Todo llega a su fin, no importa cuánto quieras que las cosas duren, tarde o temprano se acabarán.
La flores se marchitarán algún día
Tu mascota favorita algún día dejara de serlo
El dulce que más te gusta se acabará después de un tiempo
La persona que más amas... Jamás la volverás a ver.
¿Se puede tener todo al mismo tiempo? ¿Las cosas que más amas... Pueden durar una eternidad? ¿Se puede ser inmortal? ¿Algún día se puede dejar de sufrir?
Kim Kibum... alto, delgado, rico, deseado por todo tipo de hombres y mujeres, guapo y con una piel realmente blanca y fina. Al parecer de la gente era el chico más perfecto. Una vida feliz y sin preocupaciones gracias a su dinero, una belleza única que lo ayudaría en un futuro, parecía ante los demás que lo tenía todo, que era feliz, pero... ¿Realmente lo era? Esa respuesta Kibum la respondería muy fácil... NO, definitivamente un "No" sería la respuesta, quizás tuviera lo que al parecer todo chico de 19 años desearía, tenía una gran casa, sus padres le concedían todos sus más grandes y ridículos caprichos, tenía autos, fiestas en grande, todo lo que él quería... Pero... Le faltaba algo... Lo más importante en la vida de todos, lo que te llenaba y te libraba de la soledad, esa sensación que todos deseamos sentir alguna vez en nuestra vida.
"AMOR"
Como todo típico chico rico, tenía todo lo que deseaba en cuanto riqueza pero se sentía solo, sólo una vez tuvo un amigo de verdad, uno al que le obligaron a dejar de ver, uno al que aún no olvida, y no cree poder olvidar.
"Flashback"
Se encontraba sentado en un bonito bosque, a un lado de una hermosa laguna llena de coloridos peces, se preguntaba cosas como ¿Por qué las personas mueren? ¿Por qué no pueden vivir para siempre?, siempre, todos los días sin falta alguna iba a esa pequeña laguna cerca de su casa, siempre se hacía las mismas preguntas y nunca encontraba respuesta alguna, ese día sería especial, tenía ese presentimiento.
- Hola, vienes aquí muy seguido ¿Cierto? - giro su vista de la laguna y se encontró con un niño de más o menos su edad, era muy bonito, y tenía una sonrisa en su rostro, una inolvidable para Kibum
- Si... ¿Por qué? - le contesto Kibum quien veía al niño de pies a cabeza, tenía ropa que usaban las persona de clase media, Kibum noto que el no era para nada rico.
- Es que te he visto aquí varias veces, sólo que apenas me atreví a preguntar - Kibum comenzó a levantarse y aquel niño enfrente de el le extendió su mano para ayudarlo, a lo cual Kibum accedió - Yo me llamo Jonghyun ¿Y tu? - pregunto entusiasmado aquel chico delante de Kibum.
- Yo me llamo Kibum - hizo una reverencia de 9O grados.
- vamos... No hagas eso! Ni que fuera alguien de la realeza! Jeje - contesto JongHyun sonriendo y refiriéndose a la reverencia de Kibum. - Oye... - Kibum volteo a verlo - Seamos amigos ¿Si? -
- O... Ok! - contesto confundido Kibum, pues era la primera vez que conocía a alguien de su edad, y además alguien con Educación y economía mucho más baja que el.
Después de aquel día, los dos amigos se reunían más seguido, Kibum le contó sobre sus preguntas, aquellas dudas que tenía y jamás podía encontrar explicación alguna.
- Jong... ¿Crees que se pueda ser inmortal? -
- Umm... - se quedó meditándolo por unos segundos - pues... Si tuvieras todas las esferas del dragón... Auch - el menor le dio un pequeño golpe en el hombro interrumpiendo lo que Jonghyun decía - Solo bromeaba, sinceramente No lo se, quizás la razón por la que quieres ser inmortal es la que importa -
- Quizás...- dijo mirando al cielo - quisiera ser inmortal para estar toda una eternidad contigo - dijo sonriendo imaginando como sería vivir con Jonghyun para toda la vida.
- Eso sería una buena idea, pero... Ahora estamos juntos y somos pequeños, aún nos queda toda una vida para disfrutar juntos, además si tu estuvieras una eternidad conmigo, creo que te aburrirías y buscarías a alguien más, mejor solo Hay que disfrutar el presente y dejar para después el futuro - dijo levantándose de donde estaban sentados y ayudando a Kibum.
- tienes razón, aunque jamás me aburriría de ti -.
Los dos amigos siguieron jugando y platicando, ya había pasado tiempo desde que se conocieron en esa hermosa laguna. Ese mismo día los amigos habían jugado en la lluvia, en un accidente Kibum se calló y jalo a Jonghyun consigo quedando este encima del menor, los dos se vieron fijamente y sintieron una corriente electrizante recorrerles todo el cuerpo, pero a pesar de eso, no se separaron, se miraban con amor muto, si bien dicen las miradas hablan.
- Lo siento, discúlpame! Yo... No quería...- dijo el menor en un hilito de voz pensando que Jonghyun se enojaría.
- no te preocupes jeje fue divertido, y creo que me di cuenta de algo -
-¿de que? - pregunto curioso el de ojos felinos.
- De... De qué tu... Y yo... Bueno, creo que tu... Me gusta Bummie, se que aún somos pequeños y esta sensación es algo ex... - el menor había capturado los labios del más bajito con los de el mismo, ambos eran inexpertos pero aun así comenzaron a mover delicadamente sus labios disfrutando de la sensación, Jonghyun al principio estaba algo anonado pero después tomó el ritmo de la acción y siguió besando, cuando les hizo falta oxígeno se separaron y se miraron mutuamente.
- Si sentir que mi corazón se acelera y se detiene al mismo tiempo cuando veo tu sonrisa, si sentir que mis piernas flaquean cuando me abrazas, si pensar todo el día en ti, si querer estar contigo todo el tiempo y compartir cada una de mis experiencias significa que me gustas, Entonces Te quiero Jong - confeso el menor.
- Sabes, desde Ahora te diré Key, eres como una llave para mí, abres todas y cada una de mis puertas, me haces querer seguir adelante a pesar de todo lo que pase, yo también te quiero - soltó el mayor de los dos, dejando a Key con una hermosa sonrisa en su rostro, la lluvia los seguía llenando, ellos seguían tirados, empapados de tierra mojada.
Y así volvieron a unir sus labios. Después de risas y cariños cada uno se fue a su casa, ninguno contenía la inmensa sonrisa, no la podían ocultar. Kibum llego a su enorme casa, busco la llave que normalmente se encontraba debajo del fino tapete y abrió la grande puerta, cuando entró sus padres estaban en lo que era la entrada principal, lo vieron de pies a cabeza con desprecio y decepción, Kibum estaba completamente lleno de lodo, toda la ropa fina y de marca estaba echa un desastre y ni se diga de su tersa y blanca piel.
- Como es posible que el único hijo de la familia Kim tenga ese tipo de modales - dijo la cabeza de la familia Kim. El padre de Kibum.
- Yo... Lo siento es que... -
- Es que nada! Te volviste a ver con ese chico, el de clase media! El te enseño a hacer eso ¿verdad? ¿Qué clase de persona crees que es? No esta a nuestra altura, ¡jamás lo vuelvas a ver! -
- P.. Pero... No lo vi, yo... Yo me caí mientras regresaba a casa y me llene de lodo -
- no trates de encubrirlo Kim Kibum - dijo fastidiado su padre - jamás lo volverás a ver, y de eso me encargare yo - dijo con aire de superioridad, el no quería que su hijo se juntara con gente como esa.
- No Appa, por favor, prometo no volver a jugar con lodo, pero... Yo... Yo lo quiero, quiero estar con el, el... El me gusta! - dijo el pequeño creyendo y esperando que su padre se apiadara de el y dejara que Kibum viera a Jonghyun, a su primer amor.
- ¡¿Pero que estas diciendo Kibum?!, ¡eres un hombre! Los dos son hombres... Déjate de tonterías ¡tu debes estar con una mujer! Jamás te volverás a juntar con un hombre ¿me oyes? ¡JAMÁS! - el padre gritaba desesperado de la idea de pensar que su hijo, su único hijo, fuera gay y además quisiera a alguien pobre.
Key comenzó a llorar, la lágrimas le brotaban de los ojos como si de eso dependiera su vida, su padre lo vio con desaprobación y se fue, no dejaría que esto pasará el mismo se encargaría de que Kibum olvidara a ese niño, lo que más le dolía no era que a Kibum le gustarán los hombres si no que de quien se había enamorado era alguien pobre.
Después de ese día el padre de Kibum le prohibió la salida, Jonghyun fue a la laguna para esperarlo pero jamás lo encontró, un día se decidió a buscar al pequeño a su casa, cuando llegó admiro lo grande que era, solo había podido visitarla por dentro una vez, era inmensa pero estaba sola, los únicos que habitaban diario el lugar eran las sirvientas, era muy triste ver la grande casa en ese estado, pero nada se podía hacer.
Jonghyun se acerco a la puerta y toco un botoncito lo que supuso era el timbre, después escucho una vocecita salir de bocina que esta en la pared, su corazón latió desenfrenadamente, reconocía esa vocecita, era una incomparable.
-Si... ¿Q-Quien es?- sonaba un poco triste y decaída
- ¿Bummie? Soy yo, Jonghyun!- Al escuchar lo voz del moreno a Kibum se le erizó la piel, al principio sintió una gran felicidad, pero después imagino las cosas que su padre pudiera hacer. No le gustaba la idea de que su Jonggie saliera lastimado por su culpa, sentía miedo, miedo de perder a Jonghyun, miedo de que pudiera pasarle algo, miedo a que Jonghyun lo odiara.
- ¿Jo...Jonghyun? ¿Qué.. Haces aquí? - el menor no savia como hacerle entender a Jonghyun que se fuera, no sabía con correrlo de su casa sin que ambos salieran lastimados, simplemente no quería alejarse de ese ser con rasgos perrunos.
- Nada - dijo sarcásticamente - Sólo admiro tu hermosa pared, pero no te preocupes ya me voy - Key se sintió confundido ¿Sólo vino a ver mi pared? Se preguntaba algo decepcionado - obvio para verte tontito! Jeje ¿qué más voy hacer aquí? -
...
Dentro de la gran casa de los Kim, se encontraban un señor de traje y con un semblante superior. Estaba sentado en su silla giratoria, tenía los pies cruzados y un cigarrillo en sus manos, aspiraba y dejaba salir el humo por su boca y su nariz, observaba perdido en sus pensamientos las blancas paredes de su oficina, con algunas pequeñas grietas debido a los años que tenían.
Estaba sumido en sus pensamiento, ¿Cómo acabar con ese mocoso que estaba arruinando a su hijo? Esa era la pregunta que se hacía constantemente, tenía dinero, tenía poder; aquel pobre muchacho solo tenía a su madre, y una pequeña casa.
Se había tomado el tiempo para investigar sobre la vida de aquel joven, vivía en una modesta casa, y su única familia era su madre, la cual trabajaba día y noche para poder mantener a su hijo. No tenía mucho dinero, eso era obvio. Para la cabeza de la familia Kim sería fácil deshacerse de ese Niño, pero… ¿Cómo?, Podría hacer que le destruyeran la casa y obligarlos a mudarse lejos de aquí, podría darles dinero y decirles que jamás se vuelvan a cruzar por aquí, o amenazarlos.
Incontables ideas rondaban por la cabeza del Padre de Kibum, ideas atemorizantes y crueles. “A Kibum se le pasara, lo olvidara, él no es una buena influencia, todo esto lo hago por su bien” se repetía incontables veces creyendo que hacia lo correcto, creyendo que si se deshacía de ese chiquillo la vida de Kibum iría por el camino correcto.
…
-Entonces… ¿No podré volver a verte? – Decía Jonghyun viendo a los ojos a Key con un semblante triste y sin entender bien la situación.
-Quizás podremos vernos a escondidas, o en la laguna, algún día se le pasara el coraje a mi Appa y le voy a demostrar que tú eres una persona genial – decía Key con una sonrisa llena de esperanza, realmente estaba confiado en sí mismo, creía que con el tiempo su padre entendería lo mucho que quiere a Jonghyun.
Los dos Chiquillos se encontraban en el cuarto del menor mientras platicaban de las cosas que habían hecho mientras no se vieron, sonreían y de vez en cuando aparecía uno que otro sonrojo en las mejillas del menor.
Todo iba de maravilla ambos estaban tan felices en su propio mundo que olvidaron que se encontraban en el cuarto del menor, en la enorme casa de Key, en la cual… No estaban solos.
-Y entonces – Decía Jonghyun con una sonrisa contando su anécdota mientras que Kibum no contenía su carcajada – Lo jale y le dije…- fue interrumpido por un ruido proveniente del piso de abajo, alguien subiendo las escaleras, ambos se miraron a los ojos saliendo de su mundo color rosa.
-Escóndete, ¡CORRE!- Gritaba desesperado el menor mirando hacia todas partes-
-¿En dónde?- Decía el moreno imitando sus movimientos.
-¡Debajo de la Cama!, ¡Corre, CORRE! – El moreno en un movimiento demasiado rápido su escabullo debajo de la cama de Kibum mientras escuchaban como unos pasos apresurados se acercaban hacia la puerta del menor.
Jonghyun estaba completamente lleno de pánico, no sabía cómo era el papa de Key y no sabía lo que le harían, tenía miedo, miedo de que lastimara a Key, de que jamás lo volviera a ver. No quería despedirse de ese ser tan perfecto después de haberse dado cuenta que lo quería, y no solo como un amigo.
Por otro lado Key estaba nervioso, ¿Qué le diría a su padre?, ¿Y si los había escuchado?. ¿Y si se daba cuenta de que Su Jong estaba en su cuarto?. No sabía que hacer o que iba a decir, las manos le sudaban y sentía sus mejillas arder.
De un momento a otro se escuchó el fuerte y atemorizador sonido de la puerta azotándose, Estaba ahí, el padre de Key había entrado a su cuarto, estaba enojado, se le podía notar en el rostro. Los dos menores pegaron un brinco, estaban temblando, tenían miedo, mucho miedo.
-¡¿Dónde estás maldito mocoso?!-
Continuara~