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LLuvia [Oneshot BaekSoo] por SoolSan

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Notas del fanfic:

Sinceramente no sé qué es esto, un día se apareció por mi cabeza y simplemente lo escribí. Cave recalcar que es la primera vez que escribo lemon ~sonrojo~. Así que espero sus críticas, opiniones y amor (?) Espero les guste y disfruten la lectura ^^

Notas del capitulo:

Ojalá les guste, hice con cariño este oneshot por que el BaekSoo es un placer culpable >.< espero sus comentarios y/o críticas ~

Lluvia

 

Los matices grises empapelalaron desprevenidamente el hermoso atardecer en el cielo que KyungSoo estaba observando desde adentro de su auto por medio del vidrio de su parabrisas. Los rayos de sol que anteriormente chocaban en su visión desaparecieron y dejaron huella en sus, ahora, enceguecidos ojos  víctima de las nubes que  estaban amenazando con no desaparecer por un largo tiempo.

Mientras observa la gradilla avanzar rápidamente al frente de él, nota como el viento comienza a chocar con fuerza contra los enormes árboles que se encuentran a las orillas de la calle. Una fresca brisa ingresa por el pequeño espacio que hay entre el cristal de la puerta con el marco del auto y el cuerpo de KyungSoo se estremece con el toque, haciendo que la piel expuesta que lleva se erice por completo; el conductor del auto decide subir el vidrio de su vehículo ya que su mandíbula comenzó a tiritar instintivamente y un blanquecino, y notorio vapor comenzó a salir por su boca. 

Luego de varios minutos manejando con rapidez, esquivando al tránsito en las invadidas calles de Seúl,  detuvo su marcha con lentitud estacionando el auto frente a un edificio lo suficientemente alto para desconcentrarlo, para luego bajarse de su auto. Saca algunas carpetas que tiene sobre el puesto del copiloto y, mientras cierra la puerta de su auto, se queda estático mirando su hogar.

Lleva puesto una camisa blanca de mangas largas perfectamente planchada, ajustada correctamente marcando su pequeña cintura, una corbata color carmesí adorna el cuello de la camisa acentuando su blanca piel expuesto, acompañado de unos pantalones negros que se marcan estupendamente en sus delicados muslos, para luego caer con gracia en las pantorrillas y, finalmente unos zapatos de charol negro que brillan de lo limpios y lustrados que están. KyungSoo pasa su delgados dedos por sobre las hebras de su negro cabello, que se encuentran sobre su frente, y lo desordena dejando algunos mechones levantado, observa con la debida atención la infraestructura del edificio que se encuentra frente a sus ojos y nota cómo la pintura luce desgastada para tan sólo haber sido construido hace seis años atrás; seis años desde que KyungSoo decidió irse de su casa y vivir solo en un departamento piloto para así estudiar en la prestigiosa universidad la cual se había preparado por tantos años para poder ingresar.

Mientras da cortos pasos al lugar donde ha vivido toda su etapa universitaria, y ahora lo ve trabajar esforzadamente en un colegio como profesor de música, a la perfecta camisa blanca que lleva puesta le cae una tímida gota de agua desde el cielo. Mira de reojo como lentamente la gravilla del piso empieza a llenarse con débiles gotas, levanta su mirada hacia el cielo con intriga y una gota cae en la mejilla de KyungSoo, seguida de varias más que empapan de a poco su cara. El agua corriendo débilmente por su rostro se sentía tan bien. Cierra los ojos para sentir por unos segundos más la agradable sensación de la lluvia salpicando en su rostro, cuando débilmente en sus labios se dibuja una hermosa sonrisa.

Un calor desbordante envuelve al cuerpo de KyungSoo cuando ingresa a su apartamento con agilidad y deja caer sus carpetas en la pequeña mesa que se encuentra cerca de la entrada, da pasos firme mientras quita el amarre de su corbata con hostilidad —y sensualidad a la vez—. Sus grandes ojos recorren cada rincón de su hogar y rápidamente nota cómo todo está tan ordenado como lo había dejado la noche anterior.

Mientras mira sus cómodos sofás de cuero color negro que acentúan a la perfección con las abismantes paredes blancas de su departamento, unos brazos cubiertos ya conocidos envolvieron el torso de KyungSoo con fuerza desde su espalda. Una calidez invaluable recorre todo su cuerpo mientras que la cabeza de la persona que estaba esperando a KyungSoo con ansias se acomoda en su hombro, y con su cabello le provocaba cosquillas en el cuello.

 

—¡Llegaste!—habló el hombre que abrazaba efusivamente a KyungSoo, casi como un susurro sobre su oído. 

 

—Perdón por el retraso Baek, el tránsito es un desastre estos días— dijo KyungSoo tomando amablemente las manos de BaekHyun que se encontraban sobre su propio abdomen.

 

—No importa—negó con la cabeza—. Lo importante es que llegaste— dijo con su voz ronca sobre el oído de KyungSoo.

 

El hombre de cabellos negros da media vuelta y se encuentra con el hermoso rostro de BaekHyun sonriéndole alegremente; sus hermosos ojos brillando con intensidad. KyungSoo observa cautelosamente el cuerpo de Baekhyn, se encontraba perfectamente vestido con una chaqueta negra de cuero y pantalones a la par, pero de una tela menos brillante. 

Observa atentamente la silueta de su amante y nota como aquella chaqueta lucía perfecta en él, pasa con delicadeza sus manos por la cara del castaño y agarra su mandíbula suavemente manteniendo sus miradas con firmeza. Una sonrisa ladina aparece en la boca de Baekhyun, que se encontraba mirándolo con fiereza, y KyungSoo no puede evitar reírse.

Contempla por varios segundos el rostro de su amante y acerca su cara para darle un apasionado beso, uno arrebatado y lleno de pasión. Sus labios se rosaron con rapidez y necesidad a la vez, la entrometida lengua de BaekHyun se interpuso rapidamente haciendo aún más necesitado el beso. Coloco ambos brazos por sobre los hombros de KyungSoo y amarro sus manos tras la nuca de éste. Cuando se separan, casi jadeando por el ardiente beso de hacia unos segundos atrás, el de cabellos castaños le sonríe con complicidad al hombre que tiene entre sus brazos y que ahora sujeta su cintura con firmeza, ambos tiemblan y todo se conecta.

 

—¿Por qué te pusiste orejas de conejo? —preguntó divertido KyungSoo mientras le sonreía a BaekHyun y acariciaba las orejas que se encontraban por sobre su cabello. 

 

—Quería sorprendente—respondió el castaño encogiéndose de hombros, para luego darle un casto beso sobre los abultados labios de KyungSoo.

 

—Lo hiciste—contestó en un susurro en el oído de BaekHyun con una sonrisa pícara que el castaño no alcanzó a notar.   

 

BaekHyun y KyungSoo se conocieron en sus años universitarios, fueron grandes amigos y compartían cotidianamente como los amigos comunes y corrientes que eran. En ese entonces no había besos acalorados, sexo desenfrenado en el baño ni sonrisas cómplices después de follar. No existía nada de eso porque BaekHyun por eso años  estaba de novio con el amigo de KyungSoo, y bueno, ambos no se miraban con ninguna otra forma que no fuera como amigos.

Pero las vueltas de la vida y los hechos desgarradores no dejan libre a nadie. 

ChanYeol y BakHyun tenían una relación de casi un año cuando KyungSoo entró en la vida de la pareja. Los tres eran muy cercanos y estaban juntos la mayoría del tiempo. A KyungSoo no le importaba estar entre medio de ambos hombres porque todo era más divertido si la parejita se ponía a discutir sobre quién sabe qué idiotez, o se disponían a idear alguna broma macabra.

Por esos años KyungSoo tenía una relación con un bailarín dos años menor que viajaba alrededor del mundo mostrando sus dotes de bailarín de ballet frente a millones de personas. JongIn pasaba la mitad del año en Corea y la otra mitad viajando por los lugares más recónditos del mundo. Por esos tiempos KyungSoo no se quejaba, porqué aunque fuese difícil y tortuoso, pasaba la mitad del año con el hombre que amaba y con quien tan fervientemente construyó una relación.

Pero últimamente JongIn no aparecía lo suficiente en la vida de KyungSoo; No se veían los sábados de películas en el departamento del mayor, ni los domingos de madrugadas dentro de su cama. Por esos años aquel hecho lo tenía un poco depresivo y melancólico, pero no lo suficiente para perder el interés en sus estudios.

Cuando Chanyeol y Bekhyun llegaron al tercer año de relación las cosas entre ambos se volvieron un poco tormentosas. Al padre de Chan, que vivía en Japón hacía unos años, le habían encontrado una enfermedad terminal, y por desgracia el alto chico no pasaba el debido tiempo con su novio por los rutinarios viajes que debía hacer para manejar tal enfermedad.

BaekHyun se pasaba alegando la mitad del día incesantemente por relación resquebrajada y lloriqueaba la otra mitad. KyungSoo le daba palabras de aliento respecto a su relación, pero  su amigo hacía oídos sordos.

Si bien, KyungSoo no era la mejor opción para hablar sobre relaciones por esos años, ya que JongIn hacía cinco meses que lo había dejado tirado como un trapo viejo, remplazándolo  por un flamante bailarín. Cómo nunca lo vío venir. Un chico llamado Oh SeHun le quito lo poco y nada que le hacía sentir vivo, lo poco y nada que tenía. Y que ahora estaba convertido en alguien que sollozaba por las noches, extrañando el cuerpo del moreno que lo abrazaba con dulzura las noches frías de invierno.

El cuarto año la bomba fue detonada en la relación de sus amigos; el padre del ChanYeol falleció de un cáncer fulminante y el joven muchacho, que en ese entonces cursaba el cuarto año de universidad, tuvo que irse de su país para manejar la empresa que su padre había operado con tanto esfuerzo por casi veinte años en Japón.

Kyungsoo recuerda aquella despedida muy bien, BaekHyun con los ojos rojos y la cara completamente empapada en lágrimas abrazó a ChanYeol con fuerza por su cintura casi amarrándolo a él, casi rogandole para que no se fuera de su lado. Chanyeol con los sollozos encerrados en su garganta lo abrazó en respuesta. Se dieron un casto y último beso bajo lágrimas de desconsuelo desbordándose por la comisura de los ojos de ambos jóvenes y se despidieron casi ahogándose por los sollozos.

KyungSoo mantuvo abrazado el cuerpo de Baekhyun mientras Chanyeol agarraba sus maletas y le brindaba su última sonrisa, alegre y sincera como acostumbraba, para luego desaparecer por la puerta de aprobación de pasajes del aeropuerto.

ChanYeol nunca regresó a Corea, básicamente porque BaekHyun tomó aquella decisión. Por el amor que le tenía y porque sabía que su ex novio tenía el futuro escrito, pero no con él. BaekHyun le dijo a ChanYeol que el día que volviera a Corea no lo llamara. Ambos sabían que por más que lucharan, la relación estaba prescrita a caer por la vertiente del dolor incesante.

Aquel día, casi lamentándose por su decisión, puso su rostro en el cuello de KyungSoo y lloró por casi una hora sobre los brazos de su amigo, mojando por completo la chaqueta que llevaba puesta. Lloró camino al departamento, y siguió llorando toda la noche en su cama, junto con KyungSoo, que lo consoló.

KyungSoo se quedo a cargo de BaekHyun cuando decidió dejar la universidad y quiso abrir su propio café, que logró llenar el pequeño vacío que ChanYeol dejó. KyungSoo cuidó de BaekHyun todos los días. Pasaba después de clases al café y hacía de mesero caritativamente, sólo para ver la sonrisa de Bakhyun dibujada en su rostro. Yixing, el contador amigo que tenían y que manejaba toda las cuentas del café, también ayudó en la caja registradora sólo para ver al dueño sonreír.

Y esa sonrisa que KyungSoo veía en su departamento casi a diario fue de a poco haciendo trizas. El hombre que alguna vez había sido el novio de su mejor amigo, el que le brindó las pocas alegrías rescatables en esos años, ahora a él le gustaba. Aquella alegre sonrisa que él construyó con tanto esfuerzo  en el rostro de su amigo, llenaba ese hueco que JongIn había dejado y Kyungsoo nunca había podido rellenar, hasta ahora. 

El cálido ánimo de BaekHyun hacía que su corazón ahora palpitara a mil por hora y él no podía evitar castigarse a diario por sentirse así. No debía. No podía. Era imposible que le gustara BaekHyun, ya que era sólo su mejor amigo; ese que consoló innumerablemente veces por las noches y provocaba que escondiera su nerviosismo bajo sus brazos.

Cuando KyungSoo recordaba a JongIn los tormentosos inviernos, y sufría de manera innesesaría mientras veía la lluvía caer, Baekhyun le golpeaba en la frente de manera jugetona, para que dejara de ser un bobo, y le sonreía con dulzura, de manera calida y honesta.

KyungSoo saltaba en una pierna internamente porque alguien le sonreía sin pedirle nada a cambio, alguien le devolvía la vida con tan sólo un débil y estimulante rose; todo era mejor si el que le sonreía era BaekHyun. 

 

—Tienes esa sonrisa de querer follar—hablo en tono divertido el castaño mientras besaba el cuello de su amante—. Realmente te gustan estas cosas—finalizó. 

 

—Te ves comestible—habló KyungSoo en el oído del castaño con su voz ronca provocando que su piel se erizara por completo.

 

No era necesario que BaekHyun viera el rostro de su pareja para saber qué era lo que deseaba; KyungSoo podía hablarle por medio del teléfono y él  sabía a la perfección el rostro que Kyungsoo tenía. Conocía todos sus rostros, todos a la perfección. Conocía hace tanto tiempo a KyungSoo que sabía que bastaba un pequeño incentivo para encender las pasiones de su amante.

Y ciertamente esta vez había funcionado.

KyungSoo comenzo a besar sin piedad los delgados labios de BaekHyun y éste no dudo en responder a los necesitados besos que el pelinegro le daba.El más bajo acarició el torso de arriba para abajo de su amante y en una fuerza desmedida lo atrajo con fuerza hacia su cuerpo encajandolo a la perfección entre sus cuerpos, rosando sin piedad su propia entrepierna. Un gemido sonoro se escapó de los labios del Kyungsoo y a BaekHyun se le dibujó una sonrisa de suficiencia en el rostro frente a tal dulce sonido. KyungSoo noto aquella sonrisa y comenzó a devorar nuevamente los labios del castaño, éste tenía miles de quejidos acumulados en la garganta cuando KyungSoo lo empujó sobre la muralla que estaba cerca. La espalda del castaño chocó en la fría pared haciendo estremecer su cuerpo por el cambio de temperatura tan abrupto que sintió su piel en ese instante, tan diferente al cuerpo de KyungSoo que en ese momento estaba  ardiendo.

Entre descontrolados besos y caricias Baekhyun removió la corbata de Kyungsoo y la lanzó por los aires cayendo, haciendola caer en cualquier parte del departamento. Comenzó a desabotonar apresuradamente los botones de su camisa que estaba completamente mojada por la lluvia, dejando al descubierto sus pectorales y su piel pálida. 

BaekHyun observó en silencio el pálido y ceñido torso del hombre que lo tenía fuertemente agarrado de las caderas— y que  ahora lo estaba agarrando con fuerza de los muslos haciéndolo amarrarse con fuerza en su cuerpo—. Besó con descontrol la mandíbula del pelinegro y nuevamente sintió su cuerpo chocar con algo frio.

KyungSoo, con un poco de elegancia y paciencia, lo acomodó sobre la mesa que se encontraba en el comedor, comenzó a bajar con delicadeza el cierre de su chaqueta de cuero dejando así el cuello de Baekhyun expuesto y gritando por atención, él no dudo en atacarlo dando pequeños besos y mordiéndolo desmesuradamente mientras quitaba aquella—ahora molesta— chaqueta. Gemidos ahogados se escaparon de la garganta de Baekhyun mientras se aferraba con fuerza a los omoplatos que sobresalían de la espalda Kyungsoo. Con astucia las hábiles manos del más bajo sacaron rapidamente la polera negra que el Baekhyun llevaba puesta haciendo un sonido en seco al caer al suelo.

La boca de KyungSoo había recorrió por completo el abdomen blanco y terso de su amante y sus manos se fueron impacientemente a su miembro ya excitado. Las caricias por sobre la tela del pantalón hicieron retorcer el cuerpo de Baekhyun, que se trataba de aferrar de lo que estuviera al alcance de sus manos, y Kyungsoo volvió a besar con urgencia sus labios.

Quitó los pantalones de BaekHyun y tan sólo quedaba su bóxer, que ahora apretaba tortuosamente su miembro, y en ese corto segundo ambos se miraron con complicidad. Relamió sus labios en un intento de esconder las ganas que tenía de devorarle nuevamente la boca de KyungSoo y dejo que él prosiguiera con el toque; manos suaves sobre su cabello y ahora sobre su estómago.

Despacio y con cautela la mano de KyungSoo se introdujo dentro del bóxer color rojo que BaekHyun llevaba. Comenzó dandole caricias apresuradas a su erecto miembro; de arriba para abajo se movía la mano de Kyungsoo haciendo tiritar de placer a su amante. Instintivamente la cabeza Baekhyun se inclinó hacia atrás y mordió su labio inferior intentando esconder los gemidos acumulados en su garganta.

KyungSoo observó placenteramente el rostro de su amante; sus mejillas levemente enrojecidas mientras mordía su labio con imprudencia, provocando que aumentara el tacto a su miembro. BaekHyun lanzó un sonoro gruñido, Kyungsoo se carcajeo en silencio al escuchar la desesperación de Baekhyun y sonrió ampliamente.Tomó el elástico del bóxer y comenzó a deslizar la prenda por los muslos del castaño hasta que cayera al suelo, inclinó su cuerpo para darle unos besos en el rostro mientras frotaba sus manos sobre sus muslos desnudos; de arriba para abajo el tacto enardeció la sensible piel de Baekhyun, que ahora estaba completamente expuesta.

Comenzó a bajar nuevamente a la entrepierna del castaño y dio pequeños besos en la parte interior de sus muslos, se escuchó los quejido ahogado que intentaba ocultar Baekhyun y apresurademente tomó entre sus dedos las hebras de cabello negras de su amante y los jaló, apresurándolo a su  miembro que pedía clementemente atención.

KyungSoo desde esa posición le sonrió de medio lado, ya que ambos sabían que este era el ritual de tortura que Kyungsoo hacía siempra para sacar de quicio al hombre que tenía al frente, a la persona que amaba y deseaba con tanto fervor.

BaekHyun sintió la humedad de la boca de su amante recorrer la longitud de su miembro, olas de placer que subían y bajaban por su cuerpo que provocaron que comenzara a retorcerse encima de la mesa. Fuertes gemidos llenaron el departamento, maldiciones y el nombre de Kyungsoo retumbaban en las paredes dando a conocer lo bien que su boca lo estaba haciendo.

La vista de Baekhyun comenzó a flaquear y sus muslos temblaron advirtiendo lo que pronto pasaría; KyungSoo detuvo en seco los movimientos que hacía con su lengua y quito su boca de su pene. Desde arriba lo observó con el ceño fruncido y en su rostro se podía notar las gotas de sudor cayendo por su frente, más sus mejillas enrojecidas por la reciente agitación. El pelinegro lo observó divertido y se rió sin descaro por el rostro de enfado que tenía, inclino su cuerpo hacía el rostro del castaño y le sonrió nuevamente—. Perdón —dijo casi en un susurro dandole un pequeño beso en los labios—. Ahora viene lo que estabas esperando—. Besó con descontrol la boca de BaekHyun agarrándolo por la cintura y tirándolo hacía su propio cuerpo con fuerza mientras el otro desabotonaba su pantalón.

 

—Hazlo luego—sonrió de medio lado al ver lo sudado que estaba Kyungsoo—. Te necesito—finalizó BaekHyun dando un casto beso en los labios del pelinegro que ahora estaba completamente desnudo frente a él.

 

Luego de una preparación tortuosa y placentera en la entrada de BaekHyun —Kyungsoo intentaba ser amable con él— se adentró con lentitud en las estrechas paredes de su amante. Le dio extensos besos en la comisura de sus labios y apretó con fuerza los huesos de sus caderas para que BaekHyun no perdiera el equilibrio mientras se adentraba en su cuerpo, sin quitar sus miradas ni un segundo. BaekHyun levantó sus brazos y corrió el flequillo que se encontraba húmedo por el sudor que ahora cubría la frente de KyungSoo con sus delicadas manos. Ambos se miraron con complicidad, conectaron sus pernsamientos y dudas en extensos segundos, para que luego las suaves estocadas de Kyungsoo, acompañadas de los movimientos de cadera de Baekhyun, empezaran casi sincronizadamente.

Con los chirridos frenéticos de las patas de la mesa del comedor chocando contra el piso, acompañado de los fuertes gemidos de ambos hombres retumbando por las amplias paredes del departamento, a lo lejos, debajo de una ciudad ruidosa y gris, se logra escuchar la lluvia caer sobre las calles, dando a conocer a la ciudad que el invierno ha comenzado. Entre medio del viento y los matices grises que enceguecen y silencian al frio Seúl, la lluvia le da a entender a los dos hombres que están haciendo el amor sobre la mesa de su comedor que el frío y tormentoso invierno les da la bienvenida.

JongIn pasaba todo el otoño e invierno junto a KyungSoo dándole calor y acompañándolo en sus perezosos días de frío,  por eso cuando aquella temporada estaba proxima lo volvían idiota y más sensible. A su vez, ChanYeol se fue un día de invierno de la vida de BaekHyun, dejanlo más vacío y soltario. En forma de consuelo, cuando KyungSoo lloraba en aquella época por JongIn, él lo acompañaba con una taza de café caliente y acariciaba su oscuro cabello mientras una lágrima caía sobre su mejilla.

La primera vez que KyungSoo decidió darle un beso a BaekHyun, intentando mandar al carajo todos sus miedos, para así al fin asumir su condición de enamoramiento hacía su mejor amigo, Baekhyun no dudó en responderle. Provocando que el revoltijo de entrañas que sentía en aquel momento aumentara y en un arrebatado beso encima del sofá del departamento de Kyungsoo hicieron el amor, a duras suplicas de sus cuerpos, que habían sufrido tanto dolor por personas que jamás iban a volver.

BaekHyun apreciaba la perlada piel de KyungSoo completamente sudada detenidamente mientras se encuentraban recostados sobre su cama. La respiración del Kyungsoo es lenta y relajada, tanto así, que  su pecho se amplía y disminuye con gracia, casi como si le costara llenar de oxígeno su caja torácica, dejando embobado a BaekHyun. Posa su cara encima del pecho desnudo de su compañero de cama y cierra sus ojos recordando lo ocurrido aquel día; suspira de la felicidad. KyungSoo nota el peso que cae sobre su pecho y le sonríe en respuesta y acaricia con delicadeza su cabello.

 

—Hey—susurra KyungSoo—. ¿No tienes sueño? 

 

—No—canturrea el castaño apegando aún más su mejilla al desnudo pecho de KyungSoo—. Te ves atractivo de traje, que bueno que elegiste ser un profesor de camisa y corbata—sonrie de medio lado BaekHyun riendo por lo bajo. 

 

—Es mi primer día, no te acostumbres— rié— ¿Y tus orejas?— pregunta con una ceja alzada mientras BaekHyun levanta la mirada para posarla en su rostro. 

 

—Ni puta idea—se carcajea y acerca su rostro al de KyungSoo para besarle delicadamente.

 

—¡Maldición, me gustaban!

 

La compasión puede envenenar el alma de alguien, como a su vez también puede salvarla de un abismo en el cual nadie quiere ni desea adentrarse.

Si KyungSoo no hubiera tenido compasión por BaekHyun aquella vez en el aeropuerto, o por sigo mismo la vez que decidió borrar la piel de JongIn que estaba tallada sobre su cuerpo, quizá en dónde estaría metido ahora. Si BaekHyun no hubiera sentido compasión por su relación con ChanYeol él mismo se hubiera destrozado y roto en mil pedazos. O quizá, quién sabe, si en este momento él estaría encabezando la empresa del padre de ChanYel, juntos. 

Nadie puede decir ni predecir lo que hubiese ocurrido. La compasión de ambos hizo su propia elección; escogio que ahora ambos se encuentren tumbados bajo las sábanas de la cama, acurrucados y pensando en que quizá la lluvia de aquella noche no terminaría tan pronto como ellos habían pensado. 

 

Notas finales:

BaekHyun con orejas de conejos assdfgh perdón dejo de alucinar, espero les haya gustado *-* y comenten ¿cómo saben? me dan otra idea para un onehot


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