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Mi único Amigo... por CelesNicole

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Notas del capitulo:

Holaa! bueno, este es miprimer fanfic PROPIO. Nadie lo hizo para mí... espero les guste :33

Capítulo 1: La historia de mi vida

 

El despertador sonó igual que todas las mañanas. Son las 6:30 y un joven desganado estiró un brazo para parar ese horroroso sonido.

-De nuevo a lo mismo...- Decía resignado, mientras juntaba algo de ropa para darse un baño. Dentro de su habitación tenía un baño, ya que vivía en una casa grande que su padre consiguió estafando a varias personas.

 

Su padre era un mafioso de lo peor, era respetado por muchos porque todos le tenían miedo.  Había vivido en esa casa desde que su madre había muerto.

 

Luego de darse un baño, bajo a la cocina a prepararse algo de desayunar, sabía que su padre no le esperaría con algo que comer, ya que casi nunca estaba en la casa, y las pocas veces que estaba todo tenía que hacerlo él mismo. Se preparó un café y se fue hasta la sala a tomarlo, cuando encontró a su padre ahí.

-Come rápido y lárgate, no quiero verte. –Con voz ronca y enojada, sin voltearse a verlo siquiera. Siguió comiendo como si su hijo no estuviera ahí.

-Si papá… -Susurró. Sabía que a su padre no le importaba recibir respuesta, si daba una orden debía ser acatada.

Sin más se sentó en la otra punta de la mesa, estaba acostumbrado a que su padre lo tratara así ya que sabía que no lo quería. Desde que nació había sido rechazado por su padre, prácticamente criado por las amantes que traía a la casa, algunas duraban años, otras meses, pero todas sentían debilidad por él, hasta que cumplió los 8 años, desde entonces su padre ya no traía mas amantes. Había estado tan ocupado en su trabajo que no tuvo tiempo de nada más.

Antes de que terminara su desayuno, su padre se levantó bruscamente y se fue de la sala, Vegeta se quedó mirando la puerta por donde se fue el mayor.

-¿Por qué me echas la culpa padre? Yo también hubiera preferido que mamá viviera…-Le dijo al aire, sintiéndose el culpable de la muerte de su madre y el sufrimiento de su padre. Conteniendo las ganas de llorar se levantó y agarró su mochila para luego salir de aquella casa y dirigirse al instituto, que quedaba solo a 5 cuadras de su casa, no debía preocuparse por apurarse ya que siempre llegaba temprano.

 

**

Apenas llegó entró a su salón y se sentó en su lugar de siempre, apartado de todos los demás, ocupaba ese lugar desde hacía ya bastante tiempo. Nadie le hablaba, nadie se le acercaba, todos creían que él era una mala persona igual que sus ancestros. Todos temían que si se acercaban a él serían maldecidos o algo peor.

Vegeta no entendía por qué todos eran tan prejuiciosos y supersticiosos. Aun recordaba el primer día de escuela primaria… Él día en el que se enteró de muchas verdades que preferiría nunca haber conocido…

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Vegeta, de tan solo 7 años, fue inscrito en la primaria por su padre, quien no quería, pero fue convencido por una de sus amantes, con la excusa de que se desharía de él y tendría más tiempo para estar solo.

El pequeño muy feliz iba saltando hacia la escuela, tenía la esperanza de encontrar amigos allí. Su padre y su amante iban caminando detrás de él, el primero con fastidio y los brazos cruzados.

Apenas llegó las maestras lo guiaron hacia uno de los salones, Vegeta vio que lo miraban con pánico y se mantenían alejadas de él. No entendía la razón, pero pensó que se sentían mal o algo por el estilo, era un pequeño inocente.

-Aquí es… -Dijo una de las maestras y se alejo rápidamente de allí.

Vegeta entró sonriente al salón, y se sentó junto a unos niños en una mesa múltiple, los niños muy alegres le sonrieron y se presentaron. La maestra llegó y saludo a todos.

-¡Buenos días chicos! A ver… este es el primer día… Primero voy a tomar lista, cuando escuchen su apellido levanten la mano y digan presente, ¿Sí? –dijo de mala gana, al parecer no estaba de buen humor.

-¡Siiiii!!- Respondieron todas las voces infantiles al mismo tiempo, entonces la maestra comenzó a llamar por apellidos a todos los pequeños, que levantaban la mano al ser nombrados…

Siguió normalmente, así hasta que leyó uno que le dejo una cara de pánico increíble, asustada apenas pudo pronunciar…

-O…Otakashima… -Miró hacía todos lados haber donde estaba ese niño que por alguna razón le causaba tanto pavor.

-¡Acáa! – Vegeta levantó la mano alegremente y apenas lo hizo, la maestra se levantó y con voz alta dijo.

-¡SAL INMEDIATAMENTE DE ESTE SALÓN!

**

Luego de 30 minutos, Vegeta se había quedado solo en la dirección mientras escuchaba a la maestra discutir con la directora en la sala de al lado.

-¿¡Por qué ese niño tiene que estar en la clase!? –Gritaba histérica, Vegeta se deprimió un poco al no ser querido por su maestra.

-No podemos impedirle la entrada a nadie, además ya sabes quién es su padre. –Dijo la directora en un tono calmado, Vegeta se sorprendió un poco y se acercó a la puerta para escuchar mejor, ¿Qué si ya sabía quién era su padre? ¿Por qué habría dicho eso?

-NO ME IMPORTA QUE SU PADRE SEA EL MAYOR MAFIOSO DE TODO EL PAÍS, ¡YO NO QUIERO A ESE NIÑO EN MI CLASE!- Gritó alterada, Vegeta se paralizó por completo. ¿Mafioso? Él ya sabía lo que era un mafioso, una de sus “madrastras” le había contado que eran gente mala… pero no podía creer que su padre fuera así.

-Pues renuncia. No eres de las mejores maestras después de todo. Y aunque sé que ese niño está maldito no podemos hacer nada para evitarlo. –Dijo elevando la voz mientras se acercaba a la puerta.

- Yo no renunciaré, ¡quiero ese niño fuera! ¿Qué acaso no recuerda la historia de Angust Otakashima? ¿No recuerda que ese brujo tatarabuelo de ese niño maldijo un edificio completo, haciendo que en poco tiempo se derrumbara? ¿QUE TAL SI ESE NIÑO TRAE LA MALDICION? Recuerda que hay rumores de que su Tatarabuela Ferius Otakashima haya maldecido a toda su descendencia… ¿Quiere correr el riesgo?

El pequeño que se encontraba atrás de la puerta se sentía muy mal, ¿Había dicho que su familia estaba maldita? No entendía muy bien lo que significaba eso, después de todo era un pequeño niño, pero imaginaba que era algo malo…

Lo tuvieron en la dirección casi una hora. Y cuando volvió al salón intentó sentarse con sus compañeros, pero todos lo miraron con caras asustadas y se alejaron de él. Él no entendía muy bien la razón pero lo asoció con eso de que la familia estaba “maldita”.

Desde entonces nadie se le acercó nunca más. Él dejo de intentar juntarse con los demás y se volvió callado y solitario. Nunca conoció a nadie que lo tratara bien, solo las madrastras que al poco tiempo dejaron de prestarle atención.

3 años después… Vegeta ya entendía todo sobre su familia, lo que era su padre y se enteró de lo que le paso a su madre.

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Desde los 8 años su padre lo maltrataba, varias veces que venía drogado del “Trabajo” lo había golpeado y torturado. Sin permitirle ir al médico ni una sola vez, tampoco lo curaba luego, solo lo dejaba tirado en el lugar donde cometía las atrocidades.

Vegeta ya se había acostumbrado a ese tipo de vida, varias veces se había cortado las muñecas, pero nunca con el suficiente valor como para acabar con su vida, sentía que algún día conocería a alguien que lo quisiera, que encontraría amigos que lo comprendan… Pero… ¿En cuánto tiempo sería eso?

Las clases pasaron igual que siempre, primero Matemáticas, él como siempre conseguía las mejores calificaciones porque era muy inteligente. Las maestras tenían miedo de pronunciar su apellido, siempre lo llamaban por su nombre. Luego llegaron las clases de ingles, las cuales fueron igual. Entonces llegó el receso.

Vegeta como siempre fue el último en salir del salón, y se dirigió hacia el lugar donde siempre pasaba todas las tardes, solo. Ese rincón del patio alejado de los demás, donde veía a todos sus compañeros charlar alegremente y a las parejas abrazarse y transmitirse cariño, algo que él no había recibido desde los 7 años.

-Vaya… Vaya… Miren quien está aquí… -una voz ronca y fría sonó cerca de donde estaba Vegeta, más precisamente detrás del árbol donde se acomodaba para pasar el receso.

Apenas escucho esa voz a sus espaldas, un escalofrío paso por esta y comenzó a temblar, sabía perfectamente lo que le pasaría ahora.

-Oye brujo… No nos ignores…

Tres chicos de más o menos 18 años se pararon delante de Vegeta, esté último los miraba con pavor.

-Mmm Turles, sabes… Estoy harto de él. –Mirando con fastidio a Vegeta.  Este tenía cabello negro con algunas puntas, recogido en la parte de la frente por algo que parecía una tiara… Un cuerpo bien fornido y era bastante alto.

-Hm, y que lo digas Broly… ¿Qué podemos hacer con él, Raditz?- Mirando a su cómplice con una sonrisa malvada.  Éste tenía la piel oscura, y los cabellos alborotados como una palmera..

-Bueno… Seguiremos dándole su merecido –Con una sádica sonrisa en su rostro. Este joven tenía mucho cabello, le llegaba hasta la cintura y lo llevaba muy mal peinado.

-¿Por qué? ¿Qué les hice yo? – Preguntó con voz temblorosa Vegeta, sabía que razonar no serviría de nada, pero aún así lo intentaba cada vez, cada día.

- Encima tienes el descaro de preguntar… ¡Sabes perfectamente de la estafa que le hiso TÚ padre a MI padre! ¡Y es por eso que recibirás lo que te mereces! –Contestó Raditz, propinándole una patada en el abdomen.

- Pe-pero yo no estoy de acuerdo con lo que él hace… -Con un hilo de voz, abrazándose el abdomen por la fuerte patada.

-¡No te hagas el inocente!- Un golpe en la cara por parte de Turles.

-Pero descuida, hoy me siento de muy buen humor, por lo que dejaremos la paga para otro día… -Dijo Raditz comenzando a alejarse seguido de su pandilla.

-¿Cuándo acabará esto? –Susurró levantándose lentamente.

Con mucho dolor, llego de nuevo a su salón luego de escuchar la campana, las clases continuaron normalmente, ya era la hora de salida.

Vegeta como siempre fue el último en salir y se dirigió a su casa pesadamente.

-Espero que él no esté ahí… Por favor…

Rogaba por todos los cielos que su padre no estuviera en la casa, y si lo estaba, que no estuviera cabreado ni drogado. Pero sus ruegos no fueron escuchados.

Entró en su hogar y vio a su padre sentado en el sofá, apenas este vio a su hijo arqueó una ceja y se acercó lentamente. Vegeta tragó saliva muy asustado, sabía que algo malo pasaría…

Notas finales:

Graciias por leer :33


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