Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Nuevo Despertar por Natsuki Uzumaki

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Itadei.

YO SOY SHINEN UCHIHA.

Mi nee-san Natsuki Uzumaki me dio permiso de publicar este fic en su cuenta ya que yo no soy fugoshi. No estoy encontra ni a favor del yaoi, estoy en zona neutral :) Nunca he visto ni leido algo yaoi, esta es laprimera vez que me involucro con algo asi, normamente escribo hetero de solo una pareja (sasusaku) asi que como soy primerisa en esto me atrevi a poner escenas que normalmente no pondria:D 

Este fic. lo hise como un regalo para mi nee-san y sinceramente me fue muy dificil ya que como lo dije antes no escribo yaoi.  Cuando lo escribia no imaginaba la cara de los personajes, solo lo escribia y no pensab ninguna escena :) 

Me gustaria que me dieran una aportunidad con este fic y me dieran su apinion. Arigato :)

  By. Shinen Uchiha

 

La ciudad despertaba después de una noche más, las actividades y ruidos matutinos comenzaban de nuevo. Para muchos monótono e insípido, pero para otros una aventura a la vuelta de la esquina.

Algunas personas refunfuñaban por tener que trabajar en sábado, imaginando que tal vez podrían estar disfrutando de unas horas más de sueño o simplemente  salir a pasear al parque con su familia; otros disfrutaban de su día libre, haciendo planes para salir a casa de familiares, desayunar con sus amigos o dormir y levantarse hasta tarde.

Los rayos del sol entraban por las ventanas, librando de la oscuridad a aquella amplia habitación cada vez  que avanzaba, tonos marrón claro predominaban en el ambiente; con figuras de arcilla, mayormente aves, que reposaban sobre un escritorio junto con más objetos que claramente eran con los que se habían elaborado, una cama matrimonial estaba en medio alcoba pegada a la pared, frente a ella un peinador de madera negra y algunos sillones estratégicamente distribuidos por todo el cuarto.

               Se sentía la testosterona por cada rincón, obviamente era de un chico.

Unos hermosos y brillantes ojos azules se acostumbraban a la luz mientras tapaba su torso desnudo con una delgada sabana. Se estiró para despertarse mientras se sentaba en la cama mirando como si fuera la primera vez a su habitación, giro su cabeza topándose con un bulto sobre la cama. Una sonrisa adornó sus labios al recordar algo.

Hoy era 5 de Mayo.

Hoy era su cumpleaños.

Adiós a los 27, bienvenidos los 28.

Poniendo toda su atención a la persona que tenía a lado comenzó a detallarlo con la mirada, le daba la espalda pero así tenía una magnífica vista de su ancha y musculosa espalda, unos fuertes brazos que la noche anterior lo habían sujetado y abrazado en todo momento y su sedoso cabello azabache regado por toda la almohada.

                                             El era Itachi Uchiha, su prometido.

Se levanto de la cama con cuidado de no despertarlo, miro su ropa regada por todo el piso de madera y se sonrojo  al recordar la causa por la que estaban así. El Uchiha le había adelantado  su regalo de cumpleaños.

                                                              Y valla regalo.

La noche anterior salieron a cenar al restaurante Rassengan N&U, un elegante y renombrado lugar donde sus tíos, Minato Namikaze y Kushina Uzumaki, eran los dueños. La velada fue perfecta, la comida  exquisita y con las bromas y galantería de Itachi  todo fue perfecto. Después  de la cena fueron al club Akatsuki de donde eran miembros. Este lugar era exclusivo no cualquiera podía entrar y cuando te hacías miembro te daban un anillo con el cual se identificaban dentro y fuera de la organización Akatsuki. Su anillo era el Seiryu (Dragón azul/verde) en el dedo índice derecho; unas horas después fueron a la casa del pelirrubio para ver unas películas y continuar con la celebración.

Deidara caminaba a paso lento, solo con unos bóxer que se había colocado cuando se levantó, recordando los sucesos de la noche anterior mientras recogía la ropa de ambos, la llevaba al cesto de ropa sucia y buscaba entre sus cajones unos pantalones de pijama negros holgados y una camisa blanca de manga corta con el logo de una silueta  de unas rocas en su espalda (como en su banda). Se encaminó hacia el baño  recordando algo que inconscientemente le hizo dibujar una sonrisa en sus labios y tocarse el anillo de oro blanco con incrustaciones de diamantes que descansaba en su dedo anular de su mano izquierda.

Una capa de sudor perlaba sus cuerpos y sus respiraciones eran agitadas. Tomaban bocanadas de aire con las frentes juntas y observando los ojos del otro, mirando un hermoso sentimiento  en ellos que ambos sabían que compartían.

-Deidara…- llamó el pelinegro con una deslumbrante sonrisa que hacía que el mencionado tuviera un escalofrío al tiempo en que el pelinegro se sentaba al borde de la cama.

-Mande, hum.- respondió el aludido sentándose al mismo tiempo.

-Tú …¿Me amas?

-¿Nani, hum?- el desconcierto en su cara era más que obvio, era la primera vez que se lo preguntaba- Digo, claro que te amo- se acercó a Itachi, tomó su rostro delicadamente entre sus manos.-Tú lo eres todo para mi, entraste a mi vida cuando creía que yo no tenía un futuro feliz como los demás, cuando estaba tan roto y sin esperanzas hum. Me ofreciste tu amor y restauraste cada parte de mi roto corazón. Te amo porque tú me enseñaste el verdadero significado del amor y me lo demostraste hum.

Sonriendo sexymente unió sus labios en un beso, sus lenguas danzaban sin control hasta que la respiración fue extremadamente necesaria.

-Por que lo preguntas, ¿Acaso dudas, hum?

-No.- se apresuró  a contestar el azabache con una cálida sonrisa en sus labios; pero rápidamente su semblante su volvió serio.- Tú y yo llevamos 2 años de relación y creo que ya es tiempo de que tengamos unos cambios, que seamos diferentes, que ya no tengamos un noviazgo.

El ojiazul tenía la cara de shock al escucharlo, una ola de sentimientos lo inundó, sentía como si el aire le faltase, como un golpe en la boca del estómago, como si después de que tienes algo que anhelaste tanto te das cuenta que no es lo que creías. “¿Diferentes? ¿Qué ya no tengamos un noviazgo? ¿Por eso se tomó tantas molestias esta noche? ¿Para terminarme?” Sus ojos se tornaron vidriosos, miraban con asombro a Itachi que le devolvía la mirada seria pero con un brillo que no supo identificar.

Podría ser que eso le partiera el corazón y estar seguro que nunca nadie podría volver a hacerlo latir, pero él tenía  orgullo  y no iba a dejar que ese Uchiha se divirtiera pisoteándoselo y haciéndolo sentir una miseria. ¡No señor! ¡A Deidara Uzumaki nadie lo humillaba sin salir lastimado! Y si algo había aprendido en esos dos años de relación era que los Uchiha tenía el orgullo y ego más grande que haya visto, y que una buena jugada,  las palabras adecuadas y  ¡PUM!  El ego/orgullo del Uchiha estará más por debajo de los suelos.

Una sonrisa maligna pero  condenadamente sexy se dibujo en su rostro y sus ojos antes con un brillo de humedad fueron reemplazados por un par de llamas azules que destilaban fiereza e indiferencia. Modulando el volumen de su voz respondió:

-Lo entiendo, se a donde quieres llegar hum.

-¿Es en serio?- cuestionó extrañado el ojinegro, no es que dudara de las capacidades del rubio para entender las indirectas, pero no hablo tanto y ya sabía a lo que se refería.

-Si, no es como si no lo hubiera pensado antes, creo que era normal que llegáramos a este punto, hum.

-¿Y por qué nunca me dijiste nada?- una sonrisa floreció en sus labios.  

-Creo que deberíamos platicar más que hacer otro tipo de cosas con la boca ¿no crees? Hum.

                  La suave risa de Itachi fue una dulce melodía para sus oídos.

-Cariño tenemos  tiempo suficientedespués de todo no he escuchado quejarte acerca de mis besos. Pero si quieres podemos hacer  las dos cosas más seguido, tomándonos más tiempo, platicar más y también… besarnos mas.- Amaba ese lado apasionado de Itachi.

Un tenue sonrojo apareció en el Uzumaki agachando su rostro, su fleco cubrió parte de su rostro, pero aun así una escalofriante sonrisa se notaba.

                                                  Había llegado el momento.

Levantando poco a poco el rostro observo fijamente al hombre que tenía enfrente.

-B-Bueno… hum… Tu nunca has tomado bien las criticas, ni siquiera las constructivas.

-¿! ¿QUE?!?- su rostro era un poema, la sorpresa y asombro se reflejaban en cada una de sus facciones- ¿Cómo que no tomo bien las criticas? .- Su ceño estaba fruncido y sus ojos pedían a gritos una respuesta.

-La última vez que tu hermano te dijo que tu diseño para presentar a la constructora estaba equivocado y no representaba nada de lo que el cliente quería hiciste un berrinche, dejaste en claro que tus diseños estaban mejor que los de tu hermano y le dijiste “Sasuke… baka, baka, ototo-baka Sasuke… No porque tu esposa, Sakura-chan, sea el cliente quiere decir que tus diseños están mejor que los míos, recuerda  que tengo ese toque que  hace que mis diseños sean los preferidos por el cliente” Y al final Sakura-chan si escogió los de Sasuke porque tenían lo que ella quería y a sus socios también les gustaron hum. No te presentaste a trabajar por una semana y un aura depresiva te rodeaba mientras balbuceabas “No puede ser… Me gano ototo-baka… Sakura-chan me traiciono, escogió a Sasuke…” hum.

Itachi tenía  una sonrisa nerviosa, los ojos cerrados y la ceja izquierda bailando en un tic nervioso

-Creí que eso ya no lo mencionaríamos, sería como un recuerdo en blanco, q-u-e-r-i-d-o.

-Demo si es un recuerdo… ¿No tenemos que saber que es para luego decir “Oh, eso no lo debo recordar” y luego pensar en otra cosa para no recordarlo temporalmente, hum?.- sonrió

De verdad que estaba disfrutando este momento. En serio! La ceja bailarina de Itachi y su rostro no tenia precio. Después de todo, si quería terminarlo al menos recordara su última conversación y como su ego fue descaradamente dañado.

-Sí, pero…

-Y sinceramente, si estaban mejor los planos de tu hermano, tal vez si no hubieras puesto todas esas fuentes en el estacionamiento, el centro del edificio, las de la entrada, la del tejado, las extrañas jardineras de circulo y la gigantesca pecera que pusiste a la entrada hubiera estado bien . hum.

-Pero ellos querían fuentes y algo de vida animal como peces!.- Se defendió un molesto Uchiha con las mejillas sonrojadas por el enojo aun con su ceño fruncido.

- ¿Y no fue mejor hacer un pequeño estanque en medio del edificio con peces de distintos colores, piedras,  flores y una pequeña fuente como la que hizo tu hermano, hum?

-¿Quieres recordarme por qué diablos   estamos hablando de mi hermano y de sus malditos planos?

-Por qué no tomas bien las críticas  constructivas hum.- regalándole la mejor sonrisa inocente que tenia.

                                                                             Ja!

  Ya había llegado. Había dado en el blanco; lo supo desde que se comenzó a formar el tic en su ceja. Su ego/orgullo ya había bajado, y por el aura deprimía y molesta que se estaba comenzando a formar detrás de él. Miro sus ojos, no estaba seguro si era por el reflejo de la luz en ellos pero parecían dos piedras escarlatas.

 Tal vez….. Solo tal vez…

Sobrepaso la línea; mejor hubiera hablado de la vez que fue con su familia a un picnic y Mikoto-san lo venció en unas carreras, después de todo ella tenía un ben argumento a su favor  “-Tenia que perseguirlos por toda la casa para poderos cambiar y que estuviesen presentables, aun de adolescentes lo seguía haciendo; es normal que desarrollara resistencia y rapidez para poder alcanzarlos y hacerlos ver decentes-“ y su cuñada Sakura-chan le dio una buena pelea en el juego de ‘Quien le tuerce el brazo a quien’ Al final Sasuke se caso de verlos y decidió mojarlos a ambos para que dejaran de ser infantiles.

Si, eso hubiera sido menos duro que hablar de los planos y de cómo lo venció su hermano ante la constructora.

 

-Así que, ¿No tomo bien las críticas constructivas, eh?.- Preguntó lentamente y en un rápido movimiento se abalanzo contra Deidara poniendo sus brazos por encima de su cabeza para evitar que se moviera, quedando sobre él en una posición algo comprometedora.

-¿Q-que haces, hum?.- tartamudeo producto de  la cercanía del azabache.

-Nada malo, solo quería cerciorarme que no tomo bien las críticas, ¿no?

-Pu-pues no eres muy comprensivo que digamos hum.

-Perfecto, lo bueno de eso es que tendrás toda una vida para enseñarme a ser más tolerante en ese aspecto.- susurro  en su oído logrando estremecer al rubio.

-¿Q-que estás diciendo, hum? Como pudo logro preguntar, tenía su rostro con u fuerte rojo intenso, no entendía porque le decía eso si lo quería terminar, o es que…

-Que tendrás todo lo que queda de nuestras vidas para ayudarme a mejorar.

-¿En cuanto a los besos  o a los planos?.- esa inocente pregunta logro poner aun más molesto al Uchiha mayor, y aunque sabía que lo de los besos no era verdad, estaba muy confundido  a esas alturas.

-No Deidara.- arrastro cada una de las silabas mientras una gota de sudor le resbalaba por la frente.

-Entonces a que te…

-A lo que te dije al principio, lo que me dijiste que ya sabias y también habías pensado.- lo interrumpió tan suave que la mente de Deidara se perdió mientras hablaba. Lo soltó lentamente y apoyo sus brazos en la cama, a os costados de la cabeza rubia.

-No te entiendo hum.

-Que quiero que te cases conmigo.

Su rostro palideció y sus ojos parecían quererse salir. ¿Eso es lo que él quería decirle? ¿No lo quería terminar? ¿Por eso había dicho que quería algo diferente y no un noviazgo? Nunca pensó que llegaría el momento que Uchiha Itachi le pidiera matrimonio y de una manera tan peculiar. Oh Kami! Y él que rebajo su orgullo/ego por pensar otras cosas y no con más detalle. Conocía a Itachi y sabía que era una persona seria y que no hacía nada a la ligera Como pudo haber pensado otra cosa!

  -¿Deidara?.- La voz nerviosa del ojinegro lo saco de sus pensamientos.- ¿No dijiste que ya habías pensado en esto?

-N-no pensábamos lo mismo, hum. Yo creía que…

-¿Qué pensabas?

-Nani mo, hum.

-Pero si tu…

-Olvidémoslo!.- alzando ligera y desesperadamente la voz pidió el Uzumaki para no sentirme más avergonzado y que Itachi se burlara de él por ser dramático e imaginar toda una historia en su mente.

-Está bien.- respondió de manera calmada y con el mismo brillo en los ojos que no supo identificar.- Demo…  Deidara Uzumaki, ¿Quieres casarte conmigo?

-Su voz nerviosa y con un toque de temor  lo hizo enternecerse ante aquel cuadro.- Si Itachi Uchiha, si quiero casarme contigo.

La felicidad era evidente en su rostro. Itachi se levanto un poco y tomo una pequeña caja que estaba  encima del buro, sao un anillo que deslizo por su dedo.

-Sugoi,Dei-chan; esto hay que celebrarlo.

                                             La noche era joven, y ellos también.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Salió del baño con una toalla enredada en su cabeza, caminando lentamente hacia su peinador, se sentó en el  pequeño banco y comenzó a ponerse crema en el rostro y brazos, se delineo con negro los ojos, se quito la toalla y seco su cabello para comenzar a peinarlo; echando rápidos vistazos hacia su cama. Suspiro.

Al  parecer su prometido no quería despertarse pronto y por primera vez maldijo su tonto habito de despertarse temprano.

                                                            Maldita costumbre

Salió del cuarto rumbo a la cocina, su estomago le pedía comida y el no se la negaría, además, sabía que cuando Itachi despertara también tendría hambre y como hay era su cumpleaños se auto-regalo seria comer un delicioso platillo de Bakudan; comenzó  a sacar todo lo que necesitaría y cuando estaba a punto de empezar el timbre comenzó a sonar insistentemente.

-¡Ya voy!.- dijo mientras se dirigía hacia la puerta, deseando que Itachi no se despertara por el ruido. Está dispuesto a gritarle  a la persona que estaba tocando de esa manera su timbre pero las palabras murieron en su boca cuando abrió la puerta.

Un hermoso pelirrojo de tez blanca, con rasgos varoniles y a la vez angelicales, una sonrisa seductora al igual que sus ojos color ámbar, estaba parado frente a él vestido con una camisa negra  que hacia contraste con su piel aun así se podía notar el trabajado cuerpo de tenia, unos pantalones de mezclilla teniendo las manos en sus bolsillos dándole un aire casual.

Mentiría si  dijera que no s veía escandalosamente guapo, tal y como lo recordaba.

-Konichiwa Deidara, Otanjoobi omedetoo gonzaimasu.- ‘Su voz no ha cambiado’ pensó mientras lo veía sonreír de una manera que haría que cualquier persona callera desmayada y perdidamente enamorada de él.

Las palabras no salían de su boca, era como si el aire se le hubiese escapado, después de tanto tiempo aparecía de nuevo en su vida; con mucho esfuerzo y después de un largo silencio respondió:

-Arigato, Sasori hum.- hacia mucho tiempo que dejo de llamarle ‘Sasori-kun’ o ‘Sasori-no-danna’-¿Qué haces aquí?

                                                  Una suave risa se escucho.

-Se que ha pasado mucho tiempo y que no estábamos en los mejores términos, pero heme aquí.

-¿Q-que?.- No lo entendía, en realidad no lo entendía. Hace poco más de cuatro años conoció a Akasuna no Sasori en el club Akatsuki. El había sido u maestro en muchos aspectos, se podría decir que él fue  el que inicio de su vida amorosa y aunque nunca especificaron que eran algo formalmente, para  Deidara lo era todo; fue su primer amor, pero no todo fue perfecto. Después de 1 año juntos, Sasori, le dijo que ellos no eran nada ya que no buscaba una relación seria porque su trabajo y otras cosas no se lo permitían, el estaba a gusto  de esa manera y no quería cambiarlo, todo esto fue porque el pelirrojo estaba coqueteando con un joven castaño y Deidara le pidió una explicación.

Ciertamente fue un golpe duro para Deidara, ya que él quería demasiado a Sasori  y en ese entonces pensaba que lo que estaba viviendo con él era amor verdadero así que no le tomo mucha importancia, le bastaba con tenerlo a su lado. Pero semanas después Sasori le dijo que tenía que irse del país  por negocios, aunque siempre sospecho que no iría solo y una mata castaña acompañaría. Cuando Deidara le dijo que no se fuera, que sentía cosas fuertes por él, Akasuna le dijo ‘’-Lamento que pensaras que esto iba enserio tu puedes hacer lo que quieras, salir con alguien más, irte a vivir a otra ciudad y no tendrías que pedirme permiso. Yo no estoy listo para una relación seria con alguien; me iré por un tiempo por negocios fuera del país y tal vez en un futuro cuando regrese esté listo y   podamos intentarlo, pero por ahora sigue con tu vida-‘’.

Después de eso Deidara quedo con un corazón muy destrozado y roto, se volvió más serio e introvertido, pero un día conoció a Itachi y aunque no le puso las cosas nada fáciles. Poco a poco  el pelinegro le fue mostrando otro mundo, donde la palaba amor si existía también para él y la felicidad venia de la mano.

-He regresado de mi viaje  y me tomo más de lo que esperaba.- comento un poco apenado mientras se rascaba la parte de atrás de su cabeza.

-Bueno, mas de 4 años es mucho tiempo, hum.

-Sí, y si mal no recuerdo tú y yo teníamos algo pendiente.-sonrió.

-No lo recuerdo hum.- prefería hacerse el desentendido y esperar que no haya vuelto esperando algo más que una amistad.

- Oh Deidara, no recordaba que fueras despistado.- se acerco peligrosamente y le tomo ambas manos, un ligero sonrojo adorno las mejillas del cumpleañero.

-No lo soy.- intento sonar firme, pero el ligero temblor en su voz no lo ayudo mucho.

-Entonces déjame refrescarte la memoria.- Se inclino un poco más  y unió sus labios de una manera repentina pero suave. Sabía que estaba mal, sabía que debía  quitarse, pero no podía, su cuerpo no cooperaba, estaba en shock, sus ojos estaban abiertos desmesuradamente y sus músculos no respondían a las ordenes de su cerebro. Tan rápido como empezó termino. Fueron solo unos segundos, pero para Deidara fueron eternos.

-¿Qué pasa?- pregunto curioso Sasori.

 

-Yo… etto…Es que tu… y yo tengo… pero luego…- comenzó a balbucear cosas sin mucho sentido, no lograba decir una frase coherente, todo lo había tomado de sorpresa y no sabía qué hacer, aun estaba aturdido por su presencia y para rematar le da un beso. La actitud del rubio logro sacarle otra sonrisa al pelirrojo.

-Sé que esto es muy repentino y que después de tanto tiempo no creías que volveríamos a vernos y no te culpo. Pero si algo me hizo volver eran los recuerdos que tengo contigo; además el saber que tu estarías aquí.

-Pasaron muchos años Sasori, muchos cambios sucedieron desde que te fuiste, hum.

-Lo sé, uno de ellos fue el que me tiene aquí.            

La ceja del ojiazul se levanto con duda.

-Cuando yo me fui.- comenzó el pelirrojo ante la muda pregunta del hombre.- tú me dijiste que sentías algo my fuerte por mí, que sentías que me amabas, y yo te respondí que no buscaba nada serio porque no me sentía preparado, que cuando volviera lo podríamos intentar pero esta vez formalmente. Por eso he vuelto Deidara, por ti. ¡Casi lo olvido! Te  traje un obsequio de cumpleaños.

De su bolsillo izquierdo saco una pequeña marioneta que detrás tenía el kanji de eterno. Era linda, la tomo con cuidado mientras la observaba.

‘’Siempre le gustaron las marionetas, era su pasatiempo favorito’’

-Arigato demo no puedo aceptarlo hum.- dijo l tiempo que se la devolvía.

-Es tu regalo de cumpleaños de mi parte, me ofendería si no la aceptas.

-Gomen nasai-dijo- Arigato hum.- sonrió de nuevo con la marioneta en sus manos.

-No te preocupes.- le correspondió la sonrisa.- Que te parece si te invito a comer y pasamos tu cumpleaños en la feria que llego hace poco. Recuerdo que te gustaba mucho ir a las ferias e íbamos a todas las que venían.

-Gracias por la invitación Sasori, pero no gracias. Muchas cosas ya no son como antes; cuando tú te fuiste yo quede muy destrozado mientras tú no demostrabas sentimiento alguno por irte, sabiendo lo que yo sentía. No puedes aparecerte en mi casa y esperar que te reciba con los brazos abiertos dándote algo más que una amistad como si los últimos 4 años no hubieran existido, hum.- respondió seriamente Deidara.

-Te pido perdón por lo que te hice, en esos momentos ni siquiera sabía lo que yo quería, cuando te deje aquí sentía algo removiéndose en mi pecho, yo creía que era por irme lejos de aquí. Pero cada día que pasaba lo único en lo que pensaba era en tus risas, tu mirada, tu carácter dulce pero explosivo y allí me di cuenta que te extrañaba y eras alguien muy importante para mí; no podía regresar por los negocios, por eso cuando los termine por fin tome el primer avión hacia Konoha y regrese a buscarte. Quisiera que me dieras otra oportunidad para demostrarte que ya no soy el de antes, quiero tener una buena relación contigo.

-Sasori… Si tu hubieras vuelto al año de tu parida yo hubiera regresado contigo sin importarme nada, pero yo tampoco soy el de antes, sigo sintiendo algo por ti.-eso logro sacarle una gran sonrisa al pelirrojo.- Pero lo que siento es cariño, afecto; y lo único que te puedo ofrecer es una amistad. Te quiero, si, pero como un amigo, hum.

-Acaso tu…

-¿Minnawa doo na no, Sasori?.- dijo una voz ronca y varonil con un ligero toque de molestia desde dentro de la casa.

Una sombra se acercaba a ellos y poco a poco dejo ver a Itachi con un rostro indiferente y frialdad, vistiendo solo sus pantalones sin abrochar con el zipper arriba y dejando al descubierto su bien trabajado abdominal y pecho. Se coloco  a lado del rubio, lo tomo por la cintura y le dio un  apasionado beso que los dejo sin alieno, cuando se separaron un hilo plateado unía sus labios.

-Buenos días y feliz cumpleaños.- le susurro mirándolo a los ojos con una semi-sonrisa mientras se separaba totalmente y lo abrazaba posesivamente.

                                                      Sasori fruncía el ceño

-Uchiha Itachi.-dijo ácidamente.- No esperaba verte precisamente a ti aquí.

-¿Y porque no? Después de todo, estoy en la casa de mi prometido.- respondió burlonamente  con una sonrisa ladina en su rostro.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).