonreía gracias a él.

¿Por qué no pudo ser perfecto? ¿Por qué no pudieron llegar a algo más? ¿Por qué todo tuvo que marchitarse tan rápido, sin ni siquiera darle tiempo a respirar? Sehun no conocía la respuesta, pero tampoco quería buscarlas. Quería dejar que el tiempo borrara cualquier rastro del dolor que estaba experimentando, pues este puede curarlo casi todo, aunque aquello pareciese imposible en ese momento. Pero nadie se muere de amor. De amor se sufre, se llora y te hundes en un dolor sordo en el que sientes que te ahogas , pero no mueres. Quizás ese era el motivo de que Sehun estuviera vivo, porque si te pudieses morir de amor, él haría mucho tiempo que hubiera dejado de pisar la tierra. Pero el amor nunca muere, incluso si el mundo se acaba, este permanece vivo.

Los pensamientos de Sehun se vieron interrumpidos cuando vio que sus compañeros se levantaron de sus respectivos sitios, todos con una sonrisa en su rostro y saludándose entre ellos, murmurando un ''lo has hecho bien, hemos trabajado duro''. Supo que habían ganado el premio, así que se incorporó e hizo mecánicamente todas las acciones que los demás realizaban, como si fuera un robot frío y sin sentimientos. Pero no era que no tuviera sentimientos, era que tenía demasiados de ellos y ahora estaba completamente roto. Subió al escenario mostrando la mejor de sus sonrisas, aunque se sentía sin ganas de hacerlo. El líder comenzó a dar un discurso al que Sehun no prestó atención. Se giró hacia la derecha y fue entonces cuando sus miradas se cruzaron.

Fue como si hubieran absorbido todo el oxígeno de la habitación, pues Sehun sentía como si no pudiera respirar. Su corazón comenzó a latir con fuerza y lo sentía palpitando en sus sienes. La mirada de Luhan era brillante y quería decir miles de cosas que Sehun no pudo interpretar. Intentó decirle con la mirada que le quería. Sehun no pensaba que Luhan fuera a entenderle, pero no perdía nada. Todas las murallas que Sehun había construido se derrumbaron y todos los parches que había colocado a su corazón reventaron con la fuerza con la que este latía. Quería decirle que volvieran atrás, no le importaba si los sentimientos eran unilaterales, quería volver a despertar con él al lado y besarle en mitad de una frase para ganarse alguna que otra ceja enarcada por parte del otro chico, lo cual haría que Sehun sonriera y Luhan imitara el gesto.

Todos los miembros del grupo continuaron hablando y riendo, pero para ambos lo que sucedía en el exterior era irrelevante. Era como si no hubiera nadie más, como si todo estuviera a cámara lenta y el tiempo hubiera dejado de correr.

Pero como todo, nada dura para siempre, y un cuerpo se interpuso entre las miradas de ambos.

Sehun tomó una fuerte bocanada de aire, intentando volver al escenario, intentando calmar su corazón y que sus manos dejaran de temblar.

Siguió a sus compañeros de vuelta a sus asientos. Sus miradas no volvieron a cruzarse esa noche y Sehun estuvo agradecido, pues supo que no lo soportaría de nuevo.

Cuando llegó al apartamento y, tras tomar una ducha, se dejó caer en su cama y lloró. Lloró por que sabía que aquello había sido el final definitivo, que no habría una segunda oportunidad. Sehun levantó la cabeza y vio una pequeña nota sobre la mesita junto a un par de flores de color rosa que reconoció instantáneamente.

''Hay veces en que las cosas no salen como siempre queremos. Hay veces en las que hay que darse por vencido y dejar que todo siga su curso. Esto no significa que lo que vivimos no significara nada para mi, significa que no pudo llegar a ser algo más.

Lo siento Sehun-ah.

A veces, las personas están destinadas a enamorarse, pero no están destinadas a estar juntas''



Las lágrimas volvieron a fluir a través de Sehun, cuyos sollozos sonaban desesperados y llenos de dolor, como si le estuvieran arrancando algo. Y en cierto modo, así fue. Sintió como si su corazón fuese arrancado de cuajo de su pecho y las lágrimas le impedían ver y respirar. Pero, al fin y al cabo, las lágrimas no son nada más que eso. Simplemente lágrimas. Al final, al igual que las hojas en invierno, desaparecen como la tinta acuosa sobre el papel.

Notas finales:

Hola ~


No me odiéis por esto, en serio ;__; me ha costado mucho escribirlo sin tener que parar a echar mano de los pañuelos bc soy muy sensible respecto al HunHan T_T

Una frase del fic pertenece a mi Sra. Park y la última pertenece a este edit 

http://data2.whicdn.com/images/97230469/large.jpg

Espero que os haya gustado, hasta pronto <3


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