PROLOGO
"Todo gran amor no es posible sin pena"
Proverbio italiano
Aquella noche no había parado de llover, el ambiente tanto dentro como fuera de esa habitación era tan sombrío, el muchacho se encontraba contemplando el paisaje a través del gran ventanal que existía allí, anhelando poder salir de aquel lugar que lo sofocaba tanto
El hijo que estas esperando es mío? Y allí estaba la pregunta que había querido evitar tanto tiempo, como le respondería?, que debía decir?, que debía hacer?, el quería escapar no deseaba hablar, lo único que quería era correr
-CONTESTA!!-Lo detuvo del brazo antes de que pudiera salir de la habitación-por qué no contestas maldita sea, te parezco tan poca cosa, crees que puedes seguir engañándome y burlándote de mi a mis espaldas
-suéltame por favor me lastimas-su voz estaba un poco quebrada a causa de las lágrimas que surcaban su hermoso rostro, lo sabía, estaba consciente de que era el quien lo estaba lastimando, pero que podía hacer su corazón le había jugado una mala pasada, se había entregado a otro hombre, eso estaba mal lo sabía, Él estaba casado había unido su vida a otra persona la misma que ahora se encontraba llorando frente a el, había tratado de evitarlo tantas veces su mente le repitió miles de veces que no lo hiciera, que se alejara de ese hombre que para el representaba una verdadera tentación, pero simplemente no podía su cuerpo y su corazón no querían entender razones, lo amaba, amaba tanto a ese hombre, aquel hombre por el cual se atrevió a tirar tantos años de relación a la basura, pero que podía hacer cada vez que lo veía no podía evitar que su corazón latiera de aquella forma que le incomodaba pero al mismo tiempo también le gustaba, sentir aquella sensación de mariposas en el estómago, después de todo uno no elige de quien enamorarse y eso era lo que sentía por ese hombre estaba seguro de que era amor
Después de soltarlo se sentó en el sillón que había frente a él, mientras las lágrimas no querían parar de salir, en ese momento había tenido tantas ganas de lastimarlo de hacerlo llorar de dolor pero no podía, lo amaba demasiado, no le gustaba verlo sufrir, cada vez que lo veía llorar era como si todo su mundo se cayera a pedazos, para él la personita que se encontraba llorando frente a el, era la persona más importante en su vida, entonces ¿por qué su amor no era lo suficientemente fuerte para retenerlo a su lado? ¿Por qué su amor no bastaba?
-No te dejaré ir nunca
-Qué?-vio cómo se levantaba del sillón y se dirigía a la puerta, solo escucho el clic de la puerta, lo había encerrado allí dentro.
-Abre, abre por favor, te lo suplico-se apoyó en la puerta llorando- por favor yo no quería que las cosas pasaran de este modo ABRE
Al otro lado su esposo solo apretaba los puños tratando de contener todo el dolor que sentía en ese momento, mientras las lágrimas no paraban de salir de sus ojos, se alejó de allí ignorando las súplicas y sollozos tras de sí.
Se fue a la sala empezando a destrozar todo lo que encontraba a su paso necesitaba desahogarse, se empezó a reír como loco, como fue que no se dio cuenta de lo que pasaba a su alrededor, como había podido ser tan imbécil, pero como lo iba a sospechar, como rayos se supone que debía darse cuenta, como sospechar de él, como imaginar que la persona en la que confiaba ciegamente le iba a arrebatar al amor de su vida, ya estaba cansado de ser el bueno de la historia ¿para qué? si al final solo acabarían aprovechándose de él.
No puedo jamás renunciare a ti Shuichi, ni siquiera sabiendo que le perteneciste a otro hombre que sus manos recorrieron tu cuerpo, sin importarme nada de esto Shuichi, ni aun sabiendo que esperas un hijo suyo, me pregunto si se reían de mi a mis espaldas mientras recorría todas las tiendas buscando tantas cosas para mi supuesto bebe, lo se me debí de ver patético justo como me veo ahora, aún así aunque me hayas convertido en este ser tan patético no tienes ni la más mínima idea de cuánto te amo, es egoísta lo sé, pero me niego a creer que tu felicidad está a su lado y no al mío, soy mejor que el y te lo voy a demostrar, esto fue un juego para ustedes ¿verdad?, pero el juego aún no ha terminado, esto no ha terminado, lo haré sufrir hasta que me suplique de rodillas que lo perdone, no estaré satisfecho hasta verlo completamente destrozado, lo arrancare de tu corazón y de tu vida para siempre, no estoy dispuesto a renunciar a ti, nunca te libraras de mi Shuichi amanecerás a mi lado todas las mañanas, te haré mío las veces que sean necesarias, quitaré cada marca que él haya dejado en tu piel. Mientras dejaba que todos estos pensamientos inundaran su cabeza, salió del hotel, después de todo si quería ganar debía empezar a mover sus fichas
En la habitación un joven pelirrosa se encontraba acostado en la cama llorando-perdóname, por favor perdóname-susurro mientras sentía que se quedaba sin fuerzas, deseaba correr ir donde la persona que el amaba, tenía tantas ganas de estar entre sus brazos, de sentirse protegido y encontrar en paz en aquellos brazos tan cálidos, ganas de abrazarlo y besarlo, tenerlo a su lado y compartir juntos el nacimiento de su bebé, sintió que las fuerzas volvían-tengo que salir de aquí
No se podía salir, la puerta era imposible abrirla sin la llave-mi celular-corrió hasta el baño y lo encontró oculto pegado bajo el lavamanos, no pudo evitar sentirse culpable nuevamente, pero tenía que salir de allí era ahora o nunca, llamo a la recepcionista quien inmediatamente subió y le abrió la puerta, salió lo mas rápido que pudo pero mientras cruzaba la calle para agarrar un taxi fue atropellado. Su mundo se oscurecía poco a poco en medio de esa oscuridad solo salió un nombre de su boca.
-YUKI
¿Cómo fue que las cosas llegaron hasta este punto?