La misma cama pero se siente más grande
Nuestra canción en la radio pero no suena igual
Giro por enésima vez en la cama. Las almohadas están regadas por el piso mientras trato de buscar calor. Estoy prácticamente enrollado en las sabanas pero aun así siento frio. Necesito algo, alguien que me de calor. Cansado, me levanto de la cama dejando está hecha un desastre. Paso mi vista por mi habitación ahora vacía. Me acerco a la ventana y abro las cortinas. La luz del sol choca directamente contra mi rostro aun así no se siente cálido como antes. Nada es como antes. Mi vista pasa de la ventana a los muebles que se encuentran ahí. El estante de libros esta semi vacío. El escritorio tiene papeles regados por todos lados y los cuadros están vacíos.
Retengo la lágrima que está a punto de caer por mi mejilla y salgo de la habitación con la vista fija en el piso. Llego a la cocina y al igual que mi habitación la encuentro vacía. Me preparo un vaso de leche y una tostada. No he aprendido a cocinar aun y eso es todo lo que me puedo hacer. Con el vaso en la mano y la tostada en mi boca, voy a la sala. Me siento en el enorme sofá color caqui dejando el vaso de leche en la pequeña mesa de centro. Retiro la tostada de mi boca y la coloco encima del vaso. Busco a tientas el control del equipo de sonido hasta encontrarlo. Presiono el botón de encendido y una canción comienza a inundar todo el departamento.
Al terminar mi vaso de leche una melodía conocida llega a mis oídos. Nuestra canción. Cierro los ojos y escucho atentamente cada palabra. Si estuvieras aquí, ahora mismo estarías cantándome al oído aquella canción. Besarías mi mejilla entre cada verso y al final de la canción me abrazarías. Pero no es lo mismo. Solo sintió una ligera brisa recorrer mi mejilla. Lagrimas amenazan con caer pero las retengo. Nunca me ha gustado llorar.
Cuando nuestros amigos hablan de ti
Todo los que hacen es destrozarme
Porque mi corazón se destroza un poco
Cuando oigo tu nombre
Todo suena como Oh Oh Oh
Es viernes. Los estudios aun me tienen agotado pero aun así decidí aceptar la invitación de mis amigos de la universidad. Nos encontramos en la entrada de un bar. Todos compañeros de carrera y uno que otro infiltrado. Nos perdimos entre la multitud de la gente hasta que finalmente llegamos a la barra. Tres jóvenes hacían trucos con las botellas mientras atendían a los clientes. Pedí un vaso de vodka mientras que los demás pedían algo más ligero. Algunos amigos fueron a la pista de baile mientras yo y otros más aun permanecíamos en la barra.
-Es mucho para empezar la noche – prácticamente grito Luhan
-No pienso emborracharme hyung – grite de nuevo. Entre la música y las conversaciones de la gente a nuestro alrededor no podíamos escucharnos muy bien.
-Eso espero ya que no te llevare a tu casa – grito Kris
-Puedo cuidarme solo – solté sin alzar mucho la voz. Kris rodo los ojos. No le hice caso y pedí otro vaso de lo mismo.
Luhan y su acompañante, un chico de mi misma edad, dejaron sus tragos y fueron a la pista de baile. Me quede con Kris y Chanyeol.
-JongIn – me codeo Chanyeol. Lo mire curioso
-No se lo digas – grito Kris
-¿Decirme que? – pregunte. Chanyeol iba a hablar pero el grito de un chico nos distrajo. Buscamos con nuestra vista al dueño del grito y vimos como un chico con ojeras se acercaba corriendo a Kris.
-Gege! – grito aquel chico abrazando a Kris. Mire a Chanyeol preguntándole con la mirada quien era aquel chico pero este se hizo de hombros. Por alguna razón, me pareció haber visto su rostro antes.
-¿Qué haces aquí Tao? – pregunto Kris. Chanyeol y yo nos acercamos más para oír la conversación. Kris nos lanzó una mirada fulminante que por su puesto ignoramos.
-Appa Suho me dejo venir. Le dije que me llevarías a casa - comento sonriente el otro. Chanyeol y yo lo miramos sorprendidos y asustados. A Kris no le gustaba que lo comprometieran a algo sin su consentimiento.
-Está bien – dijo Kris. Chanyeol y yo lo miramos sorprendidos. Esperábamos un “Vete al demonio” o “No me jodas” pero nunca un “Está bien”
-Appa Suho está cambiando mucho desde que conoció a ese chico ojón! – grito el chico.
-¿Qué chico? – pregunto Chanyeol. Kris le lanzo una mirada fulminante
-KyungSoo – volvió a gritar. Mi cuerpo se congelo. Deje el vaso que tenía en mi mano en la barra y lo mire.
-¿Hablas de Do KyungSoo? – le pregunte. Él me miro inseguro y asintió. Sentí las miradas de Chanyeol y Kris en mi pero las ignore.
-¿Lo conoces? – pregunto curioso. Yo asentí reteniendo mis lágrimas. – Entonces deberías venir a la fiesta de Suho. Es el próximo fin de semana.
-Tao – llamo Kris.
-Está bien Kris – lo tranquilice dándole una palmada en su hombro – Iré Tao, solo….no le digas nada a KyungSoo. Quiero que sea una sorpresa – trate de sonreír. Tao asintió
-JongIn – me agarro de los hombros Chanyeol – Por favor, no hagas esto
-Que parte de estoy bien no entienden – empuje a Chanyeol y me levante de mi asiento – Despídanme de los demás. Adiós
Salí casi a tropezones de aquella masa de gente. Tome un taxi lo más rápido que pude hacia mi hogar. Miraba la ventana para evitar que mis lágrimas cayeran pero era inevitable.
Muy joven, muy tonto para darme cuenta
Que debí haberte comprado flores
Y sujetado tu mano
Debí haberte dado todas mis horas
Cuando tuve la oportunidad
Llevarte a cada fiesta
Porque todo lo que querías era bailar
Ahora mi bebe está bailando
Pero él está bailando con otro hombre
Recostado en mi cama cierro los ojos. Los trabajos de la universidad podrían esperar. Siento un peso a un lado de la cama seguido de un murmullo. No hago caso y sigo en mi mundo. Siento un peso sobre mí y abro los ojos. Ahí estas. Mirándome con aquellos grandes ojos que posees pero sobre todo con aquella mirada de amor que solo me dabas a mí. Alzo mi mano para acariciar tu cabello como siempre lo hacía pero desapareces. Otra vez he vuelto a imaginarte.
Me levanto de mi cama dejando el cansancio aun lado y me siento frente a mi escritorio. Aún tengo que terminar un informe. Enciendo la computadora y empiezo a escribir.
Para cuando acabo de teclear todo me doy cuenta de que la habitación esta en penumbras. He vuelto a olvidarme del mundo mientras avanzaba mi trabajo. Estiro mi cuerpo un rato y me doy cuenta de mi error.
Mientras él me pedía salir a comer un helado yo le decía que tenía que ir a la biblioteca. Cuando buscaba mi cuerpo en las noches y yo lo evitaba diciendo que estaba cansado. Todas las fechas importantes que olvide solo por concentrarme en ser el mejor de la clase. Todos aquello “Acompáñame…” que me dedicabas y que yo rechazaba. Las noches que me pedias tan solo un beso y yo te los negaba diciendo que no podía distraerme. Ese fue mi error.
No apreciar a la persona que amaba.
Mi orgullo, mi ego, mis necesidades y mis hábitos egoístas
Causaron que un chico fuerte como tu
Se fuera de mi vida
Ahora, nunca, nunca llegare a limpiar el desastre que hice
Y que me da caza cada vez que cierro los ojos
Todo suena como Oh Oh Oh
Todo el mundo comete errores pero los míos fueron los peores. En vez de aceptar mi culpa solo te recrimine. En vez de pedir que te quedaras te grite que te fueras. En vez de decirte que te amaba te dije que te odiaba. Me puse a mí mismo antes que a nosotros. Deje que la persona a la que más amaba en mi vida se fuera. Deje que los miedos del pasado me alcanzaran y me alejaran de ti.
Construí una muralla para que no pasaras. Te hice lo que me hicieron a mí. Hice que la persona más pura que he conocido sufriera de esa manera. Ahora sé que no tengo perdón y que tu recuerdo siempre me acompañara.
Muy joven, muy tonto para darme cuenta
Que debí haberte comprado flores
Y sujetado tu mano
Debí haberte dado todas mis horas
Cuando tuve la oportunidad
Llevarte a cada fiesta
Porque todo lo que querías era bailar
Ahora mi bebe está bailando
Pero él está bailando con otro hombre
-No lo hagas – insistió por enésima vez Kris
-Tengo que hacerlo – respondí de nuevo.
-No tienes que hacer nada! – grito Chanyeol
-JongIn – llamo Kris.
-Tengo que hacerlo! – grite dejando el regalo a un lado – Tengo que pedir perdón
-JongIn, por favor – suplico Chanyeol
-Déjalo – intervino Kris. Yo lo mire suspicazmente – Si crees que tienes que hacerlo, está bien. Solo…cuando quieras desahogarte ven con nosotros.
-Ya no soy como antes. Ahora entendí todo – comente colocándome los zapatos
-Lo sabemos pero aun lo amas – comento Chanyeol
-Por este amor tengo que hacerlo – los mire una vez más – Vámonos
Agarre el regalo y salimos del departamento.
Aunque duela
Seré yo el primero en decir que estaba equivocado
Sé que probablemente sea demasiado tarde
Como para intentar y disculparme por mis errores
La fiesta estaba muy animada. Kris fue arrastrado por Tao a bailar mientras que Chanyeol estaba prácticamente siendo violado en una esquina de la sala. La casa era muy grande y había poca gente. Diría que el cumpleañero solo había invitado a amigos cercanos. Busque con la mirada a KyungSoo y lo vi a lo lejos. Estaba con un chico apenas un poco más alto que él, de piel clara y bonita sonrisa. Mis piernas fallaron al ver a aquel chico abrazar a KyungSoo por la espalda y este sonreír ampliamente. Por un momento quise tirar aquel regalo e irme pero algo en mi mente me lo impidió. Tenía que dar ese paso para que KyungSoo pudiera avanzar sin temor. Para que él pudiera amar sin temor.
-¿Qué haces aquí? – preguntaron a mis espaldas. Me gire y vi a Luhan frente a mi
-Tengo algo que hacer – respondió. Él me miro serio
-¿Le pedirás perdón? – pregunto señalando a mis espaldas. Gire para ver de quien hablaba y me encontré con la mirada de KyungSoo que se había paralizado
-Si – respondí volviendo a mirarlo.
-JongIn, él – lo interrumpí y me acerque para hablarle al oído
-Sé que está empezando algo con aquel chico – susurre
-Es Suho – respondió de igual manera. Me aleje de él al ver la mirada de odio que me lanzaba Sehun desde atrás
-Suho – repetí – ¿Lo conoces? – pregunte. Luhan asintió - ¿Es un buen chico?
-Lo es – respondió – No le hará daño
-Entonces lo dejo en buenas manos – comente forzando una sonrisa.
Luhan palmeo mi hombro y se fue. Gire sobre mis talones para buscar a KyungSoo encontrándomelo frente a mí. No había cambiado nada. Seguía siendo hermoso y aquel brillo en sus ojos había regresado. Mi pecho dolió pues supuse que era por Suho.
-Hola – salude forzando una sonrisa. Él aun seguía con su mirada fija en mi sin decir nada - ¿Podemos hablar? – pregunte. Después de unos segundos asintió comenzando a caminar lejos de aquel lugar.
Lo seguí sin decir nada viendo su espalda. El sentimientos de culpa y remordimiento regreso a mí. Había perdido a un ser maravilloso.
Nos detuvimos en una especie de jardín que más parecía invernadero por la cantidad de plantas que había. Él me miraba aun interrogante por lo que supuse que tenía que comenzar hablar.
-¿Has estado bien? – pregunte. Su expresión se relajó un poco
-Si
-¿Tus padres están bien de salud?
-Si
-¿Cómo – me interrumpió
-¿Qué haces aquí? Que yo sepa no conoces a Suho
-No lo conozco – afirme. Él me miro aún más curioso – Vine por ti
-JongIn
-Perdóname – susurre
-……
-Siento mucho lo imbécil que fui. Nunca debí haberte tratado así.
-……
-Siento haber sido un mal amigo y un mal…novio
-¿Por qué ahora? – pregunto con lágrimas en los ojos. Mi corazón se encogió. Sabía que esto le afectaría más que a mí pero era necesario.
-Recién ahora lo entendí. Entendí que fue un completo error preferirme a mí que a nosotros – susurre tratando de retener las lágrimas.
-JongIn yo – lo interrumpí
-No vengo a pedirte que regreses conmigo – afirme. Él me miro con los ojos abiertos. – Ya no soy el niño de antes, KyungSoo. Sé que hay cosas que uno no perdona y esta es una de ellas. Solo vengo a pedirte perdón y a desearte que seas feliz. Quiero que continúes y que no tengas miedo a enamorarte.
-JongIn
-Hubiera querido que a mí también me pidieran perdón en el pasado pero no lo hicieron y por eso cometí estos errores. Yo….no quiero que los cometas tú también
-¿Siempre pensaste en él cuando estabas conmigo? – pregunto hipando. Negué fervientemente con la cabeza
-Nunca. Siempre te veía a ti solo…creo que hubiera sido distinto
-JongIn yo – lo interrumpí de nuevo
-Sé que hay alguien ahora. Al parecer es bueno así que…Felicidades – trate de sonreír. Él soltó un sollozo y se acercó para abrazarme. Enterró su cabeza en mi pecho y este se encogió. Pase mi brazo por su cintura y lo atraje más a mí.
-Te perdono – susurro bajito
-¿KyungSoo? – llamaron desde la puerta. Deshice el abrazo y limpie sus lágrimas con mis manos. Trate de sonreírle otra vez y gire a ver quién era.
-Suho ¿no? – pregunte reconociéndolo. Él asintió. Tome un poco de air y me acerque a él. – Feliz cumpleaños – extendí el regalo que traía en la mano
-Gracias – acepto el regalo algo dudoso.
-….Tienes que cuidar muy bien a KyungSoo ¿entendiste? – él asintió dudoso – No le gusta que lo despierten tarde así que siempre trata de poner el despertador temprano. Cuando duerma abrázalo por la espalda. Cómprale yogur de vez en cuando y…siéntate a ver Pororo con él todas las mañanas. Cómprale rosas por lo menos una vez a la semana y…acompáñalo a donde quiera – deje que mis lágrimas cayeran
-JongIn – me llamo KyungSoo. Lo ignore
-Él es un ángel así que…cuídalo como tal – susurre. No espere nada y me aleje de aquel lugar.
Pase por la sala ganándome miradas preocupadas por parte de mis amigos. Simplemente los ignore y salí de aquella casa. Tome el primer taxi que encontré y una vez dentro deje salir todo el dolor que sentía.
Solo quiero que sepas que:
Espero que él te compre flores,
Espero que él sujete tu mano
Cuando tenga la oportunidad
Que te lleve a todas las fiestas
Porque todavía recuerdo cuanto te encantaba bailar.
Que haga todas las cosas que yo debería haber hecho
Cuando era tu hombre
Que haga todas las cosas que yo debería haber hecho
Cuando era tu hombre