CAPITULO 1
TRIANGULO
DEL LADO DE HEBA
La hermosa y extraña boda se había celebrado bajo la sorpresa de la corte real, que continuamente se preguntaban de donde había salido aquel hermoso joven de morena piel y ojos tan violetas como el mismo tesoro de Egipto, unos ojos que habían capturado sin mas al poderoso faraón de aquellas tierras. Pero el príncipe consorte y esposo principal del faraón el joven Heba era el mas indignado pues creía que ese joven era solo un caza fortunas que había tenido éxito al hechizar a su faraón para casarse con el, lo que no era cierto puesto que Yami si se había enamorado de aquel joven a diferencia de el a quien solo trataba como esposo real por el pacto que habían hecho sus reinos.
Todavía recordaba como si hubiera sido ayer cuando en una cena en su hogar, su padre le informo que al día siguiente se casaría con el faraón de Egipto, solo por unir las castas de sus respectivos linajes y dejar en alto su posición como doncel. Su esposo como el no estaba de acuerdo con aquella unión pero sabia que si no se casaban la guerra caería en aquellas sagradas tierras y el faraón no permitirá un derramamiento de sangre. El siempre se caracterizó por su afán de mantener la paz y gobernar con puño de acero le daba aquello que tanto anhelaba, por eso lo acepto en su vida pero aun así Heba sabía que no lo amaba, solo era un cariño fraternal y casi amistoso con el que lo trataba y aunque se enamoró de el después de un tiempo no era reciproco…eso le dolía demasiado.
-mi señor-decia un noble concejero de la corte-debe de salir y presentarle sus respetos al nuevo consorte real, recuerde que estar en este lugar demostraría su apatía por las decisiones de su esposo-por el tono de voz del hombre sabia que se estaba burlando de su persona y eso lo hizo hervir de cólera..
-se muy bien cuales son mis responsabilidades-le decía con voz y mirada fría-usted es el que siempre esta fuera de orden con sus comentarios, si sigue asi no me importara las palabras de mi esposo, pero lo mandare a decapitar por traición..
-como diga-dijo el hombre para retirarse-pero debe de saber que toda la corte esta feliz con el joven doncel Yugi, todos apostamos que será mejor esposo que vuestra majestad que solo sabe hacer de adorno al trono de egipto..
Con el retito del hombre suspiro desolado estando a pocos minutos de que la boda terminara y como buen esposo, aun a disgusto se dispuso pasar aquel dia a la sombra de Yugi intentando aparentar tranquilidad. una parte de su estrategia constaba en no mostrar a yami el rechazo y celos que sentia hacia el nueva esposo real quien para todos era mas que obvio que era el favorito del monarca de egipto, de lo contrario si lo demostraba conseguiría apartarlo de su lado para volcarlo aun mas en los brazos del intruso. debía actuar con tiento asi que los primeros días siguientes a la boda, se limito a despedirse de su esposo con un breve y afectuoso saludo antes de acostarse, evidenciando que por el momento no se interpondría entre ellos.
-que te vaya bien cariño-le decía mientras observaba como su espalda se perdió en los pasillos con dirección a la alcoba de su rival…
-si claro, como digas Heba..buenas noches-era lo que recibía a cambio de sus palabras..
Su mayor ansia era quedar encinta de su amado para garantizar un primogenito al trono avalado por los dioses asegurando asi que su bastardo rival de linaje menor a el no le ganase mas terreno. por entonces Heba y Yami ya habian cumplido dos años como esposos en un matrimonio que tenia mas pinta de concubinato y para entonces solo le habia dado una hermosa niña a quien llamaron Amen-Ra como la querida madre de su esposo. Recordaba aquel dia de su parto cuando su esposo la acompaño en su duro camino..
FLASH BACK
Era el atardecer de las fiestas de Seb y por entonces el faraón y su esposo no se hallaban celebrando como era costumbre, no ellos se encontraban en la recamara principal del monarca donde su esposo hacia el mayor esfuerzo de sus 17 años de vida, porque estaba trayendo al mundo a quien en el futuro gobernaría en los tierras del nilo..
-vamos mi príncipe debe de resistir-decia la matrona que lo atendia-ya la cabeza esta saliendo el peor camino ya pasara y podrá verlo
-entonces sácalo ya!!!!-gritaba Heba de dolor, no podía creer que aquel dolor lo causara una vida, la vida que tanto amaba-no puedo, no puedo mas!!!-sentia que lo partian a la mitad
-debes de resistir Heba-decia Yami a su lado mientras observaba el trabajo de la matrona- deja de pensar en tu dolor y concéntrate en mi hijo, el tiene que nacer para verlo crecer a nuestro lado
-pero me duele ahhh!!!-grito cuando la cabeza del bebe se disponía a salir por lo que decidio pujar con mas fuerza no importándole que le pasara
-no grites, deja de ser tan débil-le decía el faraon con seriedad mientras observaba a su sudoroso esposo- tu querías embarazarte sin medir palabras, todo por hacerme feliz, pero nunca consideraste los riesgos a tu salud y que podrían afectarlo a el
-mi príncipe no puje tan fuerte, se puede desgarrar y la hemorragia será peor, cuando lo diga pujara poco a poco
Entre unos cuantos pujos mas el bebe ya habia sacado sus hombros, la peor parte habia culminado, solo un esfuerzo mas y verían a su tan ansiado hijo. No se sentía culpable de embarazarse tan rápido contra los pronósticos de los médicos, debia de dar si o si un hijo a su esposo. Se esforzó mas en esa recta final observando a su esposo quien aun permanecía con su rostro serio, sabia que estaba enojado, lo estuvo durante todo su embarazo pero no le importo. Suspiro en una nueva contracción empujando con su alma hasta que ya no hubo necesidad, su cuerpo temblo descontrolado al sentirse libre, el dolor seso dándole paso al alivio y felicidad acompañando el llanto desgarrador del bebe que inundo todo el lugar…
-felicidades majestades-decia la matrona limpiando al bebe con rapidez
-mi hijo…-dijo apenas con el cansancio marcado en su rostro
-…-la matrona no dijo nada mientras acercaba al bebe que lloraba con desconsuelo a los brazos de su papito quien lo apoyo en su pecho sintiendo por primera vez el calor sublime de aquel ser tan hermoso- felicidades mi príncipe es una hermosa niña
-una niña!!!!-repitio con asombro mientras las lagrimas se agolpaban en sus ojos nuevamente
-grrr.. espero que estes feliz-fue lo único que dijo el faraon mientras salía de la habitación dejando atrás a su esposo e hija
-yami espera!!!-grito para detenerlo pero un fuerte dolor en el vientre lo dejo recostado y muy mareado..
END FLASH BACK
Después de su parto supo que las palabras de su esposo eran ciertas, pues tuvo una fuerte hemorragia que casi le cuesta la vida y que lo mantuvo en cama por casi 6 meses sin poder cuidar de su pequeña, quien para su tristeza había salido con problemas de salud que con los meses se hizo mas notorio y que desgraciadamente no podía ascender el trono al no gozar con la salud y la fortuna sagrada de los dioses.
Su pequeña era muy amada por su padre quien le proveía de todo lo humanamente posible para que viviera cómoda, pero de allí a reconocerla como una mas de la corte había mucho camino que recorrer pero ahora después del enlace de su amado con yugi, le urgía mas que nunca volver a estar en cinta, nadie se lo impediría..
Un hijo de un ser de clase baja como Yugi solamente podía ser un bastardo y egipto nunca podría ser gobernada según el por un bastardo. Su adorado padre se lo había enseñado muy bien desde pequeño, aunque aquellas enseñanzas no habían echo mella en su esposo quien se había fijado en alguien tan poca cosa y que con solo sonreírle al monarca de egipto, se gano un puesto en el panteón de los dioses..
Pero su amor por Yami también se había vuelto una obsesión, una obsesión con el poder porque desde que se viera obligada a a aceptar que su enferma hija no podría reinar nunca, su sueño era tomar las riendas del reino el solo desasiéndose sin éxito hasta el momento delos poderosos colaboradores de su esposo para controlarlo el mismo, Heba quería reinar y ser llamada el unico soberano colocando a su hija en aquella misma posición de poder y manejar a su antojo aquel poderoso y hermoso reino que desde infante le había gustado.
-porque!!!-grito en su habitación rompiendo con su puño el espejo que tenia en frente- porque no soy capaz te tenerlo para mi!!!!...porque lo escogiste a el…que tiene el de bueno para que lo compares conmigo. Que!!!-oprimió tanto un pedazo de cristal que lo corto, pero no solto porque aquel dolor le apaciguaba el corazón-Yugi te odio como no tienes idea, jamas permitiré que te robes por lo que tanto he luchado desde que me case…el corazón y el alma del faraón son mios, mios y jamás los compartiré contigo. Nunca!!!
Durante las siguientes semanas mantuvo sus emociones hasta limites insospechados, aunque sin poder evitarlo habia llegado al limite de su resistencia. empezaba a estar mas que harto de aquellas empalagosas muestras de cariño y amor que se profesaban yami y yugi, ante la mirada de todos, sin reparo alguno. Tenia claro que yugi era un doncel de envidiable belleza y carisma con los que deleitaba a yami haciéndolo olvidar de ella. Su rival era inteligente, abierto y muy amable, tenia un carácter muy dulce y eso lo asqueaba..
Aquella extraña y silenciosa batalla el día en que estos dos donceles se conocieron apenas empezaba y yugi por ahora sin saberlo llevaba la mayor ventaja, así que si no conseguía captar la atención de su esposo rápido y tener relaciones, no podría alcanzar su objetivo, quizás para entonces seria demasiado tarde, no podía esperar un día mas.
Esa mañana recorrió el pasillo que lo conducía a la soledad de sus aposentos, estaba decidido a ello, por unos instantes se sintió eufórico casi vencedor, la respuesta de los dioses le reportaría los beneficios esperados. su joven doncella una mujer de ojos tristes y apagados, corría tras su paso a la espera de nuevas órdenes.
-..-en un momento se detuvo para obligarla a dejarla sola- hasta aquí me acompañaras May, regresa a mi estancia y arregla mis ropa pues pronto celebrare
-como usted lo orden majestad-decía con una reverencia- la estaré esperando para cumplir vuestra agenda- con aquellas palabras se alejo sin mostrar su dorso al príncipe consorte, eso no era habitual en su alteza, pero aquel ritual últimamente lo estaba llevando a cabo en la mas estricta de la soledad y con pesar observaba como el cariñoso y centrado Heba se iva transformando en alguien a quien ya no reconocía- mi príncipe por favor no se haga mas daño porque hay personas que en verdad lo queremos..-decia en voz baja mientras dejaba el recinto..
En el interior de la habitación donde Heba se hallaba se encontraba la estatua de la diosa Hathor su benefactora, la antigua diosa celestial de la alegría seria su principal protectora. su madre Serenity fue quien le mostro sus poderes, recordó que le advirtio que debido al peligro que conllevaba un ritual asi mediante el espejo de la diosa, debia estar seguro de lo que iva a consultar antes de hacerlo pues un uso equivocado podria convertirse en la condena de aquel que osara manipular una situación en su beneficio, pero el simplemente pretendía que su deseo se cumpliera con aquello que su oraculo divino le dijo antes de salir de su hogar. ella se elevaría como hija del dios y por tanto luego de eliminar sus obstáculos ascendería al trono de amon, tal y como su suegro.
“vuestra alma poderosa y sublime llevara a las divinas tierras de Kemit al pináculo de los dioses. Vos mi príncipe seras el pilar y llevaras en vuestros hombros el destino de tus súbditos tal y como vuestro suegro lo ha hecho”
Palabras que se repetían una y otra vez en su mente y que lo llevaron a tal decisión. a sabiendas de las dificultades que cernían sobre su persona para tal logro, pensó que el único modo de continuar la dinastía de su sangre, seria con un hijo baron no importase de quien fuese su padre pues debía asegurar de que cuando cayese en cinta yami creyese que es suyo y no del amante que controlaría para este fin.
-mi yami, tu eres el unico hombre que esta en mi corazón y mi alma pero no eres dueño de mi cuerpo desde hace tiempo-decia mientras observaba a la lejanía con la diosa a sus pies- quiero un hijo de los dos y si para ello tengo que buscar a alguien mas lo hare, lo hare porque mi amor por ti es mas grande de lo que muchos pueden sentir..
AL OTRO LADO DEL PALACIO
Mientras los delirios de Heba ocurrían algo mas importante se llevaba a cabo en la camara real del faraón. Bajo los rayos de la luz de la luna se podía apreciar el hermoso momento que la pareja allí vivía, puesto que por entonces yami estaba embistiendo con fuerza en el interior de su amado tricolor mientras el menor lo llenaba de caricias y besos..
-eres lo mas hermoso…que los dioses me han dado mi ángel …mmmm… y nada ni nadie podrá cambiarlo jamás -decia yami estallando por cuarta vez en el interior de su amante real
-lo sabes mi amado Yami, soy tuyo siempre que lo desees, estare a tu lado por siempre porque eres lo que mas amo en esta vida..mmm..awww-su espalda se arqueo al sentirse nuevamente lleno por la semilla de vida de su amado- pero no digais que soy el única puesto que ese titulo lo tiene Heba y yo solo soy tu amante-decia yugi mientras con tiernos besos recorría el pecho y abdomen de su amado esposo..
-aunque el sea mi esposo no es el dueño de mi corazón a diferencia tuya, tu eres mi favorito, mi angel, mi yugi y haría lo que fuese necesario para hacerte mi único esposo hasta la muerte y en poniente por la eternidad-decia yami mientras con sus manos cogia su rostro y lo volvia a besar desatándose una batalla entre ambas lenguas…una batalla ganada por ambos en busca del extasis..
-no digas eso mi amado, el joven principe aun es joven y aunque acepto que me incomoda ser el segundo en tu cama se que lo que acabas de decir podría ser una ofensa si alguien mas se llegase a enterar- pronunciaba yugi abriendo sus piernas para dejar instalarse nuevamente en su interior a su amado quien coloco una pierna en su hombro y la otra en su espalda doblándola para hacer mas profundas las penetraciones haciendo gritar de placer al ser mas hermoso que el monarca de Egipto hubiese conocido..
-recuerda algo mi amado angel-decia Yami embistiéndolo con fuerza mientras lo masturbaba y besaba con adoración la piel a su alcance- Heba esta atado a mi por una alianza y aunque me dio a una hermosa joya como lo es mi pequeña princesa, eres tu quien guarda todo de mi, eres mi dueño y la unica persona con la que querría pasar mi inmortalidad…
-te amo..-gemia agónico el menor sintiendo inmenso placer
-no mas que yo..te amo..te amo..te amo…
Y asi pasaron los días y antes de que Heba actuara ya habia intimado varias veces con aquel amante que gustoso le habia aceptado para evocar sus planes por eso sin mas dilación ni ética de su parte, entro como un torbellino en la sala de descanso de su esposo aprovechando la ausencia momentánea de yugi. se situó a su lado en el mismo lugar que el otro había ocupado. Acerco sus labios sensuales a su oido para darle un recado
-mi amado esposo, hace tiempo que no gozamos de intimidad, estoy ansioso-le acaricio el mentón provocándole cosquillas al mayor- creo que me debes algo de dedicación no te parece? yo soy tu esposo principal lo habias olvidado acaso?-recito con tono sensual continuando con sus cosquillas. En eso estaba cuando pudo observar de reojo como yugi regresaba y hacia su aparicion en la sala, lo que provoco que las insinuaciones se volvieran mas descaradas de su parte, causando con ello la iracunda y celosa mirada de yugi y la seriedad de yami..
-supongo que puedes esperar a termine mis alimentos Heba, despues de todo con la visita de mi princesa y los servicios de mi querido yugi no he tenido tiempo para mas cosas…tu entenderás- decia sin notar las miradas venenosas que ambos donceles se lanzaban
-desde luego amado mio, no pretendía dejarte sin probar tu comida favorita quiero que te recuperes, para que puedas satisfacerme como sabes- balbuceo socarron y totalmente desinhibido mientras tocaba las partes privadas de su esposo dejando al aire el miembro viril del monarca de egipto quien frunció el seño ante aquello y Yugi por otro lado salía apresurado del lugar para no tener que ver aquella escena…
Pero luego de un momento Yami y Heba desaparecieron por el flanco de la puerta dejando a la servidumbre atónita puesto aquella escena no la veian desde hacia mas de dos meses, la mayoría nunca habia gustado de aquel príncipe pretencioso al que no le tenian mucha simpatía por no tener tanto gracia, era inteligente pero parecía mas una puta en celo y una adorno pues no cumplía los deberes reales como su rango lo ameritaba, algo muy diferente con el nuevo esposo yugi el que en poco tiempo se había ganado el afecto de toda la corte por su porte, elegancia, belleza, su lenguaje era extenso y sabia hablar de casi cualquier cosa, además de ser un carismático anfitrión quien evidentemente se sintió incomodo ante la subita dedicación de su esposo hacia Heba. todo aquel cumulo de situaciones provocaban que ambos jóvenes se vieran el uno al otro como auténticos adversarios, lo que no sabían era que Yugi sufría en silencio por no tener la completa atención de su amado faraon..
UN MES MAS TARDE
Habian pasado ya varias semanas desde que yami había retomado sus actividades con Heba y esta a la vez en secreto continuaba con su amante títere. El faraon no por ello había dejado de dedicarse a su segundo y mas amado esposo, pero si había conseguido según el creia el equilibrio para que los dos donceles estuvieran agraciados con su presencia, incluso creyó que su esposo principal había comenzado a interactuar mejor con su angel yugi.
Una hermosa mañana la pequeña princesa Amen-ra de por entonces un año y medio entro sigilosa a la habitación de su papa, rio bajito ante su travesura ya que no quería despertarla hasta el momento adecuado ya que en su mano iva un tesoro que en la joven mente de la pequeña le daría a su papa la sonrisa que no le había visto en mucho tiempo..
Se subio a la cama del mayor y se subio sobre el con su risueño rostro. Solo una nueva risa melodiosa y comenzó a besar el rostro de su ser mas querido..
-papi..despierta..papi-y lo logro su papa abrió los ojos sintiéndose extraño y notando quien lo había despertado lanzando una sonrisa que cautivo el corazón de su pequeña
-jejejeje…hola mi princesa despertaste muy temprano-decia sentándose y sabiendo que lo que decia era verdad pues su amada princesa hacia menos de 3 meses había recaido de sus fiebres y por eso dormía mas por petición de los médicos de la corte..
-no tenia sueño-mantenia la sonrisa-toma papi-finalmente le mostro lo que tenia en sus manos
-oh que hermosas flores mi pequeña, gracias no tenias porque-le dijo mientras tomaba las hermosas flores
-estas feliz?-pregunto inocentemente con sus ojitos rojizos iguales a los de su padre
-claro que si mi pequeña soy feliz porque eres mi tesoro mas preciado, gracias por este despertar- la abrazo con fervor pero entonces sintio un mareo fuerte. Unas súbitas nauseas le hicieron separarse rápidamente de la pequeña que la observo confundida por la rapidez con la que su progenitor se levanto y salio disparado hacia el baño..
Minutos después el mayor salio del baño con una sonrisa porque aquellos síntomas los reconocía, alli supo que estaba esperando un hijo, acariciando su vientre entusiasmado se asomo por la ventana de su habitación donde Ra ya aparecía. Respiro hondo llenando sus pulmones hasta saciarse del aire en su cuerpo. dio las gracias a los dioses por haberle escuchado, ahora no tenia nada que temer al mandar primero que todo a ejecutar a su amante bajo cuerda para que nadie sospechara.
-papi estas bien?- pregunto abrazándolo de sus piernas lo más fuerte posible
-si mi vida no te preocupes, mejor vámonos tenemos que visitar al médico de la corte
-pero papi estoy bien, no quiero verlo-sus ojitos querían derramar lagrimas
-mi vida, no es por ti que quiero verlo, es para algo mas y si te portas bien serás una de las primeras personas en saberlo..-observo a la pequeña quien asintió asi que llamo a May para que los acompañara y partieron a la estancia del medico real.
Este le confirmo sus sospechas y la pequeña princesa grito de alegria al saber las buenas noticias. Horas mas tarde después de descansar lo suficiente se acicalo para estar radiante y acudió en la búsqueda de su esposo quien regresaba de una junta general de los militares..
-yami-grito entusiasmada abrazándolo tan de sorpresa que casi lo hace caer-por favor, dejadnos-ordeno a los sirvientes-con tu permiso por supuesto tengo que hablar en privado contigo alteza....nuestro medico real Shimon me acaba de confirmar que estoy esperando un hijo, lo comprendes amor?, vamos a ser papas de nuevo-decía con júbilo mientras lo besaba
-Ten cuidado con la forma en la que apareces Heba, pero cambiando de tema es magnífica la noticia que me das estoy muy contento por ti. nunca había pensado que tendría tres hijos al mismo tiempo, sera fenomenal y a nuestra pequeña Amen-ra le agradara ser la hermana mayor..-aquellas palabras atravesaron el cerebro de Heba con varias puntadas que casi le causaban la pérdida del conocimiento, no podía creer lo que acababa de escuchar
-como haz dicho..tres hijos?-pregunto con el corazón en la mano
-es que acaso no te lo han comunicado ya?. mi yugi también esta embarazado, el mismo me lo notifico hace tan solo unos días atrás y Shimon me confirmo de que son gemelos-lo decia con una gran sonrisa la cual borro al tener en sus manos un comunicado de su mensajero principal quien habia aparecido de repente-Heba por favor retirate que tengo una reunion importante con la orden sacerdotal y los altos comandantes parece que Libia no se quedara tan quieta como lo habíamos pensado-con aquellas palabras retomo su camino a la sala del trono dejando atrás a su pálido esposo..
En la mente atropellada de Heba se estaba generando toda una serie de conjeturas que deseosa estaba por compartir con alguien antes de que se convirtiese en un auténtico veneno.se dirigio como una flecha a su camara y se lanzo a la almohada, lloro de rabia por no haber logrado retener lo suficiente a su esposo para que no tomara a su rival, pero estaba claro que no se quedaría quieto por el momento con el embarazo de yugi podia conjurar intentos de aborto de parte de este y rezar para que su bebe naciera primero y fuese un barón
-pagaras muy caro por haberme robado mi momento Yugi-decia con rabia mientras lloraba con desconsuelo, acto seguido por su fiel May quien bajo su cabeza en señal de tristeza por su ama-nunca permitiré que mi hija llame hermanos a tus bastardos..jamas!!!
CONTINUARA...........