“Fuera de la jaula”
Capitulo 1: Quiero ver como es afuera.
-¿Cómo estas Hiroki?- “Usami Akihiko, su vecino y también su único amigo”.
-Bien-contesto Hiroki levantando la vista de su telar-Te fue bien la tesis, parece que ya no serás mas un estudiante-añadió Hiroki cuando vio detenidamente las amatistas de su amigo.
-¿Podrías dejar de hacer eso? es escalofriante-dijo el peliplateado realizando un gracioso movimiento.
Las angelicales carcajadas de su amigo le hicieron volver a la realidad.
-¿Y no te interesa lo que se de ese castaño que te gusta tanto?-emitió Hiroki sonriendo victorioso cuando la cara de Akihiko se descompuso.
Usami de pronto se arrodillo y comenzó a alabar a hiroki.
-Oh por favor grande y poderoso Hiroki-sama dígame todo lo que sepa al respecto-bromeo El mayor.
-Ah moo, matas Akihiko- Decía Hiroki limpiando las lágrimas que habían salido de sus ojos producto de tantas risas.
-y bien Hiroki ¡que puedes decirme de el?- Su amigo estaba realmente ansioso, lo que le causaba más gracias a Hiroki.
-¿Misaki, verdad?- pregunto El castaño consiente de la respuesta-Es un chico unos cursos menor que tu, entro hace poco a tu carrera, creo que te tiene bastante respeto, deberías acercarte a el, estoy seguro de que funcionara, además es un chico muy bueno, parece ser lindo- sonrio.
-Hiroki de verdad eres increíble-El mayor le abrazaba.
Pero pronto ese animo de alegría se vio opacada por la depresiva acción de su amigo.
-Quisiera ser normal-musito el castaño observando pensativo el suelo bajo sus pies.
-Hiroki- susurro viéndole con sus ojos amatistas cargados de lastima.
-Quiero ver como es afuera, me gustaría pasear por la calle como la gente normal, quisiera ir a la escuela y conocer muchos amigos-las finas lagrimas escaparon de sus castaños ojos.
-Pequeño ten fe, algún dia podrás controlarlo y haras lo que se te venga en gana-Akihiko besaba sus cabellos y abrazaba el menudo cuerpo del menor, intentando propiciarle al menos un poco de apoyo…
Finalmente su querido amigo también se había marchado, dejándole nuevamente sumido en la soledad de su habitación…
-Hiro-chan te traje la comida-su madre era una mujer atenta y cuidadosa, sabía que ella quería solo lo mejor para el, pero verdaderamente se sentía cada dia mas solo.
-Gracias mama-dijo Hiroki intentando torcer sus finos labios en una mueca, parecido a una sonrisa.
A su madre tampoco le gustaba verlo asi, saber que tenía a su hijo encerrado era terrible, pero realmente ¿Qué podía hacer ella?-Hiroki era el único que podía aprender a controlar sus peculiares poderes.
Desde que le vio supo que su hijo no era normal, las enfermeras pensaban que estaba enfermo, pues con el llanto del pequeño era tortuoso, durante el dia costaba alimentarlo y dormirlo, pero cuando a afluencia de gente bajaba durante la noche, el pequeño bebe dejaba de llorar y comenzaba a dormir plácidamente.
Cuando le dieron el alta las cosas mejoraron considerablemente, en la casa Kamijou solo estaban ellos tres, ambos padres y su recién nacido hijo. el pequeño dormía y comía como cualquier pequeño lo haría a sus 5 dias de nacido.
Sin embargo a séptimo dia sus padres decidieron dar un paseo, el pequeño se removía inquieto en su carriola, de pronto comenzó a llorar estruendosamente y a removerse, su madre preocupada pensó que algo le dolía.
Y asi mismo fueron las siguientes salidas, hiroki se removía, lloraba y de afiebraba, finalmente decidieron que no sacarían mas al niño…
-Mi amor ¿te gusto la cena?
-Estaba muy buena mama-contesto Hiroki-¿Puedo ver algo de televisión?-pregunto, a sus 22 años aun se dormía a las 9 pm y pedia permiso.
-claro que si cariño-Respondió la mujer…
Hiroki nunca había asistido a una escuela, pero cuando tenia apenas 3 años comenzó a leer largos libros de literatura, y a sus 4 años ya sabia escribir y realizar algunos cálculos, aprendio a tocar piano y a tejer, sus padres creían que era un super dotado, no fue sino a los 5 años que comprendieron la especialidad de su hijo.
Flash Back
-¿Por qué lloras Hiroki?-su padre era un hombre rudo y centrado, muy estricto, pero le amaba y Hiroki lo sabía.
-El abuelo estaba muy enfermo-contesto el pequeño llorando- yo quería que se recuperara, pero el se murió-la respuesta del niño desboco el corazón de su padre.
-¿Qué dice hijo? tu abuelo esta enfermo, pero el de va a recuperar- No lograba entender lo que el niño decía, sin embargo Hiroki no podía parar sus lagrimas.
Finalmente a la semana fueron notificados sobre la muerte de Kamijou abuelo.
-Hiroki sabia que esto iba a suceder-decia el hombre.
-¿De que estas hablando? ¿Cómo un niño va a saber? ¿como va a predecir el futuro?- como toda madre le costaba creer que su hijo supiera mas de lo que debia.
-Te lo digo, el sabia que esto iba a suceder, estoy comenzando a pensar que hiroki no es solo un super dotado-Inquirió el padre…
-Hiro-chan cariño, yo se que a ti no te gusta hablar de esto pero… ¿Cómo sabias lo que le iba a pasar al abuelo?-pregunto su madre con un tono de voz sutil.
-Yo lo vi-dijo Hiroki-Estaba en el hospital, y las enfermeras no pudieron hacer nada, pero el me dijo que me quería mucho y luego cerro sus ojos- El niño lloraba descontroladamente, siendo protegido por el pecho de su madre.
-Mi bebe-susurro ella.
-Mama yo los escucho-confeso el pequeño.
-¿Qué dices mi vida? ¿Qué es lo que escuchas?-
-A ustedes, a veces hablan, pero no mueven sus bocas, y es como si hablaran solos-explico el pequeño.
Estaba confundida ¿De que hablaba su hijo? ¿el los oia?... “pero no mueven sus bocas”.
-¿siempre puedes oírme?-pregunto ella.
-no siempre-repuso el pequeño.
-Intenta hacerlo ahora…
Hiroki asintió y trago grueso.
La madre miraba atenta los ojos de su hijo * Mi amor ¿puedes oírme?* pregunto ella mentalmente.
-Te oigo mama-contesto el pequeño.
El aire escapo de sus pulmones, sintió que de pronto perdía la fuerza, su hijo inocente la miraba asustado.
-¿hice algo malo mama?-
Fin del Flash Back.
Asi había iniciado su travesía, tener un hijo clarividente, con potenciales extrasensoriales había sido todo un reto, debían tener cuidado de lo que pensaban, muchas veces se repitió la historia y Hiroki predijo cosas que aun no lograban ocurrir.
Pero el no lo controlaba y asi mismo no siempre conseguía oir los pensamientos de los demás, ni tampoco predecir lo que sucedería, eran cosas fortuitas, casualidades, las visiones llegan solas y tampoco podía detenerlas.
sus padres se asustaban cada vez que Hiroki estaba horas sentado viendo a la nada, generalmente parpadeaba muy poco y respiraba silenciosamente con los ojos opacos, alejado de el mismo mundo…
-Nowaki…-susurro Hiroki de pronto.
-¿Qué dijiste hijo?-pregunto la madre, quien lavaba los platos y le había oído un murmullo.
-Nada mama, estaba hablando solo- contesto Hiroki.
El nombre llego a sus oídos de la nada, no fue una visión, solo escucho el murmullo de ese nombre soltados por una aterciopelada voz varonil.
-Me voy a acostar- Anuncio el castaño, se levantó de del sofá y apago la televisión, encamino sus pasos hasta su propia habitación donde rápidamente se preparó para dormir.
Cuando al fin estuvo listo se recostó sobre el mullido colchón de su cama, dejando perder su vista en el blanco y pulcro techo de sus aposentos, cerro los ojos de pronto y se mantuvo pensando unos segundos.
De la nada se le fue el aliento y vio frente a si unos profundos ojos azules, no pudo ver el rostro completo, y cuando volvió a abrir los ojos encontrándose con el níveo cielo de la habitación, solo quedaba el recuerdo de esas preciosas gemas azules.
-Nowaki- volvió a susurrar, de alguna forma sintió su corazón acelerado, volvió a cerrar los ojos en busca de más, pero al parecer sus poderes brillan por ausencia, finalmente cayo dormido, sin conseguir ver nada mas que los ojos azules.
Por la mañana se levantaba temprano, ya que no estudiaba ni tampoco trabajaba, solo conseguía ayudar a su madre con las pequeñas labores de la casa, aunque en ella nunca faltase el dinero, Hikori quisiera ser algo mas que un vago.
Le gustaría poder comprar sus propios libros, siempre soñaba con poder ir a una librería, recorrer los estantes y comprar con sus propios medios los libros que mas le gustasen.
Cuando supo de akihiko estudiaba literatura sintió tantos celos, el también quisiera hacer eso, aunque Su amigo poseía un talento nato para la escritura, cosa que a Hiroki le faltaba, a el también le hubiese gustado ir a la universidad estudiar la literatura, y quien sabe quizás hasta podría luego el enseñarla…
Apreciaba tanto el poder de los libros, le gustaría transmitirlo a otras personas, poder enseñar ese amor a la literatura y a los escritos, de alguna forma… podría haber sido profesor, si definitivamente esa idea le gustaba, pero solo podía quedarse asi, como una idea que jamas se transformaría en un hecho…
-Hiro-chan- llamo su madre- Akihiko-kun ha venido a visitarte.
Su amigo peliplatedo solia ir tres o cuatro días por semana, se queda unas horas conversando, a veces a cenar y luego partia a su propio hogar, el cual quedaba convenientemente junto al suyo.
-¡Hiroki!- Akihiko entraba sonriente y abrazaba a su amigo.
-Estas muy animado hoy ¿paso algo interesante?-pregunto interesando Hiroki.
-Fue un dia excelente, el me pidió ayuda con una materia, comimos juntos y luego fuimos la biblioteca, es tan lindo, Hiroki- El mayor continuaba su relato, Hiroki le escuchaba atento, entretenido.
al castaño le gustaba oir las aventuras de su amigo, le gustaba imaginarse a el mismo en la biblioteca, o en las calles, en los circos, he incluso en los parques.
-Mañana volveré a verlo- dijo Usami emocionado.
-Me alegro de oir eso- Hiroki sonreía angelicalmente.
-¿eso es todo lo que me diras? ¿no tienes ninguna de tus prefectas predicciones para mi?- akihiko actuaba melodramático cosa que sacaba carcajadas en el mas pequeño.
-Dijiste que eran escalofriantes y que evitara hacerlo, asi que no te dire nada mas-fingió algo de molestia mientras inflaba sus mofletes y se cruzaba de brazos.
-No me digas eso- exhalaba Akihiko derrotado- Que será de mis sin tus acertadas predicciones.
-seras una persona normal, no todos tienen un amigo que les dice todo lo que va a suceder.
-No seas asi Hiroki- se quejo Akihiko esperando ablandar el corazón de su amado.
Hiroki se rio un poco su amigo era tan exagerado.
-No puedo decirte nada, de verdad que no se lo que ocurrirá-Admitía el castaño.
-¿Cómo que no sabes? tu siempre lo sabes todo- Decia el otro sorprendido.
-No seas asi, yo no lo se todo- Hiroki intentaba reir, de cierto modo la forma en que hablaba su amigo lo hería, el sabia que Usami jamás sería capaz de dañarle con intensión, sin embargo, lo que para su amugo era un incalculable talento, para el no era mas que una desgracia- no veo nada, ni tampoco oigo nada, hoy he sido una persona completamente normal-confeso hiroki.
-¿Qué quieres decir con eso?- akihiko se estaba asustando.
- Desde que me levante no he escuchado nada, no puedo ir ni tus pensamientos, ni tampoco los de mi mama, mi papa no esta asi que no puedo hablar de el-decía tranquilo – suele ocurrir, supongo que realmente no estoy inspirado hoy.
Akihiko no menciono mas el tema, sin embargo a hiroki le llamo la atención, desde que escucho ese nombre “Nowaki” ya no había visto nada mas, no había escuchado nada mas, solo recordaba… Los ojos azules.
-Akihiko-kun ¿Ya te vas? ¿No te queda a cenar?- la madre de Hiroki se acercaba hasta el.
-Lo siento, me encantaría quedarme, pero tengo examen asi que me ire rápido a casa, solo quería contarle a Hiroki que hoy me había ido muy bien gracias a el.
-te ira bien, pero debería repasar los tiempos en ingles- dijo Hiroki desde el sofá.
Akihiko comprendió que hiroki había vuelto a ver y a ir cosas, si verdaderamente al peliplata le gustaría que hiroki pudiera hacer las cosas normalmente, sin embargo, el castaño sin sus poderes no seria el mimo.
-Gracias Hiroki.
Paso una hora mas y Hiroki había salido al jardín, se sentó en el césped corto, y dejo que los últimos rayos del sol le dieran en la cara y abrigaran su cuerpo.
-Hijo saldré a comprar unas verduras para la cena-auncio la madre.
-Ve tranquila, yo seguiré aquí un tiempo mas-dijo el castaño sonriendo.
Ciertamente su madre siempre se preocupaba por el, Hiroki lo sabia, podía oírlo en sus pensamientos, su padre por el contrario rea mas complicada, el castaño mayor claramente se preocupaba por el, sin embargo también deseaba que su hijo pudiera seguir adelante, esos sentimientos contradictorios siempre conseguían confundir a Hiroki.
-Nowaki…-
-Nowaki…-
-Nowaki…-
Hiroki de la nada se levanto, podía oir esa voz llamándole, Nowaki una y otra vez, de pronto Hiroki hizo algo que jamas se creyó capaz de hacer.
Tomo sus zapatos y desabrigado como estaba, abrió la puerta que llevaba a la libertad, la brisa removió sus cabellos, era una sensación diferente, simplemente extraordinaria.
-soy libre- susurro dando su primer paso afuera- ¡soy libre!
–menciono un poco mas emocionado y finalmente salio de la morada comenzando a recorrer las calles sin rumbo alguno.