Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Poco a poco por Adry Rushelf

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

De acuerdo… Esta es la primera vez que publicó en esta página, así que me da un poco de nervios xD No es como si nunca hubiera escrito BL pero no me considero una experta. Aunque sí, soy una lectora frecuente pero akjsnkjashfakjshfkasdkjfsahfdjkhfdn >>//<<

En fin, espero que les guste esta pequeña historia que surgió en un intento por prestarle atención al profesor de física (amo las artes, odio la ciencia T.T); originalmente iba a ser un drabble, pero para cuando me di cuenta era demasiado largo como para ser considerado como uno. Así que técnicamente, por las mil quinientas palabras en Word, se supone que es un one-shot, pero yo sigo considerándolo drabble más que nada por la trama, y porque creo que no estoy hecha para escribir uno TTwTT

Bien, eso era todo. Nos leemos en un ratito ;D

Poco a poco

 

- Wolfram… - Dijo Yuuri, bajando la voz dos tonos, sonando como si en realidad no quisiese que le escuchara.

Wolf, por otro lado, aun estando completamente tieso, casi sudando y rojo hasta la raíz del cabello, se limitó a emitir un ligero sonido de duda, sólo para hacerle saber que estaba despierto.

El pelinegro dudó antes de continuar, pero se dio cuenta de que, allí, en alguna parte de las entrañas de ese oscuro bosque, ya sin riesgo de ser atacados, hallándose completamente solos y fuera la posibilidad de catástrofe que les interrumpiera, era el momento indicado, tanto así, como si Shinou le hubiera puesto esa oportunidad en el camino, y por lo tanto – si ese era el caso – tendría que aprovecharse de su generosidad, o de lo contrario, probablemente no se repetiría.

 

- ¿Tú realmente me amas? –

 

Esa tendría que ser la gota que derramara el vaso para el pobre ojiesmeralda, y Yuuri de antemano lo sabía, pero pensó que si le sacaba más vueltas al asunto, terminaría acobardándose, dándole la espalda y fingiendo su propio sueño (aunque lo más seguro era que no pegaría ojo en toda la noche)

Como no quería eso, simplemente decidió soltar cuatro palabras y ver qué sucedía.

 

- ¿P-Porqué preguntas algo así tan de repente? – Preguntó escandalizado y separándose del anterior contacto.

 

Yuuri que se había adormilado en esa posición, se enderezó de golpe cuando Wolfram se hubo alejado. Desde un inicio notó su incomodidad al haberse recargado en su hombro.

Puso las manos en sus rodillas y bajó la mirada, avergonzado por hablar de un tema como ese. Incluso se sentía estúpido intentando fingir tranquilidad, así que no se esmeraba mucho por aparentarla. – Creí… Que debía preguntártelo ahora, quiero decir… No es como si hubiéramos hablado de eso antes.

- Lo dices como si yo nunca lo hubiera intentado. – Dijo, casi susurrándoselo a sí mismo. El pelinegro lo miró confundido, aparentemente no había escuchado eso último. Wolfram suspiró: - Por supuesto que lo hago, te lo he dicho innumerables veces.

Yuuri se sonrojó y bajó más la cabeza. – Lo siento. Tan sólo… Pensaba que te estabas tomando tu papel de prometido muy enserio.

- ¿Cómo podría esforzarme a ese grado por alguien a quien no amo? – Reclamó él, enfadado.

- Bueno, tal vez era porque no querías desobedecer una orden del Maou. Después de todo, fui yo quien pidió tu mano.

- ¡Eso no tiene nada que ver!

El de ojos oscuros al fin levantó la vista de la tierra y se quedó observando a su compañero, quien lo observaba con el ceño fruncido, y una mirada de determinación que pocas veces le mostraba.

El Maou no fue consciente pero, de nuevo, el rubio acababa de enamorarlo un poquito más con esa vista, puesto que a pesar de que parecía querer convencerlo de que realmente le amaba, su cuerpo temblaba por el nerviosismo, y algunas lágrimas brillaban en la comisura de sus hermosos ojos. El príncipe estaba luchando para no llorar, y Yuuri lo entendía, ahora, mejor que cualquier otra persona. A pesar de todo, su sufrimiento no era culpa de nadie más que de él. – El que seas el Maou o no, no me interesa. Lo que importa es lo que tú quieras y lo que tú creas de mí.

 

El viento agitó las ramas de los árboles, provocando que las copas se separaran, dejándose ver las estrellas. Las llamas bailaron de un lado a otro sobre los leños, y Yuuri decidió fijar su atención en ellas. No podía mantenerle la mirada por mucho, sabía que se estaba sonrojado demasiado y no quería hacer otra expresión que lo delatara más de la cuenta.

- Además… Continuó el de cabellos claros. – Tú desde un inicio me ofreciste disolver el compromiso, pero yo me rehusé.

- Dijiste que tu orgullo no lo soportaría.

- ¡Dije eso porque te amo y no quería que lo terminaras, debilucho! – Casi lo gritó, y Yuuri todavía sin verlo, abrió mucho los ojos. Aún con todo lo que había pasado, era la primera vez que aquellas palabras sonaban como una confesión de amor. – Hemos dormido juntos durante tres años, Greta me considera su otro padre, todos en el reino piensan que algún día nos vamos a casar, y yo sigo repitiéndole al mundo que te amo y que puedo dar mi vida por ti. ¿Qué más debe pasar? ¿Qué más tengo que hacer para que me creas?

 

Yuuri se quedó estático. ¿Cómo era capaz de decir algo como eso? Ese mazoku orgulloso que se la pasaba celándolo de cualquier ser viviente; demonio, humano, niño o animal que se cruzara en su camino, y que a pesar de eso se negaba en múltiples ocasiones a ser sincero con lo que pensaba sobre él, ahora estaba reclamándole todos esos días que pasó sin su cariño. Porque era cierto, todo eso había sucedido a lo largo de esos tres años, y ahora formaban parte de no más que una situación natural: el dormir juntos, el tener una hija. El estar comprometidos.

Y sin embargo, Yuuri todavía no daba el primer paso. Hasta hace poco, de hecho, él seguía pensando lo más mínimamente en su compromiso, permitiendo que sus obligaciones de rey le consumieran por completo y simplemente esperando que algún día las cosas se solucionaran por sí solas,

Mientras que para Wolfram, el tiempo seguía pasando.

 

- Lo siento. – Fue lo único que pudo decir, y Wolfram se sintió mal al ver sus ojos ocultarse tras el flequillo. Nunca lo hubo presionado a nada, y no pretendía hacerlo ahora.

Se encontraba a punto de decir algo para aligerar la tensión en el ambiente. Siempre lo hacía, después de todo; ese momento acabaría, y lo recordaría sólo preguntándose por el qué hubiera sucedido después.

 

- ¿Sabes? Yo creo… Que deberíamos seguir con el compromiso. –

 

Todas las contemplaciones que Wolfram maquinaba fueron echadas al fuego cuando Yuuri dijo eso.

 

- ¿Qué? – Volteó a verlo, como teniendo miedo de que fuera un simple juego de su mente el hecho de que un enclenque como Yuuri hubiese dicho eso. – P-Pero… ¿Qué hay de eso que siempre decías sobre que no era normal que dos hombres estuviesen juntos?

El otro se rascó la cabeza, sin mirarlo a los ojos. – Creo que… Desde que llegué aquí empecé a olvidar lo que era normal. Es decir… Aquí es algo tan común que hace mucho que dejé de verlo como algo extraño, y… Bueno… En la Tierra también existen relaciones así, sólo que nunca pensé mucho en ello…

Wolfram sonrió con ternura. A pesar de que se hallaba considerablemente sonrojado y con el corazón latiéndole a mil por hora, debía reconocer que Yuuri estaba esforzándose demasiado para decirlo de la manera correcta.

 

- Lo que quiero decir… - Yuuri se giró por fin a verlo, dejándole ver un rostro igual o incluso más rojo que que el suyo mismo. Una fresca brisa agitó sus cabellos, y en ese momento, el rubio tuvo que controlar su respiración. – Tú me gustas, Wolf.

 

Después de eso, las estrellas parecieron brillar con más fuerza, e incluso las pocas nubes que empañaban el firmamento se hicieron a un lado.

Lo siguiente que Yuuri escuchó fue su nombre dicho en un susurro, cubriendo un gemido ahogado. Al parecer, Wolfram no pudro resistirse más y había comenzado a llorar.

A Yuuri no le gustó aquello; probablemente su prometido hubiese sufrido mucho más de lo que él mismo podía imaginarse. Había sido un idiota, eso hasta él lo sabía, pero por el momento no tenía idea de cómo compensarle por todos los daños.

Pero antes de que pudiera seguir pensando, aquel que gobernaba sus pensamientos, se arrojó de lleno a sus brazos, rodeándolo por la espalda y sujetándolo como si no quisiese dejarlo huir jamás. Estaba demasiado feliz.

 

- ¡Pe-Pero… sigo pensando que casarnos ahora sería demasiado apresurado! – Dijo el rey aumentando su, de por sí, evidente sonrojo. – Todavía soy muy joven, incluso tú, aún con la edad que tienes y… Además… No sé… Pienso que primero deberíamos…Ser novios… O algo como eso…

 

Para este punto, ya no había ni un rastro de piel morena en Yuuri; era todo granate. Pero Wolfram, lejos de quererse reír, sólo sonreía embelesado, sin saber exactamente qué responder a esa tan particular confesión, propuesta, o lo que fuera.

- Debilucho, ¿estás diciendo que quieres que seamos novios? – Atinó a preguntar, alejándose sólo para sujetarlo por los hombros. El pelinegro bajó la mirada (de nuevo).

- Sí. Bueno, ya te dije que lo de la boda puede esperar…

 

Definitivamente…

 

- Yuuri. –

 

Apenas alcanzó a volverse cuando sintió el calor de Wolfram hacerse más hacia sí, hasta fundirse por completo. Le estaba besando. ¡Se estaban besando!, sólo que, en esta ocasión, Yuuri no dio ningún indicio por querer alejarse de aquello. Sólo se dejó hacer, correspondiendo tímidamente.

Al final, ambas frentes se recargaron, permitiendo que sus miradas se conectaran.

Wolfram no dejaba de sonreírle a Yuuri con extrema dulzura, mientras que éste, más cohibido que antes, se limitaba a contemplar el esmeralda de aquellos ojos que parecían leer dentro de sí. Él quería hacer lo mismo.

 

- No me importa seguir siendo tu prometido hasta la eternidad, siempre y cuando estés conmigo.

 

El amor rompe barreras,

 

- ¡Majestad! ¡Wolfram!

 

Era Conrad, por fin los habían encontrado.

 

 

Aunque a veces tome tiempo.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bien, eso fue todo. Ojalá les haya gustado mi pequeña teoría sobre como sería la confesión entre esos dos. 

Cada quien tiene sus propias ideas, pero esta fue mi pequeña aportación.

Gracias por leer ^^

Matta ato da ne~! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).